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Torres de 70 metros en Cruzcampo

El Plan Especial de Reforma Interior (PERI) de los terrenos de la antigua fábrica de la Cruz del Campo en la Avenida de Andalucía ya ha cumplido todos los trámites legales con su publicación en boletín oficial, por lo que los promotores podrán construir allí torres de hasta 70 metros de altura, pese a que Zoido se comprometió con la Unesco a frenar nuevos edificios de este tipo en la ciudad.

El 29 de junio de 2012, Juan Ignacio Zoido aterrizó en Sevilla procedente de San Petersburgo, donde había logrado detener la inclusión de la ciudad en la lista del Patrimonio Mundial en peligro por causa de la construcción de la torre Pelli en la isla de la Cartuja, aunque a cambio del cumplimiento de una serie de compromisos con la Unesco.

El entonces alcalde anunció en el aeropuerto de San Pablo que desde ese mismo momento promovería una modificación del PGOU para que no se construyeran más rascacielos en la Cartuja y subrayó que dicha modificación tendría que ser aprobada por la Junta de Andalucía.

Zoido afirmó asimismo que el Ayuntamiento se había comprometido ante el organismo de la ONU que vela por la cultura y el patrimonio a modificar el planeamiento urbano de la ciudad para “impedir que, en un futuro, nuevos proyectos comprometan el paisaje histórico de Sevilla”, así como a la redacción de los planes especiales de protección para espacios históricos como el barrio de Santa Cruz, el entorno de Santa Catalina y la Torre del Oro. El entonces alcalde fue tajante en sus declaraciones: “En el entorno del casco histórico no habrá más rascacielos”.

Sin embargo, Zoido no modificó el PGOU para nada relacionado con rascacielos en la Cartuja sino para construir un puente -desechado por el nuevo gobierno local- que poner al servicio de la torre Pelli; y en cuanto al entorno de la Torre del Oro, su actuación más controvertida fue la tala de los árboles de la calle Almirante Lobo para que no impidieran la visión del monumento.

TRES AÑOS DESPUÉS

Item más, tan sólo tres meses después de sus promesas a la Unesco de no permitir rascacielos en el entorno del Casco Histórico, el Ayuntamiento aprobó el PERI de la Cruzcampo, el mismo que ha tardado tres años en publicarse en boletín oficial para tener plena validez jurídica y en el que en distintas zonas del futuro complejo urbanístico se permitirán bloques de 33,5 metros; 54,5 metros y 70 metros de altura. A título de ejemplo comparativo, la torre de Los Remedios mide entre 63 y 66 metros, según los criterios que se empleen.

Aunque la construcción de las torres de 70 metros (inicialmente se permitían de hasta 90 metros, pero luego se rebajó diciendo que se trataba de un error) se supedita a un estudio de detalle, las fuentes consultadas indican que jurídicamente el Ayuntamiento ya no podría oponerse a que un promotor edifique con la altura máxima prevista en este Plan Especial.

El PERI fue impulsado por la Compañía para los Desarrollos Inmobiliarios de la Ciudad de Híspalis S. L., constituida por un ‘pool’ de bancos que en conjunto habían prestado unos 330 millones de euros a la promotora vasca Urvasco. Esta compró con aquel dinero los suelos recalificados en el PGOU de 2006 a Cruzcampo (18 ha, salvo la histórica sede de la compañía, edificio ya protegido legalmente) para que un grupo de arquitectos-estrella (Norman Foster, Jean Nouvel, Arata Isozaki y Guillermo Vázquez Consuegra) diseñaran un complejo de 1.963 viviendas de alto standing y al menos un hotel, con un coste estimado de unos 750 millones de euros. Los arquitectos llegaron a retratarse con Monteseirín y directivos de Urvasco en el balcón del Ayuntamiento, donde fueron recibidos como auténticos divos.

