Tras 17 años de vigencia del Plan Integral el barrio es el más pobre de España
Espadas dice que el INE debe tener también en cuenta la economía informal
El Instituto Nacional de Estadística (INE) difundió el pasado 26 de mayo (2020) su informe Indicadores Urbanos (Urban Audit), realizado con datos del año 2017 y en el que dos barrios sevillanos vuelven a aparecer como los más pobres de España: lidera la tabla el Polígono Sur, con una renta media anual por habitante de 5.112 euros, y le sigue Tres Barrios (compuesto por Los Pajaritos, La Candelaria y Madre de Dios), con 5.516. Para colmo, el cuarto más pobre del país es el también sevillano Torreblanca, con una renta media per cápita anual de 5.914 euros, y en décimo lugar figura otro de la ciudad, Palmete-Padre Pío, con 7.218 euros de renta.

¿Y qué han dicho nuestros políticos sobre este bochornoso ránking? Veamos sus declaraciones y el comentario que nos merecen:
–Juan Espadas (PSOE): El alcalde concedió una entrevista el miércoles 27 de mayo al programa Hoy por Hoy de Radio Sevilla para hacer balance del impacto del coronavirus y en la que, por la actualidad del asunto, se le preguntó por el informe del INE en que barrios sevillanos aparecían entre los más pobres de España, las causas de su situación y la posible solución a la misma. A partir del minuto 9:21 de la grabación ( https://cadenaser.com/emisora/2020/05/27/radio_sevilla/1590578101_744884.html ) Espadas habla en estos términos: “La estadística del INE mide la renta media con datos de la Agencia Tributaria, con datos de Estadística, y en este caso hay muchas familias que están fuera, que tienen otro tipo y otros mecanismos de ingresos, lo mismo que reciben también ayudas por parte de la Administración. En algunos casos no sé si están suficientemente contrapesados con los ingresos que aparecen simplemente por renta media; en este caso por las declaraciones tributarias en comparación con otros barrios de la ciudad.

Por lo tanto… mire, lo he comentado más de una vez: yo creo que hay que ir a análisis e indicadores estadísticos de desarrollo humano, que combinen en este caso distintos factores de lo que es la economía formal, informal, y otro tipo de elementos, pero no voy a descubrirle las enormes dificultades que hay en barrios como el Polígono Sur, Tres Barrios-Amate o Torreblanca, en Sevilla. Es evidente que estamos ante los barrios que llamamos de transformación social que más ayuda exigen y que más, digamos, urgencia y justicia social de invertir en ellos y de revertir esa situación”.
Atención al sí pero no de Espadas y a su caída en la tentación de sugerir que se maquille la estadística de la pobreza hispalense introduciendo indicadores que no vienen a cuento, como ese del desarrollo humano (el que usarse suele para proclamar que Bután es el país más feliz del mundo pese a que su renta media per cápita es de 2.898 euros, el 56% de la que tienen en el Polígono Sur) y, ojo, ¡la economía informal!. Pero, ¿ha reparado el alcalde en lo que ha dicho? Busquen en Wikipedia la definición de economía informal ( https://es.wikipedia.org/wiki/Econom%C3%ADa_informal ) y verán el alcance de las palabras de Espadas, que ni más ni menos pretende que el INE dé carta de naturaleza a la economía sumergida que pueda desarrollarse en el Polígono Sur y en los otros barrios pobres de la ciudad.
Así pues, el mensaje tranquilizador del alcalde sobre los barrios que aparecen en el informe del INE viene a ser el de que no son tan pobres en realidad porque no se miden sus ingresos “informales” (esos por los que no se tributa para, por ejemplo, contribuir a sostener la sanidad pública que nos ha defendido del coronavirus), y que aunque se les considere pobres conforme a los estándares de los economistas, a la postre el dinero no da la felicidad, ya que ésta se basa en otro tipo de indicadores, como los de desarrollo humano. Quien no se consuela es porque no quiere, pese a que el INE no mida en este caso la felicidad, sino la renta, el dinero, el maldito parné, pero claro, si Bután, con la mitad de ingresos que el Polígono Sur es el país más feliz del mundo, entonces el Polígono Sur, con el doble de renta…. (complétese el silogismo).
