Las Setas de la Encarnación, el delirio faraónico de Monteseirín, cumplen diez años generando nuevas facturas y con menos visitas que el museo taurino de la Maestranza

El entonces alcalde gastó al menos 138 millones de euros en un icono de sus mandatos en vez de paliar la situación de los barrios más pobres de España, sitos en Sevilla

Pagó 7 millones por desechar el proyecto de mercado del arquitecto Carbajal, que costaba 30 millones y se autofinanciaría, y para hacer el del alemán Jürgen Mayer, al final cuatro veces más caro

Destinó a las Setas millones adelantados por las empresas inmobiliarias para los sistemas de los nuevos barrios de la ciudad, que nunca ejecutó

Ocultó durante años a los sevillanos que había comprado al arquitecto alemán un proyecto que entonces era técnicamente irrealizable

Hizo caso omiso del dictamen negativo del Consejo Consultivo de Andalucía y autorizó la continuación de las obras con un segundo sobrecoste del 50%

Las Setas han recibido menos de 300.000 visitantes/año durante el ‘boom’ turístico mientras la Catedral llegaba a los dos millones

El pasado 26 de enero de 2021, un Juzgado de Sevilla condenó al Ayuntamiento a pagar a una inmobiliaria más de 16 millones de euros porque Monteseirín se gastó en las Setas de la Encarnación el dinero que aquélla había adelantado en 2004 para los sistemas generales de los nuevos barrios previstos en el PGOU. Es la última factura conocida hasta el momento imputable al icono que como símbolo de sus mandatos mandó construir el entonces alcalde socialista, a un coste estimado, dado el secretismo oficial, de al menos 138 millones de euros, mientras la ciudad tenía -y sigue teniendo- los barrios más pobres de España, como el Polígono Sur. Diez años después de su precipitada inauguración, pese a que no estaban terminadas, las Setas reciben menos turistas que el museo taurino de la Maestranza y los barrios de su entorno siguen perdiendo población, señal de que tampoco han actuado de revulsivo económico para la zona.

El 27 de marzo de 2021 se cumplen diez años desde que el entonces alcalde saliente de Sevilla (Griñán lo descartó como candidato del PSOE a la reelección por los escándalos y despilfarro de sus mandatos), Alfredo Sánchez Monteseirín, inauguró de forma precipitada con tal de hacerse la foto su delirio faraónico de las Setas de la Encarnación, cuya denominación oficial era Metropol Parasol (en otra de sus innumerables torpezas, Monteseirín permitió que el arquitecto que las diseñó, el alemán Jürgen Mayer, lo registrara a su nombre para así cobrarse el copyright).

La prueba de que las inauguró cuando la obra aún no estaba terminada y de que se trataba de adelantarse como fuera a la prohibición que imponía la por entonces inminente campaña de las elecciones municipales de 2011 es que la concesión para su explotación por la empresa Sacyr, que en la práctica supone la privatización de toda la plaza de la Encarnación, expira no un 27 de marzo, sino un 28 de abril, que fue la fecha de recepción. Como ya ha transcurrido un decenio, las Setas y la plaza pasarán al Ayuntamiento el 28 de abril de 2051, dentro de 30 años.

Acto inaugural de las Setas de la Encarnación hace diez años

Cuando se cumplió el septenio del acto propagandístico inaugural, el ex alcalde al que ahora han acordado dedicarle una rotonda al pie de otro de sus «legados» faraónicos, la torre Pelli, redactó un escrito que tituló ‘Casi tres mil días de S.E.T.A.S.’ (asumió la denominación popular en vez referirse a «su» Metropol Parasol), https://elcorreoweb.es/temas-de-portada/casi-tres-mil-dias-de-s-e-t-a-s-spaces-of-entrepreneurship-and-tradition-in-the-advanced-sevilla-JD3599391 en el que trató de reivindicar su obra y defender el entierro de 138 millones de euros o más, como veremos, en la «ciudad consolidada» en vez de en los barrios más pobres de España, que estaban y siguen estando en Sevilla.

