Espadas cuestiona ahora un rascacielos de 116 metros en el puerto de Málaga cuando no se opuso a la torre Pelli, de 180 metros, en Sevilla

Se alinea con un informe negativo del Ministerio de Cultura, que sin embargo se inhibió en el rascacielos de la Cartuja

Una de las noticias del verano de 2021 ha sido la ruptura de facto, si es que alguna vez existió, del eje Sevilla-Málaga tras el apoyo público del alcalde sevillano y nuevo líder del PSOE(A), Juan Espadas, a un informe del Ministerio de Cultura del Gobierno del socialista Pedro Sánchez contrario al proyecto de una torre de 116 metros en el puerto de Málaga y que cuenta con el beneplácito del alcalde malagueño, Francisco de la Torre (PP). Éste, con razón, le ha reprochado a Espadas que no pusiera en su momento reparos a la torre Pelli, impulsada por Monteseirín (PSOE) en la isla de la Cartuja de Sevilla pese a medir 180 metros, 64 más que el proyectado rascacielos malagueño.

El pasado 18 de mayo se conoció que el Ministerio de Cultura del Gobierno de España, presidido por el socialista Pedro Sánchez, había iniciado por propia iniciativa y pese a que las competencias en materia de cultura y patrimonio están transferidas a la Junta de Andalucía, un expediente informativo sobre el proyecto de construcción del hotel ‘Torre del Puerto’ en el Puerto de Málaga, «con el fin de realizar las actuaciones que sean precisas, en el ámbito de las competencias propias del Ministerio (¿?), a la vista de los riesgos que para el paisaje de la ciudad pueden presentar las construcciones y, ante la eventualidad de que se produzca un supuesto de expoliación de los bienes del Patrimonio Histórico Español. A su vez- continuaba la noticia-, se recabará, de las Administraciones competentes, toda la información disponible para determinar la necesidad de iniciar o no un expediente por expoliación.

Con el fin de resolver el expediente informativo de acuerdo con los principios de proporcionalidad y eficacia, sobre las circunstancias que pueden determinar un impacto negativo sobre el Patrimonio Histórico Español de dicho lugar por la ejecución del proyecto, se requirió al Ayuntamiento de Málaga toda la información que se precisara sobre este asunto.

El proyecto de la torre hotelera en el puerto de Málaga
Simulación de la torre del Puerto con Málaga al fondo
La torre proyectada en el muelle de Levante del puerto malagueño

El Ministerio de Cultura y Deporte había tenido conocimiento de la «reciente» modificación del Plan Especial del Puerto de Málaga, aprobada provisionalmente por el Ayuntamiento malagueño. (Mediante) Esta modificación (se) proyecta la construcción de un edificio de 116 metros de altura, de 35+3 plantas (luego queda reducido a 27) en la plataforma del Morro de Levante, así como un complejo hotelero con una superficie de edificación de 45.000 metros cuadrados (en realidad, 43.515,73 m2 tras la modificación del proyecto original del rascacielos). Estas construcciones estarán próximas al centro histórico de la ciudad y en la primera línea del puerto junto al mar. (Véase al respecto mi informe Torre Pelli de Málaga versus Torre Pelli de Sevilla: https://www.manueljesusflorencio.com/2021/01/torre-pelli-de-malaga-versus-torre-pelli-de-sevilla/).

A juicio del Ministerio de Cultura, las características de estas edificaciones podrían provocar un impacto negativo en el paisaje urbano, histórico y natural de la ciudad de Málaga, y vulnerar las especificaciones establecidas en el Convenio Europeo del Paisaje de Florencia, de 2000, ratificado por España. Por su parte, Icomos España también había reconocido el posible impacto negativo en su informe de 2018 ‘Evaluación del impacto del hotel-rascacielos en el muelle de levante en el paisaje patrimonial de Málaga’.

Javier García, secretario general de Cultura

Posteriormente, a principios de agosto se conoció el dictamen negativo del Ministerio, que firmó Javier García, secretario general de Cultura hasta el nombramiento del catalán Miquel Iceta como nuevo ministro. Según el dictamen, la construcción del rascacielos significaría la «expoliación» del patrimonio de Málaga por su gran impacto visual en el Conjunto Histórico de la ciudad (distante, por cierto, unos 1.400 metros del sitio portuario elegido para la torre).