La crisis se llevó por delante a Urvasco y los bancos se tuvieron que quedar con los terrenos. Sólo ahora, con la mejora de las perspectivas económicas, la compañía que constituyeron a tal efecto ha depositado el aval del 6% (962.722,56 euros) exigido por la ley para la ejecución de las obras de urbanización, tras lo cual se ha desbloqueado la publicación del PERI en boletín oficial. De ello se colige que la urbanización de los suelos costará al menos 16.045.376 euros.

La edificabilidad total permitida es de 255.168 m2, que se repartirá entre 1.073 viviendas libres, 890 protegidas, locales comerciales, oficinas y usos hoteleros.

 

Taifas verdes

El Ayuntamiento ha presentado hace unos días el Inventario/Diagnóstico de los 178.000 árboles de la ciudad, según el cual hay 2.477 ejemplares con defectos estructurales y/o morfológicos graves o muy graves que suponen un riesgo estático bastante elevado para los viandantes, por lo que es aconsejable su sustitución a corto o medio plazo. De hecho, el Centro de Coordinación Operativa municipal atiende unas 900 incidencias anuales relacionadas con los árboles (a una media diaria de 2,5).

A raíz de que el pasado 10 de agosto se desplomaran en la Macarena partes de un árbol sobre dos personas, que sufrieron heridas de gravedad, el nuevo gobierno de Juan Espadas encargó una inspección del arbolado de la ciudad, que ha sido concluida en 40 días, con lo que en cada jornada se habrían inspeccionado 4.450 ejemplares. El dato ha sido cuestionado por inverosímil, dada la falta de suficientes especialistas y de instrumentos de diagnóstico avanzados tanto en el Servicio de Parques y Jardines como en las empresas del macrocontrato de las zonas verdes.

No obstante, éste es otro de los problemas heredados por Espadas, que al menos ha reaccionado de inmediato para contar con una aproximación sobre el estado del arbolado. El Inventario/Diagnóstico es en realidad un “yo me acuso” de los pecados verdes cometidos hasta ahora por el conjunto de la Corporación Municipal, ya que ¿a quién si no imputar la responsabilidad por los cinco grandes problemas detectados?

Son los siguientes. 1) Selección inadecuada de especies; 2) Mala calidad de las plantas; 3) Malas condiciones de plantación; 4) Falta de coordinación; 5) Inadecuada organización.

DEMASIADOS ACTORES

En la ciudad falta una Autoridad Única sobre los árboles y hay demasiados reinos de taifas al margen del Servicio de Parques y Jardines, que queda orillado en muchas de las actuaciones que se acometen y que teóricamente deberían ser de su competencia. Por ejemplo, la Gerencia de Urbanismo es responsable de que las contratas que ejecutan los proyectos de urbanización y/o de reparaciones en la vía pública planten árboles según su propio criterio. ¿Quién tomó la decisión de sembrar fresnos en la Alameda de Hércules, donde históricamente predominaban álamos?

El recinto de la Feria de Abril es otro hecho exógeno a Parques y Jardines, donde sus especialistas no tienen arte ni parte. Allí se podan los árboles a destiempo y sus ramas quedan reducidas a muñones no por criterios de jardinería, sino para que luzcan más los farolillos. Entonces, ¿para qué plantar árboles, si luego estorban? Después, si aparecen pudriciones en los troncos o los árboles, debilitados, son atacados por plagas, la culpa se achaca al departamento que no ha intervenido en el campo de Los Remedios.

Hasta las asociaciones de vecinos, con la mejor de las intenciones, plantan ejemplares e incluso aprovechando las subvenciones municipales. Y qué decir de los constructores de urbanizaciones privadas: generalmente las terminan con siembra de árboles en las aceras, la mayoría de las veces sin conocimiento del Servicio de Parques y Jardines (¿acaso las inspecciona?) e incumpliendo las normas de Urbanismo sobre el tamaño de las especies.

