Un 36% de los andaluces tendría en cuenta a la hora de sus vacaciones una tasa turística como la que Muñoz preconiza en Sevilla

Y 4,7 millones de españoles no las disfrutan debido a sus bajos ingresos

El alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, ha relanzado la propuesta de aplicar un recargo de al menos un euro a los turistas que se alojen en nuestra ciudad -la conocida como «tasa turística»- justo cuando se conocen nuevos estudios que abundan en la importancia que está adquiriendo el factor precio a la hora de planificar las vacaciones o, sencillamente, dejar de disfrutarlas, debido al continuo incremento de la inflación y de la precariedad laboral.

El sentido de la oportunidad es una gran virtud en política y, «sensu contrario», la inoportunidad un defecto que puede tener como consecuencia un impacto negativo, en plan ‘boomerang’. En su afán recaudatorio y recuperando para ello el denominado eje Sevilla-Málaga, el alcalde sevillano (Antonio Muñoz) se ha puesto a la estela del malagueño, Francisco de la Torre.

Éste quiere aprovechar la arrolladora victoria electoral en Andalucía de su partido, el PP, liderado por su paisano Juanma Moreno para arrancarle como concesión un cambio de normativa autonómica que le permita implantar en la urbe de la Costa del Sol la tasa turística y así incrementar los ingresos del Consistorio malagueño.

Inmediatamente, cual si se tratara de una emulación del Tour de Francia, Muñoz ha saltado también del pelotón de alcaldes andaluces, se ha puesto tras la rueda del escapado De la Torre y le ha copiado la iniciativa con el argumento, dándose relevos mutuamente, de que la Junta no podrá negarse a la petición de las dos ciudades más importantes de Andalucía, también en materia turística.

Antonio Muñoz (izquierda) y Francisco de la Torre (derecha), junto a Elías Bendodo

Sin embargo, Muñoz no está teniendo en cuenta el actual contexto económico general, caracterizado por la galopante inflación, la precariedad laboral y el miedo al futuro, factores que ya están afectando a la hora de la planificación de las vacaciones o, lisa y llanamente, no tomarlas, como vimos en un artículo anterior: https://www.manueljesusflorencio.com/2022/07/munoz-vuelve-a-la-carga-con-la-tasa-turistica-cuando-sevilla-aun-no-ha-recuperado-320-000-pernoctaciones-precovid/

Dos nuevos estudios en esta línea se han conocido el mismo día: el último Barómetro Andaluz, que publica la Fundación Centra y que revela que la subida de precios está afectando ya a nueve de cada diez andaluces, y un informe de la Federación Europea de Sindicatos, según el cual los bajos ingresos están obligando a 35 millones de europeos (4,7 millones de españoles entre ellos) a quedarse sin vacaciones.

EL BARÓMETRO

El repunte de la inflación y su impacto en la situación económica están afectando negativamente a los hábitos de consumo de los hogares andaluces, según recoge el nuevo Barómetro Andaluz que publica la Fundación CENTRA, correspondiente al mes de junio.

De esta nueva encuesta –realizada entre el 25 de junio y el 7 de julio a una muestra de 3.600 personas residentes en Andalucía–, se obtiene que el 44,9% de los andaluces ha limitado el uso de electrodomésticos en el hogar; el 25,1% gasta menos dinero en ocio (restaurantes, cines, etc.) y que otro 17,5% utiliza menos el coche para sus desplazamientos, recurriendo al transporte público o a la opción de teletrabajo. Sólo un 6,2% de los encuestados declara no sentirse afectado por la subida de precios.

Así ven los andaluces la situación económica

De continuar esta escalada, un 38,3% cree que tendrá que prescindir de ayuda en el hogar (servicio doméstico, cuidado de menores o personas dependientes…); un 35,5% asegura que no podrá llenar el depósito de su vehículo; un 27,9% dice que no podrá pagar impuestos, mientras que otro 22,3% manifiesta que no podrá hacer frente al pago de los suministros básicos ni el 20,6% podrá pagar el alquiler o hipoteca de su vivienda.

