El presidente de la patronal sigue sin aclarar por qué ni Gaesco ni las inmobiliarias llevaron al acalde ante los tribunales por el desvío de los fondos

El presidente de la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES), Miguel Rus, ha declarado hace unos días a la agencia Europa Press que la ciudad dispone de «poco suelo» y que los terrenos tienen «muchísimas cargas urbanísticas», superiores a otras zonas del aérea metropolitana, «por lo que los jóvenes se están yendo a otros municipios de los alrededores a vivir», y «mucho más elevadas que en otras capitales de provincia, como Málaga».

«Necesitamos parcelas urbanizables finalistas y, para ello, hay que crear accesos y redes de suministro de agua, luz y gas. De este modo, difícilmente superaremos la barrera de los 700.000 habitantes si no somos capaces de atraer población como residentes; para esohay que facilitar el desarrollo de grandes bolsas de suelo en la ciudad», subraya Rus.

Lo que no ha dicho Rus es que si no están creados los accesos y las redes de suministro de agua, luz y gas, entre otros, para disponer de parcelas listas para poder construir viviendas ello se debe a que el entonces alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín (PSOE), se gastó el dinero, que en virtud de los convenios urbanísticos firmados con el Ayuntamiento para su desarrollo entregaron las empresas inmobiliarias y/o constructoras, en erigir, a mayor gloria personal suya, las Setas de la Encarnación (154 millones de euros según se deduce de un estudio patrocinado por Sacyr).

Monteseirín, durante la inauguración de las Setas, antes incluso de su terminación

Curiosamente, quien entre 2007 y 2013 era presidente de Gaesco, la patronal de la Construcción, era el propio Miguel Rus, el cual debería aclarar por qué ni Gaesco ni las empresas que entregaron el dinero al Ayuntamiento para el desarrollo urbanístico de las nuevas bolsas de suelo y se vieron burladas de semejante forma por Monteseirín no lo llevaron ante los tribunales.

Por más que otros organismos controlados por el PSOE avalaran que las Setas formaban parte de los sistemas generales, o hicieran la vista gorda ante informes sectoriales negativos, creo que no habría que haber tirado la toalla a las primeras de cambio y, por el contrario, haber tratado de que la Justicia discerniera al respecto, ya que los más de 200 millones de euros entregados por las empresas en virtud de los convenios urbanísticos tenían un destino claro y concreto: el desarrollo de las nuevas bolsas de suelo y no levantar en la Encarnación el engendro faraónico de Monteseirín con la coartada de «la ciudad consolidada».

Miguel Rus, ex presidente de Gaesco y actual presidente de la CES

El gobierno del entonces alcalde socialista no sólo se quedó con el dinero que entregaron las empresas para la preparación de las bolsas de suelo, esa preparación que ahora tanto echa en falta Miguel Rus, sino que también incumplió el compromiso al que llegó con la Gerencia de Gaesco para la inversión en sistemas generales, inversión que sigue siendo mínima Presupuesto de la ciudad tras Presupuesto.

Según Rus, los «únicos desarrollos destacables» son Palmas Altas, Hacienda el Rosario y la Avenida de la Raza, a través del Puerto, «pero -añade- no es suficiente». Y continúa el presidente de la CES: «Sevilla tiene que ser competitiva urbanísticamente hablando, en costes, en desarrollo y en agilidad de trámites; debe tener más suelos para desarrollar y éstos tienen que ser atractivos».

El proyecto de Metrovacesa en Palmas Altas, bautizado como Isla Natura

Para desarrollar Palmas Altas Sur con el nombre comercial de Isla Natura la inmobiliaria Metrovacesa ha tenido que pagar dos veces las infraestructuras, después de que Monteseirín destinara el dinero que aquélla entregó en su día a las Setas, tal como vimos en el informe ‘La propuesta de multa al alcalde por Palmas Altas y la colaboración público-privada que casi nunca existió’, al que remito y donde también se habla de la Hacienda el Rosario: https://www.manueljesusflorencio.com/2023/05/la-propuesta-de-multa-al-alcalde-por-palmas-altas-y-la-colaboracion-publico-privada-que-casi-nunca-existio/

