El Ayuntamiento de Sevilla reconoció ante la Comisión de Patrimonio la falta de conservación del ficus de San Jacinto por parte de la parroquia

Dijo haber actuado de forma subsidiaria en diversas ocasiones, pero no ha aclarado si le pasó la factura a la Iglesia

Según Parques y Jardines, la seguridad del templo y de las personas es posible con un control especializado y constante del ejemplar

Pero el Consistorio ha autorizado la tala del árbol sin propugnar tampoco las mismas medidas de salvación que a los otros grandes ficus de la ciudad

El coste de la tala es de 7.150 euros y la pregunta es quién lo asumirá si la parroquia siempre ha dicho que no tiene dinero

El Ayuntamiento de Sevilla ha premiado a la parroquia de San Jacinto con la licencia para talar el ficus emblema del barrio de Triana pese a haber reconocido a la Comisión de Patrimonio Histórico que la Iglesia no ha cumplido con su deber de conservar este gran árbol centenario, cuando según opiniones recabadas podría ser salvado reduciendo su porte y actuando sobre su sistema radicular para evitar riesgos tanto para el templo como para las personas. De hecho, el Consistorio va a aplicar una serie de medidas de conservación de otros grandes ficus de la ciudad (Encarnación, plaza del Museo, plaza de San Pedro), de las que ha excluido al ficus trianero. El presupuesto de su tala asciende a 7.150 euros. La pregunta es de dónde va a salir el dinero si el párroco lleva años y años diciendo que la parroquia es pobre y carece de recursos. ¿Habrá fondos para cortar el árbol centenario pero no para conservarlo?

Antes de la concesión a la parroquia del permiso para talar el árbol, la Gerencia de Urbanismo solicitó la preceptiva autorización de la Comisión de Patrimonio, al ubicarse el ficus en el compás de la iglesia parroquial del antiguo convento de San Jacinto, calificada como Bien de Interés Cultural. El trámite en la Comisión permite seguir la historia reciente de los intentos de eliminar el gran ejemplar.

Como antecedente indirecto a su estudio por parte de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico, se hizo constar que antes de la solicitud formal de tala del árbol, formulada por los titulares del bien (la Orden de Predicadores Dominicos) en base al peligro que suponía, se sucedieron una serie de denuncias ante el Ayuntamiento, y que en fechas recientes se habían producido una serie de desprendimientos de ramas, el último acaecido el pasado día 19 de marzo de 2021, que causó graves daños personales.

Por este motivo el propio Ayuntamiento propició una poda exhaustiva, que aun así exigió una nueva intervención urgente por el cuerpo de bomberos en el pasado mes de septiembre de 2021. Además, ha causado una gran preocupación, ya que la poda del árbol ha originado un explosivo crecimiento de nuevas ramas que pone en gran peligro la seguridad de los viandantes y del propio edificio, como se pone de manifiesto en el informe con valoración y plano de situación redactado por el arquitecto Miguel Ángel López, el cual se incluye en el expediente de solicitud.

Así lucía el ficus junto a la parroquia de San Jacinto antes de las podas masivas

Analizado este tema en la sesión ordinaria del 16 de febrero de 2022, la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico acordó por unanimidad de sus miembros solicitar informe al Servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Sevilla sobre la viabilidad de mantenimiento del árboí (ficus macrophilia) situado en el compás del convento de San Jacinto en relación con las medidas necesarias para evitar los daños a la edificación y las personas.

Con respecto a la documentación aportada anteriormente, del exhaustivo informe técnico redactado por el arquitecto Miguel Ángel López se desprenden las siguientes conclusiones:

1. Aún no se ha encontrado forma de predicción de la caída de ramas en árboles de este tipo. Ni tan siquiera las inspecciones de visu o más profundas puede colaborar en esta predicción, ya que las caídas se producen tanto de ramas sanas como enfermas.

