Sevilla, entre las provincias más inseguras de España

Sufre de los mayores casos de intrusismo en viviendas y negocios, según el Observatorio Securitas Direct

España es, estadísticamente, uno de los 30 países más seguros del mundo de acuerdo con los datos del Global Peace Index 2022 y figura en el número 16 entre los 48 estados europeos. Pero no todas sus territorios son iguales. En 2022 se cometieron 120.676 robos en domicilios, según el Ministerio del Interior, un 33% por debajo de los 160.853 de 2016, el año más complicado de la última década, si bien es cierto que han repuntado con respecto a 2021 (105.274).

¿Cuáles son los municipios de más de 30.000 habitantes con menos intrusiones de España? Lo cierto es que, según el informe ‘Seguridad en hogares y negocios’ del Observatorio Securitas Direct, no hay un patrón geográfico definido. Son ayuntamientos grandes y pequeños, capitales de provincia de montaña o interior, pero también turísticos próximos a la costa, isleños o mundialmente conocidos como Patrimonio de la Humanidad. Los más seguros de España son Huesca, Lugo, Huelva, Pozuelo (Madrid), Talavera de la Reina (Toledo), Granada, San Cristóbal de la Laguna (Tenerife), Burgos, Oviedo y San Vicente del Raspeig (Alicante).

Galicia es la autonomía con menos delitos e intrusiones en lo que va de año; al igual que Asturias. Le siguen Canarias, Madrid y Cantabria. A partir de ahí, Aragón, Castilla y León, Ceuta, Navarra, La Rioja, Andalucía, Castilla-La Mancha, Melilla, Extremadura e Islas Baleares. De acuerdo con estos datos, las autonomías más complicadas serían, en este orden, Comunidad Valenciana, Murcia, Cataluña y País Vasco, que cierran la tabla con el indicador más elevado.

Por provincias, el ranking de las más seguras lo encabeza Lugo, seguida de Ávila y A Coruña. Por contra, en el vagón de cola están Málaga, Álava, Gipuzkoa, Girona y Sevilla.

Los bares son los negocios que más sufren tentativas de este tipo de delitos, 3,5 veces más. Suelen ser acciones rápidas, sin mucha planificación en busca de cualquier cosa de poco valor, explican desde la empresa. En cuanto a los hogares, las intentonas se concentran, sobre todo, en las segundas residencias: el triple que en vivienda habitual. Suelen afectar más a chalets adosados o pareados, o casas unifamiliares independientes muy por delante de pisos y bloques residenciales. Los intrusos trepan y escalan fachadas y portones y cortan cables con tenazas para acceder por ventanas, balcones o azoteas. En los pisos, el modus operandi más habitual es tratar de forzar la puerta de la entrada.

Las estadísticas también nos dicen que el día más propicio para el delito es el jueves -entre la una y las tres de la madrugada- en los meses fríos: enero, febrero, noviembre y diciembre, sobre todo si es festivo (con un 25% más de probabilidad).

 La probabilidad de robo aumenta un 25% en días festivos, lo que impacta mayoritariamente en las viviendas habituales, ya que permanecen vacías más de lo habitual en esos momentos.



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