Desmontando el autobombo por las Setas

La Universidad avala un estudio sobre el Metropol-Parasol patrocinado por Sacyr, la empresa gestora del complejo

El estudio revela indirectamente que las Setas costaron 154 millones de euros

Barcelona, Valencia y San Sebastián han erigido más nuevos hoteles sin necesidad de un elemento como las Setas

El flujo turístico ha seguido concentrado en el Alcázar y la Catedral y no se ha desviado a la Encarnación

El estudio oculta que buena parte del dinero de las Setas salió de los convenios urbanísticos, clave en la falta de suelo urbanizado para viviendas en Sevilla

La Cátedra Metropol-Parasol de la Universidad de Sevilla, patrocinada por la empresa (Sacyr) gestora del Metropol-Parasol (vulgo Setas de la Encarnación) y dirigida por el que fue coordinador general de la Gerencia de Urbanismo y luego delegado del ramo (Manuel Rey) durante la construcción del Metropol-Parasol como hombre de confianza de su artífice (Monteseirín), ha presentado un estudio sobre el Metropol-Parasol que dice que el Metropol-Parasol es….(parafraseando al alcalde cuando usa la expresión «blanco y en botella»)…¡la releche!. ¿Acaso era esperable que con todas estas concomitancias dijera lo contrario?

¿Se puede otorgar credibilidad, como han hecho todos los medios de comunicación sevillanos sin cuestionar nada en absoluto, a un estudio en que todos sus intervinientes son parte interesada? ¿Y cómo es posible que la Universidad Hispalense comprometa su prestigio prestando su marchamo de más de medio milenio de historia al servicio de los intereses de una empresa privada como Sacyr y de otras muchas con otras cátedras patrocinadas ? La lista de cátedras a la medida de quienes las patrocinan es ya demasiado amplia. Son más de cuarenta, como puede verse en el siguiente enlace: https://www.us.es/empresas/catedras

Hay cátedras bajo la advocación de compañías como Endesa, Cepsa, Aborgase, la patronal de la minería, Indra, Emasesa, Emvisesa, Telefónica, el Puerto de Sevilla, RTVE, Extenda, Galimplant, IBM, Corporación MP, HNA, Airbus….El día en que la Universidad tenga que hacer un estudio o pronunciarse, si es que lo hace (que es otra forma de hacerlo), sobre alguna cuestión que afecte a los intereses de estas empresas, ¿con qué objetividad lo hará? Sólo faltaría que las promotoras de las residencias universitarias patrocinaran otra cátedra que dijera que sus construcciones no provocan ningún impacto en la avenida de La Palmera.

Logotipo de la Cátedra Metropol Parasol

Recuérdese en este sentido la carta de protesta enviada por Ecologistas en Acción al rector, Miguel Ángel Castro, por «la Cátedra impulsada por la patronal minera AMINER, en su estrategia de lobby, por la que pretende generar complicidades que faciliten la implantación de los proyectos mineros de sus representados, proyectos que lejos de lo que viene apareciendo en las campañas publicitarias de este sindicato patronal, son altamente costosos socioambientalmente, tanto en el periodo extractivo como en el abandono de la actividad, dejando tras de sí grandes cantidades de residuos de alta toxicidad que tarde o temprano acaban contaminando agua y suelos».

Manuel Rey (a la izquierda), junto a Monteseirín, impulsor de las Setas

Obviamente, Sacyr también pretende generar complicidades con las Setas de la Encarnación, complejo que gestiona, con el patrocinio de otra cátedra universitaria denominada Metropol-Parasol que, no por casualidad, ha hecho un estudio sobre el Metropol-Parasol (nombre oficial u original de las Setas) que ha sido dirigido por Manuel Rey. Y Manuel Rey fue el coordinador general de la Gerencia de Urbanismo durante la construcción de las Setas, el faraónico icono del mandato de Monteseirín, el cual lo nombró delegado de Urbanismo un año antes de su inauguración oficial. De él dijo el entonces alcalde tras su nombramiento: «conoce perfectamente todos y cada uno de los proyectos en marcha, por lo que es la persona idónea para culminarlos; va a ser su principal tarea».

El estudio es un intento de blanqueamiento de la imagen de las Setas y, por extensión, de su impulsor, Monteseirín, con el argumento de que no se ha tratado de un despilfarro, sino de una inversión que ha generado 1.271 millones de euros a la ciudad (¡!) por haber sido la clave del ‘boom’ turístico registrado desde entonces.

Asimismo, según Manuel Rey, el efecto de las Setas durante su periodo de construcción fue de 154 millones de euros, «por lo que cada euro público invertido en la construcción de Metropol Parasol-Setas de Sevilla generó un euro adicional para la ciudad». Indirectamente ha revelado el auténtico coste de las Setas, que debió conocer de primera mano por ser el delegado de Urbanismo entonces: 154 millones de euros. El importe de la factura es una especie de secreto de estado y además habíamos ya perdido la cuenta por los diversos pleitos entre Sacyr y el Ayuntamiento.