2, La ubicación de árbol, y sus condiciones de contorno, condicionan el crecimiento del sistema radicular. Este no puede desarrollarse libremente y por tanto compromete la estabilidad del árbol y provoca la autopoda del árbol buscando inútilmente restaurar el balance perdido entre copa y raíz.

3. La fachada está adquiriendo un desplome que hoy se puede cuantificar en un desplazamiento horizontal máximo a la altura de la bóveda principal de 129 milímetros, y este desplome ya ha ocasionado la rotura de la bóveda principal, manifestándose esta rotura en apertura de unas grietas en la bóveda principal sobre el coro.

4. Los daños observados sobre la bóveda de cañón y el muro, debidos a los cambios de humedad sufridos por terreno del compás y que ocasiona el crecimiento del árbol, son progresivos y a medida que aumente el sistema radicular del árbol éstos serán mayores.

5. La única forma razonable y viable que ve el que suscribe para evitar el progresivo daño a la edificación es la tala del ejemplar y su sustitución por otra especie menos perniciosa para el edificio.

PARQUES Y JARDINES

Posteriormente, se recibió en la Comisión el informe del Servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento, en los siguientes términos:

«En el periodo de tiempo comprendido entre 2010 y 2020, en al menos nueve ocasiones se han venido sucediendo episodios de caídas de ramas de diferente envergadura, lo que unido a un elevado uso ciudadano del espacio han llegado a causar daños personales. Por parte de la Comunidad Parroquial de San Jacinto, propietaria del espacio en el que se encuentra el árbol, han sugerido el apeo del mismo en más de una ocasión. Al tratarse de un ejemplar centenario, ubicado en un entorno BIC con un vínculo histórico y cultural generado con los vecinos y el barrio a lo largo de varias generaciones, así como la multitud de personas que visitan el entorno, siempre se ha tratado de salvaguardar y compatibilizar la presencia del mismo y la seguridad ciudadana.

Ante la falta de conservación del árbol fundamentalmente en cuanto a la seguridad del ejemplar (inspecciones de riesgo, podas de mantenimiento, etc.) por parte de los propietarios del árbol, en más de una ocasión se han desarrollado actuaciones subsidiarias de carácter preventivo por parte de este Servicio Técnico.

Una de las podas realizadas por el Ayuntamiento ante la inhibición de la Iglesia de Sevilla

La especie que nos ocupa es perenne, alóctona, y con cierta tendencia a invadir nichos de otras mediante un crecimiento rápido, presentando predisposición a explorar y colonizar la mayor cantidad de espacio en el menor tiempo posible. No presenta una madera especialmente diseñada para soportar el gran peso que suelen adquirir sus ramas. Especialmente en aquellas que además tienen disposiciones horizontales y con palancas significativas. Esta especie utiliza diferentes herramientas evolutivas para el sostén de las ramas en sus medios naturales, y en otras ocasiones se desprende de ellas mediante la autofagia a través de raíces epigeas que se desarrollan sobre esas ramas de grandes dimensiones, que terminan por provocar su rotura y caída, y una vez en el suelo se desarrollan como un nuevo ejemplar, algo que en el medio antropizado y urbano en que nos encontramos no debe llegar a suceder.

Este es un ejemplar centenario de grandes dimensiones (se tiene constancia de su plantación en 1913) con una altura total de en torno a 24 metros y un tronco (que) presenta de diámetro entre 3 y 4 metros en función de qué corte transversal del cilindro se tenga en cuenta. Lo que supone un perímetro de alrededor de 10 metros. Su plato radicular está restringido por el bordillo del propio alcorque y porque la plazuela sobre la que se encuentra está sobre elevada respecto de las calles perimetrales, algo que le confiere un «efecto maceta” impropio para el correcto desarrollo de un árbol de estas características y tamaño, con multitud de antiguas heridas por daños mecánicos en la base del cuello de la raíz.

