Granada versus Sevilla

La capital granadina está más limpia que la capital de Andalucía pese a tener el doble de especies de árboles de hoja caduca, que ensucian más las calles

En Granada, con un tercio de los habitantes que Sevilla, se envían al Ayuntamiento cuatro veces más notas para mejorar la ciudad

Es frecuente oír de sevillanos que han viajado fuera de nuestra ciudad comentarios sobre el grado de limpieza que han observado en sus destinos vacacionales en comparación con el que ven a diario aquí, con un balance desfavorable para la capital de Andalucía. Sí, suele ser común la percepción de ciudades europeas más limpias que Sevilla, impresión que algunos atribuyen al hecho de que en verano, cuando se suele viajar fuera, en esas urbes también llueve, y a veces bastante, por lo que la lluvia actúa a modo de baldeo natural de las calles. Sin embargo, cuando la comparación se hace con una ciudad andaluza como Granada, que ha sufrido la misma ola de calor y la sequía que Sevilla este verano, la sensación, al menos la mía, ha sido similar a la que experimenté anteriormente en urbes allende los Pirineos.

Como en la canción de Miguel Ríos, más de cuarenta años después he vuelto a Granada y he tenido la misma impresión que en ciudades europeas que he visitado a lo largo de los últimos años: también está más limpia que Sevilla.

Además de fijarme en otras cuestiones de interés patrimonial y urbano, he tratado de hallar explicaciones a ese mayor grado de pulcritud de la ciudad hermana, distante tan sólo 250 kilómetros por la autovía A-92 y componente, junto a Sevilla, Córdoba y Málaga, de la alianza turística Andalusian Soul.

Cuando de regreso, tras bajar del tren en la estación de Santa Justa, enfilé la avenida de Kansas City y vi las aceras repletas de hojas caídas de los plataneros creí encontrar una de las causas de la mayor suciedad de nuestra ciudad en comparación con el pulcro aspecto de las principales avenidas y de todas las calles que recorrí a pie -por ejemplo, desde la Cartuja hasta el centro, por barrios periféricos- y en medios de transporte de la capital de la Alhambra, donde destacan especialmente las alineaciones de un árbol que nunca antes vi en tal gran cantidad y como especie principal para formar alamedas: el ginkgo biloba, un auténtico fósil viviente, que fue capaz de sobrevivir a la bomba atómica lanzada sobre Hiroshima.

Alameda de ginkgos junto a la catedral de Granada

Tengo entendido que tras la grafiosis que acabó hace años con gran parte de la población de olmos en Europa, en Granada se usó para sustituirlos en las grandes avenidas el ginkgo biloba y el almez, especies que a primera vista, dado el estado impoluto de las calles en que crecían, debían de generar menos suciedad por caída de hojas en comparación con los plataneros hispalenses, especie de hoja caduca (también lo son las dos anteriormente citadas) y por tanto propensa a alfombrar el pavimento y proyectar una imagen de suciedad y de abandono si no hay una continua recogida de restos vegetales y de otro tipo.

Sin embargo, cuando he comparado el inventario de árboles dependientes de los respectivos ayuntamientos y que fueron realizados en fechas similares (45.250 ejemplares censados en Granada en el año 2018 por 182.033 de Sevilla en febrero de 2019) me he llevado la enorme sorpresa de comprobar que el platanero es el árbol más abundante en Granada: 5.172 ejemplares, que suponen el 11,42% del total. En Sevilla, el platanero, del que existen 8.047 unidades (el 4,42% del total), es el quinto árbol más abundante.

Plataneros en la granadina plaza de la Trinidad

Además, de las diez principales especies de árboles que pueblan las calles granadinas, ocho (el 80% del total) son de hoja caduca; es decir, van desprendiéndose de hojas de forma permanente, razón por la cual deberían existir muchas más probabilidades de ver las aceras y el pavimento de las vías de Granada pobladas de restos vegetales, pero no ocurre así.

En comparación, de las catorce principales especies de árboles de Sevilla, seis son de hoja caduca (el 43% en números redondos) y una puede calificarse de semicaduca, mientras que las restantes son de hoja perenne. Hay que considerar que una cuarta parte de los árboles de nuestra ciudad (45.065) son naranjos amargos, de hoja perenne. En resumen, proporcionalmente Granada tiene el doble de especies de hoja caduca, que ensucian más las calles, que Sevilla, pero es como si todas las que tuviera fueran perennes por la limpieza de sus vías públicas.

Limpieza pese a que además de los árboles, en las grandes avenidas granadinas hay setos formados por diversos tipos de arbustos y rosaledas en flor, sin que tampoco enturbien la visión pétalos caídos en el suelo. Ni pétalos, ni hojas, ni papeles.

