En la práctica queda al servicio de la nueva residencia de estudiantes construida al amparo del PGOU de Monteseirín
El gobierno local de Sevilla, que dirige Antonio Muñoz (PSOE), ha acabado convirtiendo la única plaza existente en la barriada Elcano, la de la Marina Española, en un aparcamiento al aire libre, con quince plazas perfectamente delimitadas mediante pintura sobre el asfalto y como antesala de la nueva residencia universitaria Yugo, construida previa demolición del antiguo colegio Elcano.
La plaza de la Marina Española constituía el pórtico de acceso al colegio Elcano

y el único espacio público de cierta extensión existente en la singular barriada, tan vinculada a la historia de los astilleros sevillanos.

Delimitada por naranjos, acabó sucumbiendo a la marea negra del asfalto, pero mantenía su carácter de explanada al aire libre, no ocupada habitualmente por vehículos. En todo caso, los conductores solían limitarse a ocupar el fondo y los laterales, pero no era normal verla llena de coches
Aun asfaltada, la plaza mantenía el potencial de la segunda acepción con que se define el término en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española: «lugar donde se venden artículos diversos, se tiene el trato común con los vecinos y se celebran las ferias, los mercados y las fiestas públicas».
Ese potencial como espacio público abierto ha sido erradicado por el Ayuntamiento, el cual, tras la inauguración de la residencia universitaria Yugo, ha pintado sobre el asfalto quince plazas de aparcamiento, justo delante de la fachada del complejo estudiantil.

El número de plazas de estacionamiento incluso podría aumentar en el futuro, en cuanto se libere la parte de terreno ahora ocupada por los acopios de material para unos pisos que se van a construir en el lado Norte.

Si hace unos días veíamos cómo el Consistorio sevillano destrozó a escasos metros de este lugar la glorieta de los cipreses para dar prioridad al tráfico, ahora vemos cómo en esa misma política de priorizar los vehículos antes que los peatones y los árboles ha transformado la plaza de la Marina Española en un parking y ha perdido la gran oportunidad, si es que alguna vez pensó en ella, de reafirmarla como lugar de convivencia pública mediante la instalación de bancos, fuente, jardines, árboles y juegos infantiles.
En los años 70 del pasado siglo alcanzó cierta popularidad la canción ‘El parque’, de Víctor y Diego, que empieza diciendo: «Hay un parque aquí en mi barrio que esto no es parque ni es ná».
Parafraseando a dichos cantautores, en la barriada Elcano hay una plaza que no es plaza ni es ná: no tiene ni bancos para poder descansar.
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