Aunque no he podido conseguir el texto del dictamen, según todas las fuentes consultadas se basa en el informe citado que realizó Icomos en el año 2018, el cual puede consultarse en el siguiente enlace: https://revistaelobservador.com/images/stories/envios_18/febrero/icomos.pdf

POSICIÓN DE ESPADAS

El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, el hombre de Pedro Sánchez en Andalucía tras su elección como candidato del PSOE a la Presidencia de la Junta y secretario general del partido en la región, declaró tan sólo tres días después que el informe negativo del Ministerio de Cultura era «bastante contundente» y que el Ayuntamiento malagueño debía tenerlo en cuenta. Según Espadas, al tratarse de un proyecto local el «posicionamiento» sobre el mismo correspondía al grupo municipal socialista, «que a lo largo del debate -afirmó- siempre ha dicho lo mismo».

Inexacto. Hay que recordar que el proyecto de referencia (hubo otros anteriores, como bien se recoge a partir de la página 42 del informe de Icomos) fue acogido e impulsado con entusiasmo a partir de 2015 primero por la Autoridad Portuaria de Málaga bajo la presidencia del socialista y ex consejero de Cultura de la Junta de Andalucía (entre otros cargos), Paulino Plata (mandato portuario entre el 4 de junio de 2013 y el 25 de febrero de 2021), y secundado por el Ayuntamiento de Málaga, gobernado por Francisco de la Torre (PP), con el apoyo también del grupo municipal del PSOE y la Confederación de Empresarios malagueña, entre otros.

Paulino Plata, con la Farola malagueña al fondo, impulsó el rascacielos desde la Autoridad Portuaria

Por tanto, se trata de un proyecto primero del PSOE, y luego del PP y del PSOE, pero a medida que con el curso de los años ha ido creciendo la oposición de la sociedad civil malagueña al rascacielos, el grupo municipal socialista, máxime tras la asunción del poder en Andalucía por los sanchistas, ha ido cambiando, para finalmente desmarcarse de forma oportunista de una iniciativa que asumió como propia pero que ve que puede acabar perjudicándole electoralmente. Para justificar su veletazo, el portavoz municipal socialista, Daniel Pérez, ha declarado que ahora la Carta de Florencia entra a valorar el paisaje, cuando dicho texto internacional data del año 2000, quince años antes de la iniciativa sobre la torre del Puerto.

Espadas añadió que hay que ser «respetuoso» con las administraciones, con las autoridades que tienen la competencia, porque, además, «tienen la posibilidad tanto de revertir el proyecto como de reorientarlo, en su caso, y corregir alguna de las cuestiones que le ha planteado ese informe de Patrimonio».

«Creo que es momento todavía de ver la respuesta a ese informe que se hace por parte del Ayuntamiento, por parte del Puerto, y, cuando conozcamos definitivamente cómo queda el planteamiento podremos posicionarnos; y, en cualquier caso, siempre se posicionará el grupo municipal socialista». «Nuestra posición como partido estará clara y bien defendida», concluyó.

Espadas, nuevo secretario general del PSOE(A) y candidato a la Presidencia de la Junta de Andalucía

Segunda incoherencia de Espadas: pide respeto a las Administraciones que tienen la competencia mientras apoya el dictamen del Ministerio de Cultura, que supone, independientemente de que pudiera haber sido favorable o contrario al rascacielos, una invasión de las competencias de la Junta de Andalucía, que el alcalde de Sevilla aspira a presidir.

Así, el artículo 68 del reformado Estatuto de Autonomía para Andalucía (Ley Orgánica 2/2007, de 19 de marzo https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2007-5825 ), estipula en su punto tercero lo siguiente: «Corresponde a la Comunidad Autónoma, salvo lo dispuesto en el apartado 2, la competencia exclusiva sobre:

1.º Protección del patrimonio histórico, artístico, monumental, arqueológico y científico, sin perjuicio de lo que dispone el artículo 149.1.28.ª de la Constitución».

Este artículo de la Constitución dice que el Estado tiene competencia exclusiva en materia de «defensa del patrimonio cultural, artístico y monumental español contra la exportación y la expoliación; museos, bibliotecas y archivos de titularidad estatal, sin perjuicio de su gestión por parte de las Comunidades Autónomas».

Y ¿qué se entiende por expoliación? Hay que remitirse al artículo 4 de la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-1985-12534, que estipula lo siguiente:

«A los efectos de la presente Ley se entiende por expoliación toda acción u omisión que ponga en peligro de pérdida o destrucción todos o alguno de los valores de los bienes que integran el Patrimonio Histórico Español, o perturbe el cumplimiento de su función social. En tales casos la Administración del Estado, con independencia de las competencias que correspondan a las Comunidades Autónomas, en cualquier momento, podrá interesar del Departamento competente del Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma correspondiente la adopción con urgencia de las medidas conducentes a evitar la expoliación. Si se desatendiere el requerimiento, la Administración del Estado dispondrá lo necesario para la recuperación y protección, tanto legal como técnica, del bien expoliado».