Ahora, al cumplirse el décimo aniversario, probablemente hablará de 3.650 días de S.E.T.A.S. y volverá a decirnos lo mismo que entonces, incluso aumentado, por lo que hay que refutar otra vez sus argumentos manipuladores de la realidad, al igual que antaño y con nuevos datos que arrojan más luz sobre el presunto icono de la modernidad de Sevilla. Veamos, en letra negrita, el discurso de Monteseirín, y a continuación la respuesta:

En mi primer mandato decidimos afrontar una solución definitiva (al solar del antiguo mercado de la Encarnación), pero las alternativas aportadas en aquel entonces no eran satisfactorias, ni a la altura de Sevilla: Para empezar, Monteseirín, no decidió nada al respecto, al igual que con el Metro, que fue una condición del PA a Chaves para darle a él la Alcaldía en detrimento de Soledad Becerril, como vimos en un anterior informe: https://www.manueljesusflorencio.com/2021/01/monteseirin-se-atribuye-ahora-la-linea-1-del-metro-en-detrimento-de-rojas-marcos-y-de-la-junta-de-andalucia/

Fueron también los andalucistas, que se quedaron con Urbanismo en aquel pacto de gobierno con el PSOE (1999-2003), quienes mucho antes que con Monteseirín de alcalde habían decidido acabar con aquel espacio vacío (más de 30 años por entonces) del antiguo mercado. Hagamos un poco de historia.

Con el andalucista Alejandro Rojas Marcos de alcalde en virtud del pacto PA-PP, y con José Núñez como delegado de Urbanismo, a finales de 1991 se decidió terminar de tramitar el Plan Especial del Sector (durante el mandato previo del socialista Manuel del Valle y con Emilio Molina como gerente de Urbanismo no se había culminado la tramitación del ese Plan Especial, que era el que debía dar cobertura urbanística al nuevo mercado de la Encarnación).

Alejandro Rojas-Marcos (izquierda), recibe la felicitación de Manuel Del Valle tras tomar posesión como alcalde

Antes de seguir, hay que recordar algo que siempre se ignora y que falsea, a mi entender, todo el proceso. Debido a su mal estado se decidió, en su día, desalojar el mercado histórico y que los comerciantes o placeros, como también fueron conocidos posteriormente, se instalaran en una parcela cercana, “provisionalmente”.

Es fundamental no olvidar que el mercado era una concesión a un colectivo de placeros y que se desplazaron a ese sitio cercano sin que se les cancelara la concesión de que disfrutaban. La responsabilidad administrativa (la política no) era de ese colectivo que mantenía la concesión, pero sin ningún tipo de control se fueron traspasando y heredando los derechos sobre los “puestos”, con lo que se generó una situación absolutamente caótica.

Para salir de la misma, los placeros (no se olvide, responsables de la concesión), bajo la tutela del concejal Manuel García (AP-PP), entraron en contacto con diversas empresas promotoras. Éstas, a cambio de una edificabilidad terciaria, estaban dispuestas a construir un nuevo mercado que diera respuesta a las nuevas exigencias tanto comerciales como personales del colectivo de los placeros.

Con un compromiso esbozado y unos primeros diseños del arquitecto Enrique Haro había que desbloquear urbanísticamente la situación. Administrativamente, la concesión estaba “controlada” (de aquella manera) por la Delegación de Abastos del Ayuntamiento, que era incapaz de conocer el estado de la cuestión y dejaba hacer a los placeros mientras el tiempo, los años, pasaban.

En este estado es cuando la Corporación Municipal formada por la coalición PA-PP y presidida por Alejandro Rojas-Marcos decide retomar el trámite de planeamiento y, con la cobertura urbanística de un nuevo Plan Especial, dar salida a la situación.

Se aprueba definitivamente el Plan de Reforma Interior (PERI) y, entre tanto, José Núñez como delegado de Urbanismo y Joaquín Blanco como gerente mantienen conversaciones con los placeros y la empresa, madrileña, que teóricamente estaba interesada en asumir la operación.

Pero resulta fallida: la empresa considera que lo que puede ofrecerse según el PERI aprobado no es suficiente para equilibrar la operación.

Mercado provisional de la Encarnación

Las circunstancias económicas han variado. Estamos en la crisis post Expo, la gestora pide más y los placeros, intuyendo cercano un acuerdo, exigen no sólo controlar el diseño del nuevo mercado, sino que la adjudicataria asuma los gastos de conservación y mantenimiento y que cada placero (cada titular de un puesto de venta) disponga, gratuitamente, de una plaza de aparcamiento de las que se preveían en el segundo o tercer sótanos. Las “cuentas” no salen y el interés de la empresa se diluye y desaparece.