ALCORQUES MÍNIMOS

Asimismo, los alcorques de dimensiones mínimas los ha tolerado hasta ahora el Ayuntamiento en las obras de urbanización de calles, donde confluyen otras para la canalización subterránea de la red de agua potable, red eléctrica, red telefónica, red semafórica, el alcantarillado…. que realizan distintas compañías. En una reciente avería en la vía pública, los técnicos de Emasesa tuvieron que levantar prácticamente un plano de situación del subsuelo de entremezclados que estaban todo tipo de cables y conductos.

¿Quién pone orden en este caos, que como en el caso de la calle Almirante Lobo fue esgrimido luego por el gobierno de Zoido para tratar de justificar la tala de los grandes plataneros de la Exposición del 29 para que así se viera mejor la Torre del Oro?

Esta descoordinación y existencia de reinos de taifas verdes es la causa principal de la situación a la que hemos llegado, pero de momento el Consistorio ha anunciado doce medidas para abordar sólo las consecuencias. Una de ellas, con buen criterio, consiste en la formación y certificación en arboricultura tanto de los operarios como de los técnicos implicados en la gestión del arbolado, con lo cual se pone de manifiesto todavía más el dislate que ha supuesto el cierre de la Escuela de Jardinería Romero Murube en el parque de María Luisa después de la quiebra de la Fundación Forja XXI, sin que el gobierno de Zoido se atreviera a rescatarla. Ahora parece más necesaria que nunca y debería ser una de las prioridades de Espadas, también para crear empleo.

LA TÍPICA MESA

La implantación de un sistema de información geográfica del arbolado es una magnífica iniciativa, pero de poco servirá si no se mantiene en permanente actualización y revisión, para lo cual se necesita personal especializado y medios en un Ayuntamiento maniatado por la tasa de reposición.

Como en cada problema que surge (zona azul, botellonas, polígonos industriales…), el gobierno de Espadas reacciona anunciado la creación de una mesa ciudadana. También lo ha hecho en este caso. No están de más, pero recuérdese que Monteseirín anunció otra similar que no sirvió más que de pantalla tras su arboricidios, ya que no se hizo nada de lo que allí se preconizó.

¿Será esta vez diferente?

El Ayuntamiento de Sevilla acumula condenas judiciales por valor de 52 millones

Los cuatro grupos políticos de la oposición municipal han señalado con motivo de los primeros 100 días de Espadas como alcalde que están a la espera de que presente sus proyectos de Ordenanzas Fiscales y Presupuestos para evaluar con mayor fundamento su gestión. El problema para Espadas es que desde abril el Ayuntamiento acumula 52 millones de euros en condenas judiciales, una cantidad que supera en 2,6 veces el presupuesto real de inversiones con que cuenta la ciudad para el año en curso y que deja al alcalde con una limitadísima capacidad de maniobra.

El Ayuntamiento no tuvo más remedio la pasada semana, obligado por sendas condenas judiciales en contra, que aprobar el pago de 122.448,15 euros a Telvent y de 173.043 euros a Telefónica, dinero que se suma a varias condenas millonarias que ha sufrido desde el mes de abril y que suman casi 48 millones de euros , a los que hay que añadir más de cuatro millones por intereses de demora y de otro tipo y de reconocimiento de derechos de cobro a las empresas que han pleiteado contra la corporación y han obtenido estas sentencias favorables.

En total, el montante de las condenas asciende a 52 millones de euros, y todavía hay en lontananza pleitos pendientes en los que se dirimen 28 millones de euros más. Dado que en el actual Presupuesto municipal de 2015 el dinero realmente disponible para inversiones asciende a unos 20 millones (en concreto 19.990.748 euros), los pagos por los fallos judiciales en contra superan en 2,6 veces esa cifra.

Por ende, a Espadas se le complica el escenario económico debido a que el Gobierno de la nación le transferirá al Ayuntamiento 6 millones de euros menos con cargo a la participación en los ingresos del Estado que en el último ejercicio. Entre condenas judiciales y menores transferencias, el alcalde se va a ver abocado a buscar aquello que dijo en su controvertido anuncio de bajada/subida del IBI: los resquicios que haya en las normas, para tratar de recaudar más fondos con los que afrontar esta complicada situación.

