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Zoido: galgos o podencos

Una de las fábulas literarias más conocidas del poeta canario Tomás de Iriarte es la titulada ‘Los dos conejos’, que merece la pena transcribir  aquí:

“Por entre unas matas,/ seguido de perros,/ no diré corría,/ volaba un conejo./ De su madriguera/ salió un compañero/ y le dijo: “Tente,/ amigo, ¿qué es ésto?”/ “¿Qué ha de ser?”, responde;/ “sin aliento llego…;/ dos pícaros galgos/ me vienen siguiendo”./

“Sí”, replica el otro,/ por allí veo/ pero no son galgos”/ “¿Pues qué son?” “Podencos”/. “¿Qué? ¿podencos dices?”/ Sí, como mi abuelo./ Galgos y muy galgos, bien vistos los tengo”./

“Son podencos, vaya,/ que no entiendes de eso”./ “Son galgos, te digo”. / “Digo que podencos”./ En esta disputa/ llegando los perros,/ pillan descuidados/ a mis dos conejos./ Los que por cuestiones/ de poco momento/ dejan lo que importa, / llévense este ejemplo.

AÑADIDO AL SUELDO

La clase política y la periodística llevan semanas discutiendo a cuenta de los pagos del PP a Zoido si se trata de galgos o de podencos, esto es, si de un sobresueldo, como sostienen sus adversarios políticos, o, al contrario, de meros gastos de representación (primera versión oficial) o de colaboraciones (segunda versión), como sostienen los voceros del PP y el propio beneficiario de esos dineros, el alcalde de Sevilla.

Juan Ramón Jiménez le pedía a la Inteligencia que le diera el nombre exacto de las cosas. Parafraseando al andaluz universal, podríamos empezar por el principio y preguntarnos a qué responde el término ‘sobresueldo’. La Real Academia de la Lengua lo define como ‘retribución o consignación que se añade al sueldo fijo’.

En el caso que se debate, los ingresos complementarios de Zoido por cuenta de su partido político fueron de 2.070 euros brutos mensuales desde 2006 a 2011, con lo que percibía unas retribuciones añadidas a su sueldo como consejero de la RTVA primero y como diputado del Parlamento andaluz después de 24.840 euros/año, que al final de ese sexenio sumaron 149.040.

La paradoja en el caso de Zoido es que mientras su sueldo con cargo a las instituciones varió con el tiempo, bien por el desempeño de nuevas funciones (de consejero de la RTVA a diputado autonómico) y/o por los recortes en tono menor aplicados en el Parlamento autónomo por causa de la crisis, la retribución que le ingresaba el PP en su cuenta corriente no disminuía, como si la recesión económica no hiciera mella en los fondos del partido de la gaviota. En este sentido, el sobresueldo, porque es de lo que se trata, tenía carácter más fijo que el propio sueldo; la única certeza que tenía Zoido era que cada mes el PP le iba a transferir religiosamente esos 2.070 euros, reducidos a 1.759,40 debido a la retención del 15% para el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.

USO COMO TAPADERA

Como dijimos en otra ocasión, los ‘gastos de representación’, figura con la cual han tratado de justificar Zoido y el PP esas retribuciones extra mensuales de 2.070 euros, son un concepto ambiguo que justamente por esa ambigüedad e indeterminación suelen ser utilizados como tapadera para encubrir liberalidades por parte del pagador. Teóricamente, sin embargo, hay una idea básica sobre su razón de ser. El campus virtual Alige, una sociedad experta en formación sobre fiscalidad, costes laborales, Derecho Mercantil y Financiero, contabilidad y finanzas, y similares, realiza la siguiente y clarificadora descripción al respecto:

“(…..) Todas las acciones llevadas a cabo por un empresario o trabajador (normalmente el director de Recursos Humanos o Relaciones Públicas) cuyo destino sea exclusivamente la obtención, conservación o mejora de la confianza del cliente respecto de la sociedad, deben correr a cuenta de la sociedad mediante la correspondiente facturación de gastos a la misma. En la práctica, suele destinarse una tarjeta de empresa para sufragar tales gastos, aunque también puede ser el trabajador quien pague inicialmente el importe. En tal caso, se facturará en concepto de suplido.