En estudio anterior desarrollado por este Servicio, se aplicó el método QTRA para determinar el grado de diana potencial ante la caída de una rama del árbol, y arrojó la máxima probabilidad, o diana 1, que según el rango determinado por ese método coincide con una ocupación constante de personas de más de 2.5 horas al día, o un flujo de tránsito de peatones de entre 73 y 720 a la hora, o de un tránsito diario de entre 4.800 y 47.000 vehiculos (a un máximo de 50 km/h). Es por ello que de la caída accidental de ramas de este árbol se pueden derivar consecuencias o daños de importancia para las personas.

Otra vista de la parroquia con el ficus tras una de las podas intensivas

El pasado año, a través de Gerencia de Urbanismo, la Comunidad Parroquial presentó informe de Arquitecto donde detallaba un desplome del edificio con un desplazamiento horizontal a la altura de la bóveda principal que habría ocasionado la rotura de la misma, manifestándose esta rotura en apertura de unas grietas sobre el coro. Estos movimientos eran atribuidos a una teórica diferencia o gradiente de humedad edáfica en el subsuelo del edificio, propiciados por la falta de raíces a uno y presencia de ellas al otro lado de la cimentación del templo.

Por parte del Servicio Técnico de Parques y Jardines, se contrató una asistencia técnica externa de cara a la comprobación del grado de desarrollo del sistema radicular del árbol (profundidad, tipo y densidad de raíces) mediante el uso de geo radar especifico. Ello puso de manifiesto la presencia de raíces en toda la zona analizada, incluso en el interior de la parroquia, lo que hace presumir que los cimientos del edificio han llegado a ser traspasados por el sistema radicular del árbol.

Las consecuencias de la colonización de esas raíces bajo el templo y su penetración o el seccionamiento de los cimientos que se presume ha sucedido deberá ser evaluado y dictaminado por facultativo experto en edificaciones, pero a priori, se estima no es algo conveniente para la conservación futura del edificio.

En base a los antecedentes expuestos, y para dar respuesta a la Delegación Provincial de la Consejería de Cultura y dei Patrimonio Histórico con un pronunciamiento sobre la compatibilidad del mantenimiento del árbol y la integridad del monumento declarado BIC les informamos:

  • Se trata de un árbol que requiere de una supervisión técnica y control especializado y constante que, por parte de los actuales gestores y propietarios del espacio no se está llevando a cabo, lo cual supone un notable peligro potencial para las personas y usuarios que transitan en el cruce de calles existentes bajo su copa,
  • Dicha supervisión y control especializado y constante debe ser llevado a cabo para garantizar la seguridad. De no realizarse, la presencia del árbol no es compatible con la seguridad de las personas.
  • En lo referente a la integridad del monumento, como ya se ha indicado, tras el uso de georradar específico en el ámbito del desarrollo radicular del árbol se puso de manifiesto la presencia de raíces en el interior de la parroquia, lo que hace presumir que los cimientos del edificio han llegado a ser traspasados por el sistema radicular. Las consecuencias para el templo, tras la colonización de esas raíces, su penetración o el seccionamiento de los cimientos que se presume han sucedido, deberá ser evaluado y dictaminado por arquitecto experto en edificaciones de la época»

ACUERDO DE LA COMISIÓN

Tras este informe, la Comisión de Patrimonio propuso «informar favorablemente que se tomen las medidas necesarias en relación a dicho árbol para garantizar la seguridad del BíC Iglesia Parroquial del antiguo Convento de San Jacinto, así como a garantizar la seguridad de las personas, sin entrar en el alcance de las mismas».

Obsérvese que la Comisión no se pronuncia a favor de la tala del árbol. Insta a que se adopten las medidas para garantizar la seguridad del templo y de las personas, una seguridad que según el propio informe del Servicio de Parques y Jardines se podría garantizar manteniendo el ficus con una supervisión y control especializado contantes pero que no quiere asumir la Iglesia de Sevilla, su propietaria.