‘LEGADO’ DE MONTESEIRÍN

La sombra de Monteseirín es tan alargada que cuatro años y medio después de su salida del Ayuntamiento su negativa herencia aún sigue lastrando a sus sucesores. Sin contar las cantidades que tuvo que pagar Zoido en los primeros años de su mandato por sentencias también contrarias por la gestión de Monteseirín, especialmente por las obras de la Alameda y del carril-bici, el pasado abril el Consistorio recibió el, probablemente, mayor golpe judicial de su historia reciente al fallar la Justicia en su contra y a favor de Sacyr en el pleito por las Setas de la Encarnación: 36,5 millones de euros.

Ya con Espadas como alcalde, el Ayuntamiento ha sufrido otra condena en un pleito arrastrado desde la época de Monteseirín, por la cesión de suelos de Mercasevilla a Sando para la construcción de naves industriales. En este caso la condena ha sido de casi 9 millones de euros, que con los intereses de demora y otros conceptos se elevará a 12 millones en números redondos.

Los siguientes pleitos perdidos han sido heredados por Espadas de la gestión de Zoido: condena de dos millones por la suma de dos sentencias favorables a Detea en el caso de la comisaría de la Ranilla, que acabarán siendo tres millones, ya que la Justicia le ha reconocido a la empresa el derecho a reclamar otro millón más.

Y las dos últimas condenas en contra del Consistorio son a favor de Telvent por la revisión de precios al alza del contrato de las señales de tráfico (0,12 millones) y a favor de Telefónica por unas obras de modificaciones de líneas de comunicaciones (0,17 millones).

El Ayuntamiento se enfrenta además a una demanda de Detea de 20 millones por el ruinoso estado en que le entregó los edificios de la Policía en la Cartuja y a una reclamación de Resipark de 7,8 millones por la anulación del contrato que firmó Monteseirín para la construcción de aparcamientos subterráneos en suelos que resultó no eran de propiedad municipal.

La factura judicial del Ayuntamiento

Empresa                 Asunto                                Importe indemnización

Sacyr           Setas Encarnación                        36.532.464,18  euros

Sando          Suelos Mercasevilla                        8.944.710,30

Sando          Intereses y otros (estimado)         3.055.290,00

Detea          Sede Policía La Ranilla                   1.902.366,91

Detea          Sede Policía La Ranilla                            177.923,88

Detea          Intereses y otros                            1.076.685,46

Telvent       Señales de tráfico                                122.448,15

Telefónica   Líneas teléfono                                173.043,00

TOTAL                                                                   51.984.931,88

El melón de la Gavidia

Espadas está en proceso de abrir un peligroso melón en la antigua comisaría de la Gavidia al plantear primero una rebaja en el nivel de protección patrimonial de este Bien de Interés Cultural (BIC) con el fin de facilitar su venta a esos potenciales compradores que Zoido decía tener y que, al igual que con las cien empresas interesadas en instalarse en la Zona Franca, todavía estamos esperando que aparezcan; y, en segundo lugar, al sugerir que se encuentra en un lamentable estado de conservación y encargar a la Gerencia de Urbanismo un informe técnico tras el que podría dictaminarse su declaración de ruina y posterior demolición, con lo que en vez de un BIC representativo de un estilo arquitectónico y de una época de la ciudad nos quedaríamos con un solar en pleno corazón del Casco Antiguo.

Aun subrayando que Espadas llegó ayer por la tarde, como quien dice, al Ayuntamiento y que ha heredado esta situación de Monteseirín y de Zoido, ¿acaso la Gerencia de Urbanismo no debería conocer de sobra el estado del inmueble sin necesidad de que el alcalde le haga un encargo especial?