Los gastos más habituales suelen ser los de hostelería, desplazamiento, dietas, regalos y demás obsequios. Sin embargo, no hay una enumeración tasada de los mismos, siendo necesario acudir a la finalidad del gasto para poder imputarlos en concepto de representación. Para ello, es necesario que se enmarquen en el desarrollo de una actividad económica y, más concretamente, a la obtención de beneficios futuros….”.

DECLARACIÓN IRPF

Zoido ha enmarcado sus supuestos gastos de representación en el desarrollo de una actividad económica, la que ha reflejado en la declaración de la renta de 2011, revelada tras verse forzado a ello por Juan Espadas (PSOE), que había divulgado la suya horas antes. En la página 5 de la declaración del alcalde, éste consigna los rendimientos de actividades económicas en estimación directa, lo que significa que previamente ha debido darse de alta en Hacienda de cara al IAE, y lo ha hecho en el grupo 731, al que suelen acogerse los abogados que ejercen a título personal (los que eligen la forma de trabajo colectivo o en asociación se acogen al epígrafe 841).

Y, atención al dato: el alcalde refleja como ingresos íntegros de explotación los 24.840 euros que le abonó el PP durante el año 2011, pese a que desde el 11 de junio ya ejercía como regidor de la ciudad. Ahora bien, el apartado de ‘Gastos fiscalmente deducibles’ está completamente en blanco. No aparece ni un solo gasto deducible en la realización de esos supuestos ‘gastos de representación’ en nombre o a beneficio del PP: viajes dentro o fuera de Sevilla, teléfono, comidas, material de oficina, material informático, toner de la impresora….. Zoido no se ha deducido un solo céntimo por esos pretendidos gastos de representación por los que el PP le abonaba religiosamente 2.070 euros brutos mensuales, prueba inequívoca de que en realidad no había gasto alguno por su parte, sino sólo ingresos, y unos ingresos fijos además, siempre los mismos durante 72 meses consecutivos.

La declaración de la renta de Zoido es la demostración de que nos hallamos ante un sobresueldo camuflado como rendimiento de una actividad económica que, de haber sido tal, sería digna de estudio en los despachos de fiscalistas, ya que se habría realizado durante seis años sin incurrir en gasto alguno y en la que todos los ingresos eran beneficios netos, al 85% (el 15% restante es el descuento del IRPF, que refleja en la página 14 de su declaración, casilla 745).

EL SECRETARIO, EN EVIDENCIA

Al desvelar, obligado por el ejemplo de Espadas, su declaración de la renta, con lo que demuestra que tenía al PP como segundo pagador y lo había ocultado al Ayuntamiento, Zoido ha dejado de paso en evidencia al secretario del Ayuntamiento, Luis Enrique Flores, que previamente había emitido un informe avalando que no pidiera autorización al Pleno para percibir el sobresueldo y que tampoco lo reflejara en sus Declaraciones de Actividad y/o Bienes ante el Consistorio.

Mientras Zoido consigna en su IRPF rendimientos económicos aparte por su actividad como abogado, Luis Enrique Flores afirma que estas “colaboraciones” difícilmente pueden ser encuadradas en el concepto de “actividad profesional, laboral, mercantil o industrial”. Asimismo, dice que como el modelo de Declaración es de casillas cerradas, no hay ninguna específica donde Zoido pudiera haber declarado su actividad por la que cobraba del PP, cuando resulta que el modelo de Declaración de Actividades deja espacio para reflejar las actividades u ocupaciones mercantiles o industriales y el ejercicio de profesiones liberales. Tras este informe, la oposición ha perdido totalmente la confianza en Flores al entender que ha actuado más como secretario del alcalde que como secretario del Ayuntamiento.

El fondo de la cuestión o la cuestión de fondo es que mientras Zoido aplicaba recortes económicos al personal del Ayuntamiento y de las empresas municipales en nombre de la austeridad y de la necesidad de reducir el déficit público, ocultaba que percibía desde hacía seis años 2.074 euros brutos mensuales del PP.

