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Málaga le ha recortado a Sevilla una diferencia de 47.985 habitantes desde las vísperas de la Expo-92

Si no se le hubiera independizado Torremolinos estaría en condiciones de superar a Sevilla en 2035

Sin Torremolinos, Málaga perdió las playas, los hoteles, el Palacio de Congresos y 27.543 habitantes

Tuvo que inventarse un nuevo modelo de ciudad, que empezó por el Parque Tecnológico (PTA), constituido dos años antes que la Expo-92

Y continuó con el turismo urbano y cultural, apoyado en la apertura de más de 30 nuevos museos

De mero lugar de paso hacia la Costa del Sol ha logrado convertirse en un destino específico por su oferta museística

Ya ha recuperado la mitad de la planta hotelera perdida y es la quinta ciudad en turismo de cruceros

Con el coste de las Setas de la Encarnación en Sevilla el Ayuntamiento de Málaga financia durante 7 años los museos de su ciudad

Año 1991. Vísperas de la Exposición Universal. Justo antes de su glorioso 1992, Sevilla superaba a Zaragoza en 88.634 habitantes, y a Málaga, que tres años antes había sufrido la segregación de su arrabal Torremolinos, en 160.920. Veintinueve años después, Zaragoza sólo tiene 9.518 pobladores menos que la capital de Andalucía, y Málaga le ha recortado a Sevilla una diferencia de 47.985 habitantes. Si la urbe malagueña no hubiera sufrido la pérdida de Torremolinos hoy estaría en condiciones de superar demográficamente a la capital hispalense en 15 años.

Los censos y/o padrones del Instituto Nacional de Estadística tomados como única fuente demográfica de referencia reflejan que entre 1991 y 2020 la ciudad de Sevilla, que se convirtió en capital del mundo con la Exposición Universal de 1992, ha tenido un incremento de población de 8.367 habitantes, a un promedio anual de 288,5, ya que ha pasado de 683.028 almas a 691.395 en estos 29 años.

En comparación, Zaragoza ha ganado en el mismo periodo de tiempo 87.483 habitantes (diez veces más), a una media anual de 3.016,6, y al pasar de 594.394 a 681.877 se queda a tan sólo 9.518 de la capital de Andalucía y en condiciones de arrebatarle el cuarto puesto entre las grandes urbes españolas.

Vista de Málaga

Málaga, por su parte, tenía en 1991 una cifra de 522.108 personas empadronadas. Tras los últimos veintinueve años en su padrón aparecen inscritas 578.460. Ha ganado, pues, 56.352 habitantes, gracias a un crecimiento demográfico medio anual de 1.943,1. Por tanto, Zaragoza ha crecido a un ritmo diez veces superior a Sevilla, y Málaga, a un ritmo casi siete veces superior en los últimos tres decenios en números redondos.

De momento, Sevilla no se ve amenazada por Málaga, al contrario de lo que le pasa con Zaragoza, ya que la urbe de la Costa del Sol, pese a que le ha recortado 47.985 habitantes, aún tiene 112.935 de diferencia en su contra.

Ahora bien, cabria preguntarse qué le ocurriría a Sevilla si de un día para otro le quitaran prácticamente la mayor parte de su planta hotelera, el Palacio de Congresos y Exposiciones (Fibes) y un distrito más poblado aún que Los Remedios. ¿Cuántos años tardaría en recuperarse de semejante golpe a su economía y a su padrón de habitantes?

TORREMOLINOS SE FUE

Pues algo equivalente o incluso peor es lo que le sucedió a Málaga cuando la Junta de Andalucía (cuenta la leyenda que como reacción del entonces presidente autonómico, el sevillano José Rodríguez de la Borbolla, a un desaire del alcalde malagueño, su correligionario Pedro Aparicio) aprobó el 27 de septiembre de 1988 la segregación de Torremolinos -distante 13 kilómetros del centro de la urbe- de Málaga (y sigue contando la leyenda que en el Ayuntamiento malagueño estaban tan poco avisados de lo que se les venía encima que ese mismo día el alcalde Aparicio acudió con parte de su corporación a un acto en Torremolinos y que cuando llegó al edificio no había nadie para recibirle porque los habitantes del hasta entonces barrio se habían echado a la calle para festejar su conversión en municipio independiente).

