Emasesa prepara la renovación de la toma de emergencia III para captar agua en el Guadalquivir allende la presa de Alcalá del Río

Sólo queda un margen de 4,5 hm3 antes de volver a declarar la Prealerta por sequía

La empresa metropolitana de aguas de Sevilla (Emasesa) ha reservado 60.000 euros para un contrato de asistencia técnica destinado a la redacción de actuaciones en el marco del Plan de Sequía, concretamente la incorporación de recursos procedentes del río Guadalquivir. Su objeto será la renovación de la estación de bombeo para la toma de emergencia III, allende la presa de Alcalá del Río.

A fecha 23 de febrero de 2022, el volumen de agua embalsado por las presas del sistema de Emasesa era de 328,53 hm3, equivalente al 51,2% de la capacidad total. Esta cantidad sólo deja un margen de seguridad de 4,53 hm3 antes de la declaración de la Prealerta por sequía, según estipula el Plan de Sequía, ya que ha de activarse cuando el volumen embalsado baje hasta 324 hm3, el 50% de la capacidad total.

Como se recordará, la Prealerta por sequía ya fue declarada el 22 de noviembre de 2021, cuando se alcanzó dicha situación, aunque fue levantada posteriormente gracias a una semana de lluvias en diciembre que incrementaron el volumen de agua embalsada para casi dos meses de consumo, un margen que está a punto de agotarse debido a que desde entonces apenas ha llovido en la cabecera de los pantanos que abastecen a Sevilla y parte de su área metropolitana, los cuales tienen una capacidad total de 641 hm3.

De momento la situación no es especialmente grave, ya que con un nivel de reservas del 50% Emasesa puede garantizar agua para el consumo doméstico durante dos años y medio, siempre y cuando se use de forma responsable, pero la empresa metropolitana debe prepararse para cualquier escenario, de ahí la decisión de renovar la estación de bombeo de la toma de emergencia número III, para captar agua del Guadalquivir allende la presa de Alcalá del Río y que empezó a construirse en 1993, tras la celebración de la Expo-92.

La utilización de aguas procedentes del río Guadalquivir está planificada para situaciones de extrema escasez y una vez que el resto de recursos estén agotados y no disponibles por motivos de calidad. La captación de agua se realizaría por encima de la presa de Alcalá del Río. Esta presa permite reducir el efecto de las mareas en el río, aumentando la disponibilidad del recurso en la zona de captación.

La estación de bombeo en Alcalá del Río es el punto desde el que se movilizarían los recursos hasta incorporarlos en el sistema de aducción principal a través de la estación de bombeo del Viar. Por tanto, es necesario tener operativas ambas estaciones para poder disponer del recurso procedente del río. Según el Plan de Sequía, dentro de las medidas a tomar en los diferentes escenarios de escasez se debe identificar en qué momento es necesario focalizar los esfuerzos para tener operativa la estación de bombeo Alcalá del Río cuando sea necesario, un momento que parece ha llegado ya. La capacidad máxima de captación de agua mediante esta estación es de unos 6 m3 por segundo.

El principal condicionante de esta captación es la peor calidad del agua que el río Guadalquivir presenta a su paso por Alcalá del Río, tanto desde el punto de vista físico‐químico, como biológico, con valores altos de muchos de los parámetros relacionados con la tratabilidad, como la dureza, el color, los cloruros, sulfatos, nitratos y mayor desarrollo de las poblaciones de algas, con problemas potenciales de episodios de toxicidad y olor. Además, con la presencia casi permanente de microcontaminantes orgánicos, como pesticidas, hidrocarburos, fármacos, etc.

Por ello, el sistema está preparado para optar entre dos opciones, en función de la calidad del agua:
‐ Introducirla directamente en la ETAP Carambolo.
‐ Almacenarla en el embalse de El Gergal, para mejorar su calidad a través de procesos
naturales dentro del propio embalse.

Esta última alternativa, en principio, debe utilizarse con mucha precaución atendiendo a las características eutróficas del embalse de El Gergal al aportarle aguas con altos índices de contaminación orgánica, sobre todo en épocas de sequía, donde no se prevé una renovación alta del mismo. Además, la presencia del mejillón cebra en el río Guadalquivir haría desaconsejable esta estrategia de explotación o en todo caso, incrementaría significativamente los costos del trasvase al requerir un tratamiento previo del agua antes de su incorporación a esta presa.

En caso de que haya que declarar de forma inminente el estado de Prealerta por sequía se apelará a la colaboración ciudadana para reducir la demanda y promover ahorros voluntarios que permitan rebajar, al menos, un 2% el consumo actual.

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