Eso es lo que de verdad importa y no la interesada discusión de si eran sobresueldos o gastos de representación, si galgos o podencos.

Y tú, más

Cuando Griñán retó a Zoido a que hiciera pública su declaración de la renta, éste guardó silencio. Fuentes de su partido argumentaron que no iba a hacerle el juego al presidente de la Junta. Zoido se ha resistido como gato panza arriba durante semanas a divulgar sus emolumentos para no admitir lo que finalmente ha revelado la prensa: el cobro del PP de un fijo de 24.840 euros brutos desde 2006 a 2011 (incluso cuando ya era alcalde), hasta un total de 149.040 euros, que ha tratado de presentar como gastos de representación y/o colaboración en vez de como sobresueldo.

Tras sufrir el desgaste político por sus maniobras evasivas, con las que incrementaba la sensación de que tenía algo que ocultar, Zoido ha acabado claudicando y forzado a desvelar al menos dos declaraciones de su renta. En una de ellas ( 2011) refleja los pagos del PP  como un rendimiento por actividad económica en estimación directa y epígrafe 731 en el censo del IAE, el de los abogados autónomos. Es la demostración de que no se trata de un mero gasto de representación, sino de una facturación de carácter profesional.

EN EVIDENCIA

En éste y otros casos, como el de la subida de dietas en la Mesa del Parlamento andaluz, hemos vuelto a asistir a la estrategia defensiva del ‘y tú, más’, ya que cuando Zoido no ha tenido más remedio que rendirse y quedar en evidencia, él y su equipo se han escudado en que los pretendidos ‘gastos de representación’ habían tributado a Hacienda y en que Monteseirín había cobrado 42.000 euros por dietas de las empresas municipales cuando era alcalde.

Efectivamente, pero Zoido ha acabado incurriendo a su manera en lo mismo que le reprochaba a su predecesor cuando él ejercía de líder de la oposición. Monteseirín, cuya primera decisión apenas llegar a la Alcaldía fue la de subirse el sueldo y retractarse a continuación al ser desautorizado por el PSOE tras convertirse en escándalo nacional, tenía un doble discurso. O más bien un discurso público y una práctica encubierta. Con falsa modestia decía que era uno de los alcaldes de grandes ciudades con sueldo más bajo de España (entre 60.000 y 65.000 euros, según el año de sus doce de mandato), pero ocultaba que cobraba dietas por asistir a las reuniones de las empresas municipales, de la Caja San Fernando y hasta de la Autoridad Portuaria, por lo que realmente sus ingresos frisaban o superaban los 100.000 euros.

RECORTES Y CONGELACIONES

Un año después del estallido de la crisis económica, Monteseirín alertó de que la situación financiera del Ayuntamiento era tan delicada que peligraba incluso la prestación de los servicios básicos, por lo que en septiembre de 2009, con Zoido de líder de la oposición, los tres grupos políticos representados en el Pleno municipal (PSOE, PP e IU) acordaron mantener congelados los sueldos y dietas en los mismos términos de un acuerdo plenario adoptado el año anterior, así como reducir todas las retribuciones de los altos cargos en el propio Ayuntamiento, organismos autónomos, asociaciones, fundaciones y empresas municipales.

Obsérvese que mientras Zoido apoyaba estos primeros acuerdos de recortes y congelaciones de sueldos y dietas en el Consistorio, en línea con el posterior discurso de austeridad cuando accede a la Alcaldía y aplica tijeretazos a los empleados municipales y de empresas como Tussam y Lipasam, ocultaba que desde 2006 venía percibiendo mes tras mes del PP un/una/unos (que el lector elija el término que estime conveniente entre sobresueldo, colaboración, gastos de representación) ingresos de 2.070 euros brutos (1.759,50 netos).