Porque el Pleno de la Corporación aprobó el 25 de mayo de 2000 la Ordenanza sobre Inspección Técnica de Edificios  (ITE), que fue modificada el 20 de mayo de 2004 y, luego, el 28 de septiembre de 2011 (texto refundido en el BOP de Sevilla, 16-XI-2011).

 

OBLIGACIONES DE LA ITE

 

La Ordenanza de la ITE regula (Art. 1º) la obligación de los propietarios de construcciones y edificaciones de efectuar una inspección periódica, dirigida a determinar el estado de conservación de las mismas y el cumplimiento del deber (atención) de conservación impuesto por la normativa urbanística y de régimen del suelo. Toda clase de edificaciones y construcciones, con independencia de su uso o destino, están afectadas por la obligación de someterse a la inspección (Art. 2).

La Disposición Transitoria Única de la Ordenanza establece los plazos máximos generales para la presentación del primer informe de inspección técnica. Considerando el texto de 2011 en vez de los anteriores (2000 y 2004) y dado que la antigua comisaría de la Gavidia tenía por entonces unos 47 años (se construyó entre 1962 y 1964), en el mejor de los casos el Ayuntamiento, su propietario, debió haber presentado el primer informe de ITE hasta la fecha límite del 6 de julio de 2011, ya con Zoido en la Alcaldía. Esa inspección debió determinar el estado de conservación del edificio, y en caso de amenaza de ruina o mal estado de conservación, el Ayuntamiento tendría que haber actuado de inmediato para preservarlo, tanto por ser un bien municipal como -no se olvide- un Bien de Interés Cultural.

NO CONSTA

La Ordenanza obligaba a la constitución de un Registro informatizado de carácter público en Urbanismo y en el que deben constar como mínimo, la identificación de cada inmueble mediante su referencia catastral, dirección y número de gobierno; año de construcción; protección asignada en el planeamiento; número de expediente asignado e informe de la ITE presentado con una serie de parámetros.

Al ser de acceso público, cualquier ciudadano puede verificar la ITE de cualquier edificio de Sevilla desde el siguiente enlace a la página web de la Gerencia de Urbanismo:

http://www.sevilla.org/urbanismo/test2012/Menu08.asp

Se puede buscar por la dirección del inmueble, que en el caso de la Gavidia es Plaza de la Concordia Nº 2, o por su referencia catastral, que es  4730702TG3443B0001PF.

No hemos podido constatar informáticamente que la Gavidia haya pasado la ITE, aunque dados los conocidos ‘agujeros’ de la página web municipal cualquier sorpresa sería posible. En la más que probable hipótesis de que no haya sido inspeccionada, se consideraría en virtud del Art. 8 de la Ordenanza una infracción muy grave, que sería sancionada con una multa de mínima de 6.000 euros por tratarse de un edificio catalogado.

¿Puede el Ayuntamiento acreditar la ITE de la Gavidia? En caso de que no la haya inspeccionado, ¿va a cumplir la Ordenanza, se va a sancionar a sí mismo con 6.000 euros -de todos los sevillanos- y va a exigir responsabilidades por tal omisión? ¿Con qué autoridad moral puede el Consistorio exigir el cumplimiento de la ITE a los sevillanos y sancionarlos?

Veamos un reciente caso paralelo. La iglesia de los Terceros, otro Bien de Interés Cultural, se encuentra cerrada parcialmente desde mayo por riesgo de desprendimiento de su cúpula. Pues bien, ha sido sometida a la ITE y los inspectores exigen que en un plazo determinado se realicen obras por valor de 500.000 euros para garantizar las condiciones de seguridad, salubridad y ornato público.

