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Elecciones 26-J 2016: Zoido logra 8.926 votos más en Sevilla capital pero ese resultado no le daría la Alcaldía

Obtiene su sexta victoria en la capital de Andalucía en otras tantas elecciones

Con los votos del 26-J perdería un concejal en beneficio de Ciudadanos
El PP gana en siete distritos y avanza en votos en los once de la ciudad

 

Zoido, que encabezaba la lista del PP por la provincia de Sevilla, ha vuelto a ganar en la capital de Andalucía, y ya van seis veces en otras tantas convocatorias electorales. Esta vez lo ha hecho con 8.926 votos más que en las pasadas elecciones generales del 20 de diciembre, pero si se extrapolan estos datos al Ayuntamiento, se encontraría con la paradoja de que perdería un concejal y no estaría en condiciones de arrebatarle la Alcaldía a Espadas, siempre que éste contara con el apoyo de la coalición Unidos Podemos.

Tras aquellos históricos 166.040 votos en las elecciones municipales del año 2011, que le auparon a la Alcaldía de Sevilla con una absolutísima mayoría de 20 concejales que se antoja improbable que nadie repita en años y perder el bastón de mando un cuatrienio después, aun repitiendo victoria (debido al respaldo de toda la izquierda a Espadas), Zoido no ha dejado de mejorar los resultados del PP en Sevilla capital en las dos elecciones generales: las del 20 de diciembre de 2015 y las del pasado domingo, 26-J, en que también encabezó la lista por el partido de la gaviota.

Se da la circunstancia de que Zoido cuenta por victorias en Sevilla capital todas las elecciones en que ha concurrido como número uno por el PP: tres elecciones municipales (2007, 2011 y 2015), unas autonómicas (marzo de 2015) y dos generales (2015 y 2016). Con este currículum electoral parece impensable que, si lo desea, Zoido no vuelva a ser el candidato del PP a las municipales del año 2019, aunque una vez más tenga que compatibilizar su puesto de concejal en Sevilla con el de diputado en Madrid y su doble función le reste tiempo que dedicar a la capital andaluza. Por otra parte, en el seno de su formación y del grupo municipal tampoco se vislumbra una alternativa a corto plazo, por lo que puede haber Zoido para rato.

El pasado domingo, el PP obtuvo en Sevilla capital 129.919 votos, 8.926 más que hace medio año y 23.598 más que en las municipales de mayo de 2015. A diferencia del PSOE, que da un paso adelante y otro atrás en la franja entre los 100.000 y los 110.000 votos, el PP está creciendo de forma ininterrumpida desde hace trece meses en la capital, con la siguiente evolución: 106.321 votos en las municipales; 120.993 en las generales del 20-D y 129.919 en las generales del 26-J.

Sin embargo, la gran paradoja es que si se extrapolan los resultados del domingo al Ayuntamiento y se traducen a número de concejales, el PP perdería un edil (pasaría de 12 a 11) en beneficio de Ciudadanos (pasaría de 3 a 4) y la suma de los ediles de estas dos formaciones de centro-derecha (15) no permitirían a Zoido arrebatarle la Alcaldía si, como se presupone, el PSOE obtuviera el apoyo de la coalición Unidos Podemos (16 concejales).

POR DISTRITOS

El PP ha ganado en siete distritos de la ciudad (Bellavista, Casco Antiguo, Los Remedios, Nervión, San Pablo-Santa Justa, Sur y Triana) y de nuevo supera el 70% de sufragios (en concreto, un 70,74%) en su tradicional feudo de Los Remedios. Además, logra el 5411% en Nervión y supera el 40% en Casco Antiguo (47,49%), Triana (42,34%) y Bellavista-La Palmera (41,51%). El único partido que puede presentar un resultado algo similar, y sólo en un distrito, es el PSOE: 43,06% en Cerro-Amate.

Los populares de Zoido quedan segundos en el distrito Macarena, superados por el PSOE, y terceros en Cerro-Amate, Este-Alcosa-Torreblanca y Norte (por detrás de PSOE y Podemos en estos tres casos).

Lo más significativo es que el PP no retrocede en ningún distrito de la capital y que gana votos en todos ellos, especialmente en un gran feudo socialista, Este-Alcosa-Torreblanca, donde capta 1.289 votantes nuevos.

Los sufragios ganados por el PP se distribuyen de la siguiente forma por los once distritos de la ciudad: Este-Alcosa-Torreblanca (+1.289), Nervión (+924), Triana (+921), Casco Antiguo (+883), San Pablo-Santa Justa (+874), Bellavista-La Palmera (+808), Sur (+807), Macarena (+696), Norte (+580) y Los Remedios (+545). Así pues, donde menos votos gana es en su feudo de Los Remedios, quizás porque ya es difícil incrementar la cuota.

Evolución voto PP en Sevilla capital

 

 

Distrito                                  Municipales              Generales                  Generales

(24-5-2015)                        (20-12-2015)       (26-6-2016)

 

 

 

Bellavista-Palmera               7.862                        8.793                                                9.601

 

Casco Antiguo                      13.788                                 15.533                                  16.416

 

Cerro-Amate                           5.129                                  6.148                                    6.747

 

Este-Alcosa-Torreblanca       9.669                                  11.116                                  12.405

 

Los Remedios                           9.399                               10.746                                  11.291

 

Macarena                                8.426                                   9.884                                  10.580

 

Norte                                     5.001                                    5.820                                     6.400

 

Nervión                                  14.842                                16.474                                 17.398

 

San Pablo-Santa Justa         9.914                                  11.087                                 11.961

 

Sur                                         12.514                               14.127                                 14.934

 

Triana                                    9.777                                  11.265                                 12.186

 

SEVILLA CAPITAL              106.321                               120.993                              129.919

 

 

 

Tranvía al cubo

 

Espadas ha anunciado su propósito de prolongar el tranvía desde San Bernardo hasta Santa Justa, en línea con el proyecto auspiciado en su día por Monteseirín y, después, por Zoido. Recuérdese que si Monteseirín (PSOE), cuya lista no fue la más votada en las elecciones municipales de 1999, accedió a la Alcaldía en detrimento de la candidata que sí lo fue, Soledad Becerril (PP), fue merced a un pacto entre el andalucista Rojas Marcos y Chaves por el que, a cambio, la Junta se comprometió a reanudar las obras de la línea 1 del Metro, que en los años 80 había paralizado otro alcalde socialista, Manuel del Valle.

Sin embargo, la tuneladora no empezó a funcionar realmente hasta seis años después (agosto de 2005), cuando ya Monteseirín había cambiado de pareja de baile politico para librarse del PA de Rojas Marcos y echarse en brazos de la IU de Torrijos. Como el entonces alcalde veía que el prometido Metro tampoco iba a estar listo para las elecciones municipales de mayo de 2007 (acabaría inaugurándose, todavía inacabado, en abril de 2009) y temía que una posible frustración de los sevillanos por tal incumplimiento se pudiera volver contra él, se le ocurrió un sucedáneo de Metro en forma de tranvía, al que sin ocultar su propósito denominó Metrocentro.

Y lo uno llevó a lo otro: la supuesta peatonalización de la Avenida (convertida en un caos circulatorio y en el que los peatones tienen menos sitio para moverse, y con mucho más riesgo, que antes) para permitir así tender las vías desde el Prado hasta la Plaza Nueva.  Como había que tratar de llegar con el tranvía acabado como fuera a la fecha electoral, cortó sin los informes técnicos previos y preceptivos que lo justificaran todos los árboles y destruyó los hornos almohades hallados en la Puerta de Jerez durante las obras, pese a lo cual se retrasó, ya que el tranvía no se inauguró hasta el 28 de octubre de 2007, cinco meses después de la cita con las urnas.

COSTES OCULTADOS

Nunca se informó sobre el coste real de las obras. La cifra generalmente aceptada fue de unos 80 millones de euros (años después se rebajó extraoficialmente a 60,5 millones) para un recorrido del que también se dieron cifras dispares y que se ha cifrado en 1.300 metros en números redondos. La desproporción entre el coste del tranvía y su escasa utilización inicial en una distancia tan corta que podía cubrirse dando un paseo o usando una lanzadera de Tussam como la que durante las obras se puso en servicio entre la avenida de Roma y la Magdalena, provocó críticas y chanzas como aquella frase del tranvía que iba “de ningún sitio a ninguna parte”.