En rojo, ubicación de la torre del Puerto de Málaga en relación con el Conjunto Histórico de la ciudad
Distancia del sitio elegido para la torre del Puerto de la Farola, el icono malagueño de 37 metros de altura
Recreación de cómo se vería el rascacielos desde el entorno de la Farola
Esta simulación/comparación de alturas se hizo cuando el proyecto era de una torre de 135 metros, altura reducida posteriormente a 116

Suponiendo que pudiera interpretarse como expoliación en el sentido estricto del término la construcción de una torre de 116 metros distante casi kilómetro y medio del Conjunto Histórico, cuando en la ciudad hay proyectos para erigir 27 torres en total, varias de ellas también con más de un centenar de metros https://brainsre.news/malaga-preve-la-construccion-de-27-torres-en-los-proximos-anos/ , la ley es clara al respecto: establece que el Gobierno central ha de requerir a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía la urgente adopción de las medidas para evitar dicha expoliación.

No consta, sin embargo, que se haya producido tal requerimiento, por lo que se habría producido una extralimitación del Ministerio de Cultura del Gobierno de Pedro Sánchez en detrimento de las competencias del Gobierno andaluz, pero Espadas, candidato a presidir la Junta de Andalucía y por tanto con la obligación de defender sus competencias en virtud del Estatuto de Autonomía calla al respecto y se alinea con el Gobierno de Madrid.

El Plan Especial del Puerto de Málaga no preveía usos hoteleros como el que se pretende para la torre en su recinto, por lo que la Autoridad Portuaria, presidida entonces por el socialista Paulino Plata y con el beneplácito del Ayuntamiento presidido por el popular Francisco de la Torre, solicitó en abril de 2017 su modificación.

La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía (cuyo titular era José Fiscal en un Gobierno presidido por la socialista Susana Díaz) emitió el 13 de octubre del mismo año un informe favorable a la modificación del Plan Especial con el insólito argumento de que determinadas vistas o perspectivas se verían afectadas por el hotel propuesto (el rascacielos), pero que esa alteración sería fácilmente modificable en función de la ubicación del observador.

José Fiscal, titular de la Consejería de Medio Ambiente, que emitió un informe sobre la torre del Puerto

Quedó claro, pues, el apoyo al rascacielos de las instituciones gobernadas por el PSOE, al igual que el del Ayuntamiento, dirigido por el PP, Ayuntamiento que reunido en Junta de Gobierno el 15 de junio de 2018 aprobó la tramitación de la modificación del Plan Especial, trece días después de la toma de posesión del socialista Pedro Sánchez como presidente del Gobierno de España, un Ejecutivo que curiosamente no se ha dado por enterado en todo ese tiempo de los trámites administrativos en curso (hubo varios más) para propiciar la construcción del rascacielos y lo hizo en agosto de 2021, cuando el Ministerio de Cultura abrió el expediente informativo, sólo tras el progresivo desmarque del PSOE del proyecto del rascacielos al percibir la creciente oposición al mismo de la sociedad civil malagueña.

Cuando Espadas (izquierda) y De la Torre se abrazaban, en los tiempos del eje Sevilla-Málaga

La reacción del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, a la postura de Espadas tras el dictamen negativo del Ministerio de Cultura tampoco se hizo esperar. «¿Por qué no le pone reparos a la torre de Sevilla?», manifestó De la Torre, al tiempo que puntualizó que el alcalde sevillano tenía dos varas de medir con este asunto. En el caso de Sevilla, De la Torre dijo que cuando el informe de Icomos estuvo en contra de la torre Pelli http://www.ugr.es/~ophe/020DOCUMENTACION/015-002b.pdf tenía más sentido porque hay zonas de la capital hispalense que son patrimonio de la Humanidad, «y este no es el caso de Málaga, para bien o para mal».

ESPADAS Y LA TORRE PELLI

Efectivamente, Espadas nunca se opuso a la torre Pelli, pese a su mayor altura (180,5 metros) y su mayor impacto paisajístico en la planicie sevillana que la torre del Puerto malagueña (116,6 metros) , rodeada por un entorno montañoso. En un acto previo a las elecciones municipales de 2011 celebrado en el club Antares y en el que fue presentado por Teresa Ribera, actual vicepresidenta tercera del Gobierno de España, Espadas garantizó su apoyo al rascacielos que se había empezado a construir en la isla de la Cartuja si ganaba las elecciones, con estas palabras:

«»Es un proyecto que responde a un momento distinto al actual. Y ahora con un proyecto de esa envergadura ya en ejecución hay que ser responsables. El coste de ir hacia atrás es más elevado que el de continuar, aunque probablemente si se analiza ahora el proyecto, el balance nos pueda salir negativo y haya elementos que puedan ser cuestionables».