–Beltrán Pérez (PP): El portavoz del PP ha afirmado que los “índices de exclusión” de tales barrios son “uno de los grandes fracasos” del alcalde. Pérez ha rememorado el discurso de investidura de Espadas para su segundo mandato como regidor ( https://www.sevilla.org/actualidad/noticias/discurso-investidura-del-alcalde-de-sevilla-juan-espadas ), en el que dijo que su primer reto era, sin ninguna duda, los barrios con necesidad de transformación social. “Esas zonas -añadió Espadas- donde se concentra buena parte del desempleo estructural, las necesidades sociales o los problemas del sistema educativo. Esas zonas donde se concentra la desigualdad. Y donde no hemos sido capaces de ofrecer en las últimas décadas la respuesta adecuada a quienes más lo necesitan (….). No debemos fallarles más”.

Tras el informe del INE, Beltrán Pérez afirma que “un año después de las elecciones municipales todo sigue igual, aunque empeorado por la crisis sanitaria del Covid 19”. ¿Uno de los grandes fracasos sólo de Espadas?, hay que preguntarse. No, también de Zoido y de su gobierno (2011-2015), del que por cierto Beltrán Pérez formó parte como edil. Recuérdese que en un informe similar y anterior del Instituto Nacional de Estadística realizado con datos del año 2012, es decir de cuando Zoido gobernaba Sevilla, los barrios más pobres de España ya eran Los Pajaritos y el Polígono Sur. Y también algunos titulares informativos, como éstos: ‘Suspenso generan en el Polígono Sur. La Coordinadora de Educación alerta de que hay “pobreza humana” y que el absentismo no remite’ (El Correoweb, 6 mayo 2015); ‘Zoido concluye su mandato sin solucionar los graves problemas del Sur’ (Sevilla Directo, 7 de mayo de 2015).
–Sandra Heredia (Adelante Sevilla): Esta edil de la coalición de izquierdas ha expresado que “la pobreza y las desigualdades no son un fenómeno meteorológico, sino consecuencia directa de las políticas que durante la última década, con Zoido primero y Espadas después, se han desarrollado en Sevilla”. Según Adelante, las desigualdades “crecieron como nunca” durante el mandato de Zoido, pero también Espadas, “durante los cinco años que lleva como alcalde no ha sabido o no ha querido transformar ese mismo modelo de ciudad que genera precariedad, pobreza y profundas desigualdades”.

¿Puede creer Adelante Sevilla que la pobreza de esos barrios que aparecen en el informe del INE data sólo de los mandatos de Zoido y de Espadas y no viene de más lejos? Veamos en lo que a la coalición de izquierdas, heredera de Izquierda Unida (IU), se refiere. En el año 2010, la fundación Focus-Abengoa otorgó el premio a la mejor tesis doctoral sobre un tema relacionado con la ciudad al trabajo ‘Segregación urbana y exclusión social en Sevilla. El paradigma Polígono Sur’, cuyo título ya lo dice todo y que fue obra de los investigadores de la UPO Francisco José Torres y Juan Ojeda. Por entonces IU, parte integrante ahora de Adelante Sevilla, llevaba siete años gobernando la ciudad (Torrijos era el primer teniente de alcalde) en coalición con el PSOE de Monteseirín. Y si mal no recuerdo tenía bajo su responsabilidad el Distrito Sur, luego tampoco puede lavarse las manos respecto de la situación del Polígono Sur en particular y del resto de barrios en general, ya que estuvo gobernando el doble que tiempo que Zoido.
Item más, Carlos Vázquez Galán, que fue director-coordinador del grupo municipal de IU desde el año 2003, ya como delegado de Economía y Empleo del Ayuntamiento fue quien a partir de 2009 dirigió el informe de 370 páginas titulado ‘Diagnóstico de territorios desfavorecidos en la ciudad de Sevilla. Tres Barrios-Amate / Sur / Torreblanca / Norte’, prueba evidente de que la coalición de izquierdas conocía perfectamente la situación de estos barrios pobres durante su etapa en el gobierno local y antes de la transmisión de poderes a Zoido. Por tanto, en la clase política nadie está libre de responsabilidad como para arrojar piedras sobre los demás.