Ante la falta de suficiente demanda, dado que muchos usuarios que arribaban en autobús al Prado llegaban desde allí andando antes o simultáneamente que el tranvía a la Plaza Nueva y además se ahorraban el transbordo, el gobierno de Monteseirín decidió prolongar la línea hasta San Bernardo y quitar todas las paradas de autobús que pudiera en el Prado, con lo que se incrementó progresivamente el número de usuarios del tranvía (ya había que caminar dos kilómetros en caso de no tomarlo), para así justificar ante la opinión pública su construcción (3,94 millones de pasajeros en el año 2015).

Tampoco se reveló el coste de prolongar en unos 885 metros la línea del tranvía desde el Prado hasta San Bernardo, hasta sumar en total los 2.000 metros que le atribuye Tussam en su página web (apartado “Características del tranvía”), aunque también extraoficialmente se habló de unos 13 millones de euros. Así pues, en total los dos kilómetros de tranvía habrían costado entre un mínimo de 73,5 millones de euros y un máximo de 93 millones.

El despilfarro realizado únicamente por los intereses electoralistas de Monteseirín pero siempre con el dinero del contribuyente y dejando la deuda multimillonaria a sus sucesores se pone aún de manifiesto cuando se comprueba que el 70% del itinerario que recorre en superficie el tranvía es el mismo que cubre bajo tierra el Metro desde la Puerta de Jerez hasta San Bernardo, y que el único tramo en que no coinciden son los 600 metros hasta la Plaza Nueva, sustituibles ahora mismo por varias líneas de autobuses que unen el Paseo de Colón con la Plaza de la Magdalena, aún más al interior del Centro.

COPIANDO A MONTESEIRÍN

Ahora llega Espadas, como antes Zoido (que pasó de incrédulo a converso), y en vez de molestar al gobierno socialista de la Junta de Andalucía para que empiece de una vez alguna de las tres líneas de Metro pendientes tras siete años de espera acumulada, hace lo mismo que su correligionario Monteseirín: a falta de Metro, un Metro “light”, o sea, más tranvía. Así que retoma el proyecto de aquél de unir San Bernardo con Santa Justa (unos 1.800 metros) como primera etapa de una segunda posterior, en la que se llevaría hasta el aeropuerto.

Esta es la misma opción que poco antes de las elecciones municipales de 2015 presentó Zoido en el Foro Gaesco, la patronal de la construcción: una línea (la tercera ya) con cuatro paradas (dos en San Francisco Javier, una en Luis de Morales en la puerta de El Corte Inglés, y la última cerca de Santa Justa), para la que se necesitarían 36 meses (casi tres años) de trabajos y a un coste de 76 millones de euros.

Un punto muy importante y que pasó casi inadvertido en su intervención fue que la ejecución de este proyecto permitiría construir unas nuevas cocheras para el tranvía en el entorno de Santa Justa, dado que en sus prisas electoralistas para construir la línea Monteseirín usó el subterfugio de “subsanar a posteriori” un supuesto error en el PGOU de 2006 y recalificó como terrenos “dotacionales con carácter de sistema de equipamiento” los suelos que estaban calificados en el Plan como residenciales en el Prado de San Sebastián.

Aquella argucia le permitió improvisar allí la construcción de las cocheras del tranvía, con todas las molestias de ruidos y olores desde la madrugada hasta altas horas de la noche para los vecinos. Estos, que contaron con el apoyo de Zoido cuando estaba en la oposición pero que luego los dejó vendidos cuando llegó a la Alcaldía, llevan envueltos desde hace nueve años en una batalla urbanística y jurídica contra el Ayuntamiento que recuerda a la ya librada, con éxito, contra la Biblioteca universitaria en la misma zona. Si los tribunales fallan a favor del vecindario, sería el fin de las cocheras y, por tanto, del tranvía, de ahí la necesidad política que tiene el Ayuntamiento de prolongar la línea hacia Santa Justa para llegar hasta suelos donde levantar unas cocheras alternativas para el caso de que perdiera el pleito.

A COSTE DE LOS ÁRBOLES

Zoido presupuestó en 76 millones el coste de prolongar la línea, que, entre otros, incluía un paso subterráneo en Ramón y Cajal para evitar un cruce con semáforos y una afección al tráfico rodado. Espadas, en sus comparecencias periodísticas, ha rebajado el coste a unos 40 millones, quizás porque en su afán de inaugurar la línea antes del final de su mandato quiere hacerla por la mediana arbolada (IU estimó en su día que esa solución suponía la eliminación de unos 208 árboles y arbustos, aunque a saber los que queden dado nuestro proverbial maltrato al patrimonio vegetal). En vez de quitarle carriles a los coches para prolongar el tranvía, quitamos el espacio de los árboles. Esta es la Sevilla sostenible signataria de la Agenda XXI.

Si sumamos los entre 73 y 93 millones ya gastados en el tranvía con los entre 40 y 76 millones de la nueva línea la factura ascendería a entre 113 y 169 millones de euros, cifra equivalente a entre la cuarta parte y un tercio de la cantidad por la que se adjudicó la primera línea de Metro (después, como suele ocurrir, hubo un sobrecoste de 196 millones).

 

Una vez más se pretende gastar el dinero en duplicar en superficie lo que ya está comunicado bajo tierra. Actualmente, en un día laborable, las estaciones de San Bernardo y Santa Justa están comunicadas por aproximadamente 200 trenes de Cercanías (100 en cada sentido) de las líneas C-1, C-4 y C-5 y que prestan servicio entre las 5:08 y las 23:41 horas. La frecuencia de paso está en una media de un tren cada 15 minutos, aunque en las horas-punta hay hasta siete trenes (paso de uno cada menos de 9 minutos). El tiempo de viaje es de 4 minutos (aunque los trenes de la C-4 emplean en torno a 20 porque el recorrido es distinto). El precio del billete sencillo es de 1,80 euros si no se aplican los descuentos que permiten abonos y tarjetas. Además, existe la ventaja añadida de que la estación de San Bernardo se comunica directamente con la del Metro.

A esta conexión directa que ya existe entre las dos estaciones y que se solaparía con la prolongación del tranvía hay que unir la que en superficie permiten al menos, salvo error u omisión, cuatro líneas de autobuses: la 28, C-1, C-2 y la del aeropuerto, pero los usuarios carecen de información combinada en los paneles luminosos de las paradas de Tussam (donde los haya) de los horarios ferroviarios y del autobús para optar por uno u otro en función del tiempo de paso. Si en último extremo se quiere que haya más frecuencia de paso entre una y otra estaciones, bastaría con incrementar el número de autobuses de Tussam o/y de trenes de Renfe, mediante un convenio con esta última, en vez de gastar entre 40 y 76 millones de euros en prolongar en superficie un tranvía para conectar lo que ya está conectado. Desde el punto de vista económico, ese gasto es difícilmente racional y justificable, por más que el dinero lo ponga la UE o el Ayuntamiento, ya que al fin y al cabo son fondos públicos.

LA ALTERNATIVA

Partiendo de la base de que a medida que el Ayuntamiento más prolongue el tranvía más coartada le dará a la Junta para que no construya nuevas líneas de Metro, si Espadas quiere extender aquél debería pensar en opciones que no supusiesen duplicar en superficie los trayectos que ya cubren el Metro y el Cercanías ferroviario. Por ejemplo: extenderlo por la Avenida de Hytasa hasta las cocheras del Metro. Podría así compartirlas con éste, , desmontar las del Prado y dar servicio al Cerro del Aguila y los polígonos industriales de Hytasa, Navisa y Su Eminencia.

O bien invertir los entre 40 y 76 millones de euros del tranvía en la compra de autobuses articulados ecológicos de 18 metros (tendría para entre 114 y 217 unidades) para mejorar el servicio que presta Tussam a los barrios más alejados del Centro.  En clave electoral, los políticos siempre hablan de los barrios, pero a la hora de la verdad destinan las inversiones a, como dijo Monteseirín, la “ciudad consolidada”.

 

La UTE del mercado de la Puerta de la Carne pide que se revise la concesión

El proyecto de conversión del antiguo mercado de la Puerta de la Carne en un mercado gourmet dotado de una zona de uso cultural, fundamentalmente para exposiciones artísticas, pende de un hilo por el sobrecoste de las obras estimadas inicialmente ante el pésimo estado en que se halla la estructura, con evidente riesgo de colapso, por lo que el grupo promotor quiere que el Ayuntamiento revise las condiciones del acuerdo.

El próximo mes de mayo se cumplirán dos años desde la adjudicación por parte del gobierno de Zoido de la explotación del antiguo mercado de la Puerta de la Carne, cuya conversión en un Centro Pompidou a la sevillana había prometido durante la campaña electoral, a una Unión Temporal de Empresas o UTE por un plazo de 35 años y con el objeto de que lo transforme en un mercado gourmet similar a los existentes en Madrid y Barcelona y complementado con tiendas y un espacio cultural.

