Los lodos tóxicos inundarían 120 hectáreas de suelos de Cortegana y El Cerro de Andévalo si se rompiera el nuevo dique de residuos que proyecta Matsa en Valdelamusa

El agua ácida se extendería a lo largo de 16 kilómetros por el arroyo Tamujoso y de 21 kilómetros por la rivera Pelada, con calados de varios metros

La compañía minera ha simulado los efectos de una brecha de 46 metros en el dique Este y de 42 metros de anchura en el dique Oeste, emulando la catástrofe de Boliden en Aznalcóllar

La empresa Minas de Aguas Teñidas (Sandfire Matsa) ha analizado la vulnerabilidad de su proyecto de nuevo dique de residuos mineros en Valdelamusa (Cortegana, en el Norte de la provincia de Huelva) ante riesgos de accidentes graves o catástrofes como la que ocurrió en la presa de residuos de Boliden en Aznalcóllar el 25 de abril de 1998 y que pende como una espada de Damocles sobre cualquier nuevo proyecto en la minería de la Faja Pirítica. Por ello ha encargado un estudio de lo que podría ocurrir en el entorno en caso de que se rompiera el dique, oficialmente denominado ‘Instalación de Gestión de Tailings (IGT)’, aunque la empresa considera tal hipótesis altamente improbable y además se encuentra confiada en la preparación de su personal y en sus recursos técnicos para abordar un escenario de esa naturaleza.

El análisis realizado corresponde al máximo escenario de rotura posible, con el nivel
inicial de las aguas a nivel del umbral del aliviadero; con la precipitación máxima
esperable; con el caudal máximo de impulsión hacia el depósito, y desaguando por el
aliviadero. Es decir, el nivel máximo de la lámina de agua en la balsa en el momento de
la rotura es el nivel máximo alcanzable frente a un escenario meteorológico pésimo de
10.000 años de periodo de retorno, de cota 1 349,23 metros. En los cálculos realizados se ha considerado la situación pésima, es decir, suelo saturado, para la condición máxima de humedad antecedente del tramo. Se ha analizado también la simulación de la onda de rotura del dique Este y del dique Oeste y la propagación de la onda por sus respectivos barrancos: Tamujoso y Gonzalo/rivera Pelada.

El depósito IGT tiene una capacidad máxima inicial de almacenamiento según el
proyecto de unos 15 hm3. Sin embargo, el modo de operación del mismo es el de un
llenado progresivo desde coronación, con materiales estériles provenientes de las
explotaciones mineras, en el que la fracción sólida transportada cuando se realiza la limpieza de las otras balsas representa un 70% del total, siendo la fracción restante la de las aguas ácidas que se transforman en aguas sobrenadantes sobre los lodos.

Por otro lado, los lodos van sufriendo un proceso de consolidación, a la vez que las
aguas sobrenadantes un proceso de evaporación, y a la par, el cuerpo de los diques
evolucionan, desde la Fase I y II de construcción de la cota de coronación 1342, a la Fase II final a la cota de coronación 1350.

El nuevo dique, en color gris en el mapa, a la izquierda del complejo minero de Matsa

La evolución en la construcción y la operación del depósito IGT considera dos escenarios temporales con respecto a la coronación y aliviaderos, que se detallan a continuación:


a) Área de deposición a la cota de coronación 1342 m, que es un primer nivel de la
laguna operativa de la IGT, durante la fase de construcción, y en el que se utilizan
dos aliviaderos, uno para el recinto Este (Fase I) y otro para el recinto Oeste
(Fase II) de construcción, ambos aliviaderos con cota de umbral a 1341 m.


b) Área de deposición a la cota de coronación 1350 m, que es la zona de drenaje
de máxima elevación que vierte a la laguna operativa de la IGT, durante la fase
(Fase II final) de construcción, y en la que se utiliza un solo aliviadero con cota
del umbral a la 1349 m.

Esta situación final es la más comprometida, debido a que sitúa la masa de agua de la
operación del depósito en las cotas más altas respecto del pie del talud de aguas abajo.
El volumen de operación ordinario de las aguas sobrenadantes estará en un rango de
unos 400 000 m3 a 700 000 m3, pudiendo alcanzar valores extremos en situaciones
meteorológicas extremas cercanos a los 900 000 m3.

En este tipo de depósitos, hay, por un lado, una parte que es agua sobrenadante sobre
la pasta, y por otro lado, otra parte que es pasta, de la que:

– una parte está seca, próxima a la coronación.

-otra, húmeda

-otra, saturada por el nivel freático.-

-y una, finalmente, sumergida.

Los tres niveles inferiores de la pasta, citados, -húmeda, saturada y sumergida-, son volúmenes de pasta de elevada inestabilidad, por la presencia del agua.