BAJO CUERDA

De cara a la galería, el Ayuntamiento gobernado por Monteseirín renovaba cada año desde 2008 los acuerdos para recortar gastos y suprimir dietas por asistencia a los consejos de administración de las empresas municipales, pero en la práctica, tanto el entonces alcalde como la mayoría de los concejales/consejeros en representación de los partidos políticos, seguían cobrando bajo cuerda, de manera que mientras Monteseirín aparecía ante la opinión pública como sufridor de una reducción del 15% en su salario como alcalde debido a las medidas de austeridad por la crisis, no dejaba de percibir dietas por acudir a las reuniones de las sociedades públicas. Sólo de la Empresa Municipal de la Vivienda (Emvisesa) percibió por este concepto durante el año 2010 la cantidad de 7.392,40 euros brutos, que tras la obligada retención por IRPF se quedaron en 4.805.

Zoido, que siempre fustigó a Monteseirín desde la oposición por esta doble vía de ingresos (sueldos más dietas de las empresas municipales), lanzó en este sentido un discurso de regeneración basado en el siguiente argumentario:

1) El y su equipo perdían dinero con la política porque anteponían el servicio a los ciudadanos a sus intereses personales.

2) Nunca había cobrado ningún tipo de sobresueldo (atención a la expresión ningún tipo).

3) Los sobresueldos a los políticos había que prohibirlos por ley.

4) Había que tener una transparencia absoluta al respecto para generar confianza entre los ciudadanos.

Zoido, pues, prometió ser lo opuesto a su predecesor, de ahí los 20 ediles cosechados. Tras demostrarse que no ha perdido dinero con la política, sino que incluso podría haber ganado más; que cobraba algún tipo de sobresueldo; que sólo abogó por su prohibición una vez que ya estaban prohibidos (incluso los cobró siendo alcalde) y que en vez de transparencia absoluta los mantuvo ocultos durante seis años, lo único que se les ocurre decir a sus guardias pretorianos (Serrano, Bueno) es que Monteseirín también cobraba dietas.

La política los iguala a todos.

 

Sobresueldos

Verónica Forqué y Jorge Sanz protagonizaron aquella película titulada ‘¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?’. Me vino a la mente la cinta que dirigió Manuel Gómez Pereira al ver los malabarismos que con el lenguaje hacen nuestros políticos, los cuales nos siguen tomando por lo que piensan que somos pero no somos. Parafraseando a Alberto Cortez, pobrecito mi político, piensa que el tonto soy yo. Rajoy habla de modular el IVA, para engatursarnos con que no lo va a subir. La Mesa del Parlamento andaluz camufla como ‘actualización’ el incremento de sus dietas. Ana Pastor ‘reprograma’ los túneles de la SE-40, para eludir decir que los paraliza. Y Zoido perjura que los 2.000 euros/mes  fijos que le pagaba el PP aparte de sus retribuciones  como diputado no son lo que son sino otra cosa y que además tributó a Hacienda por ellos. Como si el hecho de haber tributado los eximiera de su naturaleza, aunque vinieran con camuflaje incorporado. ¿Por qué los llaman gastos de representación cuando quieren decir….? Los llaman así cuando no quieren decir… ‘sobresueldos’.

 

Los sobresueldos de Zoido

Nunca como en esta ocasión cobra mayor sentido la expresión periodística y política “tirar de hemeroteca”. Las hemerotecas son las bibliotecas de periódicos, los cuales fueron definidos por el clásico como “los notarios de la actualidad”, porque, entre otras muchas cosas, dan fe de las promesas, declaraciones y hechos de políticos y gobernantes.

Aquí y ahora vamos a tirar de hemeroteca para transcribir, en primer lugar, una mínima parte de una entrevista concedida por Zoido a ABC el 13 de junio de 2011, tan sólo dos días después de su toma de posesión como alcalde. Esto es lo que le pregunta el periodista y lo que contesta el regidor:

P) Usted reconoce que pierde dinero en la política. ¿Cómo ha trasladado este mensaje a quienes ha fichado y perderán dinero en relación al que ganaban en su actividad privada?

R) Todos pierden dinero. Se lo he dicho a la cara y aunque es difícil de entender les he explicado las circunstancias y me he encontrado en ellos un total compromiso. Es lo que hay y así les contaremos a los sevillanos que el alcalde y los concejales son de los que menos ganan de los cargos de responsabilidad del Ayuntamiento, pero a la política no se puede venir a ganar dinero, sino a servir, el que venga a la política a vivir bien se ha equivocado. Ser un buen alcalde y querer vivir bien es una equivocación. Es verdad que los sueldos están muy por debajo de los que se cobra (sic) en otras capitales, pero hoy por hoy las circunstancias son éstas y hay que asumirlas.

