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Victimismo

Zoido evidenció más que nunca su condición de líder interino del PP (A)  en el debate de investidura de Susana Díaz y se las puso a la trianera como le ponían las carambolas a Fernando VII. Casi lo único que le salvaría sería su negativa a entrar en un cuerpo a cuerpo sobre quién pasó más estrecheces en la niñez a la hora de estudiar, por sus orígenes humildes. El alcalde de Sevilla, huérfano de padre desde edad temprana, habría ganado por goleada a la nueva presidenta, pero tuvo la delicadeza de no prestarse al juego del victimismo.

Susana cultivó de forma demagógica la imagen de hija de fontanero que sale adelante en plan “self made woman” a la americana al decir que en su época nadie de su extracción social podía cursar estudios si no era con la ayuda de alguna persona pudiente.

Soy de una generación anterior a la ‘lideresa’ y, aun destruyendo el retrato dickensiano que de sí misma primorosamente cultiva, he de dar testimonio de que casi veinte años antes de que ella llegara al mundo y aun bajo la Dictadura franquista hijos de mineros como era mi caso podíamos estudiar incluso fuera de nuestros municipios con beca del Estado, siempre que hubiéramos superado el preceptivo examen de aptitud. Vamos, que no tuve que recurrir a la protección del latifundista de mi pueblo.

En el internado de la capital, tema que ha inspirado libros como ‘Bajo las ruedas’ (Hermann Hesse) y ‘El infierno y la brisa’ (Vaz de Soto), todos los que cursamos el Bachillerato y luego dimos el salto a la Universidad nos habíamos hecho acreedores a una beca. Allí coincidimos en la condición de becarios los de más humilde cuna: vástagos de campesinos, carpinteros, albañiles, mineros, pescadores…. un muestrario de oficios artesanales y de supervivencia en la posguerra. Paradójicamente, el único sin ayuda oficial  se apellidaba Beca: apareció iniciado el curso, a bordo de un cochazo con chófer y con un traje de película, cual descendiente -según Radio Macuto- de una saga de arroceros de la marisma.

Hasta que en la Complutense no coincidí con los niños de papá madrileños que iban a clase conduciendo sus automóviles y que por tanto eran pudientes conforme a los parámetros  de Susana, la norma en mi mundo desde la preadolescencia a la juventud era estudiar con beca y esforzarse en aprobar para no perderla.

Susana, que nació en los albores de la Democracia, pinta sin embargo su niñez como si aún hubiera sufrido en sus carnes ‘el año del hambre’.

Más que una biografía, se está construyendo una hagiografía.

 

La carta

El portavoz parlamentario del PP, Carlos Rojas, dio una rueda de prensa poniendo a parir a Susana Díaz, de la que dijo debería responder de la corrupción (facturas falsas, Mercasevilla, Operación Madeja, los EREs) del Ayuntamiento de Monteseirín del que formó parte, y la dio el mismo día en que Zoido anunciaba que le había escrito a Susana una carta para felicitarla y pedirle su ayuda para Sevilla. Así de coordinados funcionan en el PP. El alcalde dijo sobre su escrito a Susana que lo único que quería era que ayude a la ciudad “cuando tenga más responsabilidades, si las tiene algún día, como presidenta de la Junta de Andalucía, o en su puesto actual”, y se quejó de no haber sido atendido  por Chaves ni Griñán, por lo que esperaba  más suerte con Díaz. O sea, que a Zoido no pudo traicionarle más el inconsciente cuando se refirió a la trianera como futurible mandamás de la Junta y la equiparó a Chaves y Griñán en vez de tratarla como mera consejera. ¡Vaya confianza en ganar que tiene Zoido! Hasta puede que empezara la carta con un “Mi querida Presidenta….”.

La encrucijada de Zoido

Cinco días antes de que el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, anunciase por sorpresa -y cogiera con el pie cambiado a los partidos de la oposición- que no se presentará a la reelección y abriera un nuevo escenario político en el que la hipótesis más probable es el adelanto de las elecciones autonómicas con Susana Díaz como cabeza de cartel socialista, la Fundación Antares-Foro y el Centro Andaluz de Prospectiva difundieron su barómetro de opinión sobre Sevilla.

