Emasesa ya se prepara para dar de beber a Sevilla agua del estuario del Guadalquivir

Redactará el proyecto de construir un sistema de captación y bombeo complementado con membranas avanzadas para eliminar la salinidad en el Carambolo

La empresa metropolitana de aguas de Sevilla (Emasesa) ha acordado destinar una partida de 100.000 euros para sacar a concurso público un contrato de asistencia técnica a la redacción de un estudio de soluciones y anteproyecto para, por una parte, instalar un sistema de tratamiento avanzado de aguas con membranas en la estación de tratamiento de agua potable del Carambolo y, por otra, la redacción de un proyecto constructivo de un sistema de captación y bombeo de agua del estuario del Guadalquivir.

Se trata, pues, de los primeros pasos para tratar de paliar los efectos de la dura sequía y del continuo descenso del nivel de los embalses que abastecen a Sevilla y su área metropolitana bombeando agua salobre desde el estuario del río y luego filtrarla con membranas especiales para eliminar la salinidad en la estación del Carambolo, que Emasesa tiene en la cornisa del Aljarafe.

Esta alternativa ya la avanzó a principios del mes de mayo (2023) el consejero delegado en funciones de la empresa, Jaime Palop. En declaraciones a la cadena SER, Palop pidió la ayuda de las Administraciones Públicas para anticiparse a las consecuencias de una sequía que podría prolongarse seis años.

Jaime Palop

Esa anticipación consistiría, según dijo, en desalar las aguas del Guadalquivir en su tramo final, entre Alcalá del Río y Sanlúcar de Barrameda, donde se mezcla el agua dulce con la salada.

La solución, según Palop, pasa por tecnología punta, de filtración por membrana, un sistema «caro y dificultoso» que Emasesa por sí sola no puede asumir. Estas obras deberían comenzar en el próximo mes de enero de 2024 si no ha llovido lo suficiente durante lo que queda del año. Son obras que tardarían en hacerse nueve meses. El procedimiento es «hacer potable el agua del estuario quitándole la sal y las impurezas; es un viejo proyecto -aseveró- que ahora se puede hacer realidad. El agua limpia estaría en condiciones inmejorables para beber».

LOS AGRICULTORES, TAMBIÉN

Por otra parte, la cooperativa Las Marismas de Lebrija (Sevilla) ha acogido este miércoles (28 junio 2023) el acto de presentación de la Mesa del Agua del Bajo Guadalquivir, destinada a reclamar medidas contra el impacto de la sequía en el sector agrario de dicha comarca, como desaladoras, nuevas balsas de riego o ayudas directas para agricultores/as, empresas y cooperativas.

El alcalde de Lebrija, José Barroso, ha sido el responsable de dar a conocer el proyecto de constitución de esta nueva plataforma junto a más de un centenar de agentes del sector agroindustrial, acompañado de representantes de algunas de las entidades asistentes al acto, como COAG Andalucía, UPA, Comunidad de Regantes del Sector B-XII del Bajo Guadalquivir, Las Marismas de Lebrija SCA, Agroquivir y el alcalde de Los Palacios y Villafranca, Juan Manuel Valle.

Como ha explicado Barroso, «la dura sequía provoca que nos encontremos con nuestros embalses en mínimos y pérdidas millonarias que están soportando agricultores, cooperativas y empresas»; lo que obliga a actuar en defensa del futuro del sector agrario, clave de la economía de la comarca del Bajo Guadalquivir.

La comarca del Bajo Guadalquivir, en rojo en el mapa

«Ante esta situación, se hace imprescindible que todo el sector una sus fuerzas e intereses en torno a un movimiento sólido, con el fin de que las necesidades comunes sean atendidas por las administraciones competentes, con independencia del signo político, y conseguir los objetivos que se marquen en la futura hoja de ruta», enfatiza Barroso.

Entre otros aspectos, la plataforma reclama el cumplimiento de las medidas aprobadas en el marco del Plan Hidrológico de la Demarcación Hidrográfica del Bajo Guadalquivir; fijar el número actual de hectáreas en regadío de la cuenca del Guadalquivir como tope, imposibilitando la introducción de ninguna otra extensión más de tierra; la construcción de desaladoras y nuevas balsas a disposición de las comunidades de regantes; la modernización de las hectáreas de riego por surco o inundación y la concesión de ayudas directas para agricultores/as, empresas y cooperativas del Bajo Guadalquivir «para soportar las graves consecuencias de la
permanente sequía».

Durante el acto, se han recogido más de 60 adhesiones a la plataforma, contando a través de sus representantes con organizaciones agrarias, sindicales, cooperativas, grandes y medianas empresas y autónomos, y los Ayuntamientos de Lebrija, Las Cabezas de San Juan y Los Palacios y Villafranca.

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