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Farolas

Dicen que en cumplimiento de una promesa, más postelectoral que electoral, Zoido va a gastarse 150.000 euros en reubicar en parques del extrarradio las farolas de la Alfalfa, la Pescadería y el Pan y sustituirlas por las tradicionales de estilo fernandino, como las del Salvador. Particularmente, nunca me gustó el mobiliario urbano de Monteseirín en el Centro, por creer que desentonaban claramente con su entorno, aunque respeto a quienes opinen lo contrario, pero aunque pudiera apoyar esta decisión del alcalde me parece perfectamente aplazable a otro momento sin las angustias económicas del presente. En una ciudad en la que se acaba de rebasar la barrera de los 90.000 parados y donde se han recortado o eliminado partidas de carácter social como el bonobús solidario con el argumento de la crisis, destinar 150.000 euros a cambiar de sitio unas farolas que aún funcionan supone, además de un gasto superfluo,  incurrir en una absoluta confusión sobre el actual orden de prioridades. La decisión de Zoido en plena crisis es tan antiestética como las propias farolas.

 

Larra se habría quedado corto en Sevilla

Un vecino de Sevilla llamado Alejandro Blanco Rodríguez pero que lo mismo podríamos ser usted o yo lleva seis años esperando que Urbanismo le resuelva una reclamación patrimonial por los daños sufridos en su automóvil a causa de un socavón en la vía pública. El Ayuntamiento intentó aburrirle exigiéndole incluso que aportara testigos de la incidencia. No se desanimó y le llevó cuatro. Y, desde entonces, la callada por respuesta. Y es que los 500 funcionarios de la Gerencia están demasiado ocupados redactando para el delegado de Urbanismo borradores de Ordenanzas Fiscales que rebrincan a la CES y que luego no se aplican. Por eso no han tenido aún tiempo de atender la ‘minucia’ de 69,33 euros de don Alejandro. Así funciona, es un decir, el sistema. Larra acuñó lo del ‘vuelva usted mañana’ para referirse a las ventanillas de la Administración. En Sevilla se habría quedado corto: por ahora van seis años. Y lo que queda.

Arboles

Me he leído las 23 páginas de la nueva Ordenanza de Arbolado, Parques y Jardines Públicos en el municipio de Sevilla que ha redactado el gobierno de Zoido y que no han suscitado excesivo entusiasmo, sino más bien lo contrario, entre las asociaciones protectoras de las zonas verdes. El problema no son las Ordenanzas, donde teóricamente se protege todo lo protegible, se prohíbe todo lo prohibible y se sanciona todo lo sancionable, sino el desprecio al árbol innato en nuestro incivismo y que acabarán por convertirlas, como las anteriores, en papel mojado.

Hace unos años pudieron verse imágenes de una calle de París, cercana a la sede de la Unesco, toda levantada por obras. Lo que más me llamó la atención era que el tronco de todos y cada uno de los árboles había sido rodeado por un perímetro de tablones que llegaban hasta la cruz, desde donde partían las ramas, de forma que quedaban protegidos ante cualquier golpe accidental de los albañiles y/o de su maquinaria. Pues bien, similar protección del arbolado durante la ejecución de obras se decreta en el artículo 14 de las Ordenanzas de Sevilla, pero ¿ha visto alguien alguna vez que esta medida se haya aplicado durante la infinidad de obras acometidas en los últimos años en nuestra ciudad?

Durante el anterior mandato municipal se dio bula a los ciclistas, o si no ellos se la tomaron debido al interés político en fomentar el uso de la bicicleta para justificar la inversión (bien hecha, por otra parte) en la red de carriles bici, para que ataran sus vehículos de dos ruedas a cualquier tipo de soporte vertical en la vía pública. De las señales de tráfico y farolas se pasó sin solución de continuidad a  troncos de los árboles, especialmente de naranjos, que acabaron presos, y con la corteza dañada, de las cadenas antirrobo. Sobre el papel de la Ordenanza se trata de una práctica prohibida. ¿Quién la respeta y quién la hace respetar?

Monteseirín, que se las daba de progresista y moderno, fue tan bárbaro que en vez de trasplantarlos, como se habría hecho en una urbe civilizada, cortó a ras de suelo (lo vieron mis ojos) todos los naranjos de la Plaza Nueva, considerados un obstáculo durante los trabajos para el nuevo enlosado perimetral.

