El notario Arturo Otero llegará hasta el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía

El notario Arturo Otero no se da por vencido tras la sentencia del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo Número 7 de Sevilla, desestimatoria de su recurso contra la licencia de obras concedida por el Ayuntamiento para la construcción de una triple mole en el número 38 de la avenida de La Palmera destinada a alojamiento de estudiantes universitarios, y elevará el caso ante instancias judiciales superiores.

Arturo Otero ha comunicado a personas que comparten con él su preocupación por la degradación que está sufriendo la avenida de La Palmera por la aplicación del PGOU de Monteseirín que va a recurrir ante instancias judiciales superiores el fallo de la titular del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo Nº 7 de Sevilla, Nuria Marín Álvarez, por el que ha desestimado su recurso contra la decisión de la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente (GUMA) del Ayuntamiento sevillano de otorgar licencia de obras para la triple mole destinada a residencia de estudiantes universitarios en el número 38 de esta emblemática vía.

Según fuentes jurídicas consultadas, el recurso del notario Arturo Otero, que vive en el entorno de la residencia en construcción, acabará ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).

El notario sevillano va a preparar una nueva argumentación jurídica y urbanística para demostrar ante el TSJA que, en su opinión, con la construcción tanto de la triple mole en el número 38 como el de otras residencias en el número 17 y en la antigua casa de la Botella, el Ayuntamiento, dirigido por el socialista Antonio Muñoz -el cual las autorizó como delegado de Urbanismo-, ha incumplido los objetivos del Plan General para el que fue el gran eje articulador de la Exposición Iberoamericana de 1929, cuyo centenario se conmemorará dentro de seis años.

CRÍTICAS AL AYUNTAMIENTO

Por su parte, el arquitecto Javier Queraltó ha lamentado en declaraciones a la agencia Europa Press la decisión judicial y mostrado su «indignación» por la construcción del edificio, a cuenta de su impacto en la emblemática avenida de La Palmera.

Queraltó ha manifestado que el Ayuntamiento «jamás debería haber dado la licencia de obras», tras lo cual ha expuesto que la Gerencia de Urbanismo «ha sido incapaz» de modificar las normativas que han «permitido» proyectos como éste y otros anteriores, pues a su entender los responsables de la Gerencia y los gobernantes municipales deberían haber corregido antes el mencionado incentivo a la edificabilidad.

Según ha explicado, ante los resultados de la primera aplicación de este incentivo a la edificabilidad en la calle Tramontana, el equipo técnico de la Gerencia de Urbanismo debería haber alertado al «equipo político de lo que se venía encima». «Está claro que esto no debería haber sido construido», ha enfatizado Queraltó, exponiendo que aunque el Consejo Consultivo de Andalucía haya informado favorablemente respecto a dicha licencia de obras, para los detractores de la misma «es discutible» que no se haya incurrido en una vulneración del planeamiento urbano y ha sido infringido «el interés público por la afección al paisaje y los procesos especulativos que ha generado».

Además, ha avisado de que con este incentivo a la edificabilidad, las arcas municipales han «salido mal paradas» por la merma de la recaudación impositiva respecto al «aumento de volumetría» conseguido, con lo que el Ayuntamiento ha realizado una «mala gestión» del asunto», según ha asegurado.

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