La UTE adjudicataria está compuesta por una parte por Invesport 2010 (participada al 50% por Pedro Gómez y Jesús León), que tiene el 97% del proyecto; y, por otra, por Consultores Asociados, Factoría de Ideas, Iberoamericana de Exposición y Lolejoit, que entre todos ostentan el 3% restante.

En virtud del contrato firmado con el Ayuntamiento, la UTE ha de pagar un canon anual que se va incrementando progresivamente a medida que pasan los años, desde los 18.000 euros iniciales hasta los 234.000 de la fase final (la concesión acabaría en torno al año 2050).

La UTE, según ha podido saber Viva Sevilla, ha planteado al Ayuntamiento una revisión de los términos del contrato y del canon a pagar, por varias razones. La principal es el estado en que se encuentra el edificio, muchísimo peor de lo esperado, hasta el punto de que sus estructuras corren el riesgo de desplomarse. El hormigón se ha ido disgregando con el paso del tiempo y el acero dulce al que recubre se ha oxidado y exfoliado casi por completo.

Por tanto, los costes de la rehabilitación se han disparado, hasta el punto de que se han diseñado una veintena de actuaciones diferentes para tratar de solucionar el gravísimo problema estructural existente. A ello hay que unir el cambio de orientación pedido por el Ayuntamiento tras la toma de posesión de Espadas como alcalde. El nuevo gobierno local quiere que el de la Puerta de la Carne sea menos mercado gourmet que con Zoido y más centro cultural con Espadas, para que se note la impronta y diferente concepción de cada uno de los alcaldes, el del PP y el del PSOE.

 

SUPERFICIE AMPLIADA

 

Tanto por la exigencia de Espadas como por la necesidad de liberar de cargas la cubierta de un edificio en tan delicado estado y no colocar encima ningún tipo de maquinaria (por ejemplo, el habitual sistema del aire acondicionado), la UTE ha tenido que ampliar a más de mil metros cuadrados la superficie del sótano, una decisión que también le ha creado problemas con la Comisión de Patrimonio por supuesta extralimitación de la parcela catastral.

Asimismo, ha habido que proceder a limpiar y retirar los añadidos que se habían ido realizando a los puestos del mercado, amén de restos, escombros, suciedad…. y colocar una protección mallada alrededor del inmueble para evitar cualquier tipo de riesgo para los viandantes.

Por todo ello, el proyecto no ha hecho más que encarecerse y se ha pasado de los 3,5 millones de euros estimados inicialmente a más de 4 millones después y,ahora, a unos 7,5 millones, sin que en paralelo en estos dos años los promotores hayan obtenido ingreso alguno, de ahí su planteamiento de que se revisen los términos de la concesión. El Ayuntamiento no ha dado aún una respuesta definitiva.

 

El Ayuntamiento recuerda que está a 

expensas del dictamen de Patrimonio

 
El gobierno municipal ha reconocido, a preguntas de Viva Sevilla, el incremento de costes del proyecto de rehabilitación del antiguo mercado de la Puerta de la Carne, pero también que cualquier nuevo acuerdo sobre el mismo está supeditado a la aprobación, aún no lograda, por parte de la Comisión Provincial de Patrimonio.

“El proyecto para la recuperación y puesta en uso de la Puerta de la Carne ha experimentado sensibles modificaciones en los últimos meses que suponen un aumento de la inversión por parte del promotor, una mayor protección de los elementos arquitectónicos y  un incremento del espacio dedicado a usos culturales y sociales. Durante estos últimos meses ha ido avanzando en su tramitación”, asevera un portavoz del Ayuntamiento.

No obstante, también recuerda que el proyecto técnico “está condicionado por el informe de la Comisión Provincial de Patrimonio, en cuyo seno se ha producido un intenso debate en torno a la ponencia que existía”.

Según el Consistorio, en la Comisión de Patrimonio no se ha aprobado un informe desfavorable para el proyecto, sino que ha quedado todo aplazado a una próxima reunión. Este informe y las exigencias que de él se deriven serán determinantes para el futuro del proyecto.

Se alquila

Zoido dejó las calles con 13.679 veladores y ahora Espadas oferta 19.000 plazas para cócteles en espacios públicos emblemáticos

El gerente de Fibes reconoció en Fitur que el objetivo es poner espacios públicos al servicio de los hoteles y de sus clientes

 

El pasado 1 de febrero (2016), una empresa de transportes presentó en la Plaza de España su nueva flota de autobuses, compuesta por trece vehículos, y a continuación ofreció un cóctel debajo de una serie de grandes sombrillas para que los invitados se protegieran del sol y en torno a mesas altas, en línea con las recreaciones visuales que figuran en la oferta ‘Venues Sevilla’, que presentó el alcalde en el marco de Fitur a 44 agencias especializadas en la organización de congresos y eventos.

‘Venue’ es un anglicismo, otro más en la desnaturalización de nuestra lengua que practica el sector turístico, y al Sevilla Congress and Convention Bureau me remito. Podría traducirse como lugares de reunión. Según dijo Espadas y reza en Internet, Turismo de Sevilla, a través de ‘Venues Sevilla’ ofrece “una innovadora herramienta de información, asesoramiento y gestión de espacios públicos versátiles de la ciudad para dar lugar a los eventos más esperados”.

Traducido al español, el Ayuntamiento ofrece en una plataforma en Internet el alquiler de trece espacios públicos para la celebración de eventos, con los que espera ingresar al menos 900.000 euros, un dinero que se supone debería constar como previsión de ingresos  (como las multas de tráfico, por ejemplo) en alguna parte de los nonatos Presupuestos municipales.

LA LISTA

Recordemos que los espacios públicos que se alquilan son los siguientes, por orden de aparición en el sitio en Internet: el Casino de la Exposición, la sala Antiquarium en las Setas de la Encarnación, el museo de la cerámica de Triana, la Torre de Don Fadrique, el Costurero de la Reina, los Baños de la Reina Mora, el Castillo de San Jorge, la Plaza de España, la Plaza de América, el Muelle de Nueva York, la Puerta de Jerez, los Jardines de Murillo y la Alameda de Hércules.

En la información ofrecida se detectan errores que aún no se han corregido, como que aparezca el hotel Alfonso XII en vez del hotel Alfonso XIII y se hable de los Jardines del Cristina, en vez de los Jardines de (sin la ele) Cristina, ya que se crearon en honor de la reina, luego regente, María Cristina de Borbón-Dos Sicilias.

El alquiler de inmuebles públicos para la celebración de eventos no es nuevo en Sevilla, ni en otras ciudades. En la nuestra, por ejemplo, las Ordenanzas Fiscales suelen recoger un precio por la prestación de servicios y visitas en el Real Alcázar, de propiedad municipal, que incluye la organización de actos y exposiciones, la realización de fotografías y grabaciones y el rodaje de películas y documentales. En las del año 2014 figuraba una tarifa de 3.395 euros por la celebración de actos que no tuvieran carácter oficial reconocido y que fueran autorizados por la Comisión Ejecutiva o la Presidencia del Patronato.

BARCELONA Y MADRID

Ya que estamos en plena polémica por la intervención en las Atarazanas, hay que recordar que la Dirección de sus homólogas barcelonesas, el conjunto arquitectónico de las Atarazanas Reales, sede del Museo Marítimo, pone a disposición -previo pago, naturalmente- de particulares, empresas y entidades zonas como el Vestíbulo, que es publicitado como lugar ideal para cócteles; el Jardín, para los aperitivos, y la Sala del Marqués de Comillas, con 1.700 m2, para todo tipo de actos.

El Ayuntamiento de Madrid fue aún más lejos hace seis años, con Alberto Ruiz Gallardón (PP) como alcalde, al decidir alquilar el mayor número posible de espacios públicos, como el Palacio de Congresos, la Caja Mágica, el Madrid Arena y hasta el patio del Palacio de Correos en la Plaza de Cibeles, su sede, con más de 2.400 m2 de superficie y 30 de altura y capacidad para albergar 1.800 personas, cuyo alquiler se tasó inicialmente en 35.000 euros.

Así pues, el factor diferencial introducido por Gallardón en Madrid fue el paso del alquiler esporádico de algún espacio público al intento de alquilar de forma sistemática el mayor número posible de inmuebles municipales.