Así que yo, más que artículos sobre la tala y abatimiento en las Ordenanzas, le pediría a Zoido que cumpliera a rajatabla una de aquellas promesas que hizo cuando estaba en la oposición: para cortar un árbol en Sevilla será condición ‘sine qua non’ el permiso previo y por escrito del alcalde.

Etiquetas

El día en que inauguró el parque Vega de Triana, Zoido hizo un llamamiento contra el vandalismo. En este sentido, serían dignas de imitación las campañas de etiquetado del mobiliario urbano con su precio de adquisición para prevenir actos vandálicos y que, entre otros, han realizado ayuntamientos como el de Pamplona y el de Miajadas (Cáceres). Con el lema ‘Cuidar tu ciudad no te cuesta nada, a Pamplona 1.500.000 euros’, escolares pamplonicas colocaron gigantescas etiquetas que llevaban impreso el coste de bancos, farolas, papeleras….Además, las colocaron, a modo de pegatinas, en las zonas verdes para indicar el desembolso que supone al Lipasam de la ciudad de los sanfermines la retirada de los excrementos de perros, y en paredes y monumentos, para que la gente supiera el importe de  la factura de eliminar las pintadas. Claro que, bien mirado, Zoido ha ido mucho más lejos que sus homólogos de Pamplona y Miajadas: ha inaugurado el nuevo parque Vega de Triana sin bancos, farolas y papeleras. Así también se ha ahorrado el coste de las etiquetas antivandálicas.

 

El sapo de Goro

El presidente de la Autoridad Portuaria de Sevilla, Manuel Fernández, un guerrista que nadie sabe aún cómo se mantiene en el cargo con el Gobierno de mayoría absoluta de Mariano Rajoy (si la política es un arte, Fernández es, desde luego, todo un artista de la supervivencia) le ha puesto la cara colorada al chico para todo de Zoido y delegado multiusos del Ayuntamiento, Gregorio Serrano. Goro, para tratar de justificar el retraso de siete meses en la inauguración del inacabado muelle de Nueva York, se inventó que el puerto había pedido a última hora un cerramiento. Manuel Fernández, tan adusto como siempre, le respondió en público y ante todos los medios de comunicación que no sólo él no había pedido cerramiento alguno, sino que estaba previsto desde el principio en el proyecto original, así que las reclamaciones al maestro armero, pero nunca a él. Gregorio tuvo que balbucear otra coartada para no revelar lo inconfesable: que había que poner siete meses de por medio con la era Monteseirín para que nadie asociara la obra con el antiguo alcalde, sino con el nuevo.

 

Tachuelandia

Caso verídico, como habría dicho Paco Gandía, ocurrido durante el ‘puente’ del 12 de octubre: una turista tropieza en una de las innumerables tachuelas clavadas como carrera de obstáculos en el suelo de la Avenida y un ciudadano atento la salva de que caiga de bruces sobre las vías del tranvía. Pues esto no va a ser nada con la que se puede liar a cuenta de la Ordenanza de Veladores, que obligará a los bares a acotar las zonas de terraza y los pasillos peatonales de 1,5 metros (es muy poco, pero menos da una piedra) con más tachuelas todavía, las cuales además deberán llevar en relieve el escudo del NO8DO homologado por el Ayuntamiento. Fedeme, la patronal del Metal, agradecida le va a poner sendos pisos a Vílchez y a Zoido, por el gran negocio que se le viene encima. Contaban Estrabón y Plinio el Viejo en la antigüedad que la masa forestal de Hispania era tal que una ardilla podía recorrer de punta a punta la Península sin bajarse de los árboles. Mutatis mutandi, aquí más pronto que tarde podrán cruzar el Centro de Sevilla saltando de tachuela en tachuela.

 

Ciudad Expo

También este año se conmemora el XX aniversario de Ciudad Expo, aquellas 1.918 viviendas que sirvieron de alojamiento para los comisarios, técnicos y demás personal vinculados a la Muestra Universal del 92. El exalcalde de Mairena del Aljarafe, Valeriano Ruiz, ha recordado en un artículo cómo una noche, a principios de 1989, la plana mayor de la Sociedad Estatal acudió a verle a su despacho en busca de 400.000 m2 edificables que precisaban ( y que Valeriano tenía en la Hacienda Cavaleri) para levantar el equivalente al Heliópolis de 1929 porque el Ayuntamiento de Sevilla no les proporcionaba el terreno necesario. Sí, la Organizadora le había echado el ojo a Los Bermejales, entonces por desarrollar, pero se encontró dentro del Consistorio con el boicot de Urbanismo porque la operación habría favorecido los intereses de la Caja de Ahorros San Fernando y no los de El Monte, donde con el tiempo se produciría cierto desembarco. Así fue cómo otra de las rivalidades cainitas en la ciudad que al final perdió sus dos Cajas privó a Sevilla de una inversión multimillonaria.