El trabajo de campo  para este estudio concluyó el 11 de junio, justamente la fecha en que se cumplía el segundo aniversario de la toma de posesión de Zoido como alcalde y, por tanto, el ecuador de su mandato. Aunque con un margen de error de +/- 4,7% y un universo relativamente limitado (440 encuestas), el barómetro de Antares, también por su frecuencia que permite observar una evolución en el tiempo, ofrece al menos una fotografía de cómo ven los sevillanos la ciudad gestionada por Zoido, de momento también el teórico aspirante por el PP a gobernar también Andalucía.

VISIÓN NEGATIVA

Para el 38% de los sevillanos, la ciudad ha empeorado en el último año. La visión es menos pesimista que en enero de 2012, cuando esa proporción se elevaba al 49%, pero parte de los pesimistas han pasado a engrosar el colectivo de los que piensan que Sevilla sigue igual que antes: un 37,5%  (en enero eran el 29,8%). En el extremo contrario hay un 20,5% que estima que Sevilla ha mejorado (eran un 18,3% en enero), mientras que un 4,1% no sabe cómo enjuiciar la situación.

En resumen, frente al mensaje de cambio y regeneración con que Zoido se presentó a las elecciones municipales del 22 de mayo de 2011 y que ilusionó a tantos sevillanos, hasta el punto de otorgarle 20 ediles, dos años después tres cuartas partes de la ciudadanía piensa que Sevilla no ha cambiado bajo su mandato y que sigue igual o peor, mientras que sólo uno de cada cinco estima que se ha producido un cambio a mejor.

La visión negativa está muy condicionada por la situación de desempleo, consecuencia de la crisis económica, un drama que afecta a 89.497 sevillanos, a los que Zoido prometió en su campaña convertirse en ‘el alcalde del empleo’. No sólo no ha cumplido tal promesa, irreflexivamente formulada y que ahora pretende desactivar con el argumento de que carece de competencias -proyecta así una imagen de frivolidad política en un asunto tan grave-, sino que desde su mandato el número de parados se ha incrementado en 12.500 personas en números redondos.

El alcalde y presidente regional del PP, pues, se enfrenta a un panorama local donde en ninguno de los once distritos de la ciudad se ve la situación mejor que antes de su llegada (en seis se estima que sigue igual, y en cinco, que peor) y con los sevillanos de edad madura (entre 35 y 54 años) como los más críticos (casi la mitad creen que vamos a peor).

EL TIEMPO VUELA

El problema para Zoido es que para tratar de cambiar la visión negativa o no cambiante que tiene ese 75% de los sevillanos ya le queda menos tiempo por delante que el que ha dejado atrás, porque en puridad se encuentra ya en su tercer año de mandato, a la vuelta del verano debe preparar los Presupuestos para 2014 y el próximo ejercicio  será el decisivo para materializar las iniciativas con que pueda presentarse en su balance global de gestión ante los ciudadanos en las elecciones municipales de la primavera de 2015. Necesita poner cuanto antes toda la carne en el asador y volcarse al 100% en Sevilla, disperso como está ahora entre sus responsabilidades como alcalde y como presidente regional del PP (A).

Y en esta coyuntura ha ocurrido lo inesperado al anunciar Griñán su paso atrás en política para colocar como sucesora ‘in pectore’ a la líder del PSOE de Sevilla y consejera de la Presidencia, Susana Díaz, a la que todos los pronósticos dan como vencedora de las primarias socialistas andaluzas que se celebrarán el 29 de julio.

Si el PP (A) no mueve ficha con igual celeridad y designa otro candidato, en menos de un mes el Zoido presidente regional y por tanto aún cabeza visible de su partido en Andalucía puede ver  que aunque oficialmente su contrincante político sigue siendo Griñán, en la práctica lo será Susana Díaz, que ofrecerá una imagen de renovación y feminismo, en línea con el anuncio del presidente de la Junta de que a sus 67 años ha llegado la hora de que la generación que hizo la Transición ceda el paso a otra hornada que afronte los nuevos desafíos.

