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El padre del Movimiento Moderno repudia las Setas de Monteseirín

El Colegio de Arquitectos de Sevilla dedicó durante la Semana de Arquitectura de 2018 un capítulo especial a la antigua comisaría de la Gavidia, obra del arquitecto Ramón Montserrat Ballesté, por su relevante papel en el Movimiento Moderno arquitectónico. Por esa razón colocó una placa en la fachada del edificio.

La antigua comisaría de la Gavidia

El Instituto de Patrimonio Histórico de Andalucía (IAPH) califica el inmueble que diseñó Ramón Montserrat (construido entre 1961 y 1962) como “ejemplo destacado de la apertura de la arquitectura española a corrientes llegadas desde Europa Occidental y los Estados Unidos, y en especial de la revisión de los presupuestos de la modernidad, que se produjo a partir del Congreso Internacional de Arquitectura Moderna (CIAM) celebrado en Dubrovnik en 1956, así como la influencia de arquitectos como Arne Jacobsen y Eliel Saarinen”. 

https://guiadigital.iaph.es/bien/inmueble/22019/sevilla/sevilla/jefatura-superior-de-policia

La antigua comisaría figura en prestigiosos registros y estudios en materia de patrimonio contemporáneo andaluz, español y mundial. No cabe duda, por tanto, de que Ramón Montserrat fue el introductor de la Modernidad arquitectónica, hace ahora 60 años, en Sevilla, muchísimo antes de que Monteseirín y su valido, Marchena, cayeran en el delirio de creer que habían sido ellos quienes habían incorporado la ciudad al mundo contemporáneo con la torre Pelli (en su ignorancia no sabían que el primer rascacielos se construyó en 1884, más de un siglo antes que el de la Cartuja) y las Setas de la Encarnación. Éstas, el faraónico icono, a un coste superior a los 120 millones de euros, del mandato municipal monteseirinesco.

Monteseirín, presumiendo de sus Setas en la Encarnación

A sus más de 90 años de edad, Ramón Montserrat ha concedido una entrevista a ABC

https://sevilla.abc.es/sevilla/sevi-ramon-montserrat-peor-para-centro-sevilla-fueron-planes-60-80-202004100720_noticia.html

En la que al referirse a la Exposición Universal de 1992 dice que “desde el punto de vista social abrió Sevilla al mundo, pero arquitectónicamente no fue demasiado interesante”.

Según Montserrat, “antes siempre quedaba un recuerdo de las exposiciones universales, como la torre Eiffel en París o el Palacio de Cristal en Londres. En el 29 -añade- fue la Plaza de 

España y América, y en el 92 no había, razón por la que de ahí salieron dos cosas, ya que se tenían que inventar algo: las Setas y la torre Pelli. Se requería a nivel político, porque a nivel de la sociedad ya no le daba importancia nadie. Las Setas -concluye- me parece un despropósito”.

Un despropósito que ha costado a Sevilla, una ciudad con seis de los barrios más pobres de España y con más de cien mil sevillanos viviendo en riesgo de exclusión social, una cantidad superior a los 120 millones de euros.

Ramón Montserrat Ballesté

Así pues, el padre de la arquitectura Moderna en Sevilla, poco sospechoso de rancio, ha tumbado la falacia acuñada por Monteseirín, Marchena y sus agradaores de que las Setas son el símbolo de la modernidad en la capital de Andalucía y de que quienes las critican son unos retrógrados, unos carcamales representativos de la Sevilla conservadora, tradicional y casposa.

Parafraseando al gran poeta sevillano Gustavo Adolfo Bécquer podríamos contar de Monteseirín:

¿Qué es un rancio?, dices mientras clavas sobre nuestras pupilas tu pupila pseudorroja.

¿Qué es un rancio? ¿Y tú nos lo preguntas? Rancio…. Eres tú.