 

Problemas de agenda

Sólo en una ciudad tan surrealista como Sevilla puede darse el caso de que en menos de una semana se abran al público dos zonas verdes como el parque ‘Vega de Triana’ (Charco de la Pava) y el ajardinado muelle de Nueva York, que llevan terminados desde hace doce y siete meses, respectivamente, pero cuya inauguración ha sido retrasada por, eufemísticamente, “problemas de agenda” de la clase política, que sigue demostrando que subordina los intereses de los ciudadanos y la integridad de los equipamientos públicos a los suyos propios.

El muelle de Nueva York se inaugura hoy oficialmente tras siete meses en espera de que los responsables del Ayuntamiento y de la Junta de Andalucía, copartícipes del Plan Turístico de Sevilla del que aquél forma parte, encontraran un hueco en sus respectivas agendas para coprotagonizar la foto del corte de la cinta inaugural. Quiere ello decir que desde el mes de marzo, con la tópica primavera sevillana, tanto los nativos como los turistas que nos visitan, sobre todo lo de alto poder adquisitivo que han desembarcado de los grandes cruceros que han atracado durante este periodo en el colindante muelle de las Delicias, podrían haber disfrutado de los jardines, arboleda (aún sin mucha copa, todo hay que decirlo), pérgolas y equipamiento complementario de un área que permite prolongar y conectar el Paseo Alcalde Marqués del Contadero y la Torre del Oro con el Paseo y Jardines de las Delicias, el muelle homónimo y el Parque de María Luisa.

ESPACIO VEDADO

Sin embargo, durante la primavera y el verano el muelle de Nueva York ha estado vedado a sevillanos y visitantes pese a haberse invertido en el mismo más de dos millones de euros de los contribuyentes y pese al riesgo de que se deteriorara todo el conjunto como consecuencia del abandono a su suerte, la falta de vigilancia y el vandalismo habitual, esta gran lacra de Sevilla para vergüenza de todos.

La ‘sui generis’ explicación de que como las elecciones autonómicas se celebraron en marzo y los nombramientos de los cargos públicos de la Junta se demoraron no se han podido cuadrar las agendas de unos y otros hasta hoy carece de la más mínima lógica (siete meses de plazo para hallar un hueco son a todas luces excesivos) y demuestran las rivalidades y celos entre los miembros de la clase política, que anteponen el salir en la foto a cualquier otra consideración, como ya dieron cumplida muestra al pelearse por el sitio en la comisión parlamentaria de investigación sobre los ERE porque de su ubicación en la sala dependía que salieran más tiempo o menos en las imágenes de los telediarios.

DUREZA ARQUITECTÓNICA

Así pues, las fuentes, pérgolas, bancos, papeleras, farolas, parterres, árboles, flores, plantas y kioscos de madera han sido condicionados a que las secretarias de sus excelencias los coordinaran entre ellas para que los comunes de los mortales puedan, por fin, darle un poco de vida a la margen izquierda del Guadalquivir, ese río denominado ‘calle ancha’ de la ciudad y que los políticos, por más promesas que formulan en las campañas electorales (no hay ninguna últimamente donde no reiteren la implantación de un servicio de bus fluvial) y por más medidas que se planteen en los planes generales de ordenación urbana, siguen siendo incapaces de aprovechar en todo su potencial.

La adecuación del muelle de Nueva York es fruto del Plan de Desarrollo Turístico 2006-2009 para Sevilla, dotado con un presupuesto de 22 millones de euros. El Consejo del Consorcio de Turismo, integrado por la Junta de Andalucía, la Diputación Provincial, el Ayuntamiento, la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES) y la Cámara de Comercio acordó que las actuaciones se centraran en la ampliación de la oferta turística en torno al eje del río Guadalquivir.