En este momento parece que el nuevo equipo de gobierno es el responsable de la situación y bajo presión mediática y con Soledad Becerril (primera teniente de alcalde) “de perfil”, Rojas-Marcos decide que el control, descontrol más bien, del mercado pase de la Delegación de Abastos a la Gerencia de Urbanismo (esta situación se fue repitiendo a lo largo de dos mandatos de PA y PP: cuando una cosa no acababa de funcionar, pasaba a ser responsabilidad de la Gerencia, como eficaz brazo técnico y administrativo del Ayuntamiento) con gran enojo de Abastos, que no dio muchas facilidades para el traspaso de competencias y “papeles”.

Se pudo comprobar que los placeros con derechos habían disminuido por fallecimientos, traspasos no autorizados, cesiones entre ellos, etc., etc. y hubo que hacer una depuración de titulares y mantener conversaciones con los que finalmente los mantenían.

Interior del mercado provisional

La propuesta formal de Enrique Haro se desestima (era una bajo rasante con un mercado a gusto de los placeros pero ignorante de la presencia de los restos arqueológicos que ya se sabía que existían, y un sobre rasante con un edificio formalmente similar a “La Defense” de París, un prisma rotundo con un vacío central de varias plantas) y se monta un primer concurso, tímido y poco ambicioso, en el que, siendo delegada Isabel Guerra-Librero, la UTE Martín Casillas-Ficoan resulta adjudicataria y llega a colocarse la primera piedra en julio de 2002 (véase ABC de 26 de julio).

La Comisión de Patrimonio pide “mejorar” el sobre rasante y se le hace el encargo a José Antonio Carbajal, el cual redacta un magnífico proyecto que se presenta en abril de 2003, pero que el nuevo equipo de gobierno PSOE-IU presidido por Monteseirín, con Torrijos de hombre fuerte por parte de Izquierda Unida y que nace tras las elecciones municipales de mayo de 2003, lo desestima por ser “herencia” del PA. Se inicia entonces el dislate administrativo, económico y formal que nos ha llevado a la situación actual.

José Antonio Carbajal (premio nacional de arquitectura por el Seminario en la Avenida de la Palmera) había diseñado dos plantas de aparcamiento subterráneo, un mercado en sótano y semisótano, un área comercial en superficie y una plaza pública.

El arquitecto José Antonio Carbajal, cuyo proyecto para el mercado de la Encarnación, valorado en unos 30 millones y que se autofinanciaba, fue desechado por Monteseirín para alzar en su lugar las Setas, con un coste de al menos 138 millones

Los restos arqueológicos que se hallaran durante las excavaciones se conservarían en el propio mercado. Si, según Monteseirín, el proyecto no estaba a la altura de Sevilla ni era satisfactorio, ¿cómo él votó cinco veces a favor de su ejecución en otras tantas ocasiones en que se fue tramitando en los organismos municipales durante el gobierno de coalición PSOE-PA? Esta es otra prueba de su hipocresía y de su posterior intento de manipular la verdad y la realidad.

Concurrí a las elecciones de 2003 comprometiendo expresamente que se respetarían los restos arqueológicos (…) Nuestra opción fue la respaldada mayoritariamente por la ciudadanía: Como vimos anteriormente, la idea de Carbajal y de la Delegación de Urbanismo era respetar e integrar los restos arqueológicos en el nuevo mercado, aunque por entonces se ignoraban su extensión e importancia porque no se habían completado las excavaciones. Ocurrió que el PA se dio un batacazo en las elecciones municipales de 2003, por lo que Monteseirín pudo cambiar de pareja política y coligarse con IU para mantenerse en la Alcaldía.

Monteseirín, con su nuevo socio de gobierno, Torrijos, de Izquierda Unida (a la derecha de la imagen)

Había que laminar a partir de entonces todo lo que recordara al PA y a su asociación con este partido y crearle una leyenda negra para así poder hacer borrón y cuenta nueva; había que eliminar el proyecto de Carbajal y partir de cero para así aparentar que el artífice de la solución al “vacío” de la Encarnación era él. Monteseirín oculta que con el dinero de los sevillanos tuvo que pagar al menos 7 millones de euros en indemnizaciones a las empresas Martín Casillas y Ficoan por el descarte del proyecto de Carbajal, ése que él había ratificado cinco veces durante su primer mandato.