EL COMISIONADO
Mientras los políticos tratan de eludir su responsabilidad y de endosarla a terceros, el comisionado del Polígono Sur, Jaime Bretón, ha sido quien ha demostrado mayor sensatez al reconocer sin ambages que el informe del INE es “la constatación de un fracaso de décadas”. Bretón ha recordado que en esta zona desfavorecida de la ciudad, en la que malviven unos 40.000 sevillanos, se han empleado muchos recursos públicos.
Efectivamente, sólo con cargo al Plan Urban se invirtieron 12 millones de euros en obras de regeneración urbanística (insto al comisionado a que revele cuánto dinero se ha invertido allí a lo largo de estos años por todos los conceptos y a lo mejor nos llevamos una gran sorpresa), pero como dijo el otrora líder vecinal Rafael Pertegal, “no se trata de reconstruir pisos y de que todo siga igual”.
Tras diecisiete años de vigencia del Plan Integral del Polígono Sur (2003, con Monteseirín de alcalde), es hora, como ha dicho Bretón, de analizar los resultados de las políticas públicas -no es cuestión, aseveró, de incrementar los recursos, sino de saber redirigirlos para su mejor rendimiento y resultados objetivos- y de revertir algunas de ellas, cuestionar otras y dar un giro de 180 grados a muchas, porque si seguimos haciendo lo mismo obtendremos los mismos resultados”.

¿Y si en esa necesaria evaluación se incluye también la mismísima figura del comisionado? En noviembre de 2014, hará pronto seis años, la plataforma ‘Nosotros también somos Sevilla’ denunció que tanto el Plan Integral como su Oficina del Comisionado eran un fracaso porque no habían servido para el declarado objetivo de transformar el barrio, ya que la cuarta parte de sus habitantes sobrevivían “en la pobreza extrema, de las limosnas de Cáritas y de los vecinos”.
La plataforma abogó ya entonces por eliminar la figura del comisionado y sustituirla por una Autoridad Única, no por cuestionar las personas de sus sucesivos titulares y su labor cargada de buenas intenciones, sino porque carecían y siguen careciendo de capacidad ejecutiva y de presupuestos propios. Todos ellos, desde Maeztu hasta Bretón, pasando por Mar González, no han tenido otra opción, en opinión de los vecinos, que “ir pidiendo limosna a cada Administración y esperar a que cada una de las mismas se digne aportar o no”.

Y, quizás aún más importante, la plataforma puso el dedo en la llaga al pedir que se incrementen las exigencias a los propios vecinos, a los cuales no se les ha demandado ninguna responsabilidad a cambio de las ayudas hasta ahora otorgadas.
Es hora, transcurridos diecisiete años, de hacer balance del Plan Integral y de cambiar su rumbo rutinario hacia un nuevo norte, so pena de que en la próxima edición del informe del INE el Polígono Sur vuelva a aparecer como el barrio más pobre de España o alternándose el liderazgo de la pobreza con Los Pajaritos.


















A nadie se le escapa que pese a que las elecciones municipales se celebraron en mayo de 2011, tres años después del inicio de la crisis por el derrumbamiento del mercado inmobiliario, Zoido se presentó a aquellos comicios con un programa en muchos aspectos alejado de la realidad en que vivíamos y aún vivimos, ya que incluía la promesa de construir 4.000 nuevas viviendas de protección oficial, a un promedio de 1.000 VPO por cada uno de los cuatro años del mandato. Asimismo, Zoido, con la comprometida ayuda del Ministerio de Sanidad y Asuntos Sociales, prometió impulsar la rehabilitación de zonas degradadas (caracterizadas justamente por sus infraviviendas de hasta 30 m2 de superficie) como el barrio de Los Pajaritos, con sus 524 pisos municipales de alquiler.
El pasado 28 de noviembre, Zoido entregó las llaves de sus nuevos pisos a 50 de los 147 adjudicatarios de VPO promovidas por Emvisesa en el Polígono Aeropuerto, algunos de ellos con entre 10 y 20 años de tiempo inscritos en las listas de espera. Sin embargo, ninguna de estas viviendas han sido promovidas durante el mandato de un alcalde que prometió 4.000.
En este marco de vaciamiento de Emvisesa por falta de actividad no es de extrañar el rocambolesco episodio de que haya sido embargada por la propia Agencia Tributaria del Ayuntamiento a consecuencia del impago de tributos municipales, justamente porque el Consistorio no se ha subrogado el crédito que aquélla asumió (indebidamente, según la Cámara de Cuentas) en el mandato de Monteseirín para la terminación de Fibes.