Heredero de la etapa de Monteseirín al frente del Ayuntamiento, la ‘adecuación’ del muelle en la rampa de conexión al puente de San Telmo, los bancos de granito y otros elementos de similar dureza arquitectónica, tales como las losas de la Avenida y entorno de la Plaza Nueva, contrasta con la sencilla elegancia y aparente ligereza, dentro de su modestia, del borde superior y de los bancos del Paseo de las Delicias, hechos de ladrillo y que podrían datar de los tiempos de la Gran Exposición Iberoamericana de 1929. Es la diferencia entre la ‘antigüedad’ representada por la arquitectura regionalista y la ‘modernidad’ según Monteseirín. Ladrillo sevillano frente al granito al modo escurialense.

Como el gato escaldado del agua huye, el gobierno de Zoido ha preferido renunciar de momento a la colocación de otro mosaico, de veinte metros de longitud, que habría representado una alegoría del río Guadalquivir, con tal de no enfrentarse a una posible nueva polémica como la surgida a cuenta del mural proyectado en la zapata de la calle Betis.

SIN ARTESANOS

Lamentablemente, el dinámico delegado de Empleo, Economía, Turismo y Fiestas Mayores, Gregorio Serrano, uno de los pocos ediles que están respondiendo a las expectativas depositadas en él por Zoido, aún no ha podido cerrar un acuerdo para el traslado al muelle de Nueva York de los artesanos asentados desde hace años en la antigua Lonja del Postigo y cuya presencia aquí habría revalorizado enormemente este espacio al dotarlo de un foco de atracción ciudadana y turística del que hasta ahora carece prácticamente toda la margen izquierda del río, ya que la derecha está ocupada por los clubes deportivos y, por tanto, privatizada ‘de facto’ gracias al beneplácito de Monteseirin. Este prorrogó la concesión a aquéllos cuando expiraba durante su mandato y cuando tuvo la oportunidad de recuperar la ribera para todos los sevillanos, tal como se planteaba en las primeras directrices del Plan General de Ordenación Urbana de 2006.

En toda la margen izquierda del Guadalquivir carece Sevilla de elementos de captación de público que le den vida, a diferencia, por ejemplo, de los muelles del río Sena en París, con sus típicos ‘bouquinistas’, o de los del río Tíber, en Roma, con su heterogénea mezcolanza de puestos artesanos y de terrazas al aire libre con gastronomía popular. El segundo fracaso en la construcción del Acuario ha frustrado una gran posibilidad en este sentido.

VEGA DE TRIANA

“La inauguración se realiza ahora por motivos de agenda”. Con estas palabras trataba de justificar el pasado martes el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), Manuel Romero, el retraso en un año de la apertura pública, en acto coprotagonizado con Zoido, del parque ‘Vega de Triana’, en el área conocida como Charco de la Pava. Esta gran zona verde colindante con el arrabal, de 80 Has. de superficie, estaba prevista en el PGOU y se incluyó en el convenio firmado en el mandato anterior por el Ayuntamiento y la CHG para la ejecución de un plan de restauración hidrológica-forestal y de protección de cauces. Ha costado unos 18 millones de euros, financiados al 70% por la Unión Europea a través de los Fondos Feder.

En este potencial Alamillo ‘bis’, para cuya defensa de las avenidas del Guadalquivir se ha elevado artificialmente hasta 8,5 metros la franja de terreno colindante con el río de manera perfectamente integrada en el paisaje, se han plantado 3.229 árboles, 24.850 arbustos y 180.000 m2 de pradera, y se han construido más de 4.000 metros de carril bici. Ha obligado también a la construcción de una compuerta en el histórico muro de defensa contra las crecidas del Guadalquivir, con la doble función de permitir el acceso directo bajo el mismo del vecindario de Triana sin necesidad de arriesgarse a cruzar por medio del intenso tráfico que circula en la parte superior, y de blindar al arrabal en caso de amenaza de inundación.

PARQUE/PARKING

Una de las peculiaridades del ‘Vega de Triana’ es que se trata de un parque/parking, dos término antitéticos por naturaleza pero de obligada conjugación en este caso porque el espacio teóricamente verde ha de convertirse en el aparcamiento auxiliar de la Feria durante semana y media en el mes de abril. Esta función supuestamente subordinada ha condicionado su diseño, hasta el punto de que los árboles se han plantado dejando espacio suficiente para el estacionamiento de los vehículos (veremos cuántos acabarán impactados por los mismos) y de que haya mucho más albero que pradera, para uso de los automovilistas.

