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Paralelismos

pineda2Pinedita, uno de los ‘enfants terribles’ socialistas  junto con Alfonsito (en su casa, el señor Celis) habría enchufado a diez directivos de su cuerda en Lipasam y despedido a 85 barrenderos. No se sabe bien qué fue antes: si despidió a los 85 de infantería para engordar la cúpula de primeras nóminas (¿crisis? ¿qué crisis?), o porque se le infló la nómina y algo más dejó  85 calles sin barrer o barriéndolas de uvas a peras. Pregúntese cuándo fue la última vez que vio a un barrendero en la suya. Acusan a Pinedita (en su casa, el señor Pineda) de, con tal de darle por saco a Susana y a Viera, haber nombrado a dedo como directivos a afines del sector crítico, sin  proceso selectivo. En su empresa municipal, como el valor en la mili, el mérito no es demostrable: sólo se supone. Es más, el único mérito valorable es ser amigo de Pinedita, pues también le acusan en los papeles de haber colocado a algún colega de agrupación que estaba en el paro. Plutarco y las vidas paralelas: unos colocaban a sus amigos parados en los ERE del ‘fondo de reptiles’, y otros, en Lipasam.

El juicio de la historia

Monteseirín aprovechó la presentación del libro sobre los 30 años de democracia municipal, aparte de para ‘ningunear’ al resto de alcaldes en el vídeo elaborado por ‘la suya’ (Giralda Tv) a su mayor gloria, para reivindicarse a través de los otros, en plan “la historia me absolverá”. Cuando dijo que Rojas Marcos y Soledad Becerril “dejaron una impronta y un carácter que en su día no se valoró suficientemente por la gente, aunque sí luego, cuando ya se han ido”, estaba expresando su esperanza de que a él, que jamás ha aprobado sondeo alguno en el decenio de su mandato, la opinión pública le conceda la  indulgencia plenaria que a su juicio ya ha otorgado a sus antecesores, esos que se unen en el panteón de políticos ilustres para advertirle  que no regatee dinero a la Orquesta Sinfónica mientras se le llena la boca con la palabra “cultura”. El alcalde no debe fiarlo todo  al juicio de la historia. ¿Quién será el Plutarco capaz de hallar una vida paralela a la suya? El tiempo es como una lupa que  no sólo agranda los méritos, sino también los errores.