Y el gobierno de Antonio Muñoz, en vez de exigir ese control y supervisión o de asumirlo de forma subsidiaria, decide cortar por lo sano (nunca mejor empleada la expresión popular) y otorgar licencia para talar el árbol.

LOS OTROS FICUS

Contrasta esta decisión con la propuesta que ha elaborado para «conservar de forma óptima y bajo unos parámetros de riesgo tolerables» hasta siete ficus «monumentales» ubicados en la Encarnación (uno), la plaza Cristo de Burgos (cuatro) y el Museo (dos). Este proyecto, redactado tras el diagnóstico realizado por la empresa especializada Tecnigral en coordinación con los técnicos de Parques y Jardines, ha sido elevado a la Comisión de Patrimonio, que ha requerido información adicional.

Fuentes municipales han explicado que, aunque cada árbol tendrá un «tratamiento diferenciado en función de sus características y riesgos», las tareas que se prevén incluyen, en primer lugar, una revisión en la base y en altura de «todos los puntos críticos de la estructura del ejemplar» cada cuatro meses.

Se «consolidará» también la medida ya ensayada de convertir las raíces «aéreas» de los ficus en «puntales naturales» para «estabilizar su estructura, que tan rápido crece». Para ello se utilizará fibra de coco y tutores para apuntalar esas raíces y se «regarán una vez por semana hasta que penetren en el suelo y se consiga su afianzamiento».

Algunos de los grandes ficus de la plaza de San Pedro

Los técnicos realizarán podas «leves» de reducción de «puntos concretos» e instalarán «testigos de medición para comprobar cualquier cambio en la geometría estructural de los ejes principales». Igualmente, la intervención que plantea el Ayuntamiento en los ficus de las plazas de la Encarnación, El Museo y Cristo de Burgos recoge una propuesta de sustentación, que se probaría en primer lugar en el ficus de la Encarnación, sobre la que Patrimonio ha pedido más información.

Ese sistema de sustentación tiene tres niveles de actuación. El primero se centraría en la «estabilización de los ejes principales». Esto significa que «a unos siete u ocho metros de altura» se afianzaría la estructura principal del ejemplar «implicando a todos los ejes a realizar esfuerzos solidarios y más o menos uniformes» para así descargar de tensión la zona del cuello y las raíces. En segundo lugar, se colocaría un cable de sustentación en la punta para «evitar sobrecargas y movimientos indeseados, a la vez que sujeta la zona terminal de la rama en caso de fractura». Otro cable se instala en la base de la rama sustentada «con la única finalidad de intentar evitar que se cayese al suelo en caso de fractura».

Sistema radicular de uno de los ficus de la plaza del Museo

Por último, se instalarían apoyos «terrestres a modo de puntal o muleta». Así «se proporciona el apoyo y ayuda precisa al eje principal, pero sin inmovilizarlo con el fin de que siga notando los estímulos necesarios para continuar creando madera de compensación y corregir los defectos que manifiesta sin necesidad de implicar otras partes del árbol», apostillan las citadas fuentes. Por último, los ficus recibirán un riego extra en épocas de calor «extremo y sequía» y se «mejorará» la calidad del sustrato mediante aporte de mulch orgánico envejecido y con la enmienda de elementos nutricionales que enriquezcan la tierra». Mientras el proyecto recibe el visto bueno de la Junta, Parques y Jardines hará «labores continuas de seguimiento de todos los ejemplares».

Ninguna de estas medidas se aplicará en el ficus de San Jacinto, un símbolo de Triana, condenado por la Iglesia y por el Ayuntamiento a la desaparición tras más de cien años de historia.

*Más información sobre el ficus de San Jacinto, en el siguiente enlace: https://www.manueljesusflorencio.com/2021/04/san-jacinto-60-000-euros-para-conservar-la-capilla-sacramental-cero-euros-para-el-ficus/

SÍGAME EN LINKEDIN: https://www.linkedin.com/in/manuel-jes%C3%BAs-florencio-caro-919b0225/

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