El parque/parking ‘Vega de Triana’ llevaba un año terminado, pero el Ayuntamiento no encontraba un hueco en su agenda para que Zoido se hiciera la foto junto al presidente de la CHG debido a razones puramente crematísticas. Recepcionarlo oficialmente de manos de la Confederación le habría supuesto asumir los costes de mantenimiento, cifrados en 480.000 euros anuales.

Así que, para ahorrar y pese al vandalismo y la botellona que ya campan a sus anchas tal como denunciaron los vecinos, el Consistorio no sólo ha diferido durante un año su apertura oficial al público, sino que también ésta se ha hecho aun cuando la zona verde no ha sido dotada de bancos, farolas, fuentes y papeleras.

¡Las vueltas que da la vida! Zoido basó su campaña contra Monteseirín para llegar a la Alcaldía en la micropolítica, en la denuncia pública de la falta de papeleras en Los Remedios y de bancos en Bellavista, y ahora va e inaugura 80 Has. de parque donde no coloca ni un solo elemento de mobiliario urbano. Así pues, la micropolítica de Zoido consiste ahora en hacer justo lo contrario de cuando estaba en la oposición: ahorrarse aquello cuya ausencia o deterioro pregonaba. Si no hay ni bancos ni papeleras nunca se podrán deteriorar, ni Espadas retarlo a reponerlos en su lugar como hizo él con Monteseirín.

Especial

Paracelso dijo que sólo la dosis determina que una cosa sea o no veneno. Veladores en su justa proporción incrementan el encanto de los espacios públicos. Exceso de veladores producen el efecto contrario. Y los 10.000 autorizados por el Ayuntamiento (más los ilegales) proyectan una imagen de casi zoco medieval. Ahora, Max Vílchez ha recalificado, el verbo más conjugado por los delegados de Urbanismo, una veintena de calles como de categoría especial a efectos del sablazo en el cobro de tasas. Arguye el hombre que proclama su desapego de los  campanilleros que se trata de una medida justa, debido al incremento de los servicios de limpieza y seguridad, entre otros. Aparte de ese cajón de sastre vacío llamado ‘entre otros’, ¿alguien ha visto algún policía los fines de semana velando, nunca mejor dicho, por las calles declaradas ahora como integrantes de la Champions League urbana? Pidamos a Max que se deje de eufemismos. El Consistorio, que ha propiciado el negocio dando permisos a mansalva, lo que en realidad quiere es su parte de la tarta. O del velador.

 

La alfombra roja de Zoido

La ‘fuga’ de Decathlon, de la que se culpan el Ayuntamiento y la Junta, pone en evidencia las contradicciones del gobierno local y ha dado munición al presidente de la CES, Miguel Rus, para su sonada andanada contra Zoido.

El alcalde y su delegado de Urbanismo, Maximiliano Vílchez, sostienen que si el Consistorio ha iniciado ahora y no antes la modificación puntual del PGOU para permitir en la Cartuja comercios como el ya dejado escapar de la multinacional francesa ha sido por:

1) La Junta lo tenía bloqueado porque debía darle luz verde.

2) El Gobierno autónomo no dijo anteriormente que aprobaría la modificación.

3) El proyecto había sido desechado por Monteseirín.

MODIFICACIÓN DEL PGOU

Argumentos inconsistentes. Conociendo al personaje, que  se dedica a enviar mensajes por las redes sociales reivindicando la paternidad de cuanto inaugura Zoido, es muy improbable que Monteseirín le hubiera dado largas a Decathlon cuando podía arrogarse un nuevo proyecto para Sevilla, de una marca con gran gancho popular y que habría reactivado el denostado Estadio pseudo Olímpico, otra de las grandes asignaturas pendientes de la ciudad y un reto para él como el Prado (biblioteca), la Encarnación (‘Setas’) y el rascacielos (torre Pelli).

Afirmar que la Junta bloqueó Decathlon porque debía autorizar la modificación del PGOU equivale a responsabilizarla también del bloqueo de Ikea, que se hallaba en una situación similar. Si el Ayuntamiento jamás vinculó la solución del problema de la multinacional sueca a la postura que pudiera tener el Gobierno autónomo, tampoco puede hacerlo en este caso. Si el Consistorio no tramita la modificación del Plan, la Junta no tendrá ocasión de darle luz verde o roja. Es elemental.