Y es falso que se hayan respetado con él los restos arqueológicos. Con la complicidad de la Comisión de Patrimonio, en manos del PSOE, al menos el 10% de los hallazgos fueron destruidos para cimentar los “pies” de las Setas, una actuación que habría sido un escándalo bajo el PA si la Comisión la hubiera consentido siquiera, pero como el proyecto ya se lo había apropiado el alcalde socialista…..

-Y la financiación no estaba supeditada a un parking privado subterráneo, sino a fórmulas de cooperación público-privada de gran ambición: El proyecto diseñado por el arquitecto Carbajal habría tenido un coste estimado de 30 millones de euros y no habría costado nada a los sevillanos porque se iba a autofinanciar con la explotación de las distintas zonas del mismo. La fórmula de “gran ambición” ideada por Monteseirín para convencer a la empresa Sacyr de que se encargara de la construcción y explotación de la Setas, privatizando todos los espacios públicos durante 40 años, consistió en empezar poniéndole encima de la mesa 25 millones de euros de todos los sevillanos. Al final la factura se elevó a unos 138 millones (aunque ya se ha perdido la cuenta entre tantos pleitos e indemnizaciones a pagar a Sacyr), e indirectamente ha seguido incrementándose, como veremos a continuación.

Durante los mandatos de Monteseirín, diversas empresas firmaron convenios urbanísticos con el Ayuntamiento, al que adelantaron dinero para la ejecución de las infraestructuras de los nuevos barrios que se iban a construir en la ciudad conforme a las previsiones del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 2006, en el que se han basado los redactores del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS): https://www.manueljesusflorencio.com/2021/01/el-nuevo-pmus-infla-entre-un-37-y-un-240-las-previsiones-de-viajeros-en-futuros-barrios-de-sevilla/

¿Y qué hizo el gobierno de Monteseirín con el dinero adelantado por los empresarios inmobiliarios? Gastárselo en las Setas de la Encarnación con la coartada de que también eran un Sistema General de la ciudad. Una de las empresas firmantes de convenios urbanísticos, concretamente el 14 de enero de 2004, fue ‘Ábaco Iniciativas Inmobiliarias’, propietaria de 640.863 m2 en San Nicolás Este, suelos que estaba previsto clasificar como urbanizable para nuevas actividades productivas.

El convenio urbanístico firmado por el Ayuntamiento y la empresa Ábaco Iniciativas Inmobiliarias

A la vista de que no se hizo el desarrollo urbanístico, la empresa solicitó la devolución del dinero previamente entregado. La petición fue desestimada por el Ayuntamiento el 27 de noviembre de 2007, por lo que a Ábaco no le quedó otra vía que recurrir ante los tribunales. El pasado 26 de enero de 2021, el Juzgado de lo Contencioso Administrativo Nº 10 de Sevilla falló a su favor y condenó al Consistorio a abonarle 16.231.174 euros en concepto de devolución, indemnización y otros por el dinero que adelantó y que acabó en las Setas de la Encarnación, a la que cabe imputar, pues, este nuevo coste, que elevaría la factura a más de 150 millones de euros.

Extracto de la sentencia condenatoria al Ayuntamiento por haber gastado el dinero de un convenio urbanístico en las Setas de la Encarnación durante los mandatos de Monteseirín

-Los fondos se tomaron principalmente de las partidas de inversión nutridas de los nuevos desarrollos urbanísticos que la ley permite aplicar a la ciudad consolidada y no de los Presupuestos municipales: ¿Y por qué un alcalde supuestamente socialista no aplicó el dinero aportado por los promotores inmobiliarios a los barrios pobres de la ciudad en vez de a las Setas de los 138 millones en el Centro, a modo de icono faraónico de su mandato?

Si se convierten los 138 millones de euros en pesetas (22.961.268.000 pesetas, es decir casi veintitrés mil millones) se aprecia aún más la magnitud del dinero gastado en la Encarnación en ese icono faraónico y cuánto podría haberse hecho con esa cantidad para afrontar necesidades reales y esenciales de la ciudad, como las de los barrios desfavorecidos.

Monteseirín tuvo la suerte de que en el literal de cada convenio urbanístico se adscribía el dinero desembolsado por los promotores a la ejecución de sistemas generales del PGOU, sin especificarse ni asignarlos a los suelos de aquéllos.