La leyenda atribuye a José Rodríguez de la Borbolla la decisión de aprobar la independencia de Torremolinos

El impacto de aquella decisión político-administrativa fue demoledor para Málaga capital, que perdió de una tacada lo que hasta entonces eran sus playas y el Palacio de Congresos y la mayoría de los hoteles, radicados en el nuevo término municipal de Torremolinos. Y el censo reveló tres años después (1991) la sangría demográfica: había perdido también los 27.543 habitantes de su antiguo arrabal. Sin Torremolinos, Málaga se quedaba con 522.108 habitantes; con Torremolinos habría alcanzado 549.651, sólo 44.743 menos que entonces Zaragoza, la capital aragonesa que ahora amenaza la posición de Sevilla.

UNA NUEVA ESTRATEGIA

¿Y qué hizo la capital malagueña? Reinventarse. Quizás por mala conciencia o como compensación por haber aprobado la independencia de Torremolinos, al final de aquel mismo año de 1988 el Gobierno autonómico presidido por Borbolla acordó con el Ayuntamiento malagueño presidido por Pedro Aparicio la construcción en su término municipal de un parque tecnológico, el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA).

Parece que no fue casualidad que el 20 de abril de 1990, es decir justo dos años antes de la inauguración de la Expo-92 de Sevilla, como para simbolizar que el PTA sería para Málaga el equivalente a la Muestra Universal para la capital sevillana, el Ayuntamiento malagueño y dos sociedades instrumentales de la Junta, la Empresa Pública del Suelo (Epsa) y la Sociedad para la Promoción y Reconversión Económica de Andalucía (Soprea), firmaran la constitución del PTA como sociedad anónima, a la que posteriormente se incorporaron como accionistas Unicaja y la Universidad de Málaga.

Construido en una finca a unos 13 kilómetros del casco urbano (otra casualidad, la misma distancia a la que se hallaba Torremolinos), el parque tecnológico se inauguró el 9 de diciembre de 1992, cuando recién finalizada la Muestra Universal en Sevilla todavía el proyecto Cartuja-93 de reutilización de los terrenos que la había acogido estaba en mantillas.

Vista del Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), en Málaga

Mientras que en Sevilla se abogaba por un purista proyecto exclusivamente de investigación, sólo para los denominados «batas blancas» (cuando ni en toda Andalucía había laboratorios ni investigadores en número suficiente como para llenar los pabellones vacíos en las 215 hectáreas del recinto), en Málaga lo tuvieron claro desde el principio: allí las empresas que se radicaran podrían hacer de todo, desde investigar hasta fabricar, especialmente en electrónica y tecnologías de la información, los iniciales campos de especialización del PTA.

El parque malagueño fue creciendo y atrayendo cada vez mayor número de empresas. Al acabar 2019 en su recinto había 636 compañías que facturaban en conjunto más de 2.000 millones de euros y daban empleo directo a 20.000 personas (unas 50.000 se beneficiaban de su impacto indirecto).

Se estima que el PTA genera uno de cada cinco euros de la economía de la ciudad y que ha contribuido a dotarla de una imagen internacional (potenciada bajo la marca Málaga Tech) como foco de innovación al haber atraído a más de 60 empresas foráneas que se han implantado trayendo consigo a 5.000 empleados extranjeros, los cuales han aportado mayor cosmopolitismo a la urbe costasoleña.

Así pues, la apuesta por la tecnología fue el primer pilar para la nueva etapa de Málaga tras la independencia de Torremolinos.

(A título comparativo y según su Memoria de 2019, el sevillano Parque Científico y Tecnológico Cartuja, en el antiguo recinto de la Exposición Universal, alberga 523 empresas, que facturaron 2.900 millones de euros y dieron trabajo directo a 22.716 personas:https://www.pctcartuja.es/sites/default/files/memoria/Memoria_PCT_Cartuja_2019_DEF.pdf )

EL SEGUNDO PILAR

De repente, tras perder Torremolinos, Málaga se había convertido en un lugar sólo de paso, no de destino, un lugar que los visitantes cruzaban sin detenerse, camino de las playas de Torremolinos, Benalmádena, Fuengirola, Marbella, Estepona, Rincón de la Victoria, Nerja…..Y la ciudad también se reinventó en otra dimensión como un destino distinto al del turismo de sol y playa que representaban todos los municipios de su entorno, un destino para el turismo urbano y cultural. Hay que valorar en su justa medida aquella visión de hace treinta años, cuando no era lo que se “llevaba” precisamente, sino todo lo contrario.

Si hoy Málaga ha acuñado como imagen de marca el lema “capital/ciudad de museos”, es porque de los casi cuarenta museos que abren sus puertas en la ciudad, 34 se han creado desde la independencia de Torremolinos, en la mejor demostración de que detrás de esta fiebre cultural había un Plan Estratégico a largo plazo.

