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El banco

Espadas acudió al distrito Cerro-Amate a denunciar el incumplimiento de las promesas electorales de Zoido y acabó con su séquito en el Parque de Contadores, señalado como una de sus prioridades por el nuevo alcalde, el cual, sin embargo, no ha acometido allí mejora alguna en los siete meses que lleva en la Alcaldía. Imitando el desafío de Zoido a Monteseirín por el banco de Bellavista, Espadas se plantó con los brazos en jarras y exigió el arreglo de un banco quemado por los vándalos y con los ladrillos del respaldo desmoronados por los suelos. ¡Qué gran ocasión perdida! En vez de sólo exigir y a otra cosa, mariposa, Espadas tenía que haber retado al alcalde a reparar el banco destrozado en un plazo máximo de 48 horas, so pena de hacerlo él mismo armado de un palustre y de un cubo de albañil lleno de arena y cemento. A Juan se le nota aún demasiado, por exconsejero, el pelo de la moqueta de los despachos de la Junta. Para ser una alternativa de poder municipal no le basta con la fotito. Como hizo Zoido en el Vacie,  tiene que meterse en el fango y remangarse.

Incógnito

Vídeo en Youtube informando de que Monteseirín fue Melchor en el Cerro

Vídeo en Youtube informando de que Monteseirín fue Melchor en el Cerro

El (sin) alcalde ha confirmado, en la que dice ha sido su última entrevista de cámara en un medio adicto, que salió de rey Melchor en la Cabalgata del Cerro, para no ser menos que su valido, el imputado Marchena, el cual también desfiló en Alcosa tras recuperarse del susto por su caballo desbocado en Dos Hermanas. Monteseirín ocultó su identidad hasta el último minuto con ayuda del último de Filipinas del alfredismo, el hombre grande –que no al revés-, Fran Fernández, no fuera que la gente tuviera tiempo de prepararse para lanzarle caramelos a él y no viceversa. No acudió a recibir la real corona en los días previos y fue anunciado en los carteles como un tal ‘A. Sánchez’, señal de que Alfredo, en su dicotomía de doctor Jekyll y Míster Hyde, se avergüenza de Monteseirín. Ahora cobra todo su sentido su petición al PSOE de que por caridad le den algo fuera de aquí. El (sin) alcalde que tuvo que salir de incógnito en una cabalgata de barrio por miedo a la reacción que podría suscitar su impopularidad, quiere acabar como merece: saliendo por pies de Sevilla.