Monteseirín gastó 138 millones en las Setas de la Encarnación en vez de paliar la situación de barrios como el Polígono Sur (en la imagen), el más pobre de España, y otros de la ciudad de similar nivel de renta

Su segundo golpe de fortuna, casi siempre tan aliada con él, fue que estalló la crisis económica en 2008 y se paralizaron los nuevos desarrollos urbanísticos en la ciudad, para los cuales se había aportado el dinero. Aprovechó la coyuntura para acabar de erigir las Setas. Tercer golpe de fortuna: la mayor parte de los promotores que en su día pagaron las cantidades estipuladas ya no son propietarios de los suelos porque los tuvieron que entregar en dación de pago a los bancos.

Vino el concurso de ideas… donde premiaron la ensoñación de Jürgen Mayer: En efecto, una ensoñación. El diseño del arquitecto alemán (junio de 2004) supuestamente iba a costar 33 millones de euros (sólo 3 millones más que el de Carbajal) y acabó costando cuatro veces más. Monteseirín y su gobierno ocultaron durante dos años y medio un informe técnico de la consultora de ingeniería Ove Arup según el cual “la estructura del proyecto, tal y como está concebido, no es realizable”.

El arquitecto alemán le coló a Monteseirín tan sólo un proyecto básico sin previa realización de pruebas técnicas, por lo que no se comprobó si existía una tecnología para poder materializar aquel dibujo con el que Mayer ganó el concurso de ideas.

La realización del proyecto se encomendó a Sacyr el 13 de octubre de 2005. En 2006 comenzó el desarrollo del proyecto de ejecución, del cual -se dijo- “es una parte esencial el proyecto de la estructura de madera, tanto de los troncos como de los parasoles”. Un informe encargado a la empresa de ingeniería Ove Arup & Partners había llegado a la conclusión en mayo de 2007 que la estructura del proyecto básico, tal y como estaba concebida, era irrealizable.

Boceto del Metropol Parasol, por Jürgen Mayer

Entonces se plantearon dos opciones por parte del arquitecto y de Ove Arup: La primera, que pasaba por incrementar el peso de la estructura proyectando unas vigas de madera y unas uniones más potentes y por tanto más pesadas, fue calificada como inviable en un informe de la Dirección Técnica de la Gerencia de Urbanismo, porque la cimentación ya estaba ejecutada previamente a la contratación de la obra por Sacyr, con arreglo a un proyecto de emergencia. Además, se precisó que la existencia de restos arqueológicos y la necesidad de conservar los mismos impedía la ejecución de nuevas cimentaciones.

La segunda opción consistía en modificar la estructura, cambiándola a otra de madera pretensada. Ésta fue la opción elegida por el equipo redactor del proyecto, y se desarrolló entre junio de 2007 y septiembre de 2008. Resultó del todo inviable, ya que el peso final de la estructura excedía las capacidades de la cimentación existente y además se agotaba en ciertas zonas (25% de la cubierta) la capacidad resistente de la madera. Todos estos dictámenes y problemas fueron ocultados por el gobierno de Monteseirín a la opinión pública. Fue en 2009 cuando se consideró una nueva solución, a partir de la llamada “nueva tecnología” desarrollada y homologada en Alemania, que permitiría construir la estructura de madera mediante uniones de barras encoladas con resinas epoxi.

Los problemas estructurales de las Setas impiden el uso de los parasoles construidos en la plaza colindante
con la iglesia de la Anunciación

El Ayuntamiento pidió en 2010 al Consejo Consultivo de Andalucía que le autorizara un segundo modificado del proyecto y, por consiguiente, el incremento de los costes, con el argumento de los «imprevistos» que se habían presentado. El dictamen del Consejo Consultivo fue todo un varapalo a la gestión de Monteseirín y de su gobierno: “no estamos ante errores, sino ante un proyecto inejecutable, y por tanto no estamos ante una modificación sino ante un nuevo contrato”; si “el Ayuntamiento ya tuvo conocimiento a los pocos meses de iniciarse las obras de esta circunstancia, podemos concluir que la obra debió paralizarse en mayo de 2007, resolver el contrato, redactar un nuevo proyecto y proceder a su licitación…..