El Metropol-Parasol, popularmente conocido como las Setas de la Encarnación

Si las Setas son tan rentables y han generado tanto dinero, ¿cómo es posible que Sacyr haya querido devolverlas al Ayuntamiento y pleiteado una y otra vez con el Consistorio exigiendo indemnizaciones por sus sobrecostes y compensaciones por las pérdidas que ha sufrido al no haberse cumplido sus expectativas? Véase al respecto mi artículo ‘Setas de la Encarnación, una factura sin fin’, en el siguiente enlace: https://www.manueljesusflorencio.com/2022/11/setas-de-la-encarnacion-una-factura-sin-fin/

Sin con menos de 300.000 visitantes al año, de los que buena parte han sido sevillanos que entraban gratis (sin embargo, en el estudio se habla de  «la masiva utilización por los visitantes de Setas de Sevilla») el Metropol ha generado conforme a los redactores del informe, 1.271 millones de euros a la ciudad (¿?), cabe preguntarse cuánto han generado el Alcázar y la Catedral, con años en los que han sido visitados por más de dos millones de personas.

Según el estudio, las Setas han supuesto un antes y un después para Sevilla, ya que entre el final de su construcción en marzo de 2011 y mayo de 2022 se han abierto 44 nuevos hoteles, 164 nuevos bares/restaurantes y 43 nuevos comercios. Pues sin necesidad de Setas, en el mismo periodo Barcelona ha pasado de 503 a 635 hoteles (+132); Valencia, de 131 a 177 (+46), y San Sebastián, de 90 a 165 (+75), hasta el punto de que la capital donostiarra ha tenido que decretar una moratoria en la implantación de nuevos hoteles y pisos turísticos.

El ‘boom’ turístico de San Sebastián ha sido mayor que el de Sevilla pese a no tener unas ‘Setas’

En el estudio también se destacan juicios favorables para las Setas en Internet, extraídos de TripAdvisor, opiniones que según la Cátedra Metropol-Parasol revierten en beneficio de la imagen (de modernidad, naturalmente, en sintonía con la doctrina de Monteseirín para tratar de justificar el dinero gastado) de Sevilla.

Miren por dónde, al día siguiente de la presentación del estudio, el diario El Economista se hizo eco de otro, realizado por el portal King Casino, con el título ‘Estos son los monumentos españoles más decepcionantes para los turistas‘. En la información puede leerse lo siguiente: «Más adelante se encuentra Sevilla, en el puesto 54, cuyo monumento más decepcionante para la mayoría de los turistas fue el Metropol Parasol, más conocido como las Setas de Sevilla».

Antonio Muñoz, que presidió el acto de presentación del estudio sobre las Setas de la Encarnación, declaró que el proyecto ha supuesto una «revalorización» de esta zona del casco histórico y ha «desplazado los flujos turísticos», que estaban «excesivamente centrados» en el entorno constituido por la Catedral, el Alcázar y el Archivo de Indias, ofreciendo un atractivo «contemporáneo compatible con la oferta histórica» de Sevilla.

Colas de turistas ante la Catedral de Sevilla

¿Se han desplazado los flujos turísticos desde la Catedral y el Alcázar a las Setas y a la Encarnación a raíz de la construcción de estas últimas? Las estadísticas oficiales no corroboran las palabras del alcalde ni la tesis de Manuel Rey al frente de la Cátedra Metropol-Parasol. Hasta el freno por el Covid en marzo de 2020, el número de visitantes a los dos grandes monumentos tradicionales de Sevilla no dejó de crecer y por tanto no hubo un desvío del flujo turístico hacia las Setas, como demuestra el siguiente cuadro:

Los autores del informe, con Manuel Rey a la cabeza, achacan todos los aspectos positivos a las Setas, hasta el punto de considerarlas la clave del ‘boom’ turístico experimentado por la ciudad. Cuantifican los comercios abiertos, pero no los que han cerrado en este periodo, por ejemplo. Si las Setas son clave del ‘boom’ turístico, deben serlo no sólo para lo bueno, sino también para lo malo, como el fenómeno de los pisos turísticos disparado especialmente en el Casco Antiguo, que ha provocado desplazamiento de la población tradicional, encarecimiento de la vivienda y pérdida de comercios señeros, sustituidos por otros de conveniencia pensados para dar servicio a los turistas, como ha estudiado la patronal hotelera Exceltur y recogimos en este blog con el título ‘El 61% de las viviendas del barrio de Santa Cruz son turísticas‘.


A lo que tampoco hace referencia Manuel Rey como director del estudio es que buena parte de esos 154 millones de euros gastados en las Setas de la Encarnación y otros proyectos a mayor gloria de Monteseirín se detrajeron de los convenios urbanísticos firmados por el Ayuntamiento para la construcción de las infraestructuras de los futuros barrios de la ciudad. El resultado de aquella detracción en beneficio de «la ciudad consolidada», como decía el inefable Monteseirín, y en perjuicio de los barrios ha sido que ahora, tal como en fechas recientes han puesto de manifiesto diversos estudios inmobiliarios (ejemplo, Aedas Homes), Sevilla carece de suelo urbanizado para la construcción de viviendas con el que responder a la demanda existente.


Un comentario en “Desmontando el autobombo por las Setas

  1. Diego de Caralt

    Si quieren construir viviendas, solo tiene que desafectar Puerto de Sevilla los terrenos de Tablada, dónde se iba a construir Sevilla Park. Ahí cabe un barrio entero y moderno. Simplemente deben modificar el PGOU y cambiarlo del Sector Terciario a Residencial.

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