DOS GENERACIONES

Susana Díaz cumplirá el próximo 18 de octubre 39 años, que es la edad media de la población andaluza, en la cual hay una mayoría de mujeres (50,5%), ante las que su condición femenina representa un plus por ser la primera de su sexo en aspirar a la Presidencia, y un 20% de jóvenes de entre 15 y 29 años. Frente a ella, Zoido cumplirá el 21 de enero 57 años, diez menos que los que ahora tiene Griñán. Los 18 años de diferencia entre el presidente del PP (A) y la secretaria general del PSOE de Sevilla y consejera de Presidencia es el tiempo que media entre dos generaciones distintas, con dos visiones cambiantes sobre la vida y el mundo.

Todas las hipótesis apuntan a que Griñán adelantará las elecciones autonómicas para hacerlas coincidir con las europeas en mayo de 2014. Susana Díaz, sobre la que ya apuntan todos los focos mediáticos, dispone desde ahora de once meses para proyectar aún más su imagen pública y darse a conocer todavía con mayor intensidad entre los andaluces.

El PP, para no reconocer su desconcierto ante la jugada de Griñán, dice estar preparado ante un eventual adelanto electoral en Andalucía. Extraoficialmente, fuentes populares sostienen que su candidato será nombrado a finales de año, tal y como estaba inicialmente previsto, pero en la hipótesis de la coincidencia electoral entre autonómicas y europeas en mayo de 2014, mantener semejante calendario significaría que el aspirante del PP sólo tendría cinco meses para rodarse ante los andaluces, salvo que el candidato fuera Zoido, ya más conocido. En tal caso, éste tendría que concentrar aún más sus esfuerzos en el conjunto de Andalucía y delegar todavía más en terceros la gestión del Ayuntamiento de Sevilla.

Aunque fuera otro el candidato, hasta el momento de su designación Zoido se ve obligado de todas formas a dedicar más tiempo a las cuestiones de la política andaluza y a dejar Sevilla en un segundo plano, lo que puede tener un efecto ‘boomerang’ sobre la expectativas de su partido en la capital de la comunidad autónoma.

SEVILLA, EN SEGUNDO PLANO

Por de pronto, el martes y miércoles es muy probable que tenga que desplazarse a Antequera para analizar con su equipo de confianza y otros parlamentarios la nueva situación política creada en Andalucía por Griñán. Mientras esté en la ciudad malagueña no estará dedicado a los asuntos de Sevilla. Y si el PP no resuelve cuanto antes la designación  de un candidato que sea su referente electoral en la comunidad autónoma, Zoido deberá seguir asumiendo durante meses ese rol con más intensidad aún que hasta ahora dada la preeminencia adquirida por la política autonómica, restándole tiempo a sus obligaciones como alcalde.

La encrucijada en que se halla Zoido por su doble condición de alcalde y líder regional del PP (A) que necesita ahora responder al movimiento de ficha de Griñán no pasa inadvertida a la oposición municipal. Ayer mismo, Torrijos, portavoz del grupo municipal de IU,  aprovechaba una entrevista periodística para lanzar este mensaje a la opinión pública: “Zoido no está dedicado a Sevilla, hacia la que ha hecho dejación de funciones”.

Y con un 75% de sevillanos que no perciben que la ciudad haya mejorado, Zoido no puede permitirse el lujo de que cale la idea de que no está dedicado en cuerpo y alma a Sevilla, sino a sacarle las castañas del fuego a su partido en Andalucía.