Rus vuelve a la vieja cantinela de que Sevilla debe tener más suelo para desarrollar, con el fin de no perder población, cuando en el Plan General tiene calificadas bolsas y áreas de reforma interior como para construir entre 45.000 y 50.000 viviendas, por lo que ésa no es la causa del problema, tal como vimos en el informe ‘Veintidós mil viviendas más, veintitrés mil habitantes menos’: https://www.manueljesusflorencio.com/2023/01/veintidos-mil-viviendas-mas-veintitres-mil-habitantes-menos/

En relación con esto último, Rus ha subrayado el «magnífico proyecto» de la Autoridad Portuaria de Sevilla (APS), que supone «la mayor transformación del Puerto de los últimos años y su integración con la ciudad, con la creación de un nuevo barrio con 700 viviendas –de ellas 226 de protección oficial– que tendrá zonas verdes, áreas de equipamientos públicos y espacios para servicios avanzados, y respetará y pondrá en valor los edificios de las antiguas naves de la Exposición Iberoamericana de 1929».

Unos días antes que Rus, el nuevo delegado de Cartuja del Ayuntamiento de Sevilla, Álvaro Pimentel, estuvo en el programa ‘Hoy por Hoy Sevilla’ y aseguró que «la Cartuja está colmatada». Según Pimentel, no queda espacio para empresas que quieren construir un edificio nuevo y sólo quedan disponibles oficinas en algunos inmuebles. De hecho, hay lista de espera para incorporarse al parque científico y tecnológico. La salida para esto es, según el delegado, desarrollar los suelos de los aparcamientos de la avenida Carlos III cuando éstos se trasladen a la bancada del río y construir en el canal de la Expo.

El proyecto de la Autoridad Portuaria en la avenida de Las Razas

No hay espacio en el Parque Científico y Tecnológico pero en vez de desarrollar el área de Tecnologías Avanzadas prevista en el PGOU en terrenos del Puerto junto al campus de Reina Mercedes, en vez de desarrollar un segundo polo tecnológico va el Ayuntamiento y le recalifica a la Autoridad Portuaria en suelo para que dé su particular pelotazo con la construcción de 700 viviendas, que podrían haberse levantado en cualquier otra parte, de ahí que tal como he expuesto reiteradamente, al contrario que a Miguel Rus este proyecto no me parezca magnífico, sino pésimo, ya que la integración puerto-ciudad podría haberse producido perfectamente emulando al distrito 22@Barcelona, tal como vimos en, a título de muestra, el informe ‘El modelo de ciudad de Espadas: recalifica suelo de servicios avanzados como residencial para que el puerto dé un pelotazo con 700 viviendas en la avenida de Las Razas en vez de crear el previsto polo tecnológico junto al campus de Reina Mercedes‘.

Pero ¡qué va a decir Miguel Rus sobre el proyecto del Puerto si él es corresponsable del mismo en su calidad de miembro del Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria!, tal como se puede ver en el organigrama del mismo:

¿No debería abstenerse el presidente de la patronal de alabar aquellos proyectos en los que tiene algún tipo de implicación personal u orgánica? Se erige en juez y parte simultáneamente.

Rus concluye la entrevista de la siguiente forma: «A nivel general, además, es muy importante que haya vivienda asequible y Viviendas de Protección Oficial (VPO), ya que esta situación económica marcada por el fuerte alza inflacionista ha disminuido la solvencia y el poder adquisitivo de las familias. Hay que concretar medidas que faciliten el acceso a la vivienda y ayudas para la entrada». Asimismo, «hay que tener parques de alquiler de viviendas asequibles y buscar fondos de inversión y empresas que estén dispuestas a invertir y vean un valor añadido».

Estoy completamente de acuerdo con Rus en la necesidad de VPO y de viviendas asequibles en general, pero de nuevo aprovecha el altavoz de su cargo de presidente de la patronal para publicitar una estrategia que es la de su propia empresa privada, Rusvel. Vean si no lo que, en calidad de presidente de su compañía, declaró a areainvestment el 15 de noviembre del año pasado y la coincidencia con lo declarado ahora: «Para nosotros es más importante el socio que el negocio. Eso nos hace ser un grupo muy bien situado para poder llegar a alianzas con fondos de inversión para el desarrollo de viviendas asequibles, protegidas y en alquiler».

Confiemos en que Miguel Rus no acabe convirtiendo la CES en una mera caja de resonancia de su presencia en otros foros o empresas.

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