El segundo texto periodístico recuperado de la Hemeroteca fue publicado por El Plural el 31 de enero de 2013 y recoge la posición de Zoido tras el estallido del escándalo por los papeles de Luis Bárcenas, ex-tesorero del PP:

“Zoido muestra su “confianza absoluta” en que Javier Arenas no ha cobrado ningún sobresueldo  de forma irregular durante la etapa en que estuvo al frente de la Secretaría General del PP y afirma que “pondría la mano en el fuego por él”. Zoido, que aseguró que él no ha cobrado nunca ningún tipo de sobresueldo, también restó credibilidad al hecho de que Javier Arenas aparezca en estas “anotaciones”  de Bárcenas -de las que sólo éste es responsable, según ha matizado- como supuesto beneficiario de cantidades trimestrales cercanas a los 9.000 euros (….) Sobre la posibilidad de que se prohíban por ley los sobresueldos a cargos públicos, el presidente del PP-A también ha confirmado, como hiciera José Luis Sanz, que su grupo es favorable a esta medida porque defienden “todo lo que sea en aras de llegar a una mayor transparencia para que entre todos podamos generar confianza”. “Lo que hay que hacer es transparencia absoluta y tolerancia cero con las irregularidades”, concluyó”.

DISCURSO DE AUSTERIDAD

Así pues, en estos dos testimonios periodísticos Zoido lanza a la opinión pública (recordemos que por entonces llevábamos entre tres y cinco años de recesión, que nos ha dejado 6 millones de parados, y sometida la población a continuos recortes económicos) los mensajes de que él y sus concejales están perdiendo dinero por estar en política en vez de seguir con sus carreras profesionales (en su caso, juez); que ser alcalde y querer vivir bien es una equivocación; que él no había cobrado nunca ningún tipo de sobresueldo (de su partido); que había que prohibirlos por ley y que había que tener una transparencia absoluta al respecto.

Todo este discurso de sacrificio, austeridad, ejemplaridad y transparencia se le ha derrumbado como un castillo de naipes a Zoido esta semana cuando no ha podido desmentir las informaciones publicadas por dos medios de comunicación. El digital ‘andalucesdiario’ ha divulgado que el PP le pagó 1.759,50 euros mensuales desde enero hasta julio de 2011, dos meses de los cuales ya era alcalde de Sevilla.

El País ha ido aún más lejos al revelar que, según la información remitida por el PP nacional al Ministerio de Hacienda, reenviada por éste al juez que investiga los papeles de Bárcenas, Zoido había cobrado desde 2006 a 2011 (año éste en que accedió a la Alcaldía) siempre la misma cantidad anual en cada uno de ellos de 24.840 euros, a una media de 2.070 euros/mes. Dado que se le aplicó una retención anual de 3.726 euros, la cifra neta percibida por el alcalde, incluso durante su primer año de mandato como tal, fue de un promedio mensual de 1.759,50 euros. Los datos de ambos medios coinciden. Así pues, Zoido cobró del PP en esos seis años, aparte del sueldo que percibió en su día como consejero de la RTVA (4.200 euros mensuales) y luego como diputado andaluz, 149.040 euros brutos.

SEIS MIL EUROS MENSUALES

El sueldo de diputado autonómico es variable en función de los cargos, complementos y dietas susceptibles de cobro, pero en el caso de Zoido, que es presidente de una comisión y vocal de la Diputación Permanente, podría ascender ahora a un mínimo de 3.711 euros/mes, pero en los años anteriores debió de superar los 4.000 euros. La suma de los emolumentos como parlamentario y del fijo mensual del PP durante seis años debió de permitirle al alcalde alcanzar o superar los 6.000 euros/mes, pagas extra aparte. Cabe preguntarse si, como sostenía en las declaraciones a ABC, perdía dinero en la política porque un juez como él habría ganado en la Judicatura 6.000 euros mensuales, más pagas extraordinarias.