SÓLO EL PRINCIPIO

Mutatis mutandis, esto mismo es lo que ha hecho Espadas con su plataforma ‘Venues Sevilla’: de alquiler sólo el Alcázar hemos pasado de golpe a poner en el mercado trece espacios de la ciudad y que son presentados como los primeros de esta nueva política, porque pueden ser más en lo sucesivo. En este sentido, el gobierno local se alinea con el sociólogo Mario Gaviria, que en su intervención en las Jornadas sobre el Eucalipto se preguntaba que si las repoblaciones con esta especie de crecimiento rápido se presentaban como muy beneficiosas para Huelva, ¿por qué haberse detenido en las 200.000 ha de eucaliptal y no haber llenado la provincia entera?

Si después de que Zoido demostrase que era posible llenar las calles de Sevilla con 13.679 veladores y la privatización de los espacios públicos ha resultado tan rentable para el Consistorio, ¿por qué no continuar ocupando con taburetes, sillas, mesas, sombrillas y demás, como tan bien se recrea en las simulaciones gráficas de ‘Venues Sevilla’, la Plaza de España, los Jardines de Murillo, la Puerta de Jerez y hasta un total de trece espacios públicos? ¿Y por qué detenerse en estos trece y no seguir hasta que no quede un solo metro cuadrado libre sin ocupar, por nuestro barroquista ‘horror vacui’?.

Pensábamos que Espadas encarnaba un modelo distinto de ciudad y ha resultado que ha perfeccionado el modelo ideado por Gallardón en Madrid y el de los veladores a gogó de Zoido en Sevilla.

Esta decisión, que amplificará la imagen de zoco norteafricano que va adquiriendo a pasos agigantados la ciudad, supone otra claudicación ante el poderoso ‘lobby’ turístico, del que llevamos cuatro años esperando que desembolse el dinero prometido para organizar en la ciudad el equivalente a “no una, sino tres Copas Davis” (tres millones de euros).

Así lo reconoció en Fitur el gerente de Fibes, Antonio Jiménez, cuando aseveró que la oferta de ‘Venues Sevilla’ no sólo no compite con la de los hoteles, sino que está pensada para dichos establecimientos, que en numerosas ocasiones -dijo- solicitaban estos edificios y lugares emblemáticos para los clientes de los congresos que acogen. Más claro, agua: el gobierno local ha convertido plazas de la ciudad, como la Puerta de Jerez, en la prolongación de los salones privados de los hoteles a costa de privar temporalmente de su uso a los sevillanos, también contribuyentes.

ZONAS EXTERIORES

El segundo factor diferencial es que en la lista de espacios alquilables se incluyen también jardines públicos exteriores y no sólo los interiores de edificios, sin que los amigos y defensores de las zonas verdes y los ecologistas se hayan dado por enterados. Al contrario, el Ayuntamiento ha logrado hasta la comprensión de los conservacionistas de Adepa.

Recuérdese que Adepa expresó hace dos meses su inquietud por la “banalización y degradación de nuestros espacios urbanos más históricos y singulares” a cuenta de la feria de belenes autorizada por el Consistorio en el entorno de la Catedral y el Archivo de Indias; el tiovivo y la pista de hielo en la Plaza de San Francisco (Joaquín Egea dijo al respecto: “De lugar de recepción, de visitas reales, coso taurino y palenque de justas, a simple solar municipal que se alquila para las más distintas promociones”) y el “progresivo avance de la marea de veladores”, motivos por los que pidió la intervención de la Comisión de Patrimonio.

Pues bien, el Ayuntamiento oferta ahora 300 plazas para cócteles al aire libre en la Puerta de Jerez, 800 en los Jardines de Murillo, 10.000 en la Plaza de España, 1.000 en la Plaza de América y otras tantas en el Muelle de Nueva York, 3.900 en la Alameda…. y Adepa equipara esta ocupación masiva a la que dice realizan en la Plaza de América tan sólo dos bares de copas en las noches de verano. Asegura asimismo que es muy difícil que se alquilen los Jardines de Murillo por estar “llenos de ratas de considerable tamaño y con un deterioro bastante considerable”.Conclusión: como ya están deteriorados, qué más da que se puedan deteriorar aún más.

¿Qué habría dicho Espadas si a Zoido, el de los 13.000 veladores, se le hubiera ocurrido ofertar 19.000 plazas más en espacios públicos emblemáticos para cócteles y banquetes? Probablemente al exalcalde se le habría acusado de intentar hacer caja a costa del patrimonio de los sevillanos. Ahora, a esa política se la llama “puesta en valor”.

 

Atarazanas: una transaccional

El pasado jueves, el arquitecto autor del proyecto de Centro Cultural en las Atarazanas, Vázquez Consuegra, explicó su proyecto a  los grupos municipales en el Ayuntamiento. Repárese en la enorme paradoja de esta reunión: el arquitecto tenía que contarle su proyecto a los concejales de un Consistorio que le había dado licencia de obras para ejecutarlo con fecha 11 de diciembre de 2015, es decir más de mes y medio antes. Ese encuentro dejaba en la más flagrante evidencia a los señores ediles, ya que era la demostración palpable de que otorgan los permisos sin haberse leído los proyectos.

La concesión de la licencia de obras, previo dictamen favorable de la Comisión Provincial de Patrimonio, presupone el cumplimiento de la legalidad vigente por parte de la promotora de los trabajos, la Fundación La Caixa. Sin embargo, un partido como el PP, liderado por un juez al que se supone el conocimiento del Derecho cual es Zoido, quería al alimón con Ciudadanos llevar al Pleno del día siguiente una moción para que la Corporación suspendiera “preventivamente” la licencia de obras. Esa figura de la suspensión preventiva “a posteriori” (¿?) no existe en nuestro ordenamiento, su aprobación habría instalado a los ediles en la prevaricación y habría instaurado en Sevilla la inseguridad jurídica: nadie podría tener ya la seguridad de que su licencia de obras no sería revocada de haber triunfado tal iniciativa, que fue tumbada por el pertinente informe en contra del secretario.

Continuando con las paradojas de esta historia, el PP, partidario de suspender la licencia de obras para las Atarazanas, es el mismo partido que estando en el gobierno de la ciudad aprobó la primera solicitud de obras en el monumento (tuvo entrada en la Gerencia de Urbanismo el 26 de marzo de 2015) el pasado 2 de junio, a expensas del dictamen de la Comisión de Patrimonio, y con este informe favorable: “El proyecto presentado respeta la configuración de las actuales Atarazanas, siendo la intervención independiente en todo momento de la estructura muraria (sic) del edificio, acogiéndose su distribución a los espacios existentes y con una puesta en valor de los valores patrimoniales”.

SIN OBJECIONES

En esa reunión con Vázquez Consuegra, como en anteriores declaraciones públicas, los representantes de las fuerzas más a la izquierda, Participa e IU, se pronunciaron más que en contra del proyecto arquitectónico, contra el modelo de gestión del monumento y el hecho de que la Junta lo hubiera entregado en concesión a La Caixa durante veinte años.

Sin embargo, conocieron o debieron conocer tanto por los medios de comunicación como por el Boja la firma del convenio entre la Consejería de Cultura y la Caixa que activaba el procedimiento de “concesión administrativa para la adquisición del aprovechamiento privativo de las Atarazanas para la implantación en el mismo de un centro cultural”. La Consejería sometió a información pública el expediente de concesión en el Boja del 6 de junio de 2014, página 168, por el plazo de un mes, para la presentación de alegaciones y/o posibles propuestas alternativas. Cumplido el plazo el 14 de julio de 2014, ningún partido, ni asociación, organización, fundación o particular alguno se opuso a la concesión en favor de La Caixa ni presentó alegación ni propuesta alternativa.

Se han respetado, pues, los procedimientos legales sin que, como suele ocurrir en nuestra ciudad, nadie se preocupara de alegar en contra en tiempo y forma, hasta que jurídicamente ya es demasiado tarde.

ACUERDO PLENARIO

Todo ello no ha sido óbice para que el Pleno municipal del pasado viernes adoptara, con el único voto en contra del PSOE, el acuerdo de instar a la Junta y a La Caixa a una especie de moratoria en el inicio de las obras, hasta que el proyecto no se someta a información pública y se articule la participación de los ciudadanos.

Este acuerdo no tiene ninguna validez jurídica, por lo que La Caixa puede hacer caso omiso e iniciar la intervención en el monumento a finales de febrero o principios de marzo, tal como tenía previsto, pero sí una indudable trascendencia política, por cuanto los representantes de los sevillanos han expresado de alguna manera su deseo de que se paralice y/o se revise el proyecto de Vázquez Consuegra, en línea con la tesis de los conservacionistas de que se aproveche la ocasión no para convertir los antiguos astilleros en un centro cultural con plaza pública cubierta, salas de exposiciones y otros equipamientos, sino que se excave hasta recuperar la cota original, situada cinco metros por debajo de la actual.