(….) Aun comprendiendo que la Administración consultante trata de hacer viable la ejecución de una obra pública inmersa en una especie de encrucijada, el Consejo Consultivo debe hacer notar que la modificación propuesta, aunque siga fiel a la idea de mantener la estructura de madera y los parasoles (en forma de “setas” u “hongos”, como se les llama en algunos escritos obrantes en el expediente) y en este sentido no sea en realidad un contrato materialmente distinto, supone sólo en este capítulo un incremento económico en relación con el proyecto vigente que asciende a la cantidad de 18.406.543,29 euros, IVA sin incluir. Pero más allá de la importante desviación del presupuesto inicial del contrato, el Consejo no puede sino señalar que, conforme a la doctrina antes expuesta, no es posible subsumir las circunstancias antes detalladas, resumible en que la obra proyectada era inejecutable, en el concepto de causas imprevistas, ni el de necesidades nuevas, por lo que no se informa favorablemente la modificación en este capítulo».

El dictamen del Consejo, que revela otras chapuzas vinculadas a las Setas, no tiene desperdicio. Para consultarlo, hay que ir al siguiente enlace: https://server.knosys.es/ccandalucia/knpag?x=index

Y luego, si no aparece, escribir en la parte inferior Metropol Parasol y pulsar en Buscar (a la derecha), como se ve en la imagen:

Dado que los dictámenes del Consejo Consultivo no son vinculantes, Monteseirín lo despreció olímpicamente aludiendo al «interés general» (¿?) y acordó pagar un 50,17% más por las obras, cuyo presupuesto se elevó a 89,6 millones de euros (el anterior, tras el primer modificado, ya había ascendido a 51,2 millones). Y luego los costes siguieron disparándose.

Un magnífico espacio en el centro histórico que abre las puertas al progreso económico y al desarrollo de un sector de la ciudad que estaba en franca decadencia: Cuando inauguró las Setas para hacerse la foto ya dijo: “Los beneficios económicos que el Metropol Parasol va a traer a la ciudad superarán en un solo año la inversión acometida”. El cuento de la lechera, superado por la versión de su delegado de Urbanismo, Manuel Rey, según el cual el impacto en un solo año sería de 369 millones (en el decenio transcurrido deberían ir ya por 3.690 millones, más facturación que la de todo el parque científico y tecnológico de la Cartuja, que ascendió a casi 2.500 millones en 2018).

Si las Setas iban a ser tan rentables, ¿cómo es que la empresa Sacyr demandó al Ayuntamiento y planteó devolvérselas por, entre otras razones, haberse incumplido sus expectativas de retorno económico, cifradas en al menos un 8% anual y que no llegaban ni al 3%?

En sus primeros siete años en números redondos (2011-2017) las Setas recibieron del orden de dos millones de visitas, una cifra inferior a la que habitualmente se registra en la Catedral en un solo ejercicio. Según fuentes municipales, de los alrededor de dos millones de visitantes de las Setas en el septenio 2011-2017 (no me han facilitado los datos posteriores), la mitad fueron sevillanos y la otra mitad, turistas de paso por la ciudad.

Algunos visitantes de pago paseando por la pasarela superior de las Setas

La tendencia observada es una cada vez menor afluencia de público nativo, ya que su interés decae una vez que sube al Metropol Parasol y también pasa el digamos “efecto novedad” tras su apertura. Por el contrario, el número de turistas que aprovechan su estancia en Sevilla para darse una vuelta por la estructura diseñada por Jürgen Mayer en la Plaza de la Encarnación se va incrementando gradualmente, como consecuencia también del ‘boom’ turístico que vive la ciudad en los últimos años, pero sin parangón con el poder de atracción que tienen los grandes monumentos simbólicos de Sevilla desde siempre, la Catedral y el Alcázar.

Así, en el cuatrienio 2014-2017 el número de sevillanos que subieron al mirador de las Setas fue de 401.927 (el 36,25% del total de visitantes), mientras que el de turistas netos ascendió a 707.000 (el 63,75%). A pesar de que para los nativos la visita a los Parasoles es gratuita, la subida de sevillanos a las Setas pasó de 126.000 en el año 2014 a 87.000 en 2017, una caída del 31%.

El número de visitantes al Metropol Parasol incluso ha disminuido en el último periodo según los datos disponibles, ya que en el año 2014 se registraron un total de 286.000 entre sevillanos y turistas y en 2017 la cifra global bajó a 281.000.