El aumento de la carestía de la vida y la pérdida de poder adquisitivo –segundo problema principal de los andaluces después del paro– afecta también a los planes de vacaciones para este verano. El 23% ha cambiado su destino habitual debido a la situación económica, frente a otro 13,1% que ya ha renunciado a irse de vacaciones este año.

La respuesta al cuestionario del Centra sobre las vacaciones

Queda claro por el sondeo del Centra que un 23% de lo andaluces buscará un destino vacacional más barato debido a la situación económica y que un 13,1% ya ha decidido no tomar vacaciones porque, sencillamente, no puede permitírselas. Estas cifras suponen que un 36,1% de los andaluces serían sensibles ante un destino que fuera más caro por aplicación de una tasa turística como la que pretende implantar Antonio Muñoz en Sevilla.

Veamos la posible traslación de este estado de opinión a Sevilla tomando como referencia el año 2019, el último de la antigua normalidad antes del estallido de la pandemia. Entonces nuestra ciudad recibió 3,12 millones de viajeros https://www.sevilla.org/actualidad/noticias/el-ano-turistico-2019-cerro-en-sevilla-con-un-record-de-3-12-millones-viajeros-alojados-en-hoteles-y-apartamentos-6-7-millones-de-pernoctaciones-y-una-ocupacion-media-del-76-4 que se alojaron en sus hoteles y otros establecimientos. De esta cantidad, 435.911 (el 14%) procedieron de Andalucía. Si ahora y según el Barómetro del Centra un 36,1% son sensibles al factor precio, hasta el punto de quedarse en casa o buscar un destino más barato, eso significa que la tasa turística en Sevilla tendría un impacto negativo en 157.364 andaluces, que se lo pensarían dos veces antes de elegirla como destino si su oferta se encarece.

SITUACIÓN EN EUROPA

Por otra parte, un total de 4,7 millones de personas de bajos ingresos en España no pueden permitirse ir de vacaciones. España es uno de los 16 países de la UE donde la brecha en el acceso a las vacaciones entre ricos y pobres está aumentando. Así se desprende de un estudio de la Federación Europea de Sindicatos (ETUC), realizado con datos de Eurostat, al que ha tenido acceso elDiario.es y que constata que los trabajadores que reciben un salario al nivel de la pobreza se encuentran entre los 35 millones de los europeos que no pueden permitirse unas vacaciones de verano.

Si bien el acceso a las vacaciones ha aumentado durante la última década, la mayoría de las familias de bajos ingresos siguen excluidas. En general, un 28% de los ciudadanos de la UE no pueden permitirse pasar una semana de vacaciones fuera de casa, pero eso aumenta al 59,5% para las personas cuyos ingresos están por debajo del umbral de riesgo de pobreza (60% de la mediana).

4,7 millones de españoles no pueden permitirse hacer las maletas para irse de vacaciones

La ETUC señala que la desigualdad en las vacaciones es parte de sus esfuerzos “para fortalecer el proyecto de directiva de la UE sobre salarios mínimos adecuados y negociación colectiva”, que será examinado por el Parlamento Europeo después del verano. La federación de sindicatos europeos “está trabajando con los eurodiputados para introducir un umbral de decencia en la legislación que garantizaría que los salarios mínimos legales nunca puedan ser menos del 60% del salario mediano y el 50% del salario medio de cualquier Estado miembro, lo que proporciona una aumento salarial a más de 24 millones de personas”.

En el caso de España, según los datos de Bruselas extraídos de las estimaciones de Eurostat para 2019, el organismo estadístico comunitario, habría que pasar de los 950 euros en 14 pagas a los 979 euros –de 1.108 a 1.142, si fuera en 12 pagas– si se considera el 60% del salario mediano que maneja Eurostat. Es decir, un incremento del 3%.

Si se tiene en cuenta el 50% del salario medio que usa Bruselas, sería pasar de los 1.108 euros mensuales a los 1.116 –una subida de algo menos del 1%–. 

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