Reconoce ahora que no es lo mismo un árbol maduro que sembrar uno nuevo

Los colectivos sevillanos que se opusieron a la ampliación de la línea del tranvía hasta El Corte Inglés de Nervión, impulsada por Espadas con el argumento de que algo tenía que hacer de cara a unas elecciones municipales, ven cómo al cabo de los años la ministra para la Transición Ecológica y vicepresidenta del Gobierno, Teresa Ribera, que ha subvencionado la obra con fondos de la Unión Europea, ha acabado asumiendo las tesis que aquéllos defendieron, aunque haya sido aplicándolas a Madrid, donde gobierna el PP. En su día, cuando gobernaba el PSOE en Sevilla, guardó un silencio cómplice con la tala de los árboles, de al menos medio siglo de antigüedad, existentes en la mediana de las avenidas de San Francisco Javier y Luis de Morales, para ampliar la línea del tranvía.

La vicepresidenta Tercera del Gobierno y Ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha realizado unas declaraciones al diario británico The Guardian, recogidas por Europa Press, en las que ha destacado la importancia del acuerdo alcanzado el mes pasado con la Junta de Andalucía sobre las medidas que se llevarán a cabo para proteger el Parque de Doñana y su entorno.

A juicio de la ministra, los políticos que no presten atención a los cambios en la opinión pública sobre cuestiones medioambientales pagarán el precio. En este punto, ha calificado de «absoluta vergüenza» la decisión del Ayuntamiento de Madrid de talar los árboles de dos parques de la capital para poder llevar a cabo la ampliación de la red de Metro de la capital.

«No es lo mismo plantar dos árboles jóvenes de seis meses que tener árboles de 60 u 80 años. No puedo explicarlo: es como la manía anti-carriles ciclistas de algunos nuevos alcaldes. Es un escándalo y creo que tendrá un coste social y político mucho mayor de lo que pensaban: pasarán por lo que pasó Moreno Bonilla con Doñana», argumentó la ministra.

Árboles de la mediana de Luis de Morales amortajados con sábanas antes de su tala

Este fue, justamente, uno de los argumentos de los colectivos sevillanos contrarios a la ampliación del tranvía frente a las tesis del gobierno local socialista de entonces de que no se cometería ningún arboricidio en Nervión porque, supuestamente, se plantarían nuevos y más árboles en sustitución de lo que se iban a talar en la mediana de las avenidas de San Francisco Javier y de Luis de Morales.

Ahora, Teresa Ribera aplica en Madrid el mismo razonamiento que entonces en Sevilla los colectivos ciudadanos: no es lo mismo plantar árboles jóvenes que tener árboles maduros, como los que hubo que cortar en Nervión para que Espadas pudiera presentarse con el proyecto de otra obra en Sevilla de cara a las elecciones municipales.

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