Eso en las grandes avenidas. En calles estrechas como Mesones, en pleno centro y equivalente a Sierpes o Tetuán en Sevilla, en el año 2005 el Ayuntamiento gastó unos 30.000 euros en la instalación de maceteros-farola que embellecen toda la vía de una forma singular. Se trata de un sistema de postes de farola truncados en cuyas crucetas, a más de tres metros de altura, se colocaron recipientes para la siembra de plantas dotados de un sistema de riego por goteo automático de forma que no sea precisa la intervención de operarios del Servicio de Parques y Jardines.

Maceteros-farola a más de tres metros de altura en la calle Mesones, equivalente a Tetuán en Sevilla

He visto a bastante gente con perro y sólo un excremento canino, junto a la catedral, el último día de mi estancia. Los dueños de los animales iban preparados para recoger de inmediato sus deposiciones. Un día, en que estaba esperando a primerísima hora de la mañana la apertura de un museo en una de las calles empinadas del Albaicín, vi en el tramo bajo a una mujer con varios canes, que empezaron a llenar el empedrado con sus deyecciones. No había nadie más en esos momentos y la mujer podía haber caído en la tentación de irse con los animales sin molestarse siquiera en agacharse. Todo lo contrario: recogió las heces una por una.

A ese mayor grado de civismo se une la costumbre, de toda la vida en los pueblos pero que se ha perdido prácticamente en nuestra ciudad, de barrer la calle en el tramo correspondiente a la puerta de las casas. Mujeres en el Albaicín lo hacían, como antiguamente era tradición en Andalucía.

Otra explicación de por qué Granada está más limpia que Sevilla la encontré un viernes a las 15:30 mientras en la Gran Vía esperaba un autobús para subir hasta la Cartuja. De pronto apareció por la acera una máquina barredora conducida por una operaria de la empresa de limpieza, que continuó avenida adelante en paralelo al autobús, durante centenares de metros. ¿Se puede esperar ver algo así en Sevilla un viernes a esa misma hora?

Al mayor civismo con, por ejemplo, los excrementos de los perros, se une en Granada una mayor participación ciudadana a través de la aplicación municipal denominada Granada Mejora, que permite a los granadinos alertar mediante texto, imágenes o incluso ubicación geográfica sobre cualquier incidencia que observen relacionada con la limpieza, el alumbrado, desperfectos, averías, ocupación de las vías públicas, etcétera. En el año 2018 enviaron 2.000 avisos al Ayuntamiento. En el primer semestre del año 2021 ya fueron 24.252. Mediante este sistema, más de 300 empleados municipales de 39 servicios de áreas diferentes reciben en tiempo real las notificaciones de los ciudadanos y les dan una respuesta.

La aplicación Granada Mejora

En Sevilla tenemos un instrumento similar, la aplicación Sevilla Tu Ciudad. En agosto de 2021 el grupo municipal de Ciudadanos se quejó de la escasa promoción de la misma, ya que sólo se la habían descargado 11.204 personas, cifra equivalente al 1,6% de la población de la urbe. En los seis primeros meses de ese año se dieron a través de dicha ‘app’ 5.942 avisos, lo que supuso una media de una incidencia por cada dos usuarios registrados.

Así pues, en el mismo periodo de tiempo (primer semestre de 2021), en Granada, con un tercio de los habitantes de Sevilla, se enviaron al Ayuntamiento cuatro veces más avisos sobre incidencias de todo tipo en la ciudad, lo que permitió su rápida solución por parte de los servicios municipales y que la capital de la Alhambra parezca en perfecto estado de revista en comparación con la capital de Andalucía.

Otro hecho llamativo es la mayor presencia policial en las calles de la capital granadina que en Sevilla, con agentes a pie y motorizados, independientemente del enorme despliegue que se produjo en el centro de la ciudad con motivo de una intervención en la Universidad de la ex-dirigente de Vox Macarena Olona.

Coches de la Policía en una plaza del centro de Granada

Para mi sorpresa, un día a última hora de la tarde me encontré con un furgón ¡de la Policía turística! en la plaza de la Trinidad. ¿Sigue existiendo tal unidad policial en Sevilla? Si existe he perdido la cuenta del tiempo que hace que dejé de verla.

Y, por último, en la información sobre las paradas de los autobuses, especialmente en las rutas que discurrían por grandes avenidas, se daba el número de la calle a cuya altura paraban, un dato de referencia muy útil para calcular dónde había que bajarse o subirse al vehículo, especialmente para los turistas, que no conocían hitos urbanos para orientarse.

Que tome nota Tussam (y, previamente, Lipasam).

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