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Valor y precio

El Tribunal de Cuentas ha constatado irregularidades en el 100% de las obras del Plan ‘E’ en Sevilla durante el fin de ciclo de la dupla Monteseirín-Torrijos. Dice, entre otras perlas, que el gobierno ‘de progreso’ en ningún caso tuvo en cuenta el precio como criterio de adjudicación en los contratos de obra. Naturalmente. El Tribunal sólo entiende de economía, pero no de política, y, al igual que en el flamenco-fusión, el arte del (sin) alcalde anterior consistía en hacer economía-política o en convertir la economía en pura política. Monteseirín se atuvo a la frase de Machado de que sólo el necio confunde valor y precio, típico error en que incurren los organismos fiscalizadores, que no tienen en cuenta los condicionantes de la vida política. Ya que disparaba con pólvora del Rey, de lo que se trataba con el Plan ‘E’  era de poner en valor el dinero público contratando el máximo número de operarios posible para hacer chapuzas en las aceras. En su inocencia el Tribunal cree que se trataba de inflar las cuentas cuando en realidad se trataba de inflar los votos.

 

‘Opus interruptus’

Aviso a navegantes. Este suelto no tiene nada que ver con lo que usted estaría pensando apenas leer el título: ni con cierta prelatura a la que asociarse suele la primera palabra, ni con un método anticonceptivo que es adjetivado con la segunda. Esto versa sobre el I+D del Plan ‘E’. Trabajo ha verificado la denuncia de CCOO contra la constructora del extorero Camarena, el mismo que antaño pedía una oportunidad a Canorea haciendo huelga de hambre en la catedral. Quien le dio a Camarena la oportunidad de hacerse rico no fue don Diodoro (bueno, se la dio, pero el toro lo puso en su sitio, que a la postre resultó bastante mejor que el del pisoplaza), sino Monteseirín al adjudicarle 7 millones en obras del Plan anticrisis. El exmatador se las ingenió para ganar aún más pasta mediante el ‘Opus interruptus’: daba de baja a los albañiles en la obra los viernes y los recontrataba los lunes. Aparentaba creación de empleo y de paso se ahorraba la Seguridad Social, pagas extra, pluses y vacaciones. A veces hay quienes, olvidándose de sus orígenes, dan más cornadas que la misma hambre.