POSICIÓN DE LA CAIXA

Pongámonos en el lugar de La Caixa. La entidad financiera puede estar pensando que tras la absorción de Banca Cívica no ha hecho más que asumir bastantes “marrones” con los que se encontró tras su desembarco en Sevilla: la terminación a un coste multimillonario de la torre Pelli en pleno estallido de la burbuja inmobiliaria, el traspaso de Isla Mágica previa absorción de sus deudas, hacerse cargo y por partida doble del ruinoso equipo de baloncesto y comprometerse a aportar 10 millones de euros en las Atarazanas como compensación al traslado del Caixaforum a los bajos del rascacielos tras integrar en su grupo los activos de la extinta Cajasol.

Desde su punto de vista, La Caixa financia un proyecto arquitectónico -el de Vázquez Consuegra- que es la respuesta a un programa de usos previamente definido por la Junta de Andalucía para las Atarazanas en el sentido de convertirlas en un espacio cultural, no en excavarlas y recuperar la cota que tenía en el siglo XIII.

Por tanto, La Caixa, que ya se fue una vez de las Atarazanas con el Caixaforum a la Cartuja, tendría en el acuerdo plenario del Ayuntamiento una magnífica ocasión para irse de nuevo, definitivamente,  y ahorrarse los 10 millones de euros comprometidos, con el argumento de que la ciudad no sabe realmente lo que quiere hacer con el monumento y de no contrariar la voluntad de sus representantes.

¿Puede esperarse acaso que la Junta, que en todos estos años no ha aportado nada para ampliar el Museo de Bellas Artes, restaurar el Arqueológico o rehabilitar alguno de los muchos monumentos sevillanos va a suplir los 10 millones de La Caixa para las Atarazanas? Justamente es la razón económica, no la arquitectónica, la que haría irreversible, tal como sostienen los conservacionistas, la ejecución del proyecto de Vázquez Consuegra: ¿va a poner alguien en el futuro 10 millones de euros para deshacer el centro cultural proyectado por aquél? ¿Tendría sentido gastar 10 millones ahora en hacerlo y 10 millones el día de mañana en deshacerlo para excavar entonces lo que no se excave ahora? ¿No es todo un contrasentido?

UNA SOLUCIÓN

Llegados a esta situación, ¿por qué no buscar una solución transaccional que satisfaga a todos a partir de un nexo común entre las dos visiones opuestas sobre el monumento, un término medio inicial entre excavarlo todo o no excavar nada?

El proyecto de Consuegra cuesta 10 millones de euros sin excavación y aún faltarían 2 millones para completar la rehabilitación de las naves superiores. El arquitecto estima que la excavación completa costaría 5 millones, y un millón la quinta parte (unos 1.000 m2) para crear un mirador arqueológico sobre la antigua muralla islámica y el torreón del Postigo, una excavación parcial que cree enriquecería el proyecto pero para la que no hay fondos.

Cuando en diciembre de 2014 se presentó oficialmente el proyecto, se anunció que la Fundación Cajasol aportaría 400.000 euros anuales durante 20 años para su programación cultural. Meses antes (febrero), el entonces consejero Luciano Alonso prometió que la Junta invertiría como mínimo 1,2 millones anuales en las Atarazanas.

Habría que procurar un acuerdo entre todos, incluidos los conservacionistas, en los posibles siguientes términos:

  1. Dado que ni en 2014 ni en 2015 la Junta ha aportado esos 1,2 millones prometidos, el Gobierno andaluz desembolsaría ahora los 2 millones que cuesta completar la rehabilitación de las naves superiores.
  2. La Fundación Cajasol, que en 2013 ingresó 9,78 millones por su entonces 1,1% de participación en Caixabank;  en 2014 y 2015 en torno a 10 milones por su 0,89%, y que podría percibir algo más de 10 millones este año por su actual 0,92%, tiene la gran ocasión, y con ella su presidente Antonio Pulido, de realizar una gran operación de imagen y de contribución a la cultura sevillana financiando con un millón la excavación de la quinta parte de las Atarazanas.
  3. Con los 10 millones de La Caixa se iniciaría simultáneamente la rehabilitación de las naves superiores (están muy deterioradas y es lo más urgente, hasta con amianto que hay que retirar) en la parte del proyecto que no implique ninguna transformación irreversible.

4. Tras la excavación arqueológica controlada, que duraría unos cuatro meses, se revaluaría el proyecto a la luz de lo hallado y de la visión que se obtendría de esos 1.000 m2 del monumento a la cota -5.

Se analizaría con datos reales si merecería la pena o no la excavación completa y en tal caso se utilizaría el dinero restante de los 10 millones de La Caixa.

 

Multas a diestro y siniestro

El exalcalde, diputado y portavoz municipal del PP Juan Ignacio Zoido ha alertado de que Espadas prevé en sus primeros Presupuestos como alcalde recaudar 200.000 euros más que el año pasado (último de Zoido) por multas de tráfico y 33.000 euros más por la tasa de expedición de documentos a los sevillanos, por poner sólo dos ejemplos significativos.

“Esta es la prueba irrefutable de que, como ya dijo él mismo, iba a aprovechar todos los resquicios legales para aumentar la recaudación, sin importarle que sea a costa de los bolsillos de los sevillanos”, ha declarado Zoido, que añadió: “La voracidad recaudatoria de Espadas ya queda patente, lo que certifica que son los sevillanos los que pagan de su bolsillo el aumento del Presupuesto del que tanto presume (….) Estos datos son la demostración de que tanto el catastrazo como la subida de impuestos decidida por el señor Espadas van a aumentar de un modo considerable la presión fiscal a los sevillanos; es decir, que no sólo es que no haya querido bajar los impuestos, algo que es posible porque ya lo hicimos en los últimos años”.

En esta última frase está la clave de la política de Zoido: rebajar o congelar los impuestos en el último o los últimos años…. omitiendo la fuerte subida previa en el primero o los primeros, para que ese incremento inicial se olvidara con el tiempo y quedara en la mente de los sevillanos sólo el efecto propagandístico de la bajada o congelación finales.

COMPARACIÓN

Para su último año de mandato (2015), convertido en un semestre porque Espadas accedió a la Alcaldía en junio y heredó sus Presupuestos, Zoido previó unos ingresos por multas de tráfico de 25.529.910,40 euros. Espadas, en sus primeros Presupuestos como alcalde ha previsto 25.729.910,40 euros, que efectivamente son 200.000 euros más (+0,78%), como denuncia Zoido.

Lo que no dice el portavoz del PP es que él, en sus últimos Presupuestos, había previsto también por otras multas y sanciones (infracciones del resto de Ordenanzas y otras normas) unos ingresos de 2.024.422,81 euros, mientras que Espadas “sólo” prevé 1.679.217 euros, es decir 345.205, 81 euros menos (-17%).

Si se comparan las previsiones de ingresos por multas por todos los conceptos, Zoido presupuestó mayor recaudación global (27.554.333,21 euros) que Espadas (27.409.127,40 euros, un -0,53%).

SUBIDA INICIAL

Retrocedamos ahora en el tiempo para ver qué hizo Zoido en sus primeros Presupuestos como alcalde en comparación con los últimos de Monteseirín y cómo aplicó su táctica política de incrementar significativamente la recaudación al inicio del mandato para aflojar luego la presión sobre los contribuyentes al final y publicitar esa rebaja o congelación, pero quedando siempre un balance global desfavorable para los sevillanos y a favor del Ayuntamiento.

En sus últimas Cuentas, Monteseirín previó la siguiente recaudación por sanciones: 22.529.910, 40 euros en concepto de multas de tráfico y otras infracciones; 1.636.022,81 por incumplimientos del resto de Ordenanzas en general, y 8.400 euros por infracciones a la Ley de Actividades de Ocio en Espacios Abiertos, lo que demostraba el desinterés del Ayuntamiento socialista en perseguir los temas de ruidos y demás molestias.

Llegó Zoido al gobierno municipal y en sus primeros Presupuestos previó la siguiente recaudación por sanciones: 25.529.910,40 euros en concepto de multas de tráfico, lo que suponía de entrada 3 millones más que Monteseirín (+ 13%); por otras multas y sanciones, 3.016.022,81 euros, casi el doble (+84%), y la misma mínima cantidad de 8.400 euros por el tema del ocio en los espacios abiertos, con el mismo desinterés por penalizarlas. Globalmente, pues, Zoido incrementó la previsión de recaudación por multas en un 18,11% en su primer año.

