Antonio Muñoz, que confía en revalidar la Alcaldía, se compromete en el Alcázar a atender la petición de UGT
El alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, ha asumido públicamente este 20 de abril (2023) el compromiso de saldar lo que calificó de deuda histórica con la Columna Minera de Riotinto rotulando con su nombre un espacio de la ciudad -calle o glorieta- en el próximo mandato, en el que confía en repetir como regidor, ya que en el actual no da tiempo a que se completen todos los trámites administrativos antes de las elecciones municipales del 28 de mayo.
Muñoz presidió en el Salón Almirante del Real Alcázar el acto de presentación del libro ‘Objetivo: defender Sevilla. Historia del Sindicato Minero de Huelva y la Columna Minera de Riotinto’, obra del historiador nervense Miguel Ángel Collado, editado por la Fundación para el Desarrollo de los Pueblos de Andalucía (Fudepa) y en el que este cronista ha participado con la redacción del epílogo, encargado quizás por mi condición de nativo de la Cuenca Minera y por mi aportación a la memoria histórica, recogida en este blog (columna de la derecha al inicio del mismo).
De izquierda a derecha en la mesa presidencial del acto María del Mar Serrano, presidenta de Fudepa; Antonio Muñoz, alcalde de Sevilla; Carmen Castilla, secretaria general de UGT-Andalucía, y el historiador Miguel Ángel Collado
El alcalde, que mostró en el acto su confianza en revalidar la Alcaldía el mismo día en que se ha publicado un sondeo de Viva Sevilla/Publicaciones del Sur que así lo augura y que flotaba en el ambiente, destacó las actuaciones de su gobierno en pro de la recuperación de la memoria democrática. No sólo por la comprometida rotulación de un espacio público en homenaje a la Columna Minera de Riotinto, sino también por la exhumación de los restos de la fosa común de Pico Reja en el cementerio municipal -donde por las trazas de mineral en huesos se determinó que allí fueron arrojados miembros fusilados de la Columna Minera- y la inversión de un millón de euros en la antigua cárcel de La Ranilla.
El alcalde también se vanaglorió de que en un acto en Córdoba el ex presidente Zapatero pusiera a Sevilla de ejemplo en esta labor memorialista y aunque dijo que siempre se puede exigir la dedicación de más fondos y de más equipos, valoró lo realizado hasta ahora y prometió seguir por esta senda.
PARÍS COMO EJEMPLO
Por su parte, la secretaria general de UGT-Andalucía, Carmen Castilla, hizo una comparación entre la columna La Nueve -compuesta por republicanos españoles exiliados que, formando parte de la División Leclerc, fue la primera que entró en París para liberarla del yugo de los nazis durante la II Guerra Mundial- y la Columna Minera de Riotinto.
Francia tardó 60 años en reconocer el papel de La Nueve al dedicarle una placa conmemorativa en el muelle Enrique IV, junto al río Sena. Años después, el jardín del Ayuntamiento de la capital francesa fue rotulado con el nombre ‘Jardín de los Combatientes de la Nueve’.
Inauguración en París del jardín dedicado a la columna La Nueve
Dentro de ese paralelismo entre las dos columnas, la republicana y la minera, Carmen Castilla expresó su gratitud anticipada al alcalde Muñoz por que 87 años después de que los mineros de Riotinto perdieran la vida en el intento de defender Sevilla de los golpistas de Queipo de Llano y al legítimo Gobierno de la II República, la capital de Andalucía reconozca el sacrificio de aquéllos con la dedicatoria de un espacio público, contribuyendo así a la recuperación de la verdad frente a las mixtificaciones de la historia protagonizada por los mineros onubenses.
FALSOS MITOS
El autor del libro, Miguel Ángel Collado, hizo un amplio repaso de las vicisitudes del Sindicato Minero de Huelva, que equivale a decir la UGT, y de su reconstrucción tras el fracaso de la grandes huelgas en el trienio bolchevique por los líderes sindicalistas asturianos Manuel Llaneza y Ramón González Peña. Este último llegó a ser ministro de Justicia en el segundo Gobierno de Juan Negrín.
Collado destacó que la Columna Minera no fue un grupo de espontáneos al que se le ocurrió apoderarse de 250 kilos de dinamita de los almacenes de la compañía inglesa (Rio Tinto Company Limited) y lanzarse a la aventura hacia Sevilla para, conforme a la interesada leyenda franquista, «volar la Giralda y violar a las sevillanas».
Según el autor del libro, los mineros, que gozaban de la confianza del Gobierno de la República, fueron llamados por éste para defender el orden constitucional y a Sevilla de los golpistas de Queipo de Llano.
Y justamente porque no había comunicación fiable con Sevilla, la Columna partió hacia la capital hispalense no por la ruta más corta, unos 80 kilómetros de distancia tomando la dirección hacia El Castillo de las Guardas, sino por la más larga pero también la más segura, a través de la provincia de Huelva, todavía entonces controlada por el Gobierno legítimo y con el fin de ir engrosando el número de sus miembros por el camino.
La emboscada sufrida en La Pañoleta tras la traición del comandante Gregorio Haro impidió que los mineros llegaran a su destino. Miguel Ángel Collado explicó cómo los golpistas utilizaron la desarticulación de la Columna Minera para tratar de legitimar su asonada contra la República y para la construcción de falsos mitos que han perdurado hasta nuestros días, desde el supuesto objetivo de los mineros de dinamitar la Giralda hasta la providencial intervención de la Virgen de los Reyes para frenarlos en su marcha y que diera así tiempo a los sublevados a emboscarlos allende el Guadalquivir. Era una manera de señalar que la Divina Providencia estaba al lado de los fascistas, en línea con otros relatos similares como el construido sobre el asedio del Alcázar de Toledo.
El secretario provincial de UGT, Juan Bautista Ginés, dejó ante el auditorio una pregunta que podría ser el motivo para una novela de ficción histórica: ¿qué habría ocurrido si la Columna Minera de Riotinto no hubiera sido frenada en La Pañoleta?
- SÍGAME EN LINKEDIN:
- https://www.linkedin.com/in/manuel-jes%C3%BAs-florencio-caro-919b0225/