Una vez más se ha vuelto a sobrepasar el plazo, ya que nos adentramos en diciembre y a este paso nos plantaremos en 2014 sin concluir el traslado. En cualquier caso, se trata de tan sólo 66 familias de las 524 que se contabilizaban en Los Pajaritos, un 12,59% del total, con lo que nos hallamos en una situación parecida a la de las VPO: mínimo avance.
Ahora que la Junta de Andalucía ha denegado la ocupación de la Casa Tapón en el Corral de la Encarnación por tratarse de un Bien de Interés Cultural, el Ayuntamiento, que a buen seguro sumará esta decisión a la lista de agravios con el Gobierno autonómico, ya no tiene ningún pretexto para seguir manteniendo semivacío el inmueble.
Lo último, por ahora, ha sido el nuevo requerimiento de la nada sospechosa Defensora del Pueblo, la exalcaldesa popular Soledad Becerril, para que el Ayuntamiento le informe sobre las actuaciones que ha emprendido a fin de que no quede sin ocupar ninguna VPO en Sevilla, después de que Emvisesa contestara “sólo de forma parcial” a la carta que le envió en el mes de marzo en tal sentido. Han pasado nueve meses sin que el Consistorio haya sido capaz de aclararle a la Defensora si ha cumplido sus recomendaciones sobre viviendas protegidas vacías.
Viva Sevilla ha ofrecido un análisis socioeconómico de cada distrito y, previamente, un amplio informe en el ecuador del mandato de Zoido, en el que quedaba claro el incumplimiento de la mayor parte de las 135 promesas de su programa para las municipales de mayo de 2011, desde los 29 aparcamientos (no ha hecho ninguno) hasta el pabellón cubierto en Los Bermejales con pistas de nieve artificial, pasando por centros cívicos y deportivos, guarderías, comisarías de Policía, mercados y hasta centros de salud.
Así, sin cortarse lo más mínimo, entró Zoido al debate, en el que no aludió a los 89.000 parados sevillanos, pese a su famosa promesa de convertirse en el ‘alcalde del empleo’ (12.000 parados más que cuando él llegó a la Alcaldía), ni a las 1.000 VPO que iba a construir cada año para los 16.600 sevillanos inscritos en la lista de espera de Emvisesa.
También hizo otra con pocos visos de credibilidad, como el anuncio de la adjudicación de las obras del edificio puente de Los Pajaritos a una nueva empresa, tras declararse la anterior en concurso de acreedores, para iniciar también en septiembre el realojo de 96 familias del barrio e iniciar así el derribo de las primeras infraviviendas de esta zona deprimida de Sevilla. Y es que el anuncio de Zoido se produjo tan sólo 48 horas después de que su Delegación de Urbanismo adoptara la iniciativa de reducir de 250.000 euros a tan sólo 15.000 el presupuesto que estaba aprobado este año para la rehabilitación integral del barrio, con lo cual los vecinos han perdido ya toda confianza en el alcalde y sus promesas.
El primer efecto-sorpresa relativo fue el anuncio de que antes de que concluya julio Sevilla contará con la primera Zona Franca fluvial de España, de lo que se colige que Hacienda dará luz verde a la solicitud del Ayuntamiento, conforme a un expediente al que no se ha permitido acceso a la oposición municipal y que, por lo que se ha filtrado, incluiría entre las empresas potencialmente interesadas en instalarse en la misma a algunas como Danone, algo ilógico tras la decisión de la multinacional del yogur de darle el cerrojazo a su fábrica de Sevilla.
Está por ver qué dice la Consejería de Salud sobre esta apropiación por el procedimiento del tirón perpetrada por Zoido, aunque dadas las restricciones presupuestarias existentes hasta cabe dentro de lo posible que la consejera María Jesús Montero esté encantada con el favor que le haría el alcalde de librarla del compromiso de gastar parte de su presupuesto en un centro avanzado de salud en Sevilla. Al final va a resultar que quien boicotea a la capital de Andalucía no es la Junta, sino el propio alcalde en su afán de complacer a jueces y abogados y, de matute, a él mismo. En cualquier caso, de aceptar el consejero de Justicia y colega de Zoido, Emilio Llera, el ofrecimiento del Prado para la Ciudad de la Justicia habría que proceder a la modificación del PGOU, un lento trámite burocrático que, falta de dinero aparte, impediría que la primera piedra se pusiera en este mandato del alcalde.
