El Ayuntamiento en pleno se comprometió en octubre de 2020 a la defensa del adoquinado tradicional de la ciudad
El gobierno local sevillano del socialista Juan Espadas sigue preso de sus propias contradicciones y a pesar de que suscribió en octubre de 2020 el Manifiesto en Defensa de la Pavimentación Histórica de Sevilla ha encomendado a la empresa metropolitana de aguas, Emasesa, la sustitución de los clásicos adoquines de Gerena de la calle Correduría por asfalto, para mayor comodidad de los autobuses de Tussam.
Si durante la Transición los primeros ayuntamientos democráticos de Sevilla se dedicaron a retirar la marea negra de asfalto con que se había recubierto calles y plazas (como la de San Francisco) de la ciudad para facilitar la circulación y aparcamiento de los vehículos y dejaron al descubierto el pavimento histórico, compuesto por adoquines de Gerena de diferentes tonalidades, más de 40 años después se está produciendo un proceso de involución, con el retorno del asfaltado o/y la eliminación del clásico adoquín, y ese proceso lo están protagonizando, paradójicamente, los socialistas, que fueron pioneros en aquella recuperación de las señas de identidad.
A pesar del reciente dictamen de la Junta de Andalucía de que el pavimento de un Conjunto Histórico es como un bien inmueble y que su remoción equivale a la demolición de un edificio:
y de que el propio Ayuntamiento de Sevilla, por unanimidad de todos los grupos políticos municipales, acordó en el Pleno celebrado el 15 de octubre de 2020 adherirse al Manifiesto en Defensa de la Pavimentación Histórica:
https://grupomp9.wordpress.com/manifiesto/
la empresa metropolitana de aguas, Emasesa (con mayoría de capital del Consistorio hispalense), ha redactado un proyecto de reurbanización de la calle Correduría, sita en el Conjunto Histórico, conforme al que parece inevitable modelo de la denominada «plataforma única»: supone que tras la sustitución de las redes de abastecimiento y saneamiento se elimina el pavimento tradicional y se sustituye por granito gris extremeño, o por asfalto, como en los peores tiempos de la Dictadura franquista.
Según información publicada por Juan Parejo, se proyecta la renovación completa de la pavimentación según los condicionantes marcados por la Gerencia de Urbanismo de Sevilla. El modelo a seguir en este caso es el de Amor de Dios. La calle Correduría tiene actualmente en su calzada un pavimento de adoquín de Gerena, aunque en muchas zonas está cubierto por parches de asfalto.
La intervención consistirá en la instalación de una plataforma única, empleándose para la calzada aglomerado asfáltico. Su ancho mínimo será de 3,30 metros. El criterio por el que no se plantea mantener el adoquín de Gerena es por el paso continuado de los autobuses municipales. Desde el Ayuntamiento se considera que no es la superficie adecuada para la circulación de la flota de Tussam.
Así pues, por mucho Plan de Movilidad Urbana Sostenible y por mucha candidatura de Sevilla a la capitalidad verde de Europa, a la hora de la verdad (reasfaltado del entorno de la plaza Cristo de Burgos, reasfaltado de la calle Correduría) el criterio imperante y marcado desde la Gerencia de Urbanismo también a Emasesa es no la defensa de la pavimentación histórica con el adoquín de Gerena, sino extender una marea negra de asfalto (derivado del petróleo) para facilitar el tránsito de los autobuses en tan sólo un tramo de 180 metros de calle.
Dicho de otro modo, el gobierno socialista de Espadas sacrifica una de las señas de identidad de la ciudad, el granito de Gerena (que se comprometió a defender y mantener por acuerdo plenario del 15 de octubre de 2020), por negro asfalto para que circulen mejor los autobuses y los vehículos. ¿A esto se le llama la Sevilla sostenible del PMUS?
Según aparece en algunas plataformas de licitación pública, la reurbanización proyectada por Emasesa se denomina ‘Proyecto de sustitución de las redes de abastecimiento y saneamiento e instalación de nueva red de riego en la calle Correduría’, tiene un presupuesto inicial de 405.086,80 euros y al parecer el plazo de presentación de ofertas expira el 5 de mayo de 2021.
Teóricamente en esta ciudad de las contradicciones, conforme al dictamen de la Junta sobre el pavimento de los conjuntos históricos este proyecto, cuya consecuencia es la sustitución de adoquines tradicionales de Gerena por asfalto, debe ser sometido a la autorización de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico, que ya tumbó otro similar de Emasesa para la calle Zaragoza al negarle la eliminación de los adoquines.
Como en los culebrones televisivos, ¿someterá el Ayuntamiento de Sevilla este proyecto a la Comisión Provincial de Patrimonio? ¿Intervendrá de oficio, en caso contrario, la Comisión? ¿Será coherente la Comisión con el dictamen sobre el pavimento en los conjuntos históricos a raíz de otro proyecto similar del Ayuntamiento de Jerez?
Permanezcan atentos a los acuerdos de la Junta Municipal del Distrito Casco Antiguo, donde con cada enumeración de obras en proyecto ya hay que temer nuevos avances de la marea negra o del granito gris en detrimento del adoquín tradicional de Gerena, el mismo que el gobierno de Espadas se comprometió a defender y a mantener, pero las promesas de Espadas se las lleva el viento, la Gerencia de Urbanismo o Emasesa.
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