Pedro Aparicio, el alcalde que sufrió la segregación de Torremolinos y proyectó la Málaga del futuro

Veamos el número de museos abiertos (entre paréntesis) en Málaga tras la segregación de Torremolinos: año 1988 (1), 1989 (1), 1998 (1), 1999 (2), 2000 (1), 2002 (3), 2003 (2), 2005 (1), 2007 (1), 2008 (1), 2009 (3), 2010 (5), 2011 (3), 2013 (1), 2014 (3), 2015 (2), 2016 (1), 2018 (2). Podría argüirse que muchos de estos museos son de carácter menor, pero en conjunto aportan una enorme potencia a Málaga y a la imagen exterior que quiere proyectar al complementar la oferta de otros de mayor categoría, como los dedicados a Picasso, el Museo de Arte Contemporáneo, el del Arte Pictórico Ruso (acuerdo con los museos estatales de Rusia), la colección de la baronesa Thyssen (arrebatada a Sevilla en su momento, cuando Monteseirín decía tener el acuerdo hecho con la baronesa Carmen Cervera), el Centro Pompidou, la colección de Revello de Toro y el Museo de la Ciudad.

https://memoriasdemalaga.com/museos-malaga/

En la primavera de 2017, con motivo de la presentación de la marca ‘Málaga ciudad de museos’, uno de los invitados a aquel acto destacó en su discurso que era la única urbe andaluza que inventó un proyecto de futuro, una hoja de ruta, un plan director para las siguientes décadas: “Apostó -expresó- por el segmento turístico que más beneficios aporta a corto, medio y largo plazo a cualquier ciudad y tuvo a su favor dos cosas, buenos técnicos y políticos decididos”.

EFECTOS DE LA APUESTA

Y también se conoció un estudio sobre la oferta y demanda de los museos que realizó la empresa Turismo y Planificación de la Costa del Sol y según el cual la oferta museística malagueña era la más competitiva de España, por las siguientes razones:

-En Málaga se registraban 81,4 visitas a los museos por cada cien pernoctaciones, por delante de Valencia (55,5), Madrid (51), Barcelona (33,4) y Sevilla (21,2).

– El impacto generado por el gasto de los turistas y visitantes con motivación museística en la ciudad de Málaga rozaba entonces  los 547 millones de euros, de los que 295,3 millones (54%) se correspondían  con la producción directa que generaba esta actividad. Esta nueva demanda que se ha generado se concentra de forma especial en el comercio, la hostelería y el transporte.

-Del análisis de carga turística (relación del número de pernoctaciones y entradas museísticas) se infería que cinco de los diez primeros museos de España eran malagueños: el Centro de Arte Contemporáneo (24,7), el Museo Picasso (21,8), el Centro Pompidou (7,8), el Museo Carmen Thyssen (7,5) y la Fundación Picasso-Casa Natal (6).

El museo dedicado en su ciudad natal a Picasso

-Tomando como referencia el índice de carga residencial, la ciudad se posicionaba en segundo lugar, con 321 visitas museísticas por cada 100 habitantes, sólo superada por Barcelona (debido al efecto del museo del Fútbol Club Barcelona, el más visitado de España). Su índice de carga residencial era casi 200 puntos mayor que Sevilla, setenta puntos mayor que Valencia y treinta puntos mayor que Madrid.

-En una clasificación de destinos según el número de visitas recibidas en los ocho principales museos de cada ciudad, Málaga era el cuarto destino de España, con 1,8 millones de visitantes. Por delante se situaban  Madrid, con más de 9 millones; Barcelona, con 6,2 millones; y Valencia, con 1,9 millones.

EL COSTE ANUAL

El Ayuntamiento de Málaga viene destinando del orden de 16 millones de euros anualmente al mantenimiento y financiación (acuerdos firmados con instituciones extranjeras, por ejemplo) de los principales museos de la ciudad, como la Casa Natal de Picasso, el Centro Pompidou, el Museo Pictórico Ruso, el Centro de Arte Contemporáneo, el Thyssen, el Museo del Patrimonio, el Museo de la Ciudad, la colección Revello de Toro…. que antes de la pandemia del coronavirus recibían en conjunto unos dos millones de visitas que nutrían la planta hotelera de la ciudad.

