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Sevilla es la capital andaluza que más población pierde (a enero 2015)

 

Y es la segunda gran urbe, tras Madrid, con más regresión demográfica de España

 

En el último año pierde 2.798 habitantes y se queda con 693.878

 

Málaga y Almería son las dos únicas capitales andaluzas que crecen en la crisis

 

 

Cinco años seguidos perdiendo habitantes, siendo la capital andaluza de provincia que lidera la estadística en este sentido y la segunda de España con peores datos después de Madrid es el panorama demográfico de Sevilla que se dibuja tras la revisión del Padrón Municipal referido a 1 de enero de 2015 que mediante un Real Decreto publicó en el BOE el pasado 17 de diciembre el Ministerio de Economía.

La ciudad ha vuelto a perder población en el último año -acumula ya un lustro de regresión demográfica- y con 2.798 habitantes menos se queda a fecha de enero 2015 con 693.878 residentes, frente a los 696.676 de enero de 2014. Las cifras revelan que cada día que pasaba Sevilla perdía siete vecinos.

Aunque pudiera pensarse que este descenso demográfico no es más que un reflejo a escala local sevillana de la tendencia general en España, la estadística demuestra que no siempre ha sido así. Por ejemplo, en el conjunto de Andalucía crece la población de Almería y de Málaga, y hay cuatro cuya población ha aumentado en vez de disminuir.

Madrid es la que tanto en términos absolutos (-23.244 habitantes) como proporcionalmente (-0,73%) es la gran ciudad que más regresión demográfica experimenta, al pasar de 3.165.235 a 3.141.991 habitantes, pero nadie amenaza su liderazgo, ya que Barcelona, aunque gana 2.169 residentes en el último año y ahora tiene 1.604.555, sigue muy lejos de la capital de la nación.

Valencia pierde muy pocos (-235) y con sus 786.189 incrementa como tercera ciudad incluso la distancia respecto de Sevilla, que se mantiene como cuarta porque  Zaragoza, que otrora la amenazaba, también va en continuo descenso, aunque menos acentuado que el de Sevilla: pierde 1.105 y se queda con 664.953.

Málaga es, junto con Barcelona, Palma de Mallorca y Murcia, una de las cuatro que crecen entre las diez ciudades más importantes de España, ya que gana 2.217 pobladores en el último año y con 569.130 se consolida como la quinta del país, con más ventaja aún sobre Murcia.

En el contexto de Andalucía, a Málaga hay que añadirle Almería (+852) como la única capital de provincia con incremento de población, ya que todas las demás pierden. Después de Sevilla, en términos absolutos es Granada la que sufre más regresión demográfica (-1.740), seguida de Cádiz (-1271), pero en términos relativos en la capital gaditana  es donde se registra peor estadística, con la pérdida del 1,04% de sus habitantes en tan sólo un año.

 

 

Evolución de la población en Andalucía

 

 

Capital            Año 2014       Año 2015       Balance           %

 

 

Almería           193.351         194.203         + 852             +0,44

 

Cádiz               121.739         120.468         -1.271             -1,04

 

Córdoba         328.041         327.362         – 679             -0,20

 

Granada         237.540         235.800         -1.740             -0,73

 

Huelva            147.212         146.318         –   894             -0,60

 

Jaén                115.837         115.395         –   442             -0,38

 

Málaga            566.913         569.130         + 2.217           +0,39

 

Sevilla             696.676         693.878       –   2.798             -0,40

 

La nueva caída de población de Sevilla se conoce después de que Espadas haya cumplido medio año como alcalde, periodo en el que aún no ha puesto en marcha ninguna de las medidas que propuso cuando era el líder de la oposición y se conoció en diciembre del año pasado el anterior retroceso demográfico de la ciudad.

Entonces, en una moción elevada al Pleno propuso una campaña de empadronamiento, con una tarjeta única con descuentos en servicios de la ciudad, para poner en valor esta figura y con la distribución de una carta de servicios públicos a los que se pudiera acceder. Además, con el objetivo de frenar la caída de población, también preconizó la creación de una tarjeta única para los empadronados que integrara todos los servicios existentes, desde el pago en Tussam hasta la entrada a un teatro o museo, así como ofertas en comercios, usándola como instrumento para la «reactivación» de determinadas zonas, una tarjeta personalizada con «múltiples ventajas».  

En su moción plenaria, Espadas recogía la necesidad de impulsar un plan de vivienda pública a precios asequibles, con especial importancia del alquiler y las ayudas a la rehabilitación; además del establecimiento de bonificaciones específicas para los empadronados en determinados servicios. También apostó por un servicio de atención al inmigrante, con asesoramiento jurídico, laboral, un servicio de traducción y la centralización de los servicios municipales para este colectivo.