La Gavidia es invendible

NUEVO PLAZO

El Ayuntamiento de Sevilla pide a Interior otra prórroga para tratar de cumplir el contrato de 2006

EN ESPECIE

Urbanismo no remata el trámite para entregar el solar en la Cruzcampo para una comisaría

PRESUPUESTOS

El PP se queda sin la razón que exigía para apoyar las Cuentas de Espadas para 2017

 

El Ayuntamiento de Sevilla ha solicitado al Ministerio del Interior una nueva prórroga de seis meses de duración para tratar de cumplir al 100% el contrato de compra-venta de la antigua comisaría de la Gavidia, que ambas partes firmaron el 20 de diciembre de 2006. Desde entonces Interior espera la entrega de un solar en el distrito de Nervión para transmitirle la plena propiedad, condición sin la cual el Consistorio sevillano no puede vender el edificio a un tercero.

El Consejo de Gobierno de la Gerencia de Urbanismo solicitará a la Gerencia de Infraestructuras y Equipamiento de la Seguridad del Estado (Giese) del Ministerio del Interior una nueva prórroga de seis meses para tratar de culminar la operación de adquisición de la antigua Jefatura de la Policía de la Gavidia.

El contrato de compra-venta se firmó el 20 de diciembre de 2006, en tiempos de Monteseirín como alcalde. Para hacerse con la propiedad del edificio, el Consistorio pagó 9.900.000 euros a Interior y se comprometió además a la entrega de cuatro solares municipales calificados de equipamiento para la construcción de comisarías de Policía en distintas zonas de la ciudad.

Sin embargo, tal como ya informó Viva Sevilla el pasado mes de noviembre, en el Registro de la Propiedad se mantiene una anotación preventiva en favor del Ministerio del Interior y que indica que el Ayuntamiento no es todavía propietario de pleno dominio de la Gavidia porque no ha cumplido todavía el compromiso de pago en especie con uno de los solares acordados.

Este solar se encuentra dentro de los antiguos terrenos de la Cruzcampo, en Nervión, afectados por la quiebra de la empresa que en su día anunció la construcción de un complejo de viviendas de lujo, un proyecto que había encargado a los denominados arquitectos-estrella, como Norman Foster y Guillermo Vázquez Consuegra, los cuales se retrataron con Monteserín en el balcón del Ayuntamiento.

Aunque se ha intentado segregar el solar destinado a la comisaría para entregarlo a Interior, los informes jurídicos han sido contrarios a tal posibilidad y ha de tramitarse el procedimiento de forma ordinaria a través de la Junta de Compensación. Aunque la tramitación se inició en abril de 2015, casi dos años después aún no ha concluido.

Ante esta situación y a la vista de que la última prórroga solicitada a Interior expirará el próximo 21 de febrero, la Gerencia de Urbanismo ha pedido otro periodo de gracia de seis meses, en concreto hasta el 21 de agosto, con lo que para entonces se cumplirán casi once años sin que el gobierno de la ciudad haya sido capaz de cumplir su compromiso con el Ministerio que, por paradojas de la historia, ahora dirige Juan Ignacio Zoido, exalcalde de Sevilla.

La conclusión, por tanto, es que el Ayuntamiento no puede vender la Gavidia porque no es legalmente su propietario y porque se halla atado de pies y manos por la Junta de Compensación de los antiguos terrenos de la Cruzcampo.

Esta situación tiene implicaciones políticas, ya que deja al grupo municipal del PP sin el motivo principal que esgrimió para no apoyar los Presupuestos municipales presentados por Espadas para el año en curso: la venta de la antigua comisaría de la Gavidia para así no tener que pedir nuevos préstamos a los bancos. Aunque quisiera cumplir la exigencia del PP, a Espadas le es legalmente imposible, y ya se verá si la situación varía o no para agosto o entonces hay que pedirle una nueva prórroga a Zoido.

Zoido se convierte en dueño de la Gavidia

Juan Ignacio Zoido vuelve a tener en sus manos el destino de la antigua comisaría de la Gavidia tras su nombramiento como ministro del Interior, porque pese a los ríos de tinta vertidos sobre el futuro uso que debería darle el Ayuntamiento, si centro comercial o equipamiento público (o incluso demolerla), la realidad jurídica es que el Consistorio no es técnicamente aún dueño de pleno dominio del edificio, cuya propiedad sigue ostentando el Ministerio que desde hace unas semanas dirige el ex alcalde de Sevilla.