CONVENIO INCUMPLIDO

Cuando el Ministerio del Interior cerró en el año 2003 la comisaría de la Gavidia por el traslado de la Jefatura de la Policía al nuevo edificio en Blas Infante ya se apuntó el mal estado en que, supuestamente, aquélla se hallaba, lo cual no fue óbice para que, con Monteseirín como alcalde, el Ayuntamiento le comprara el edificio al Ministerio a cambio de 9,9 millones de euros más la entrega de cinco parcelas valoradas en 2,3 millones. En total, una operación de 12,2 millones en que, como contrapartida, el Gobierno de la nación se comprometía a reinvertir el dinero conseguido en la construcción de cinco comisarías en barrios de Sevilla y en el plazo máximo de cinco años (2010). Estamos en 2015 y es obvio que el Ministerio ha incumplido su compromiso, sin que el Consistorio haya denunciado el convenio pese a la teórica posibilidad de recuperar el dinero y devolverle el inmueble a Interior.

Una de dos: o Monteseirín compró un edificio ya ruinoso al Ministerio aquel 21 de noviembre de 2005, o, presuntamente según los temores de Espadas, entre él y Zoido se lo han dejado arruinar en el decenio transcurrido desde entonces (seis años de gestión del primero; cuatro del segundo).

Otro de los motivos alegados en aquel entonces para justificar la compra del inmueble -comisarías de barrio aparte- era que así se dispondría de un sitio (7.462 m2 de superficie construida) para dotar de equipamientos públicos al Centro, donde prácticamente no había ni hay espacios libres. En tal sentido, en el PGOU de 2006 la Gavidia fue calificada como Sistema General/S.I.P.S.-Sociocultural. Sin embargo, Monteseirín (al igual que luego Zoido) no invirtió en convertir la antigua comisaría en sede de equipamientos para los vecinos del Casco Antiguo y la dejó abandonada a su suerte mientras que en paralelo gastaba del orden de 120 millones de euros en levantar a 700 metros las Setas de la Encarnación y a costa del dinero destinado en el PGOU a las infraestructuras de los futuros barrios de la ciudad.

PÉSIMO EJEMPLO

Si el Ayuntamiento demuele un Bien de Interés Cultural tras haber propiciado con su abandono de diez años su hipotético estado de ruina, ¿acaso su conducta no sería equivalente a la de esos ‘asustaviejas’ que no invierten un euro en conservación para así librarse a la larga de sus inquilinos y poder construir de nueva planta sobre el solar una vez consumados el reconocimiento de la ruina y la posterior demolición?

El BOP de Sevilla ha publicado bastantes acuerdos por los que la Gerencia de Urbanismo expropia de forma forzosa a propietarios de viviendas en ruinas porque sus propietarios han incumplido el deber de conservación. Pero, claro, ¿se va a expropiar a sí mismo el Ayuntamiento en la Gavidia?

El Consistorio está obligado no a demoler, sino a conservar la antigua comisaría en virtud del PGOU de 2006, del Plan Especial de San Martín y de la Ordenanza de la ITE. Y al tratarse de un BIC, esa obligación añadida se la imponen la ley del Patrimonio Histórico, la de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA) y hasta la ley del Suelo. ¿Cómo explicar que se libren un millón de euros para Artillería y 300.000 para Santa Catalina, que ni es municipal, y cero euros para la Gavidia?

Si el gobierno local omite el deber de conservación al que, por ejemplo, le obliga la ley del Patrimonio (Artículo 14), la Junta de Andalucía tiene la potestad de ordenar la ejecución de las obras necesarias (Art. 15), ejecutarlas de forma subsidiaria con cargo a las arcas municipales (Art. 16) o incluso expropiar la antigua comisaría (Art. 18) para acometer un proyecto de conservación (Art. 21).

Ni siquiera puede Espadas decretar unilateralmente un estado de ruina en este caso, al tratarse de un BIC, u ordenar la demolición sin la preceptiva autorización de la Consejería de Cultura. Si tal ocurriera tras abrir Espadas este melón, supondría un rotundo fracaso económico (12,2 millones a la basura) y cultural, con el que se mandaría el mensaje de que desde la Administración se pueden descatalogar BIC por capricho de un alcalde o dejarlos arruinarse y demolerlos porque es más importante hacer caja con el patrimonio (su liquidación) que conservarlo.

