Nos lo dijo Pérez, no el que estaba de vacaciones en Mallorca, sino el de guardia en el palomar del Ayuntamiento, donde anidan los gavioteros del PP. Curro Pérez, el portavoz adjunto de Zoido, ha dado en el clavo al definir a la Empresa Municipal de la Vivienda como el cajón de sastre de Monteseirín: “Que Fibes no sale y se atasca, ahí está Emvisesa para promover un Palacio de Congresos; también para resolver el pabellón de la Paz, centros de salud que tendría que construir la Junta, centros cívicos y hasta un campo de césped artificial”. ¿Y las VPO, que por definición son el objeto social de la empresa municipal? Pues cada día menos, porque por mor de la falta de créditos y tal y que cual han puesto tan alto el listón de las exigencias que los 90.000 demandantes de pisos de antaño han quedado reducidos a 8.000. Así Emvisesa tiene la coartada para distraerse con los encargos de Monteseirín en vez de pensar en viviendas para los sevillanos. En Emvisesa se incumple a la perfección aquella máxima que dice: ‘que el objetivo secundario no te desvíe del principal’.
Archivo de la etiqueta: Mallorca
Sin alcalde
El (sin) alcalde y su valido montaron un numerito en el aeropuerto para esconderse de la prensa tras su viaje ‘secreto’ a Turquía. Previa escala en Mallorca para despistar, esperaron a pleno sol en medio de la pista para subirse a un coche a pie de escalerilla y acabaron huyendo por la puerta de ‘Mercancías’. Toda una metáfora de la última etapa de Alfredo: quien ha mercadeado con su partido para que le garantizaran otro cargo a cambio de plegarse al ‘aparato,’ sale de San Pablo ocultándose de los fotógrafos y por la zona de carga y descarga en vez de por la puerta de Autoridades, muestra evidente de su pérdida de dignidad y de valor. Hasta habría resultado indiferente que no le hubieran descubierto en el ‘jet’ privado y que nos hubieran colado la trola de que se iba con la familia en vez de con su fontanero de confianza. Según su gabinete, Sevilla habría estado sin alcalde. Osea, que habrían coincidido la Sevilla oficial y la Sevilla real, porque la ciudad sin alcalde y sin presupuestos lleva tiempo a su aire, volando sola con el piloto automático.