Huelga

El periódico recogía declaraciones del siguiente tenor: “Los vecinos están viviendo una huelga salvaje y lo que queremos es intentar arreglar un problema incomprensible”. “Hemos venido porque es incomprensible la huelga que se está produciendo aquí; nosotros apostamos por el camino del diálogo y del entendimiento, desde la voluntad de acuerdo que tiene el alcalde”. “Es una huelga política, incomprensible e injusta”. Al principio no podía dar crédito a mis ojos al leer estas declaraciones de Fernando Rodríguez Villalobos, presidente de la Diputación Provincial, y de Susana Díaz, secretaria general del PSOE de Sevilla y consejera de Presidencia de la Junta de Andalucía, pero al final de la lectura lo comprendí todo. No se estaban refiriendo al problema de Zoido en Sevilla con la huelga de Lipasam, sino al del alcalde socialista de El Coronil, Jerónimo Guerrero, con la huelga en el servicio de limpieza que mantiene el SAT. Sobre el conflicto parecido, similar, equivalente o aproximado de Sevilla, ni una sola palabra solidaria. Hasta en las huelgas hay clases.

Horas contadas

Recordaba Caro Romero (el periodista, no el pregonero) que en 2004 Chaves, como aviso a navegantes, fulminó al delegado de la Junta en Sevilla días antes de un congreso provincial que se disputaba a cara de perro (entre Caballos y Viera, supongo). Pues aunque ahora Griñán deje en suspenso el nombramiento de los delegados del nuevo Gobierno de coalición PSOE-IU como medida de presión para los congresillos de este fin de semana, hay una que ya tiene todas las papeletas para ser relevada de su cargo: Carmen Tovar, la misma que dio el mitin a los alumnos en el instituto El Majuelo de Gines. La aún nominalmente delegada de Griñán en Sevilla ha tenido la osadía de dejarse ver en el acto de proclamación, como candidato del sector crítico a la Secretaría Provincial del PSOE, de Gutiérrez Limones frente a Susana Díaz, la niña de los ojos del presidente, de lo que se deduce que sabe que la van a poner de patitas en la calle. O sea, que acompañó a Limones porque como ya lo tiene todo perdido no tiene nada que perder. (Y de paso, por si cae no un limón, sino la breva).

 

Juego limpio

Como el valor en el servicio militar, que cuando no se ha podido acreditar por no haber entrado en combate se anota como supuesto en la cartilla del licenciado de la ‘mili’, el juego limpio en los partidos politicos se presupone, conforme además al mandato de la Constitución (artículo 6º), que exige de ellos una estructura interna y funcionamiento democráticos. Y, sin embargo, Antonio Gutiérrez Limones, el alcalde de Alcalá de Guadaíra y rival de Susana por la Secretaría General del PSOE de Sevilla, no hace más que apelar al ‘fair play’, con lo cual en realidad está poniendo en duda la pureza de su organización. Y más la cuestiona aún Carmeli Hermosín cuando habla de “construir un partido donde el pensamiento no sea un estorbo, la libertad sea de verdad y no se tenga miedo a decir lo que se piensa”. Si hay que construir ese PSOE en Sevilla y en Andalucía es que el actual no responde a esos parámetros. Lo más destacable es que quien lo diga no sea Limones, sino Carmeli, una de las históricas del partido cuarenta años después de la foto del clan de la tortilla.

Trío

En política me atengo al principio de ‘un hombre, un voto; un político, un cargo’, y con plena dedicación, pues es tan alta la responsabilidad de gobernar un país, una región, una ciudad, que hasta las 24 horas del día me parecen pocas. Pero ése es mi ideal en plan Blas Infante o mi cernudiano deseo y otra cosa la triste realidad. Ya que todo el mundo hace de su capa un sayo, me llama la atención que Kiko Toscano y Pepote Borbolla exijan a Susana Díaz que dimita como consejera de la Junta si quiere ser secretaria provincial del PSOE, porque “no se puede estar en dos sitios a la vez”. A buenas horas lo descubren. Que yo recuerde, Pepote fue a la misma vez presidente de la Junta, secretario general del PSOE (A) y diputado en el Parlamento de Andalucía. Kiko, por su parte, ha sido simultáneamente alcalde de Dos Hermanas, consejero de Emasesa y diputado provincial. O sea que, parafraseando al Lazarillo de Tormes, Pepote y Kiko no pueden protestar por que Susana se coma las uvas públicas de dos en dos porque ellos en sus tiempos se las han comido de tres en tres.

