El Ayuntamiento del (sin) alcalde está dejando sin presupuesto a la Comisión Especial de Quejas y Sugerencias, conocida vulgarmente como el Defensor del Ciudadano. La gráfica presupuestaria dibuja una línea sin un solo diente de sierra porque es tan descendente que cae en picado: 40.000 euros en 2008; 32.000 euros en 2010 y 23.000 en 2011. Esta última cifra está tan hipotecada por cargas de anteriores ejercicios y compromisos previos que se calcula que para el mes de mayo, cuando expire el tercer y último mandato del (sin) alcalde, se habrá alcanzado el cero absoluto, el cero patatero. Por no haber, no hay ni habrá un solo euro para el pago de una cerradura que adelantó de su bolsillo el Defensor ni para un mísero bonobús solidario de los que Torrijos carga en la cuenta de Tussam. También en este capítulo Monteseirín conseguirá la meta que no pudieron lograr en la Exposición Universal de 1992 ni Manuel Olivencia ni Jacinto Pellón: el balance cero. Y bien pensado, es absolutamente lógico que ocurra lo que tiene que ocurrir. La Comisión Especial de Quejas y Sugerencias ha de quedarse necesariamente sin presupuesto a partir del mes de mayo porque, habiendo alcanzado para entonces Sevilla la tierra prometida de la modernidad bajo el mandato de Alfredo, ya no habrá lugar para queja alguna.
Arcadia
Deja un comentario