En un escenario de rotura de los diques de un depósito de lodos, el primer fluido en
acudir hacia la fuga o brecha es el agua de menor viscosidad, es decir el agua sin
sedimentos o con muy pocos, que es la que desarrolla con celeridad la apertura de la
brecha y genera una primera onda de rotura hacia aguas abajo.

Luego, frente al vaciado rápido de las aguas debido a la rotura, se produce un descenso brusco del nivel de las mismas, induciendo también al descenso del nivel freático en los estériles en las inmediaciones de la rotura, generando la licuefacción de los materiales de la pasta, desencadenando un progresivo estado de inestabilidad y erosión retrogradante que avanza hacia el interior del vaso y produce desmoronamientos generalizados y la formación de un flujo de alta viscosidad, el cual da origen a una segunda onda, pero de lodos.

Esta génesis de la rotura produce en general un hidrograma de dos puntas: una primera, de agua sin sedimentos o con muy pocos (tiempo a la punta de unas 0,20 horas ); y otra segunda, de flujos de lodos.

La segunda punta es de menor magnitud que la primera por la mayor viscosidad del fluido (tiempo a la punta, de unas 6:00 horas), y debido también a que la energía potencial máxima que genera esta segunda onda no se corresponde con la situación inicial del nivel máximo de las aguas que desencadenan la rotura.

En consecuencia, la onda de rotura del depósito que produce las mayores superficies
de afecciones es la primera, que se abre camino hacia aguas abajo y fluidifica las
condiciones de rugosidad, por las que luego discurre la segunda onda, de menor alcance.

Por consiguiente, para el estudio de las afecciones máximas que produciría la rotura del depósito IGT hacia aguas abajo, se considera suficiente el traslado del hidrograma de rotura de la primera onda, en los kilómetros necesarios hasta que el caudal máximo de la misma se equipare con la capacidad máxima del cauce.

La curva característica de las aguas sobrenadantes del depósito, en la fase final de mayor altura, es la siguiente:

El nuevo depósito de pasta seca de la IGT, proyectado para la explotación minera de
MATSA, se sitúa inmediatamente al sur de la población de Valdelamusa, y al oeste del
depósito de pasta seca actual (DPS) e instalaciones mineras, implantado en la divisoria
de aguas formada por dos barrancos que discurren hacia el sur. Por un lado, el Barranco del Tamujoso al este, y, por otro, el Barranco de Gonzalo, al oeste, definiendo así el entorno de los dos diques de cierre de la IGT, por donde potencialmente se podría producir la rotura, conduciendo los flujos hacia los citados barrancos.

La IGT se encuentra emplazada a caballo entre la margen derecha del barranco del
Tamujoso, y la margen izquierda del barranco de Gonzalo, en consecuencia, se trata de
un terreno que presenta una pendiente descendente tanto hacia el sureste como hacia
el suroeste. La única aportación natural que recibe el vaso del depósito es la procedente de la precipitación caída sobre el propio vaso.

Consecuentemente, el llenado del depósito es artificial y se realiza mediante el bombeo
procedente de las instalaciones mineras, cuyo máximo caudal puede ascender a los 650
m3/h. Por otro lado, el vaciado de las balsas se realiza igualmente mediante un bombeo desde la obra de toma, con un caudal máximo de 250 m3/h.
El aliviadero de la IGT está diseñado para evacuar el caudal máximo de entrada por
bombeo, más la altura máxima de precipitación en 24 horas correspondiente a 10.000
años de periodo de retorno.

En una situación extrema y con el aliviadero en perfecto estado de funcionamiento
desaguaría un caudal máximo de unos 2,00 m3/s, para el que el volumen de
almacenamiento sobre el umbral del aliviadero estaría en el orden de los 143.000 m3.

Si se asume un cierto grado de obstrucción del aliviadero en la situación meteorológica
extrema, en la que el almacenamiento se incrementase en el orden de un 25%, éste
podría alcanzar valores que sumados al volumen en el umbral del aliviadero de 713.775
m3, conduciría a un volumen total de aguas sobrenadantes próximo a los 892.000 m3.
En una situación extrema de estas características, el nivel de las aguas en la balsa
podría llegar a alcanzar hasta la cota 1349,23 metros y conducir al hipotético escenario de máximo nivel de rotura del depósito.

Al estar emplazado el Depósito IGT en una divisoria de aguas, se identifican dos
potenciales caminos del flujo por la hipotética rotura del dique en dos secciones, una en el DIQUE ESTE, y otra en el DIQUE OESTE, fluyendo en el caso de rotura del dique
Este por el cauce del barranco del Tamujoso, que discurre de norte a sur en una zona
de serranía, en la que alterna zonas del cauce de mayor amplitud y zonas estrechas; y
en el caso de la rotura del dique Oeste, fluyendo por el barranco de Gonzalo hacia el
sur, incorporándose luego en la Rivera Pelada, por zonas idénticas de serranía.