Sálvese quien pueda

“Yo nunca he ido con nocturnidad y alevosía o provocando deslealtades. ¿En qué estamos pensando, en el día 25 o en el 26? Entiendo desde el punto de vista personal que haya gente que en algún momento tenga que anteponer el interés de su familia al interés del partido y a su propia dignidad. Si vamos a seguir pidiendo a la gente el pedigrí de su grado de lealtad según se haya acompañado o no, según hayan cambiado las condiciones personales o económicas de alguno, esta organización, si no se mueve en otra dirección, no se parece a la sociedad a la que queremos representar”.
Así anunció Viera su dimisión como secretario general del PSOE de Sevilla, unas esclarecedoras palabras que revelan que el navajeo en el seno del partido que gobierna Andalucía desde hace 30 años no se debe a discrepancias ideológicas, de táctica o estrategia, sino al afán por situarse en las listas electorales en puestos de salida que garanticen un medio de vida los próximos cuatro años, por pánico a que el Titanic socialista se hunda el 25 de marzo.
Y como no hay sitio para todos en los botes salvavidas, de ahí que, como ha denunciado Viera, los candidatos ya piensan más en sí mismos que en el partido. Sálvese el que pueda.

DOS FASES DE LA BATALLA

La batalla es feroz. La primera fase consiste en asaltar un escaño en el Parlamento andaluz. La segunda, en controlar el partido desde el más que posible último reducto de poder institucional y de recolocación de cargos tras el 25M, la Diputación. Esta singular  condición de Alcázar socialista de la Corporación Provincial ha acabado confiriendo a su titular, Fernando Rodríguez Villalobos, un poder orgánico que ha sobrepasado con creces el que le otorgaba su título meramente honorífico de presidente de los socialistas sevillanos.
El propio Viera ha reconocido que entre la militancia se había extendido la idea de que en el PSOE local ejercían en realidad tres secretarios generales, cada uno apoyado por diferentes tribus: él mismo, Villalobos y Susana Díaz, la secretaria de Organización regional y que ha pasado de ser su mano derecha en la organización provincial a querer liquidarlo políticamente.

DISTANCIARSE DE ZAPATERO

Si en el PSOE sevillano se piensa ya más en clave personalista es porque las últimas encuestas conocidas varios días antes del cónclave socialista en que Viera arrojó la toalla auguran, incluso sin recoger todavía el efecto de estas disputas entre el electorado,  un ‘tsunami’ del PP que se va a llevar por delante al partido del puño y la rosa no sólo en toda Andalucía, como en las generales de noviembre, sino también en el metafórico Ararat donde siempre ha encontrado refugio la nave socialista incluso en las peores tormentas: Sevilla.
Griñán convocó elecciones separadas en Andalucía y las fijó cuatro meses después de las generales con el objetivo de que la desastrosa gestión/negación  de la crisis por Zapatero no le arrastrara en el inevitable  naufragio que se avecinaba. Y, asimismo, con la esperanza de que las inevitables, impopulares y dolorosas medidas de ajuste económico ‘impuestas por Bruselas a Rajoy provocaran un rechazo que se expresara en forma de voto de castigo en las urnas y le permitiera al PSOE el mantenimiento de la Junta de Andalucía.

MINIMO DESGASTE

Sin embargo, el barómetro del CIS divulgado siete días antes de la dimisión de Viera demuestra que pese a la subida del IRPF y del IBI, la moratoria de un año en las ayudas a la dependencia y restantes medidas del primer gran recorte del nuevo Gobierno, el PP apenas ha sufrido erosión entre el electorado y que el PSOE sólo ha podido reducir en dos puntos la ventaja con que Rajoy ganó las elecciones el 20 de noviembre. Los socialistas todavía están a 14,7 puntos del PP en intención de voto en todo el país.
Tan sólo tres días más tarde, en la antevíspera de la reunión del Comité Provincial del PSOE sevillano, el Capdea divulgó los datos provincializados del sondeo realizado en diciembre y que revelan  que, por primera vez en la historia, el PP ganaría también en la provincia de Sevilla además de cosechar una holgada mayoría en el conjunto de Andalucía (47% frente al 37,6%). En la tierra de Felipe González y Alfonso Guerra, el sondeo atribuye al PP el 32,3% de los votos, frente al 25,1% del PSOE y, además, revela que el 60% de los sevillanos creen en la victoria de los populares, frente a sólo un 22% que aún confían en un triunfo socialista en nuestra provincia.