La paradoja del anuncio de Zoido es que esta política de incentivos a las familias y las empresas que ahora preconiza como posible es la misma que viene propugnando desde hace meses la oposición municipal. Cuando a principios de año los tres grupos del Ayuntamiento se reunieron para otro frustrado Pacto por el Empleo, Espadas (PSOE) propuso al gobierno local que propiciara la contratación de 3.600 parados mediante subvenciones y exenciones fiscales a pymes y autónomos, aunque ello supusiera la renuncia a unos ingresos de 4,6 millones de euros en concepto de impuestos y tasas: benificación del 95% en el IBI, IAE, ICIO y ocupación de vía pública.
La respuesta del Ayuntamiento a través de la delegada de Hacienda, Asunción Fley, ha sido siempre que no se podían atender estas demandas de la oposición, y más aún la rebaja del IBI, porque era “ilegal”. O sea, que cuando lo proponen Espadas y Torrijos no se puede, pero cuando lo anuncia Zoido, a pesar de que el Gobierno de Rajoy ha prorrogado el gravamen complementario del IBI hasta 2015, Asunción Fley deja de ser la dama de hierro de las cuentas y se aplica el lema de Obama: “Yes, we can”.
El Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Madrid desmontó la presunta rebaja de costes que la titular del ramo creía se podría lograr con su propuesta. Los peritos hicieron un estudio comparativo a partir de precios de mercado y llegaron a la sorprendente conclusión de que un minipiso de 30 m2 era un 36,6% más caro de construir que uno de 90 m2. La aparente paradoja se explicaba por los costes de alicatados, chapados, carpintería, cristalería e instalaciones de gas, los cuales duplicaban e incluso triplicaban los del piso más grande, a los que había que añadir los gastos por movimiento de tierras (un 74% superiores), fontanería (+ 89%), cimentación y particiones interiores (+ 36%).
Los 524 pisos de alquiler de Los Pajaritos aún propiedad del Ayuntamiento de Sevilla empezaron y acabaron convertidos en un gueto dentro de la superficie equivalente a 35 campos de fútbol de Los Tres Barrios, uno más de los conjuntos urbanísticos construidos durante el franquismo (las primeras obras se iniciaron en 1959, veinte años después del final de la guerra) para dar cobijo a las 70.000 personas que, huyendo del campo y de la miseria, levantaron miles de chabolas extramuros de la ciudad y que recibirían un nuevo golpe del Destino con la posterior riada del Tamarguillo.
El proyecto anunciado por Zoido es el del inicio, en un año, del derribo de los bloques de Los Pajaritos y su reconstrucción, previo alojamiento de los vecinos en un edificio-puente de la Avenida de Andalucía. La operación urbanística tardará en completarse siete años, pero permitirá transformar los ‘minipisos’ actuales en viviendas dignas de 65 m2 y dotar al barrio de 3.200 m2 de zonas verdes, frente a los deteriorados 1.050 existentes.
Una de las vecinas de Los Pajaritos invitó expresamente a la ministra de Sanidad y Servicios Sociales, Ana Mato, y al alcalde, Juan Ignacio Zoido, a que entraran en su infravivienda para que comprobarán por sí mismos cómo, a pesar de la sequía, los techos se caen por la humedad, al tiempo que lamentaba que en los últimos diez años ha escuchado muchas promesas de los políticos pero que, como no han hecho nada, los residentes son ya como Santo Tomás: ver para creer. Zoido, al anunciar la reconstrucción integral de la barriada, confesó sentirse avergonzado por el estado de los pisos, cuyo propietario es el Consistorio. A ver si al alcalde le va a pasar con Los Pajaritos lo mismo que con la torre Cajasol, que se va a echar sobre sus hombros las cruces dejadas por Monteseirín mientras que éste, responsable por acción u omisión, sigue lavándose las manos ayer, hoy y mañana. Zoido debió decir que sentía vergüenza, sí, pero vergüenza ajena, la que no ha tenido Monteseirín por no haber hecho nada por Los Pajaritos en los doce años que ha estado en el Ayuntamiento.