Diez años después de la firma del convenio entre el Ayuntamiento de Sevilla, dirigido entonces por Monteseirín, y el Ministerio del Interior para la adquisición para la ciudad de la antigua comisaría de la Gavidia a cambio de 9,9 millones de euros, el Consistorio sevillano ha sido incapaz de cumplir al 100% los términos del acuerdo, como tampoco el Departamento ahora encomendado a Zoido, por lo que Interior sigue ostentando sus derechos sobre el inmueble.

El convenio establecía que el Ayuntamiento se quedaba con la Gavidia y cedía diversas parcelas en barrios de la ciudad para que con los 9,9 millones de euros ingresados en la transacción el Ministerio edificara sobre aquéllas nuevas comisarías de Policía, entre ellas una en Nervión. Solar de Cruzcampo Sin embargo, al cabo de un decenio el Ayuntamiento todavía no ha podido cumplir el acuerdo de cesión del terreno en el solar de la antigua Cruzcampo para esa comisaría y se ha visto obligado a pedir año tras año a Interior una prórroga que le exima de tal compromiso hasta que se den las circunstancias urbanísticas para ello.

Mientras que la corporación municipal hispalense no entregue el solar en la Cruzcampo seguirá sin poder levantar la anotación existente en el Registro de la Propiedad sobre el edificio de la Gavidia, en que se hace constar que no se ha pagado en especie (suelo) una parte del precio acordado por ambas Administraciones.

Así pues, si un potencial inversor acudiera al Registro a verificar la situación real del inmueble en la Gavidia para adquirirlo y transformarlo en un hipotético centro comercial o en un hotel, comprobaría que la propiedad no es todavía plenamente del Ayuntamiento o, dicho de otro modo, que sigue hipotecada por el incumplimiento de la condición de la entrega del suelo en la antigua Cruzcampo y que por lo tanto Interior sigue ostentando unos derechos sobre el edificio y tendría que dar su visto bueno a cualquier posible operación sobre el futuro del mismo.

El Consistorio se comprometió a entregar al Ministerio una parcela de unos 2.000 m2 en la antigua fábrica cervecera de la avenida de Andalucía, parcela valorada en unos 613.000 euros, pero tras el estallido de la crisis económica, la quiebra de la compañía vasca que compró los terrenos y un recurso de la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía contra la aprobación definitiva, en septiembre de 2012, del Plan de Reforma Interior (PERI) de la Cruz del Campo, la había sido imposible cumplir ese compromiso.

Ha habido que esperar todo un decenio para que se aprobara el proyecto de reparcelación de la Cruzcampo que permita realizar una nueva división de las fincas existentes en la Unidad de ejecución conforme al Plan de Reforma Interior y de manera que el Ayuntamiento pueda adjudicarse alguna de las parcelas resultantes y ofrecerla al Ministerio del Interior para la construcción de la futura comisaría de Nervión.

Sin embargo, tras esa aprobación inicial, acordada hace año y medio, ni en los archivos de la Gerencia ni en ningún otro departamento municipal, según las fuentes consultadas, aparece un acuerdo definitivo ni el cumplimiento del trámite de cesión del suelo a Interior, por lo que la situación, siempre conforme a la versión recibida, se mantiene en el mismo impasse de los últimos años.

Zoido, sin fuerza ante Madrid

Hace unos días, los responsables territoriales del PP en la provincia de Sevilla, con su secretario general Eloy Carmona al frente, lanzaban un órdago a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, y por su condición de sevillana le pedían que diera un trato especial a la provincia en los próximos Presupuestos del Gobierno autonómico, los primeros con la trianera como máxima responsable de Andalucía.

