Si alguien pensó que la carta que Monteseirín envió a los periódicos significaba su abandono en un ataque de dignidad, estaba muy equivocado. Alfredo, al contrario que otros que prefirieron irse al paro antes que ponerse de rodillas ante él y su valido, es capaz de humillarse como alcalde interino durante 15 meses -a pesar de ser funcionario y tener las lentejas aseguradas- con tal de que el PSOE le agradezca con algún alto cargo los servicios prestados, aunque en el PSOE se piense al revés: que los servicios se los ha prestado el partido a él al ponerle donde le ha puesto durante 30 años. El alcalde interino se reunió con su grupo, difirió ‘ad calendas graecas’ su decisión y dijo que habrá que negociar sobre si sigue hasta 2011 y quién será su sustituto. Si no se iba a ir, ¿para qué hacer más el ridículo escribiendo una carta de despedida? Por eso ayer hizo cambios en su blog. Ha antepuesto al ‘Gracias a Sevilla (que me ha dado tanto)’, esto: ‘Sevilla: me queda tanto por darte….’. Los puntos suspensivos los ha dejado a la libre interpretación de cada uno.
El alcalde se queda de interino
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