El Centro Pompidou de Málaga

Esa cifra de visitas es la que han recibido las Setas de la Encarnación (en las que Monteseirín se gastó al menos 120 millones de euros y de cuya inauguración se cumple este año el décimo aniversario) a lo largo de siete años (un 36%, visitas de sevillanos, no de turistas), tal como vimos en este informe:

https://www.manueljesusflorencio.com/2019/06/la-sevilla-eterna-supera-a-las-setas-de-vanguardia/

Así pues, con el dinero de las Setas de la Encarnación Sevilla podría haber mantenido durante 7,5 años una oferta museística similar a la del Ayuntamiento de Málaga, esa oferta que permite a la urbe malagueña presentarse ante el mundo como «la capital/ciudad de los museos».

Y TAMBIÉN SU EQUIVALENTE A FIBES

Málaga, tras perder el de Torremolinos, tuvo que dotarse de su propio Palacio de Congresos y Exposiciones, hito que tardó en conseguir quince años desde la segregación: en 2003 se inauguró el Palacio de Ferias y Congresos (Fycma), que en tan sólo seis años acogió más de un centenar de ferias y de mil eventos.

El atractivo cultural potenció el turismo de cruceros. En 2018 atracaron en el puerto malagueño 299 cruceros, de los que desembarcaron 507.421 turistas de alto poder adquisitivo. La ciudad se convirtió así en el quinto destino de España en esa categoría. Ese mismo año atracaron en Sevilla 75 cruceros, con 15.813 viajeros.

Siete cruceros llegaron a coincidir un mismo día en el puerto malagueño

En 2019 Málaga había recuperado prácticamente la mitad de la capacidad hotelera perdida tras la independencia de Torremolinos: 11.839 plazas frente a las 22.215 de su antiguo arrabal. De hecho se convirtió en la séptima capital de provincia española por número de plazas hoteleras, sólo superada por Madrid (82.564 por entonces), Barcelona (82.393), Palma de Mallorca (48.506), Sevilla (22.386), Valencia (18.352) y Granada (14.969).

Desde su independencia, Torremolinos también ha crecido, hasta el punto de más que duplicar su población: los 27.543 habitantes reconocidos oficialmente en el censo de 1991, el primero realizado tras su segregación de la capital malagueña se han convertido en 2020 en 69.166: 41.623 más, a una media de crecimiento anual de 1.435, casi cinco veces superior a la de Sevilla.

¿Y SI….?

Si Torremolinos aún perteneciera a Málaga, la urbe de la Costa del Sol tendría hoy 647.626 habitantes, 43.769 menos que Sevilla, y como su ritmo de crecimiento demográfico es muy superior al de la capital hispalense, de mantenerse ambas ciudades en los parámetros de los últimos treinta años, Málaga con Torremolinos estaría en condiciones de igualar y superar a Sevilla en el curso de 14 o 15 años, es decir para 2035.

Aun sin Torremolinos, o justamente por causa de su pérdida, el caso de Málaga demuestra que es posible reinventarse y aplicar con éxito un nuevo modelo de ciudad pensando en el medio y largo plazos. Málaga tuvo clara una estrategia para compensar con el tiempo el impacto de la pérdida de todo lo que le supuso la independencia de su antiguo arrabal.

El coronavirus ha dejado a Sevilla sin turistas extranjeros

En la hipótesis de que Sevilla se quedara de la noche a la mañana sin Fibes, sus hoteles y un distrito equivalente al de Los Remedios, ¿cuál sería su Plan Estratégico? La hipótesis de la pérdida de Los Remedios no parece probable, pero a efectos prácticos el golpe de la pandemia del coronavirus nos ha privado prácticamente del turismo extranjero y reducido a una cuarta parte el turismo nacional

https://www.manueljesusflorencio.com/2020/10/sevilla-ha-perdido-mas-de-medio-millon-de-turistas-en-el-verano-del-coronavirus/

https://www.manueljesusflorencio.com/2020/12/espadas-el-alcalde-que-va-a-vender-la-gavidia-para-hotel-de-cinco-estrellas-habla-ahora-de-reindustrializacion-economia-digital-y-de-reducir-la-dependencia-del-turismo/

por lo que sin turistas es como si Sevilla hubiera perdido el potencial de sus hoteles y el de Fibes, como le ocurrió a Málaga al quedarse sin Torremolinos.

En caso de que los efectos del Covid 19 duren más tiempo del inicialmente esperado o de que en el futuro se presente otra pandemia con similares efectos demoledores sobre nuestro sector turístico, uno de los principales por no decir el principal pilar económico de la ciudad, ¿qué plan alternativo tenemos?