Luego dejó congelada la previsión para el resto del mandato en 25.529.910,40 euros, pero teniendo en cuenta que por la crisis económica el IPC sólo subió un 0,3% en 2013; bajó un -1% en 2014 y se quedó a cero en 2015, en realidad la subida por multas durante su mandato fue de un 18,81%, a una media del 4,70% por cada uno de sus cuatro años, pero él sigue diciendo que redujo la presión fiscal en la parte final de su cuatrienio.

CABALLO DE BATALLA

Independientemente de lo dicho o hecho por Zoido, lo cierto es que Espadas ha incrementado en 200.000 euros (+0,78%) la previsión de recaudación por multas de tráfico en 2016, año para el que los analistas estiman un IPC en el entorno del 0,30% y cuando al presentar las Ordenanzas Fiscales habló de congelación de precios para el común de los sevillanos por todos los conceptos excepto, fundamentalmente, en el IBI para los grandes contribuyentes.

El incremento de la recaudación por multas de tráfico se comprende aún menos si se tiene en cuenta que a raíz del incremento de ingresos previsto por Zoido ya en su primer año, éste fue uno de los grandes caballos de batalla de Espadas en el mandato anterior, cuando declaraba que las sanciones eran “el último recurso, no el primero” y que los policías locales no eran “agentes de recaudación”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En la primavera de 2012, los ediles socialistas Antonio Muñoz y Encarnación Martínez ofrecieron una crítica rueda de prensa contras las multas de tráfico de Zoido, cuya política de movilidad redujeron a un mero “afán recaudatorio”. Según su balance de ocho meses del mandato del PP, la Policía Local imponía una media de 500 sanciones diarias y la grúa retiraba un coche cada 90 minutos, por lo que a esas alturas habrían sido multados cuatro de cada diez automovilistas.

Si la Policía Local y la grúa municipal tenían que trabajar a destajo para recaudar los 25,5 millones de euros previstos por Zoido, ¿cuántas multas tendrán que imponer para recaudar 200.000 euros más con Espadas?

INCUMPLIMIENTOS

La ecuación se complica porque, como se recordará, Espadas prometió que perdonaría a los sevillanos el 50% del importe de la primera multa de tráfico, pese a tratarse, como reveló Viva Sevilla, de una medida contraria a la legalidad. Si Espadas perdona la mitad de cada primera multa y aun así tiene previsto recaudar 200.000 euros más que Zoido, eso significaría que los policías deberían multiplicar todavía más el número de sanciones para llegar al objetivo marcado en los Presupuestos de este año.

Y aquí viene la última contradicción: esas previsiones de ingresos por multas de tráfico no se suelen cumplir ni de lejos.

El presidente de Automovilistas Europeos Asociados, Mario Arnaldo, ha conseguido los datos reales de recaudación del Ayuntamiento de Sevilla. Así, de los 25.529.910,40 euros de ingresos por multas previstos por Zoido tanto en 2013 como en 2014 el Consistorio sevillano recaudó realmente 8.016.694,39 euros en el primer año citado y 8.167.761 en el segundo. ¡Sólo un 32%!

Estas cifras demuestran bien la ineficacia del Ayuntamiento, bien la falta de rigor en la elaboración de los Presupuestos municipales, ya que se estarían inflando a cuenta de ingresos ficticios.

Las multas de tráfico actuarían a modo de válvula de seguridad presupuestaria: en función de la recaudación por otros conceptos se incrementaría o no la presión sobre los conductores, porque aunque las multas de tráfico son impopulares siempre se pueden justificar por una infracción a las Ordenanzas y más impopular aún es para los políticos aparecer ante la opinión pública subiendo los impuestos.

El Presupuesto se puede cuadrar multiplicando las sanciones. Así la política vial deja de tener una finalidad educadora de los conductores infractores para convertirse en un elemento de recaudación, en un instrumento más de la política fiscal del Ayuntamiento.

Franklin y los impuestos

El inventor del pararrayos, periodista y diplomático estadounidense Benjamín Franklin, que como firmante de la Declaración de Independencia está considerado uno de los padres fundadores de los Estados Unidos, acuñó una frase que suelen repetir en su descargo los ministros de Hacienda cuando adoptan medidas impopulares: “En este mundo sólo hay dos cosas seguras, la muerte y pagar impuestos”.

Por ese permanente recordatorio de la inevitabilidad de habérselas con el Fisco que supone su aforismo, el Gobierno norteamericano eligió su efigie para ilustrar el billete de curso legal con más valor, el de 100 dólares (hasta mediados del siglo pasado los hubo también de 500 dólares, 1.000, 5.000 y ¡hasta de 10.000 dólares!).

A la frase de Franklin podría añadírsele una coda en el sentido de que pocos quieren enfrentarse a la muerte y al abono de los impuestos, sea al gobierno que sea y se llamen como se llamen. Y en Sevilla no íbamos a ser la excepción, de ahí la rebelión suscitada entre los empresarios tras la presentación de las primeras Ordenanzas Fiscales del gobierno de Espadas.

EL LÍMITE DEL MILLÓN DE EUROS

Como es sabido, el alcalde ha plasmado en el texto su promesa de congelación de los impuestos y/o tasas que afecten de forma más directa a las familias y pequeñas y medianas empresas sevillanas (el IBI, el sello del coche, las tasas de Tussam..) y también ha materializado el anuncio que hizo en aquel desayuno periodístico de que pediría un sobreesfuerzo a los que más tienen o más facturan subiendo los impuestos a las empresas con una cifra de negocio igual o superior al millón de euros anualmente.

Al igual que a nadie le gusta pagar más a Hacienda, a ningún gobernante le suele gustar arrostrar la impopularidad que supone incrementar la presión fiscal sobre los contribuyentes, ya sean personas físicas o jurídicas (sociedades), y menos en tiempos de una crisis económica que dura ya siete años y ha dejado más de 84.000 parados en la ciudad.

Sin embargo, Espadas ha llegado a la Alcaldía con una previsión de ingresos por la participación en la ciudad en los fondos del Estado inferior en 6 millones de euros a la cantidad que percibió el Ayuntamiento durante el último año del mandato de Zoido. A esos -6 millones se unen mayores gastos por la subida del 1% en las nóminas a los funcionarios  y el abono de la paga de Navidad, que las Administraciones Públicas están recuperando tras el sacrificio impuesto anteriormente.

En resumen, para lograr el principio de suficiencia financiera del Ayuntamiento y no incurrir en un mayor endeudamiento, que tampoco permitirían la ley de Estabilidad Presupuestaria y un vigilante Ministerio de Hacienda al que el interventor municipal está obligado legalmente a comunicar cualquier desviación presupuestaria del Consistorio, Espadas necesita recaudar 8 millones de euros más.

IBI E IAE

Su previsión, contenida en las Ordenanzas Fiscales para 2016, es que ese dinero salga de la subida del IBI (5,5 millones de euros) a 4.604 inmuebles de uso no residencial con los valores catastrales más altos (entre los que están 2.422 comercios, 603 industrias y hasta los estadios del Sevilla y del Betis) y de la subida del Impuesto sobre Actividades Económicas (2,5 millones de euros) a 3.615 empresas que facturan un millón de euros o más.

Obviamente, dada la natural aversión al pago al Fisco, la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES), que preside Miguel Rus, ha descalificado el proyecto de Ordenanzas Fiscales de Espadas, al que ha tachado de “populista”.

Según la CES, la decisión de subir impuestos “en momentos tan delicados de incipiente recuperación económica y con tan altas tasas de desempleo no ayudan en nada a la necesaria atracción de inversiones productivas e industriales que tanto necesita Sevilla. Decisiones políticas y populistas como las propuestas en estas Ordenanzas Fiscales -añade- ponen en riesgo los proyectos de inversión, continuidad y crecimiento de nuestras pocas grandes empresas y, sin duda, sus consecuencias sobre el empleo”.

No se recuerda una reacción similar de la patronal cuando era Zoido el que subía los impuestos aún en mayor medida que Espadas, aunque fuera forzado por el Ministerio de Hacienda para incrementar la recaudación de las Administraciones Públicas.

SUBIDAS MAYORES

Pese a la leyenda urbana y a la propaganda municipal en aquel tiempo en el sentido de que con Zoido en la Alcaldía se rebajaron los impuestos, los datos anuales de previsión de ingresos sólo por el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) demuestran lo contrario.

Así, en el último año de gobierno de Monteseirín, 2010, la previsión de ingresos por el IBI fue de 170.450.437 euros. A partir de 2011, ejercicio que se reparten a medias Monteseirín y Zoido, los ingresos por este tributo, el principal que pagan los sevillanos, se disparan y no se moderarán hasta los dos últimos años del mandato, cuando se van aproximando las elecciones municipales. Aun así serán superiores a los calculados en la época de Monteseirín.