Posteriormente, en la presentación del lema de su campaña electoral (11 de mayo de 2011), expresó su sorpresa por el anuncio del candidato del PP, Zoido, de que si era alcalde revisaría «algunos aspectos» de la licencia dada por el socialista Monteseirín al rascacielos, al considerar que no contaba con todas las garantías. Espadas exigió a Zoido que aclarara si decía no a la torre Pelli y le advirtió que en tal caso habría que indemnizar a Cajasol (la promotora) por responsabilidad patrimonial.

Espadas, en un acto en la torre Pelli junto a Carmen Castreño, Celis y Francisco Herrero

Cuando en septiembre de 2011 Zoido, ya alcalde, empezó a dar su particular veletazo y anunció que la licencia de la torre Pelli estaba en orden (acabaría apoyando el rascacielos ante la Unesco, que amenazó por su causa con retirar a monumentos sevillanos del Patrimonio de la Humanidad), Espadas celebró su rectificación «por ir en la dirección correcta».

En diciembre del mismo año, Espadas hizo unas declaraciones en las que volvió a referirse a las dudas y cambios de criterio de Zoido sobre el rascacielos, en estos términos: «»el alcalde tenía dos opciones, haber mantenido la línea de defensa del proyecto explicando claramente que la torre no es incompatible con la zona de protección patrimonial, o lo que ha hecho, introducir dudas y alinearse con sectores que defienden que el proyecto había que tumbarlo ante el riesgo de entrar en la lista negra de protección de la Unesco».

Espadas se mantenía en la posición del PSOE en apoyo de la torre Pelli con el argumento de que estaba fuera del Conjunto Histórico de Sevilla, fuera pero a tan sólo 80 metros de distancia en el sector de Triana, mientras que omite que la torre del Puerto de Málaga distaría 1.400 metros del Conjunto Histórico de la capital malagueña.

Cuadro del informe de Icomos sobre la torre Pelli

Item más, según publicó el diario malagueño SUR del 12 de agosto de 2021, Espadas dio a entender el pasado mes de mayo en el programa ‘La Alameda’, del propio periódico y 101tv, su apoyo al proyecto de la torre del Puerto tras comentar las vicisitudes que tuvo la torre Pelli en Sevilla.

Reconoció que ésta tuvo sus detractores y añadió que finalmente lo que ha quedado ha sido «una magnífica torre». En el enlace a la información del diario SUR puede verse un vídeo con las declaraciones del alcalde de Sevilla, secretario general del PSOE (A) y candidato de este partido a la Presidencia de la Junta de Andalucía: http://dio a entender su apoyo al proyecto de la Torre del Puerto tras comentar las vicisitudes que tuvo la Torre Pelli en Sevilla.

SIMILITUDES CON SEVILLA

La intervención «motu proprio» del Ministerio de Cultura en contra de la torre del Puerto de Málaga con el argumento de que su impacto en el paisaje supone un expolio patrimonial se basa, tal como se reconoció cuando abrió el expediente, en el informe que al respecto realizó Icomos en el año 2018, un organismo consultor de la Unesco para temas patrimoniales que también emitió en su día otro informe, igualmente negativo, contra la torre Pelli de Sevilla.

Se pueden consultar los informes de Icomos en los siguientes enlaces:

-Sobre la torre del Puerto de Málaga: https://revistaelobservador.com/images/stories/envios_18/febrero/icomos.pdf

-Sobre la torre Pelli de Sevilla: http://www.ugr.es/~ophe/020DOCUMENTACION/015-002b.pdf

Es muy significativo ver cómo el debate sobre la torre del Puerto de Málaga se centra en su impacto en el paisaje, mientras se omite por completo su distancia al Conjunto Histórico de la ciudad malagueña, mientras que en el caso de la torre Pelli las Administraciones Públicas pusieron el foco en que no estaba dentro del Conjunto Histórico de Sevilla mientras soslayaron su impacto visual en la ciudad y en el entorno.

El informe de Icomos sobre la torre del Puerto de Málaga que ha provocado la intervención y el dictamen negativo del Ministerio de Cultura se basa, aparte de lo específico para Málaga, en una serie de convenios y cartas internacionales y en algunas leyes españolas y andaluzas que estaban igualmente vigentes cuando se inició a finales de 2006/principios de 2007 el proyecto de la torre Pelli en Sevilla. Es decir, con esos textos internacionales y normativa nacional, que se pueden ver a partir de la página 6 del informe de Icomos sobre Málaga y que fueron invocados para justificar la negativa al proyecto de la torre malagueña, se podía haber justificado también una negativa al proyecto de la torre Pelli en Sevilla.