Por su parte, el alcalde de Sevilla y presidente del PP (A), Juan Ignacio Zoido, enviaba en el último Pleno municipal un mensaje a San Telmo al alardear de que el Ministerio de Hacienda ya había consignado una partida para la ronda intermedia SE-35 en los Presupuestos Generales del Estado, cuya presentación por entonces era inminente. Como es sabido, el Ayuntamiento lleva desde el inicio de este mandato exigiendo que el Gobierno andaluz cofinancie, junto con el de la nación, esta vía de comunicación prometida a Ikea para allegarle clientes a su futura segunda tienda cercana al aeropuerto, una supuesta obligación muy discutible, ya que teóricamente la Junta sólo sería responsable de las vías de comunicación interurbanas y de carácter autonómico, y no de las que discurran por el interior de los núcleos urbanos, que serían exclusivamente de competencia municipal.

En el mismo Pleno de septiembre se aprobó por la vía de urgencia el borrador del convenio para la construcción de forma definitiva de la comisaría de Policía en el Polígono Sur, prevista desde el convenio firmado hace años por Monteseirín con el ministro del Interior dentro de un paquete de cinco en distintos distritos de la ciudad y cuya necesidad, evidente desde siempre, se ha demostrado inaplazable después del tiroteo de este verano, en que murió una niña de tan sólo 7 años de edad.

SIN REFRENDO FINANCIERO

Se trataba, pues, de dos apuestas políticas del alcalde para desbloquear sendos proyectos importantes para la ciudad, la capital de Andalucía, y que debía refrendar económicamente el ministro de Hacienda y diputado por Sevilla, Cristóbal Montoro, con quien se supone que Zoido tiene hilo directo para poder asumir riesgos ante la opinión pública hispalense contando con una red de seguridad que no le deje en mal lugar. Si los responsables territoriales del PP proclamaron públicamente que esperaban que Susana Díaz tenga algunos detalles presupuestarios con Sevilla por su condición de sevillana, cabría aplicar el mismo razonamiento desde la óptica del PP con un ministro de Hacienda que a su condición de andaluz une la de parlamentario por la circunscripción de Sevilla.

Pues bien, los fondos asignados a Sevilla por el ministro Montoro en los Presupuestos Generales del Estado para 2014 demuestran la escasa fuerza de Zoido a la hora de poner una pica en Madrid, en su doble condición de alcalde de Sevilla y de presidente del PP (A) y la escasa consideración de Montoro a la circunscripción por la que es diputado, ya que al proyecto-estrella de Zoido, la SE-35 para facilitar la apertura del segundo Ikea, sólo ha destinado un millón de euros, y cero euros para la Comisaría de Policía Nacional en el Polígono Sur y en cualquier otro distrito de la ciudad.

En el caso de la SE-35 hay que recordar que el 23 de septiembre de 2012 el alcalde firmó con la ministra de Fomento, Ana Pastor, un convenio en virtud del cual el Ministerio aportaría 12,5 millones de euros a la obra de la citada vía de comunicación, cuyo presupuesto estimado es de 50 millones de euros y para la que el Ayuntamiento decía haber reservado 29 millones a costa de modificar previamente el Presupuesto de Urbanismo y detraerle cantidades destinadas inicialmente a obras en los barrios de la ciudad. Más o menos lo mismo que hizo Monteseirín para las Setas de la Encarnación, si bien en este caso en proporciones bastante menores.

Zoido declaró tras la firma del convenio lo siguiente: “La obra de la futura SE-35 es una obra estratégica que conectará todo el tráfico periurbano de Sevilla con la red de carreteras del Estado y descongestionará en gran medida la actual SE-30, además de crear miles de puestos de trabajo en la ciudad”.

ENVITES A LA JUNTA

El alcalde no dejó de lanzar mensajes comprometedores a la Junta para que “arrimara el hombro”: “Es intención tanto del Ayuntamiento como del Ministerio de Fomento -dijo- incorporar a las actuaciones de este Protocolo a la Junta de Andalucía para su participación y colaboración. Pensamos que la Junta de Andalucía debe aportar otro tanto, lo que con la reserva de crédito del Ayuntamiento de 29 millones nos permitirá abordar la construcción de esta iniciativa”.