 

CONCESIÓN POR 40 AÑOS

 

Recapitulemos. La Sociedad Estadio Olímpico convocó en 2008 un concurso para la implantación de empresas en una parcela colindante a la instalación deportiva. No hubo ningún interesado, pero después  llegó Decathlon con un proyecto de una tienda complementada por una piscina climatizada, un gimnasio y pistas para el pádel y otros deportes, para lo que necesitaría 15.000 m2 de edificabilidad (la décima parte que Ikea). La inversión estimada era de 18 millones de euros y crearía 160 empleos.

En el verano de 2008, desde Urbanismo se le dijo que podía ser viable siempre que se ajustase a los requisitos del PGOU y a los de la Junta para las grandes superficies comerciales. En marzo de 2009, la Sociedad Estadio Olímpico adjudicó a Decathlon la explotación del terreno (un derecho de superficie por un plazo de 40 años), condicionada a la obtención de licencia de obras y al ‘nihil obstat’ del Gobierno autónomo. La compañía reservó el suelo en enero de 2010 mediante el pago de una fianza de 200 euros diarios. El convenio la obligaba al abono de 440.000 euros/año a la Sociedad Estadio Olímpico, a cuyo Consejo de Administración pertenece el Ayuntamiento, que por tanto ha estado informado desde el principio del tema. Ese mismo año, la Junta dictaminó que por incluir una gran superficie comercial el proyecto de Decathlon debía adaptarse al PGOU vigente.

DOBLE DISCURSO

Por tanto, al igual que con Ikea, o la empresa se adaptaba al Plan General o éste se modificaba para ajustarse a sus pretensiones mediante un procedimiento cuya tramitación debía incoar Urbanismo.

Hay constancia de al menos dos ‘cumbres’ en la Gerencia, ya con Zoido en la Alcaldía: diciembre de 2011 y febrero de 2012. Mientras nada trascendía a la opinión pública del proyecto de Decathlon, el de Ikea aparecía continuamente en los medios. El gobierno local insistía en la necesidad de no ponerle cortapisas urbanísticas a la multinacional sueca porque a los proyectos empresariales había que extenderles una alfombra roja.

Mientras, a Decathlon se le decía todo lo contrario: su proyecto era urbanísticamente irrealizable y no se le daba tampoco la opción de cambiarle el PGOU, como se ha hecho para Ikea, la Gavidia y el parking en la Alameda. En junio de 2012 Decathlon tiró la toalla, la Sociedad  Estadio Olímpico tuvo que devolverle los más de 100.000 euros que le había entregado como  reserva y perdió una expectativa de negocio de 18 millones de euros por el canon (sin IPC), y Sevilla a su vez una inversión de cuantía similar y 160 empleos.

EL MUNDOBASKET

 

En doce meses, el ‘desbloqueador’ Zoido fue incapaz de buscarle una solución a Decathlon. ¿Por qué? Atemos cabos. El 15 de enero de 2012, seis meses antes de que la firma francesa se fuera aburrida por el Ayuntamiento, un medio local publicó: “La Gerencia de Urbanismo lleva meses negociando, a través de la Federación Española de Baloncesto, un proyecto que permitiría a Sevilla contar con un nuevo pabellón para el Mundobasket de 2014 y que después de ese evento deportivo se convertiría en un espacio multiusos en el que se mezclaría la actividad deportiva y musical con la de ocio y comercial. Este nuevo edificio estaría ubicado en la Cartuja, junto al Estadio Olímpico…El solar cumple los requisitos del proyecto: tener unos 30.000 m2 para parking y en torno a 70.000 de superficie construida en el edificio. Urbanismo estaba de acuerdo……”.

Sí, de acuerdo con el proyecto de la Federación, que amadrinaba a una empresa israelí, mientras daba largas a Decathlon. Sin embargo, en agosto de 2012 el grupo inversor israelí renunció a su proyecto, por lo que el Mundobasket tendrá que jugarse en San Pablo, y sólo después de la espantá de los hebreos y de dejarse escapar Decathlon el Ayuntamiento ha movido ficha para modificar el PGOU.

Así ha sido cómo Zoido perdió la oportunidad de extender su alfombra roja.