Retirada en 2009 con motivo de unas excavaciones arqueológicas, trece años después aún no ha sido repuesta
La prueba de que el Ayuntamiento de Sevilla vive de espaldas a la realidad la tenemos en la fuente del Patio de Banderas, la cual hace trece años que fue retirada con motivo de unas excavaciones arqueológicas y nunca más volvió a su lugar de origen. Sin embargo, para la página oficial en Internet del Consistorio, la fuente -de la que en 2028 se cumplirá su centenario de no haberse perdido- sigue allí, con su surtidor vertiendo agua. Puro surrealismo municipal.
Mi dilecto compañero en la Redacción de ABC en la calle Cardenal Ilundáin y amigo, el docto en patrimonio histórico Pablo Ferrand, ha vuelto a hacerme de enviado especial al Casco Antiguo para avergonzarnos a todos por el estado de abandono del Patio de Banderas, integrante de esa Sevilla de postal que ven los turistas y que inmortalizan con sus cámaras para luego mostrar las imágenes en sus países de origen. Vaya souvenir que van a ir enseñando allende nuestras fronteras.
Si así está el Patio de Banderas, cabe preguntarse cómo estarán otros espacios de la ciudad, que también son Sevilla a pesar de hallarse allende la Ronda Histórica.
Aparte de sobre los ignominiosos desconchones, Pablo Ferrand me llama la atención sobre un olvido al que ya nos hemos acostumbrado: la ausencia de la fuente, obra de Lafita. Ha pasado tanto tiempo desde su retirada, creo recordar que en 2009, por unas excavaciones cuyo objetivo era crear una cripta visitable pero que fue enterrada como tantos otros proyectos en nuestra ciudad, que es probable que muchos sevillanos ni sepan que existió. Y los que la conocimos tampoco sabemos dónde está almacenada, si es que aún no se ha extraviado por los vericuetos municipales.
Lo paradójico del caso es que la fuente sigue existiendo oficialmente en el Patio de Banderas a tenor de lo que puede leerse en la página web del Ayuntamiento, como si no hubiese ocurrido nada en los últimos trece años que hubiera modificado el aspecto del lugar.
Así, puede leerse lo siguiente: «Tras los naranjos, en el interior, se extiende una superficie terriza –como probablemente estuvo todo el patio o plaza en sus comienzos- de albero compactado con una fuente en el centro. Esta fuente, que no es la primitiva, tiene mar hexagonal y taza alta con surtidor y es obra del escultor José Lafita Díaz, autor también de la Plaza de la Virgen de los Reyes. La fuente se halla rodeada de una superficie de planta, también hexagonal, pavimentada con mármol y ligeramente levantada sobre el albero que presenta en sus vértices columnas marmóreas unidas por cadenas. Asimismo dispone de dos grandes farolas de fundición dentro de la superficie terriza que se alinean con la fuente en dirección este–oeste».
HISTORIA DE LA FUENTE
Pablo Ferrand me remite a un texto dedicado a la fuente en la serie ‘Sevilla Turística y Cultural’, publicado en su día en ABC, y que transcribo, dado su interés:
«En 1816 se proyectó un paseo -con árboles, arriates, bancos y una fuente central- en lo que fue patio de armas del Alcázar. Permaneció así hasta los años veinte de nuestro siglo, en que se remodela teniendo en cuenta otras reformas que se registraban en la ciudad -y sobre todo en el barrio de Santa Cruz- con motivo de la Exposición Iberoamericana.
Se crea entonces un espacio interior de albero para el tránsito peatonal, un acerado a base de losas de piedra y guijas, donde alternan los alcorques de una doble hilera de naranjos, y un núcleo donde se cimenta una nueva fuente, todo ello limitado en una vía de circunvalación rectangular, de acuerdo con las dimensiones de la plaza (antes patio privado).
La nueva fuente, concluida en 1928 por el escultor José Lafita Díaz, está integrada por un mar hexagonal, de cuyo centro parte un balaustre que sostiene la taza polilobulada, toda ella labrada en mármol estatuario.
A su alrededor, seis columnas, a la manera de marmolillos rodeados por cadenas, describen un perímetro hexagonal, donde se inserta un pequeño arriate floral. Su autor se inspira en los modelos hispano-árabes, en las fuentes bajas que decoran algunos enclaves de nuestra ciudad (del patio de los Naranjos o del propio Alcázar), elevándola sobre una proporcionada altura, centralizando -simétrica y radialmente- el enclave en su función ornamental. Se limpió con chorros a presión en 1993, deteriorando su pátina natural».
PREGUNTAS
En marzo de 2020, el edil Daniel González Rojas (Adelante Sevilla) se interesó por el asunto, en los siguientes términos:
«En marzo de 2015 se culminaba una intervención en el Patio de Banderas tras culminar los trabajos arqueológicos. La fuente que coronaba el espacio central, desmontada para la excavación, iba a ser instalada en ese verano, ya que los técnicos estimaban conveniente un tiempo prudencial para la compactación de las tongadas de albero.
La realidad es que, más de cuatro años después, la fuente sigue sin instalarse. Por todo ello, el Grupo Municipal de Adelante Sevilla formula al equipo de Gobierno las siguientes preguntas:
- ¿Por qué motivo aún no se ha instalado la fuente todavía?
- ¿Cuándo está previsto que se instale?
- ¿En qué estado de conservación se encuentra?
- ¿Dónde se ha estado almacenando todos estos años?».
Ignoro si hubo alguna respuesta, pero a la vista de la situación las preguntas siguen plenamente vigentes. Confiemos en que al menos de cara al centenario de la Gran Exposición Iberoamericana, en cuyo marco se creó, el Ayuntamiento incluya en el programa conmemorativo la recuperación de la fuente del Patio de Banderas.
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