Esta es la evolución de los ingresos por IBI en los últimos seis años: 2010, 170,4 millones de euros; año 2011, 178,2 millones; año 2012, 183,1 millones; año 2013, 201,9 millones; año 2014, 173,5 millones; y 2015, 173,5 millones de euros. Se aprecia que en los dos primeros años completos  de Zoido se recaudan por el IBI 5 millones y 23,7 millones más que en 2011, el ejercicio a medias con Monteseirín (Zoido llega a la Alcaldía a mediados de junio). Y todo ello en plena crudeza de la crisis económica, cuando en la ciudad se pasa de 76.600 parados a 91.600.

INCENTIVOS

Nada dijo entonces la patronal sevillana sobre que esas elevadas subidas del IBI pese al enorme ascenso del paro eran decisiones políticas y populistas que ponían en riesgo los proyectos de inversión de las grandes empresas y tendrían consecuencias negativas sobre el empleo.

La CES pone el acento en el incremento de la presión fiscal por Espadas sobre las grandes empresas como si por esta subida del IBI se pusiera en peligro la implantación de la segunda tienda de Ikea en Sevilla y omitiendo que, por ejemplo, pueden mitigar el incremento del IAE deduciéndoselo  en el impuesto de sociedades, y la existencia de lo que podríamos llamar el cheque de Espadas.

Y es que en estas primeras Ordenanzas de la nueva Corporación Municipal, las empresas que se creen quedarán exentas del pago de algunos tributos en los dos primeros años de su existencia y gozarán de una bonificación del 50% del IAE en los tres años siguientes.

Asimismo, para fomentar el empleo, se crea un cheque fiscal de 250 euros multiplicado por el incremento medio de la plantilla (contratos indefinidos en jornada completa), que en función de diversos factores puede permitir significativos ahorros en el IAE, IBI y hasta en la tasa de basuras (y hay que recordar que ahora se elimina la tasa de basuras a los locales vacíos que implantó Zoido).

Así pues, hay instrumentos en las Ordenanzas para incentivar los proyectos de inversión y la creación de empleo, pese a los temores en sentido contrario expresados por una patronal que fue demasiado complaciente con la política fiscal municipal en el anterior mandato y se muestra demasiado alarmista al inicio del actual.

Ahora bien, la CES tampoco puede darle un cheque en blanco a Espadas y debe estar vigilante para que el incremento de recaudación que se va a lograr con estas Ordenanzas no se pierda en un sumidero de iniciativas estrambóticas como la compra de lubricantes para uso vaginal y anal con destino a talleres municipales que se ha conocido esta semana.

Indigestión de Setas (de la Encarnación)

Apenas conocerse la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) revocadora en gran parte de la dictada el pasado 10 de abril por el Juzgado de lo Contencioso Administrativo Nº 5 de Sevilla y por la que finalmente el Ayuntamiento, gracias al recurso interpuesto por  los Servicios Jurídicos municipales por orden de Zoido, sólo queda obligado a indemnizar a Sacyr con 2,59 millones de euros por los incumplimientos y ocurrencias de última hora de Monteseirín en vez de con los 36,5 millones de euros del primer fallo judicial, apenas conocerse la sentencia, decía, Espadas ha anunciado su propósito de reorientar la gestión de las Setas de la Encarnación y de convertirlas en el “epicentro” de la próxima Navidad.

El alcalde ha afirmado lo siguiente: “Se lo voy a dejar muy claro a Sacyr. Ellos son una constructora, pero yo necesito un buen gestor para este espacio público”.

De entrada, el alcalde comete dos errores, porque Sacyr es mucho más que una constructora. Tiene una filial o división de concesiones y, por tanto, con un perfil puramente de gestión, con más de 20 años de antigüedad y que está especializada en el diseño, financiación, construcción y gestión de activos. Actualmente, según reza en su página web, cuenta con una cartera de 35 concesiones, distribuidas en siete países, de las cuales 23 están en explotación y el resto, en desarrollo. Entre sus concesiones figuran 24 autopistas que suman casi 3.000 Kms., entre la UE y América; 7 hospitales, con más de 3.000 camas (3 en Madrid, 3 en Portugal y 1 en Chile); 2 intercambiadores de transporte en Madrid; una línea de Metro en Tenerife y un aeropuerto en Murcia.

Por tanto, Sacyr es, además de constructora, gestora, pero cuando el alcalde habla de que necesita un buen gestor para el Metropol Parasol está diciendo de forma implícita que Sacyr es un mal gestor, ante lo cual podría preguntarle a su antecesor y correligionario Monteseirín por qué entonces le adjudicó la construcción y gestión, por 40 años, de las Setas.

ESPACIO PRIVATIZADO

La segunda aseveración de Espadas ya no se compadece con la realidad, porque la Encarnación es un espacio público privatizado “de facto” por Monteseirín en beneficio de Sacyr por ese periodo de 40 años al otorgarle la explotación de las Setas y de lo que está debajo (con la excepción del Antiquarium) y a su alrededor. A la constructora aún le quedan 36 años de disfrute de la privatización de ese espacio público realizada por un alcalde que se declaraba socialista como Monteseirín. Dicho de otro modo, Monteseirín privó a los sevillanos de la plaza de la Encarnación con tal de que Sacyr le construyera las Setas como icono de su mandato.

Desde aquel momento, como concesionaria y explotadora del complejo Metropol-Parasol y del espacio Encarnación, Sacyr puede desarrollar allí, siempre que cumpla la normativa municipal, las actividades que considere más adecuadas o rentables para sus intereses, aunque sea la colocación de tiovivos y el paseo de camellos por Navidad y que tanto parecen haber disgustado a Espadas. Nada, por otra parte, muy alejado de lo que permitió el gobierno de Zoido en la cercana Alameda.

Lo más insólito de las declaraciones del alcalde es su aceptación de que el proyecto de las Setas ha sido hasta ahora “económicamente poco rentable”, siguiendo las tesis de la compañía en su afán de devolverlas al Ayuntamiento; que “tiene que revisarse en su conjunto” y que todo pasa por una “renovación comercial, con proyectos potentes, donde el Ayuntamiento invierta y haga actividades que conviertan la Encarnación en un punto focal de la ciudad”.

DATO OCULTO

El coste real del proyecto de reurbanización y reutilización de la Encarnación sigue sin ser aclarado por el Ayuntamiento, ni por el anterior gobierno municipal ni por el nuevo. También depende de que se contabilice el coste del abandono del proyecto inicial que Monteseirín desarrollaba con sus socios del PA (se dio una estimación de 14,6 millones de euros) hasta que se zafó de ellos para coligarse con IU.

En la sentencia del TSJA se lee que el proyecto de las Setas tenía un presupuesto total de 51.206.918,25 euros, que el Ayuntamiento se comprometió a financiar con 25.421.166,29 euros. El resto del dinero debía aportarlo Sacyr, que lo compensaría y obtendría un beneficio por la explotación comercial durante 40 años. Sin embargo, según el fallo judicial, del presupuesto total se detrajeron 5.326.690,22 euros, que no tuvieron que ser financiados por el adjudicatario de la concesión. De ello se colige que la aportación de Sacyr se redujo a 20.459.061,74 euros.

Posteriormente hubo dos modificaciones de obra que asumió el Ayuntamiento, el cual, según el TSJA, ha acabado pagando el 82% de la inversión en metálico. Por tanto, si el 18%, la parte de Sacyr,  eran 20,4 millones de euros, el Consistorio habría desembolsado 93.202.392,37 euros y el coste total de las Setas sólo en esta segunda fase habría ascendido a 113.661.454 euros en números redondos.

Espadas dice ahora que el proyecto ha sido poco rentable. Será que no escuchó el discurso de Monteseirín durante la inauguración de las Setas, donde dijo: “Según los análisis de los expertos, los beneficios económicos, directos e indirectos, que el Metropol Parasol va a traer a la ciudad superarán, en un solo año, la inversión acometida”.

REVISIÓN DEL CONTRATO

Y añade Espadas que “hay que revisar” el contrato con Sacyr y que el Ayuntamiento debe invertir en las actividades que en las Setas se hagan porque es un icono a nivel internacional. ¿Un icono con tiovivos y camellos y bares low-cost?

¿Por qué hay que revisar el contrato? ¿Lo revisaría acaso Sacyr para repartir sus ganancias con la ciudad? El riesgo es consustancial a la actividad empresarial. Se supone que una multinacional con 20 años de experiencia en concesiones y ejecutora hasta de la ampliación del canal de Panamá debió hacer bien sus cuentas cuando se presentó al concurso de las Setas, salvo que hiciera una oferta temeraria a la baja para que se lo adjudicaran. Si ahora, supuestamente, no le salen las cuentas, ¿le va a trasladar sus presuntas pérdidas también a los sevillanos?