El modelo de Navidad de Sevilla

Buena parte de los debates en Sevilla, que emergen y se sumergen como el Guadiana e independientemente de la época del año, versan sobre las fiestas que se celebran en la ciudad: si la Preferia debe ser considerada Feria o no; si debe haber una segunda ‘Madrugá’ en la Semana Santa y, ahora, si puede haber Navidad sin el  ‘mapping’ y sin el alumbrado de colores que caracterizaron la etapa de Zoido en el Ayuntamiento, los cuales ha decidido someter a revisión por su elevado coste y problemas de seguridad.

El mero anuncio ya ha alimentado el argumento de que Espadas liquidará la Navidad según Zoido al igual que ya ha liquidado el modelo urbanístico de su predecesor al tumbar el convenio con Altadis, el puente en la Cartuja y el gran centro comercial que nunca existió en la Gavidia.

Poco podía imaginar el entonces primer teniente de alcalde y portavoz del grupo municipal de IU, Antonio Rodrigo Torrijos, que una frase suya pronunciada a la ligera y luego convenientemente amplificada -y hasta tergiversada- sobre que aquel año pondría alumbrado de solsticio de invierno  al presentar la iluminación de la Navidad, acabaría convirtiendo la celebración por excelencia de los cristianos en un motivo de conflicto político que sería aprovechado por el PP para tratar de patrimonializar la conmemoración y poco menos que reinventarla.

EL SOLSTICIO

El solsticio de invierno es el momento en que la posición del sol en el cielo se encuentra a la mayor distancia del ecuador , hecho que suele acontecer en una franja estimada entre el 21 y el 23/24 de diciembre en el hemisferio Norte, y en fechas equivalentes del mes de junio en el hemisferio Sur. Como consecuencia, en nuestro hemisferio (Norte) acaece la noche más larga del año, con todo lo que en las primitivas creencias se asociaba a la oscuridad, pero una vez alcanzado ese momento crítico, empieza de inmediato el proceso de alargamiento de las horas de luz hasta el mes de junio, para a continuación menguar hasta diciembre, y así repetirse el ciclo anualmente.

El solsticio de invierno tenía en los pueblos antiguos y paganos un significado especial, como el del tránsito de la muerte (la noche más larga) a la vida (la luz), en lo que sería un volver a nacer, un renacimiento. Historiadores sostienen que, de forma inteligente para ganarse la adhesión de los pueblos paganos, la Iglesia, sobre todo a partir del calendario juliano, situó el nacimiento de Cristo en torno al solsticio de invierno, para equiparar así la Navidad al nacimiento de la luz y al final de las tinieblas nocturnas.

CONFLICTO ECONÓMICO

Torrijos, de ideología comunista, no pudo compendiar en una frase toda esa compleja explicación histórico-religiosa. Por aquel entonces era también el delegado responsable del alumbrado navideño, y su afán por ahorrar energía colocando bombillas tipo LED de incipiente desarrollo pero menos deslumbrantes en principio que las tradicionales, y que los comerciantes del Centro contribuyeran con más dinero a su financiación, se convirtieron en campo abonado para que sus palabras fueran ‘traducidas’ a un supuesto propósito de celebrar una Navidad poco menos que atea y sin motivos cristianos en el alumbrado: cristales de nieve, renos, abetos, figuras geométricas….

Por eso, una de las formas que empleó Zoido cuando llegó al Poder para desmarcarse de la etapa de Monteseirín y Torrijos -derogación del Plan Centro aparte- fue dar el máximo realce posible a la Navidad, en contraste con la ‘pobreza’ (en vez de ser considerada como un ahorro energético) lumínica del alumbrado impulsado por el portavoz de IU.