Se adopta una brecha trapecial para el dique Este de 46,00 metros de ancho medio y con profundidad máxima de 32,23 metros hasta la cimentación. Y para el dique Oeste, de 42,00 metros de ancho medio y con profundidad máxima a cimentación de 22,23 metros.

El tiempo de rotura (horas) se define como el tiempo de desarrollo de la brecha, que es el tiempo que transcurre desde que se ha iniciado la brecha (o tubificación) hasta que ésta llega a su sección final. En este tiempo se produce la erosión y arrastre de material que dan lugar al aumento progresivo de la rotura.

Se ha adoptado el valor más conservador de los establecidos por las formulaciones en
la Guía Técnica para diques de materiales sueltos. Para el dique Este, de unos 8,5
minutos; y para el dique Oeste, de unos 12 minutos.

Se realizó la modelación hidráulica con la cual se estimó un modelo de deposición para representar una superficie aproximada del desplazamiento del vertido de pasta.
En las figuras siguientes se muestran las superficies ocupadas por la huella del vertido de pasta en caso de rotura del dique Este (97 hectáreas) y del dique Oeste (23 hectáreas):

Los hidrogramas de salida de las aguas ácidas de los tramos son los siguientes:
En el Barranco del Tamujoso, a los 16,20 km del Dique Este:
Caudal punta al final del tramo: 193,01 m3/segundo.
Tiempo a la punta: 2,02 horas.

En el Barranco de Gonzalo/rivera Pelada, a los 21,20 km del Dique Oeste, es el
siguiente:
Caudal punta al final del tramo: 263,11 m3/s
Tiempo a la punta: 2,00 horas.

DAÑOS POTENCIALES DE LA PASTA

Según el conocimiento actual sobre el estéril que se produce en las instalaciones de Sandfire MATSA, los parámetros que caracterizan los tailing que contendrá la IGT son los siguientes:
 Densidad específica del sólido: 4,02 t/m3.
 Densidad del tailing: 2,6 t/m3.
 Contenido de sólidos en la deposición: 64 – 70 Peso % de sólidos.
 Densidad seca del tailing: 2.1 t/m3.

La pasta quedaría expuesta en un plazo limitado de tiempo, ya que la primera actuación tras un suceso de estas características consistiría en su más pronta retirada al vaso. El alcance de la pasta en caso de rotura de los diques supondría la afección a territorio de los siguientes municipios:

-Dique Este: Ocuparía una superficie de 60 ha en el término municipal de Cortegana y de 23 hectáreas en el TM de El Cerro del Andévalo.

-Dique Oeste: Afectaría a 22 ha del término de Cortegana.

La afección a las diversas infraestructuras por la huella de cada dique se muestra en la siguiente tabla:

Además de las consecuencias generadas por el corte e interrupción de las vías, existiría la posibilidad de que se vieran afectadas directamente vidas humanas, dependiendo del momento y hora en que se produjera el accidente y la concurrencia del uso de estas vías en dicho momento, así como la presencia de los propios operarios de la mina en el entorno de la IGT, si el accidente se produjera en horario laboral.

Con respecto a la afección a infraestructuras, el impacto se considera negativo, con una alta intensidad. El momento del impacto se produciría de forma inmediata, no sinérgico y acumulativo, con efecto directo. Con la aplicación de medidas correctoras podría ser reversible y mitigable en el medio-largo plazo, por tanto se considera de carácter SEVERO.

Si el efecto pudiera afectar directamente a vidas humanas el impacto se considera CRITICO.

Otro de los efectos principales es el impacto económico sobre las actividades productivas que desarrolla la población en los territorios afectados.
Este tipo de accidentes supone las pérdidas económicas por el mismo cese de actividades, ya sea de la actividad minera o de la agraria (sistemas agroforestales), que serían las que principalmente están vinculadas a este territorio. Ante el accidente verían imposibilitada la continuidad de su producción, así como la pérdida de las cosechas correspondientes, tanto actuales como futuras en un plazo dilatado, suponiendo pérdidas en términos económicos y de empleo difíciles de cuantificar.

Dichas circunstancias se producirían de forma inmediata tras el vertido de la pasta, pero sus efectos serían a largo plazo considerando el lixiviado que permanecería en el terreno durante más largo plazo y se restablecieran las condiciones necesarias
para iniciar las actividades con garantías nuevamente.

La propia empresa Sandfire MATSA que explota las minas de Aguas Teñidas, Magdalena y Sotiel, sería una de las principales perjudicadas ante un accidente de esta magnitud, por lo que además de la propia producción, se podría ver afectado el empleo de los 726 trabajadores con los que cuenta en sus instalaciones.

