Atarazanas: Arte contemporáneo versus contenido marítimo o de historia local

El consejero de Cultura de la Junta de Andalucía reconoce en el Parlamento que todavía no sabe qué contenidos albergarán los antiguos astilleros medievales sevillanos

El consejero de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, Arturo Bernal, ha afirmado en la comisión correspondiente del Parlamento andaluz que cuando finalicen las obras de las Atarazanas será cuando el Gobierno andaluz aborde con la Fundación La Caixa, entidad concesionaria del espacio por un plazo de 75 años, los contenidos de que serán dotados los antiguos astilleros medievales de Sevilla.

El diputado socialista por Sevilla Rafael Recio recriminó al consejero que los miembros de la Comisión y el sector cultural en su conjunto conociesen «a través de la prensa» los «propósitos» de la Consejería de Cultura con relación al Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC). Señaló que según tales publicaciones periodísticas la Consejería de Cultura «baraja» trasladar los fondos del CAAC a las Reales Atarazanas, cuya utilización como nuevo espacio cultural supone una reivindicación histórica de Sevilla.

Recio reprochó al consejero su «falta de transparencia», su «mercadeo con el arte contemporáneo» y su «menosprecio al CAAC», un centro cultural que a su entender está amenazado de sufrir una «estocada» con el mencionado planteamiento de traslado de sus fondos, lo que le ha llevado a avisar de que «en Sevilla», la política cultural del Gobierno andaluz del PP «genera desconfianza».

El antiguo monasterio de la Cartuja, sede del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo

Rafael Recio ha defendido que el CAAC conserve plenamente sus contenidos y que las Reales Atarazanas sean destinadas, según lo anunciado, a exponer el legado de la «Sevilla del siglo XVI», la navegación y el papel de la ciudad en la Era de los Descubrimientos. «Tiene todo el sentido», enfatizó al recordar que dicho recinto constituye una herencia de la «industria naval» de la época.

BERNAL NIEGA «INTERÉS OCULTO»

Por si parte, el consejero Bernal ha negado cualquier interés «oculto» por actuar contra el CAAC y defendido que su Departamento promueve actualmente un proyecto de rehabilitación y adecuación del Pabellón del Siglo XV de la Exposición Universal de 1992 como almacén visitable y sala de exposiciones de la colección permanente del citado centro. Según ha esgrimido, tiene presupuestadas inversiones previstas de unos cinco millones de euros, la mayor parte vinculadas al mencionado proyecto del Pabellón del Siglo XV, destinado a que el CAAC cuente con toda la «dimensión» que merece.

Bernal ha replicado a Recio que no debe preguntarle a él «lo que querían decir los medios de comunicación» en las publicaciones citadas por el diputado socialista, alegando que ni él ni sus «colaboradores» han manifestado comentario alguno sobre el planteamiento de tales informaciones «en el Parlamento, la Comisión (de Cultura) o ruedas de prensa». «Eso no ha salido de nosotros», ha dicho.

Arturo Bernal, consejero de Cultura de la Junta de Andalucía

En el siguiente turno, Rafael Recio ha reclamado al consejero que entonces aclare si «niega rotundamente las publicaciones en la prensa sobre las intenciones de la Consejería de trasladar a las Atarazanas los fondos del CAAC» y le ha solicitado una «rectificación», en especial ante el sector de la cultura.

En su respuesta, Bernal ha vuelto a lamentar que Recio sostenga su intervención en «una información que no ha salido» de la Consejería, avisando de que su función no es «responder a todos los bulos que salen permanentemente en los medios de comunicación».

LOS «USOS» DEL CAAC

En cualquier caso, ha asegurado que su Consejería no tiene «ninguna intención de sacar fondos del CAAC» y precisado que la idea es que el recinto acoja además «otros tipos de usos» culturales, como ya sucede en el Centro de Creación Contemporánea C3A de Córdoba.

Y respecto a las Atarazanas, el consejero ha expuesto que en estos momentos, su «principal objetivo» es la finalización de las obras promovidas por la Fundación La Caixa, como adjudicataria de la gestión de este monumento de titularidad autonómica, para la rehabilitación del mismo y su adecuación como nuevo espacio cultural.

«Cuando terminen las obras, ya veremos cómo y qué contenidos damos a este espacio», ha manifestado finalmente el consejero Arturo Bernal.

DEBATE

De las palabras del consejero se colige que la Junta no tiene un modelo museístico ni museológico para las Atarazanas después de tantos años de abandono y de polémicas a raíz de su cesión a la Fundación La Caixa, el capotazo de ésta para apostar por el CaixaForum en la isla de la Cartuja y los cambios en el proyecto de restauración que redactó el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra tras la demanda que interpuso ante los tribunales la asociación conservacionista Adepa.

Antes de lanzarse a la rehabilitación de un edificio que se destinará a museo o espacio museístico se debe saber su uso y las necesidades que requerirá. Es de sentido común, por lo que el limbo en que se halla la Junta de Andalucía es enormemente preocupante.

Una de las naves de las Atarazanas

Como el consejero admite que carece de modelo, es creíble cualquier posibilidad, incluso la de trasladar allí, a un espacio ocho o diez veces menor que el que ocupa en la Cartuja, el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo o convertir las Atarazanas en un CAAC bis o un mini CAAC con tal de ahorrarse el chocolate del loro, de ahí el debate que se ha suscitado en la ciudad y la inquietud trasladada al Parlamento.