SEVILLA TAMBIÉN CAE

Y en tan sólo un lapso de cuatro días, otro sondeo, esta vez de NC Report, venía a coincidir en lo esencial con el de Capdea al otorgar al PP en el conjunto de Andalucía un 47,4% de intención de voto frente al 34,2% del PSOE, con una atribución de 57 escaños frente a 41. La presumible debacle socialista se traduciría en Sevilla en la pérdida de cuatro escaños, al pasar de once a siete diputados. En 30 años de elecciones autonómicas, el partido que ha conseguido al menos un 47% de los votos (caso del PSOE en 1986) ha logrado la mayoría absoluta en el Parlamento regional, habida cuenta de que la ley D´Hont prima siempre las listas más votadas.
La guerra librada en Sevilla entre por ocupar el séptimo puesto de la lista electoral (Carmelo Gómez o Celis, siendo finalmente éste) demuestra que el propio PSOE asume la validez de estos sondeos y, por tanto, su derrota ya no sólo en Andalucía, sino también en su feudo por antonomasia.
Por eso denunció Viera que ya hay gente que antepone “el interés de su familia al interés del partido y a su propia dignidad”.

Trío

El resucitado y, casi sin solución de continuidad, él solito (Elena Valenciano dixit) dimitido al frente del PSOE de Sevilla, José Antonio Viera, ha denunciado -a buenas horas- que en el partido se estaba instalando la idea de que había tres secretarios provinciales: él mismo, el presidente de la Diputación Provincial (“invitado”, según Toscano, por Viera a presidir de forma meramente honorífica la Ejecutiva),  Fernando Rodríguez Villalobos, y la secretaria de (Des)Organización del PSOE andaluz y antigua mano derecha suya, Susana Díaz. Aunque, tal como ha subrayado Viera, el único elegido de forma democrática por la militancia en un congreso provincial era él, la constitución -por la fuerza de los hechos o  tras el escándalo de los ERE-  de este ‘ménage à trois’ político ha provocado que el partido acabe saltando  por los aires. Decía Giovanni Bocaccio en uno de sus relatos del Decamerón que en un corral puede haber numerosas gallinas, pero no más de un gallo. De lo que se infiere que en el PSOE sevillano deben leer menos a Tony Judt y más a los clásicos.

El congresillo

El congresillo del PSOE de Sevilla ha confirmado la validez de aquella frase del recién fallecido Manuel Fraga de que “la política hace extraños compañeros de cama”. Veamos. Viera se cargó hace ocho años a Caballos; y hace cuatro a Monteseirín y su cohorte de críticos (Celis, Evangelina, Demetrio…) con el apoyo como fieles ejecutores de Susana Díaz y Fernando Rodríguez Villalobos. Sin embargo, las cañas se han tornado lanzas –y viceversa- y ahora resulta que Susana y el ‘cortijero’ (Toscano ‘dixit’) de la Diputación han querido ejecutar a Viera, a cuyo toque de socorro han acudido, en plan Séptimo de Caballería, gente otrora víctima del aún secretario general sevillano (un ‘muerto viviente’, según la jerga de su ‘invitado’ como presidente de la Ejecutiva y que, pasando por cordero, ha hecho honor a su apellido de lobo múltiple) como Caballos, Celis y Evangelina, mientras que Carmelo Gómez ya no se sabe si es represaliado o represor de los dos bandos indistintamente. En el PSOE de Sevilla uno puede acabar como (que no con) Julia Roberts: durmiendo con su enemigo.