Sin embargo, el Ministerio de Cultura interviene en Málaga, incluso tres años después de emitido el informe de Icomos, y no lo hizo en Sevilla, como tampoco lo hizo la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, pese a la demanda en tal sentido del propio Icomos. Un Gobierno andaluz que sí intervino en el año 2000 para vetar otro proyecto de torre en la misma isla de la Cartuja, el que diseñó Ricardo Bofill, pese a que con sus 80 metros de altura era 100 metros más baja que la torre Pelli con sus 180,5 metros.

La torre de 80 metros que proyectó Bofill en la Cartuja y que tumbó la Junta de Andalucía, que sin embargo no se opuso a la torre Pelli en similar lugar y con 180,5 metros de altura
Simulación de la torre (80 metros) proyectada por Bofill en comparación con la torre Schindler (65 metros)
Torre Pelli, con sus 180,5 metros, en comparación con la torre Schindler (65 metros), marcada en rojo

¿Por qué intervino la Junta de Andalucía en el año 2000 para frenar la torre de Bofill y no a partir del año 2006 contra la torre Pelli? Porque la torre de Bofill la asociaba el PSOE, entonces en el poder, al Partido Andalucista de Rojas-Marcos, con el que estaba coligado en el Ayuntamiento de Sevilla durante el primer mandato de Monteseirín, Corporación Municipal donde los andalucistas controlaban la estratégica parcela de Urbanismo. Al tumbar la torre de Bofill, el PSOE evitaba que el PA se apuntara un posible tanto político, en su estrategia de contrapoder (por ejemplo, lanzando un Plan Estratégico frente al proyecto de nuevo Plan General de Ordenación Urbana, que dependería de la Delegación de Urbanismo, controlada por los andalucistas).

La torre Pelli, de 180,5 metros de altura, ya aparece en 2006 impulsada en exclusiva por el socialista Monteseirín, que puede presentarse como el único adalid de la presunta modernidad de Sevilla, y entonces al PSOE, que controla el Ayuntamiento, la Diputación, la Junta de Andalucía y el Gobierno de España, no le importa en absoluto el impacto que tuviera la torre Pelli en el paisaje y en el tráfico de Sevilla, contrariamente a su posición sobre la torre de Bofill.

El Ministerio de Cultura no consideró en su día que la torre Pelli supusiera un expolio patrimonial pese a su impacto paisajístico en Sevilla
Otra imagen de la torre Pelli alzándose sobre Triana, a la izquierda

Mientras la torre del Puerto, también impulsada por el PSOE desde la Autoridad Portuaria de Málaga (con Paulino Plata de presidente), contó con el apoyo expreso del grupo municipal socialista y de la presidenta de la Junta de Andalucía, la socialista Susana Díaz, el Gobierno del socialista Pedro Sánchez no movió un dedo en su contra pese al informe negativo de Icomos tres años antes y similar al que emitió en Sevilla contra la torre Pelli, pero cuando por razones electoralistas y de oportunismo político al PSOE malagueño le interesó desmarcarse del rascacielos y que se visualizara que cuenta con el único apoyo del PP de Francisco de la Torre (más el simbólico de Ciudadanos), entonces sí intervino el Ministerio de Cultura desde Madrid, ya que la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, ariete en su día contra la torre Pelli, está en manos del PP.

Ni la torre Pelli debió construirse ni tampoco debería construirse la torre del Puerto, por su impacto en el paisaje de Sevilla y Málaga, respectivamente, al alterar y adulterar el «skyline» de una y otra ciudades, y si la malagueña provocaría un expolio patrimonial, con más motivo lo iba a provocar y lo ha acabado provocando la sevillana, que es 64 metros más alta. Si una se erigió y la otra probablemente no, fue y será por razones puramente políticas.

La diferencia fundamental para que quizás no se construya el rascacielos malagueño es que la decisión última de autorizar la modificación del Plan Especial del Puerto de Málaga, que la haría posible al permitir el uso hotelero previsto en la torre, depende del Consejo de Ministros del Gobierno de España, el cual, en pura lógica, debería respaldar el dictamen negativo de su Ministerio de Cultura, aunque haya supuesto una invasión de las competencias de la Junta de Andalucía.

Y es que en política, y especialmente para el PSOE, el fin siempre justifica los medios.

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