En un reciente informe publicado por ABC con el título ‘Rechazo a un museo de arte moderno en las Atarazanas: «Sería beber coca-cola en una copa de champán», que incluía las opiniones de diversos expertos y gestores culturales, podía leerse lo siguiente: «La hipótesis que parece contar con más adeptos en la Consejería de Cultu-
ra y en la Fundación Cajasol, que gestionará el espacio en virtud de los convenios entre la Administración andaluza y la Caixa, es la de un museo de arte contemporáneo. La Consejería de Cultura, que ya no es sólo de Cultura sino también de Turismo y Deporte, no se pronuncia, no obstante, y dice oficialmente que es «una más de las posibilidades».

En el curso de este debate, creo recordar que ha sido el arquitecto José García Tapial el que se ha preguntado cuántos visitantes podría atraer un museo de arte contemporáneo en las Atarazanas y cuántos reciben en otras ciudades los de este tipo. En el siguiente cuadro podemos ver las cifras que he podido averiguar sobre el número de visitas a tres clases de museos, como los que «a priori» podrían instalarse en los antiguos astilleros sevillanos: de arte contemporáneo, marítimos y dedicados a la propia ciudad sede o de historia local.

Si el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla ya recibe 163.000 visitas pese a ubicarse en un sitio excéntrico como la isla de la Cartuja, ¿qué sentido tendría trasladar sus colecciones a un espacio mucho menor y limitado técnicamente como las Atarazanas, en vez de diversificar la oferta cultural de la ciudad con algo diferente y más en sintonía con el propio monumento y su historia vinculada a la navegación?

Interior del pabellón de la Navegación de la Expo-92

El historiador y académico Pablo Pérez-Mallaína ha recordado que el equivalente a lo que podría hacerse en las Atarazanas, el pabellón de la Navegación de la Exposición Universal de 1992, fue el más visitado de la Muestra. Por su parte, el catedrático de Historia del Arte y experto cultural al que recurrió Zoido durante su mandato como alcalde, Benito Navarrete ( a él se debió la declaración de la colección artística municipal como Colección Museográfica de Andalucía), ha puesto de ejemplo el Museo Marítimo de Barcelona y recordado que en la colección artística del Ayuntamiento de Sevilla hay más de mil piezas que podrían ubicarse en las Atarazanas.

Galera real en el Museo Marítimo de Barcelona

Del Museo Marítimo barcelonés cabe destacar que el 95% de sus visitantes son extranjeros, por lo que uno equivalente en los antiguos astilleros medievales sevillanos podría convertirse en un importante foco de atracción para los turistas foráneos y contribuir a que incrementaran el tiempo de estancia en nuestra ciudad.

SILENCIO DEL GOBIERNO LOCAL

En toda esta polémica destaca el clamoroso silencio del gobierno local y del alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, máxime cuando el regidor destacó en su campaña electoral por su propuesta de trasladar el Museo de Bellas Artes al edificio de la antigua Fábrica de Tabacos de la calle San Fernando, sede principal de la Universidad Hispalense y de su Rectorado, y pese a que el Ayuntamiento carecería de competencias al respecto: https://www.manueljesusflorencio.com/2022/09/las-ideas-afrancesadas-del-pp-sevillano-del-pompidou-en-la-puerta-de-la-carne-al-louvre-en-la-fabrica-de-tabacos/

El Ayuntamiento, aunque no tenga las competencias sobre las Atarazanas, debe ser actor necesario en este debate y en este proyecto, entre otras razones porque su colección artística, declarada Colección Museográfica de Andalucía, es invisible, ya que está depositada en los almacenes del Museo de Artes y Costumbres Populares y en unas naves de La Rinconada donde también se han trasladado los fondos del Museo Arqueológico con motivo de su restauración.

José Luis Sanz, alcalde de Sevilla

Más del 70% de las piezas de la colección municipal datan de la misma época que las Atarazanas, por lo que se da una ocasión única de contemplar allí el patrimonio histórico-artístico del Ayuntamiento contextualizado en un edificio emblemático.

Contrasta el silencio del ya alcalde, quizás para no poner en compromiso alguno a su correligionario el consejero de Cultura de la Junta de Andalucía, con el pronunciamiento de su antecesor y portavoz del grupo municipal Socialista, Antonio Muñoz, que parece haber asumido el rol de abanderado de la cultura sevillana tras las rectificaciones en la materia a que se ha visto obligado Sanz (aplazamiento del Festival de Cine y otros).

Muñoz ha mostrado su «preocupación» por la «incertidumbre» respecto al futuro del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) y ha reprochado la «escasa información y la falta de transparencia» por parte de la Junta. «El posible traslado del CAAC a las Atarazanas no tiene ni pies ni cabeza», ha apostillado.

Antonio Muñoz, reunido con  con representantes del Instituto de Arte Contemporáneo

En un audio remitido a los medios de comunicación tras una reunión con el Instituto de Arte Contemporáneo, Muñoz ha aseverado que las Atarazanas deben ser, una vez culminada la obra, «un equipamiento cultural con vocación de Latinoamérica, vinculado al descubrimiento de América».

«El CAAC tiene que seguir siendo un equipamiento vinculado a las vanguardias y al arte contemporáneo, entre otras cuestiones porque sería cambiar los 10.000 metros cuadrados vinculados al arte contemporáneo que tiene actualmente a escasamente 1.000 metros que ofrecerían las Atarazanas una vez culminada la obra», ha recalcado el socialista, subrayando que Sevilla «no puede perder un equipamiento de estas características.

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