Por el contrario, el número de visitantes a los dos grandes monumentos representativos de la ciudad y declarados por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, la Catedral y el Alcázar, no ha dejado de aumentar año tras año en el mismo periodo de tiempo, con incrementos de hasta el 17,64% en el templo metropolitano (año 2017) y de hasta el 14,66% en el palacio real en uso más antiguo de Europa (año 2015). Sólo en 2018 acudieron a la Catedral más visitantes que en siete años a las Setas.

Si se compara la evolución del número de visitas de cada monumento, los 281.000 registrados en el Metropol Parasol fueron 5.000 menos que en 2014, mientras que el Alcázar pasó de 1.325.854 a 1.799.465 (473.611 más) y la Catedral, de 1.434.444 a 1.934.373 (499.929 más). Es la demostración de que el poder de atracción de la Sevilla digamos tradicional, la denostada por Monteseirín y Marchena, es muy superior a la de la supuestamente vanguardista que representarían las Setas de la Encarnación.

Las visitas a la Catedral y al Alcázar quintuplican como mínimo las que reciben las Setas de la Encarnación

Y ya no se trata sólo de los dos monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad. Otro exponente de la Sevilla de siempre, el Museo Taurino de la Real Maestranza de Caballería, supera en cada vez mayor número los visitantes de las Setas desde el año 2015: 325.173 frente a 281.000 en 2017.

Las Setas ni siquiera han contenido la pérdida de población de sus barrios más cercanos. El de la Encarnación propiamente dicho ha pasado de 4.434 habitantes a 4.277; el de Feria, de 6.743 a 6.665, y el de Santa Catalina, de 4.468 a 4.456. Tampcoo han mejorado el balance del paro en la ciudad. Cuando Monteseirín las inauguró con un discurso en el que dijo que serían «una excelente herramienta para la creación de actividad económica y de empleo en Sevilla» teníamos 79.896 parados. Diez años después el número de desempleados asciende a 85.360.

Tuvimos el privilegio de acompañar la entrada de nuestra ciudad en el siglo XXI: La megalomanía de Monteseirín no tiene límites. Se erige él mismo, por asociación con las Setas, en el artífice de la modernización de Sevilla, como si ésta dependiera de que se alce un rascacielos en la Cartuja o el Parasol de los 138 millones en la Encarnación en vez del nivel y calidad de vida de los sevillanos, de los servicios públicos y de su desarrollo socioeconómico.

Y no, Sevilla no entró en el siglo XXI cuando Monteseirín inauguró las Setas en marzo de 2011, sino con un adelanto de ocho años cuando el Rey inauguró el 20 de abril de 1992 la Exposición Universal, que la transformó de cabo a rabo.

Inauguración de la Exposición Universal, el 20 de abril de 1992

Acabamos tomando el mismo argumento de Monteseirín. Según él, como los sevillanos lo votaron masivamente en las elecciones municipales de 2003 (masivamente tampoco, ya que si hubiera sido así no habría necesitado pactar con IU para retener la Alcaldía, pero él sigue manipulando la realidad), le dieron su aval para las Setas de la Encarnación.

Pues bien, tan sólo dos meses después de que las inaugurara, en las elecciones locales de 2011 el PSOE cosechó su peor resultado en veintidós años y los sevillanos le dieron a Zoido la mayoría más absoluta de la Democracia, con 166.040 votos (66.872 más que los socialistas) y 20 concejales.

Fue un voto de castigo en toda regla por la gestión de Monteseirín, el de los 138 millones de euros despilfarrados en las Setas de la Encarnación.

Un comentario en “Las Setas de la Encarnación, el delirio faraónico de Monteseirín, cumplen diez años generando nuevas facturas y con menos visitas que el museo taurino de la Maestranza

  1. Ruben

    Hola , me ha encantado el articulo , más claro no se puede ser de semejante despropósito urbanístico , Hace poco le comente a un twit al señor monteserirín el cual se vanagloriaba de el resultado del supuesto resultado de las setas hoy en día . Le achaqué que se gastara tanto dinero en ese proyecto y su respuesta fue que ganó un concurso con mas de 90 propuestas y que su votación fue unánime , que pena …

    Sabe usted que fue de ese remodelación por parte de sacyr la cual iba a consistir en darle otra imagen a las setas y una nueva iluminación que iba a ser un autentico reclamo turístico , para conmemorar precisamente los 10 años de su inauguración .

    Aqui le dejo en el enlace https://sevilla.abc.es/sevilla/sevi-setas-celebraran-diez-anos-nueva-iluminacion-202008170737_noticia.html

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