Pues bien, pese a este carácter estratégico y los supuestos miles de empleos que va a generar la SE-35, la firma del convenio supuso cero euros en los Presupuestos para 2013 y tan sólo un millón para los de 2014, ¡únicamente el 8% del dinero comprometido por Fomento!, cuando Zoido había dado seguridades a Ikea de que todo estaría listo en 2014 para la apertura de su segunda tienda.

Y, una vez más, obligado por la realidad y los incumplimientos de los Gobiernos del PP, Zoido ha cambiado su discurso reivindicativo maximalista ante la Junta de Andalucía. Durante todo este tiempo, confiado en obtener de Madrid los 12,5 millones firmados con la ministra Ana Pastor, el alcalde no ha dejado de reclamarle similar cantidad a San Telmo. Ahora, tras el jarro de agua fría de los Presupuestos Generales del Estado para 2014, pide “lealtad institucional” a la Junta para que aporte “aunque sea un millón” a la SE-35. Añade que el Ayuntamiento “ya tiene reservados 15 millones de euros en los dos próximos años”. O sea, que ya no son tampoco 19 millones y ahora se conforma con sólo un milloncejo con tal de no enfrentarse al Gobierno de la nación y de no dejarlo en evidencia por haber incumplido su compromiso con Sevilla, de lo que se infiere su escasa fuerza ante Madrid.

No sólo no ha conseguido aún el dinero, sino que en su afán de desbloquear la SE-35 a cualquier precio asumió en el convenio con la ministra de Fomento los gastos de conservación y mantenimiento de por vida de tramos estatales de carreteras que pasan por el término de Sevilla, como la ronda Súper Norte, con lo que según los cálculos de la oposición y en razón de su coste anual, dentro de 15 años el Ayuntamiento ya empezará a sufrir pérdidas en el balance de este peculiar ‘cambio de cromos’. Un negocio ruinoso para la ciudad.

EL CONVENIO DE MONTESEIRÍN

Como también está siendo ruinoso el firmado en 2005 por Monteseirín con el Ministerio del Interior y en virtud del cual el Consistorio sevillano pagó 9,9 millones de euros por el abandonado edificio de la Gavidia (para el que no se encuentra uso y cuya vigilancia ha llegado a costar 174.000 euros anuales), a cambio de que el Gobierno construyera cinco nuevas comisarías de Policía en Sevilla Este, Macarena, Nervión-San Pablo, Los Bermejales y el Polígono Sur.

Ocho años después, sólo se han edificado las dos primeras y con bastantes problemas, mientras que para las restantes no ha habido ni un solo euro en los Presupuestos, ni siquiera tras el tiroteo de este verano en las Tres Mil Viviendas, sin que Zoido haya alzado tampoco la voz en este caso.

Ha destacado sobre todo los 19, 8 millones de euros destinados a la ronda SE-40 y los 39,6 millones para el puerto, cuando de esa autovía sólo hay 16 kilómetros en servicio de los 77,6 kilómetros de que debe constar y su coste total se eleva a 1.200 millones de euros, por lo que los menos de 20 en los Presupuestos Generales son una gota de agua en el océano. Por otra parte, los 33 millones de euros para el dragado en profundidad del río están condicionados, como no se ha cansado de repetir el ministro Arias Cañete, a que se garantice el cultivo del arroz (precisa de una obra de 180 millones de euros, que no se sabe de dónde obtener, para no depender de los aportes de agua dulce del Guadalquivir en el tramo inferior) y la preservación de Doñana, por lo que ese dinero sobre el papel puede quedar congelado ‘ad calendas graecas’.

Lo mejor del Presupuesto son los 20 millones de euros para rematar las conexiones con el pantano de Melonares, pero por la amenaza de perder el dinero de Bruselas, y entre lo que el alcalde no valora figuran los escuálidos 40.000 euros para el Cercanías, vital para descongestionar la isla de la Cartuja, y los cero euros para el Museo de Bellas Artes, pese a la cual Zoido ha declarado que las Cuentas para 2014 “recogen las necesidades prioritarias de Sevilla”.

Así pues, espíritu reivindicativo cero ante Madrid. Veremos cómo reacciona cuando presente sus Presupuestos la Junta de Andalucía.