El entonces alcalde gastó al menos 138 millones de euros en un icono de sus mandatos en vez de paliar la situación de los barrios más pobres de España, sitos en Sevilla
Pagó 7 millones por desechar el proyecto de mercado del arquitecto Carbajal, que costaba 30 millones y se autofinanciaría, y para hacer el del alemán Jürgen Mayer, al final cuatro veces más caro
Destinó a las Setas millones adelantados por las empresas inmobiliarias para los sistemas de los nuevos barrios de la ciudad, que nunca ejecutó
Ocultó durante años a los sevillanos que había comprado al arquitecto alemán un proyecto que entonces era técnicamente irrealizable
Hizo caso omiso del dictamen negativo del Consejo Consultivo de Andalucía y autorizó la continuación de las obras con un segundo sobrecoste del 50%
Las Setas han recibido menos de 300.000 visitantes/año durante el ‘boom’ turístico mientras la Catedral llegaba a los dos millones
El pasado 26 de enero de 2021, un Juzgado de Sevilla condenó al Ayuntamiento a pagar a una inmobiliaria más de 16 millones de euros porque Monteseirín se gastó en las Setas de la Encarnación el dinero que aquélla había adelantado en 2004 para los sistemas generales de los nuevos barrios previstos en el PGOU. Es la última factura conocida hasta el momento imputable al icono que como símbolo de sus mandatos mandó construir el entonces alcalde socialista, a un coste estimado, dado el secretismo oficial, de al menos 138 millones de euros, mientras la ciudad tenía -y sigue teniendo- los barrios más pobres de España, como el Polígono Sur. Diez años después de su precipitada inauguración, pese a que no estaban terminadas, las Setas reciben menos turistas que el museo taurino de la Maestranza y los barrios de su entorno siguen perdiendo población, señal de que tampoco han actuado de revulsivo económico para la zona.
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