¿No le bastan a Espadas los casi 108 millones de euros (contando los 14,6 millones iniciales) que del dinero de los sevillanos habría  enterrado ya el Ayuntamiento en las Setas como para anunciar nuevas inversiones municipales allí, en vez de dedicar el dinero a los barrios más desfavorecidos?

Al final, el alcalde, para regocijo de Sacyr, puede acabar aplicando en las Setas el principio capitalista de privatizar los beneficios y socializar las pérdidas.

El TSJA rebaja a 2,59 millones la indemnización a Sacyr por las Setas de la Encarnación

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha estimado en gran parte el recurso contencioso administrativo presentado por el Ayuntamiento de Sevilla y rebajado de 36,5 millones de euros a tan sólo 2,59 millones  la cantidad que debe pagar el Consistorio a la empresa constructora Sacyr por los incumplimientos de algunas obligaciones contractuales.

El Juzgado de lo Contencioso Nº 5 de Sevilla dictó el pasado 10 de abril una sentencia resolutoria del contrato de concesión firmado por el Ayuntamiento con la empresa Sacyr para la construcción y posterior explotación del Metropol Parasol, popularmente conocido como las Setas de la Encarnación, durante un plazo de 40 años y condenó al Consistorio a pagarle a la constructora una indemnización por una serie de conceptos que sumaban un total de 36.532.464,18 euros y a hacerse cargo del complejo urbanístico-comercial a partir de ahora y sin esperar a los 36 años de la concesión que quedaban pendientes (a contar desde la inauguración oficial en la primavera de 2011).

El Ayuntamiento -y la Gerencia de Urbanismo- recurrió la sentencia a través de sus Servicios Jurídicos y ahora el TSJA ha revocado en gran parte el fallo judicial originario y estimado los argumentos municipales. La clave de esta nueva sentencia consiste en que para el TSJA no se da ninguna causa concreta ni esencial para declarar resuelto el contrato. Si bien admiten los incumplimientos del mismo por parte del Consistorio y denunciados por Sacyr, los jueces afirman que “los incumplimientos no son causa de resolución, ni aisladamente ni de forma conjunta, sin perjuicio del derecho (de Sacyr) a percibir lo que es debido” por aquéllos. Y no es causa de resolución tampoco porque la constructora ha seguido explotando normalmente las Setas a pesar de esos incumplimientos municipales.

Justamente por eso, el TSJA condena al Ayuntamiento y a la Gerencia de Urbanismo a pagarle a Sacyr 2.594.862 euros, una cantidad que aquél no ha impugnado en su recurso, de lo que se colige que asume la reclamación planteada por Sacyr por los siguientes conceptos:

-Retraso en el pago de una certificación de obra: 597.823,87 euros.

-Por el acceso gratuito de los sevillanos a las Setas: 525.349,72 euros.

-Por menores gastos repercutidos a los placeros: 68.306,40 euros.

-Por retrasos y alquileres no cobrados desde el inicio de la explotación: 1.403.382,01 euros.

Por tanto, el TSJA ha anulado de la sentencia anterior los dos puntos de mayor cuantía económica reclamados por Sacyr: la inversión no amortizada (13.275.852,29 euros) y el lucro cesante (20.661.749,89 euros), más los intereses.

PASIVIDAD MUNICIPAL

Al analizar el diferendo por la falta de explotación del mirador tras la decisión de Monteseirín de facilitar el acceso gratuito de los sevillanos, el TSJA se remite a las pruebas periciales y documentos aportados por Sacyr y subraya que no han sido discutidos por la Administración, “que ha mostrado una pasividad inexplicable en este punto”, si bien, al igual que en el resto de las reclamaciones no atendidas, no lo considera un incumplimiento esencial y causa de resolución del contrato, ya que tampoco Sacyr recurrió ni impugnó la resolución de la Alcaldía sobre la entrada gratuita de los nativos.

Los jueces destacan que el contrato firmado en su día por el Ayuntamiento y Sacyr es complejo y no sólo versa sobre la ejecución de unas obras, ya que incluye una concesión por 40 años de la explotación comercial de las Setas. Por eso, cuando analizan algunos incumplimientos o retrasos por parte del Ayuntamiento, afirman que una demora inferior a tres años tiene menor relevancia y es menos “sustancial” que si el plazo de la explotación total fuera inferior (por ejemplo, diez o veinte años).

Es más, recuerdan que ya se contempló al inicio del contrato que podía producirse un retraso (sin establecerse límite de tiempo) y se fijó para ese caso una indemnización, no una resolución del contrato.

REACCIÓN

El delegado de Hábitat Urbano, Antonio Muñoz, ha destacado cómo los Servicios Jurídicos Municipales han resuelto un proceso “frente a la desidia política del Gobierno de Zoido, que ha puesto en riesgo de forma temeraria los intereses del Ayuntamiento”.

Muñoz también subraya que, tal y como recoge la sentencia,  existió en el mandato pasado “una censurable pasividad en el abono de las cantidades y en la búsqueda de una solución, que además queda ratificada en el hecho de que contra las cantidades que se reclaman y que finalmente resuelve la sentencia que hay que abonar ni el Ayuntamiento ni la Gerencia han opuesto la realidad de estos conceptos debidos”.

Según el delegado, es el momento ahora de mirar hacia adelante, de recuperar el diálogo y de abandonar la estrategia absurda de confrontación constante y de desaprovechar los recursos con los que cuenta la ciudad. “Es el objetivo de este Ayuntamiento poner en valor el proyecto Metropol Parasol y aprovechar todas sus potencialidades”, afirma.

La cubierta de la Davis cumplirá cuatro años arrumbada en un almacén

La celebración de la final de la Copa Davis de tenis en Sevilla ha sido históricamente un gran éxito para el deporte español, porque nuestra Selección ha ganado la popularmente conocida como ensaladera, pero una ruina para el Ayuntamiento de la ciudad, tanto por el déficit generado por el evento como con la odisea posterior con la cubierta bajo la cual se disputó: la primera fue expoliada y fue causa hasta de una crisis política en el Consistorio y la segunda cumplirá al menos cuatro años almacenadas en los bajos del estadio de la Cartuja.

La Junta de Gobierno de la Corporación Municipal se ha visto obligada a adjudicar de nuevo a la sociedad gestora del estadio  (Estadio de la Cartuja de Sevilla S. A.) un contrato de 4.025,17 euros (más 845,28 euros de IVA) por mantener almacenada durante otros cinco meses la cubierta bajo la que se disputó la final en diciembre de 2011, en la que España se impuso a Argentina por 3-1 y ya no hubo necesidad de disputar el último partido.

Según los informes recabados por la Delegación municipal de Hacienda, debido a su gran tamaño la cubierta permanece almacenada en los bajos del estadio porque supondría un gasto mayor para el Ayuntamiento su traslado a un inmueble de propiedad municipal que el arrendamiento de su actual ubicación.

La otra razón, aunque no se explicita, es la de la seguridad tras el enorme escándalo político que supuso el expolio de la cubierta anterior al haber sido abandonada a su suerte tras ser depositada en unos terrenos abiertos y sin vigilancia.

Con este contrato por cinco meses más, la cubierta acumulará cuatro años arrumbada en un almacén del estadio, con un coste estimado de casi 10.000 euros anuales, por lo que la suma de la factura en estos cuatro años ascenderá a unos 40.000.

La cubierta fue comprada por el gobierno local durante el mandato de Juan Ignacio Zoido como alcalde con el argumento de que sería más barato quedársela al coste de 429.025 euros (aunque se dieron varias cifras), incluyendo el montaje y desmontaje, para su posterior reutilización en la ciudad que alquilarla para los escasos días de la final tenística a cambio de unos 600.000 euros (también se dieron otras cifras).

Sin embargo, Zoido concluyó su mandato de cuatro años dejando la estructura en los bajos del mismo estadio de la Cartuja que albergó la final porque nunca acabó de concretar su uso alternativo.

La anterior corporación estudió la posibilidad de reinstalarla en terrenos deportivos del Charco de la Pava, Hytasa, Parque Amate, Parque de los Príncipes, Los Bermejales, distritos Norte y distrito Este, pero no acabó de materializar propuesta alguna.

Al coste del almacenamiento durante cuatro años hay que añadir el déficit generado por el evento deportivo en las arcas municipales, que ascendió a casi un millón de euros.