DAÑOS POTENCIALES DEL AGUA ÁCIDA

El alcance de onda de vertido del agua ácida es mucho mayor que el de la pasta
teniendo en cuenta la densidad del agua y su bajo contenido en sólidos, lo cual facilita su desplazamiento y canalización a través de la red fluvial. Además de Cortegana y El Cerro del Andévalo, ya mencionados, la rotura del dique Este afectaría adicionalmente a los siguientes términos municipales:

Al igual que para el vertido de pasta, la avenida que generaría la onda de aguas ácidas no afectaría a ningún núcleo de población ni a poblaciones en diseminado de los municipios de La Zarza-Perrunal y Calañas.

A través del barranco del Tamujoso: Los daños potenciales derivados de la rotura del dique Este se refieren a algunas infraestructuras construidas sobre el terreno, como caminos, vías del ferrocarril, la presa del embalse del Tamujoso, la carretera HU-5101 Cerro Andévalo a Calañas, zonas de cultivos en ambas márgenes.
Concretamente, las infraestructuras identificadas en el tramo son las siguientes:
 Vías del FFCC Adif.
 Camino de servicio a las instalaciones mineras de MATSA.
 Vías del FFCC Adif en el tramo entre las estaciones de Valdelamusa a El Tamujoso.
 Presa del Embalse del Tamujoso.
 Camino del Tamujoso a San Miguel.
 Edificación/vivienda de uso residencial y agrario.
 Puente de la Carretera HU-5101 Cerro Andévalo a Calañas.
 Zonas de cultivo en ambas márgenes.
 Caminos varios de acceso a parcelas de uso agrario.


De los daños potenciales citados, los más relevantes se centran en las infraestructuras
siguientes, que detalladas desde aguas arriba hacia aguas abajo serían las siguientes: i) las vías del FFCC que se ven inundadas en un tramo de unos 1 000 m de longitud, ii) el
sobrevertido por la coronación de la Presa del Embalse del Tamujoso, iii) Edificaciones
de uso agrario y vivienda de uso residencial, y iv) el puente de la carretera HU-5101
Cerro Andévalo a Calañas, en el que las aguas alcanzan al cordón inferior de las vigas
del puente, y generan la sobreelevación hacia aguas arriba.

Hay que destacar que el embalse del Tamujoso (en la parte inferior del mapa sobre estas líneas y al que llegarían las aguas ácidas en caso de rotura del dique de residuos mineros) abastece de agua potable al municipio de El Cerro de Andévalo, distante del mismo unos 3.330 metros.

Además, en el Plan de Sequía de la empresa gestora de aguas de la mayor parte de la provincia de Huelva, Giahsa, aparece incluido este pantano en el epígrafe 6.2.6 ‘Infraestructuras en situaciones de emergencia’, en los siguientes términos:

«GIAHSA cuenta con infraestructuras que pueden permitir un abastecimiento alternativo en situaciones de emergencia, pertenecientes en algunos casos a antiguos abastecimientos procedentes de pequeños embalses.
Sin embargo, es importante matizar que no toda esta infraestructura se encuentra
disponible de forma inmediata, siendo necesario realizar obras para su puesta en
funcionamiento. A continuación se indican las infraestructuras existentes, identificando
aquellas que se encuentran disponibles:

A través del barranco de Gonzalo/rivera Pelada:

Esta rivera discurre a unos 613 metros de distancia de uno de los extremos del casco urbano de Cerro del Andévalo, tal como puede apreciarse (raya amarilla) en este mapa satelital de Google:

Las infraestructuras que Matsa incluye como afectadas por las aguas ácidas de un hipotético vertido de aguas ácidas por la rotura del futuro dique de residuos mineros en este tramo son las siguientes:
 Carretera HU-6102 Calañas-Valdelamusa.
 Edificaciones de uso agrario.
 Edificación y vivienda de uso residencial, y accesos.
 Puente de la Carretera HV-1421 de San Telmo.
 Camino de acceso a Dehesa de Abajo.
 Caminos de acceso a parcelas de uso agrario.


De los daños potenciales citados, los más relevantes se centran en las infraestructuras
siguientes, que detalladas desde aguas arriba hacia aguas abajo, serían: i) la carretera
HU-6102, que dispone de tan solo una obra de drenaje, por lo que las aguas de la onda
de rotura superarían la calzada en una extensión de unos 400 m de longitud, ii)
edificaciones de uso agrario y vivienda de uso residencial, iii) el puente de la carretera
HV-1421 de San Telmo, en el que las aguas alcanzan al cordón inferior de las vigas del
mismo y generan la sobreelevación hacia aguas arriba.
Por otro lado, en ambas márgenes la masa de agua se desplazaría sobre parcelas de
uso agrario situadas en forma dispersa.

El nuevo dique de residuos mineros de Matsa en Valdelamusa tendrá 20 metros de altura

  • El plazo administrativo para presentar alegaciones a este proyecto expira el 13 de septiembre de 2023.

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