Al desvelarse sus emolumentos paralelos, ha negado que se tratara de un sobresueldo y ha dicho que eran gastos de representación: “Estas retribuciones se encuadran dentro de las responsabilidades del partido, que implican aspectos como viajes o reuniones”.

‘Hecha la ley, hecha la trampa’, reza el dicho popular. El concepto ‘gastos de representación’ es un cajón de sastre en el que cabe todo y en el que ni siquiera los asesores fiscales se ponen de acuerdo. Quienes hilan más fino distinguen entre dietas, gastos de viaje y gastos de representación propiamente dichos, pero conscientes de la confusión y ambigüedad al respecto recomiendan tanto a los empleados como a  las empresas (¿serían equiparables a tales el PP y Zoido) que conserven todas las facturas de los gastos para evitar malos entendidos a la hora de una posible inspección de Hacienda.

DINERO FIJO

En el caso de Zoido, no era un cargo orgánico del PP con la responsabilidad de gestión en el día a día durante los cuatro años que estuvo como portavoz de su grupo en la oposición municipal y alcaldable ‘in pectore’ que dedicaba la mayor parte del tiempo a patearse los barrios y a predicar las bondades de la micropolítica, más allá de que pudiera haber sido nombrado titular de alguno de esos cargos honoríficos o miembro de órganos del PP partido por aquello de las cuotas territoriales y representatividad interna y externa.

Y, en segundo lugar, los congresos y reuniones de los partidos suelen alternarse en diferentes ciudades y provincias y con variaciones en el calendario. Por tanto, Zoido debió desplazarse unas veces más lejos y otras más cerca, comer un día en un sitio y otro en otro, con cartas y precios de restaurantes dispares. Las obligadas facturas que al final de cada mes tuvo que presentar al PP, si es que existen, debieron ser por fuerza diferentes en gastos de kilometrajes y comidas.

El hecho de que el PP le pagara durante seis años la misma cantidad mensual, aunque en agosto cesara la actividad política y orgánica y él se fuera de veraneo con su familia, demuestra que no nos hallamos ante un gasto de representación al uso, sino ante un sobresueldo camuflado como gasto de representación. ¿Podría Zoido presentar todas sus facturas de viaje y comida cargas al PP en esos seis años y que con una increíble precisión matemática cuadran milimétricamente la cifra de 2.070 euros brutos durante 72 meses consecutivos?.

Al margen de insistir continuamente en una obviedad para tratar de desviar la atención sobre el fondo del asunto, el hecho de que se trata de retribuciones declaradas a Hacienda y con sus correspondientes impuestos pagados (lo contrario habría sido una infracción tributaria y un escándalo para él), Zoido dice que “no ha ocultado nada” y que ha actuado “con luz y taquígrafos”.

SEGUNDO PAGADOR

La realidad demuestra lo contrario. En su Declaración de Actividades y Causas de Posible Incompatibilidad que presenta ante el Ayuntamiento, referida al ejercicio de 2011, cumplimenta el epígrafe sobre ‘Trabajo por cuenta ajena: puestos o cargos en cualquiera entidades del sector público, organismos, entidades, empresas públicas y empresas o actividades privadas’. Pues bien, únicamente hace constar como pagador de sus ingresos el Parlamento de Andalucía (por una liquidación de 81.976,96 euros, que excedería sus retribuciones exclusivamente como diputado), pero ocultando al PP como segundo pagador de parte de sus retribuciones.

La conclusión es obvia: Zoido cobraba unos haberes del Parlamento de Andalucía (los eligió en lugar del sueldo como alcalde de Sevilla) pero omitió revelarle a los sevillanos, pese a que dice que no tenía nada que ocultar, que simultáneamente percibía una retribución del PP que incrementaba en un 50% sus ingresos en plena crisis. Unos ingresos que al ser fijos mes a mes durante seis años consecutivos, pasara lo que pasara, cabe calificar como sobresueldos, por más que ahora, una vez descubierto, intente camuflarlos bajo el etéreo concepto de ‘gastos de representación’.