Esa intención manifiesta quedó explícita en el lema ‘En Sevilla se llama Navidad’, y en el derroche de luces de colores (sin que los que antes protestaban por la ausencia de motivos cristianos alzaran entonces la voz) y la importación del ‘mapping’, proyecciones tridimensionales para un público masivo que generalmente por razones publicitarias (por ejemplo, un lanzamiento de Vodafone) se habían celebrado con éxito de público, por su espectacularidad, en ciudades extranjeras y en Madrid.

PATROCINIOS PRIVADOS

Para tratar de justificar estas proyecciones, al coste de unos 300.000 euros, en tiempos de gravísima crisis económica y en una ciudad que en diciembre de 2011 tenía 81.135 parados, Zoido argumentó que no costarían nada al erario público porque serían patrocinadas por empresas privadas en su totalidad. Sin embargo, ya el año pasado la empresa municipal Emasesa tuvo que salir en auxilio del alcalde y desembolsar 200.000 euros para cubrir la diferencia ante la falta de suficientes patrocinadores.

Y aunque la situación económica general parece haber mejorado, en Sevilla hemos pasado de aquellos 81.135 parados de la primera Navidad de Zoido a 84.127 el pasado mes de agosto. En este contexto socioeconómico, el nuevo gobierno entiende que el mantenimiento del ‘mapping’ sólo se justificaría por su patrocinio privado al 100%, sin que hasta ahora los sectores más beneficiados por la masiva afluencia de público al Centro en los días de proyecciones (hoteleros, hosteleros y comerciantes) hayan dado un paso al frente, por más que el PP estime en un 8% el incremento de sus ventas en esas fechas y el presidente de los hosteleros dijera en su día que estaban dispuestos a financiar “no una, sino tres Copas Davis en Sevilla”.

CENTRO Y BARRIOS

El segundo elemento en cuestión es el coste del alumbrado navideño y su distribución por la ciudad. Zoido dejó atado el contrato por dos años más, por lo que el gobierno de Espadas se ve obligado a gastar 500.000 euros, de los que 110.000 los va a aportar una aseguradora por colocar un árbol con las letras de su marca en la Puerta de Jerez y el resto, 390.000, el Ayuntamiento a través de la Gerencia de Urbanismo.

Con este dinero se van a iluminar al menos 169 calles de forma obligatoria, de las cuales 70 (el 41,42%) están en el Centro. El grupo político Participa ya ha subrayado que entre el Centro y Los Remedios acaparan el 52% del presupuesto navideño, mientras que al distrito Este, con casi el doble de población, sólo se le asigna el 3%, por lo que a su juicio el mapa del alumbrado navideño no es más que una trasposición del mapa de las desigualdades existentes en la ciudad, con la agravante de que quien las mantiene en este caso es el propio Ayuntamiento.

El debate que plantea Participa es similar al que hace un decenio quiso abrir Torrijos al querer cambiar el modelo de concentración de la iluminación navideña en el Centro histórico para extenderlo a la periferia, aunque cometió un error marketiniano al hablar de solsticio de invierno en vez de Navidad.

 

El IBI de Espadas

El pasado día 7 de septiembre (2015), en el curso de un desayuno informativo organizado por Europa Press y la Fundación Cajasol y patrocinado por Atlantic Copper, Juan Espadas anunció la congelación absoluta de la presión fiscal sobre las familias sevillanas. En este sentido, afirmó que el recibo del IBI para todos los inmuebles de uso residencial se congelará en los importes de 2015, reduciendo en su caso el tipo efectivo aplicado este año para absorber una posible actualización por la Ley de Presupuestos del Estado del valor catastral de los inmuebles en nuestra ciudad. “Ninguna familia sevillana -aseveró- pagará en 2016 por su vivienda ni un euro más de IBI que en 2015”.

Esta es una medida que beneficiará al conjunto de los 700.000 habitantes que en números redondos tiene la ciudad. Sin embargo, por el debate abierto en los medios de comunicación, la impresión que les queda a los sevillanos es la contraria: que el alcalde va a subir el recibo de la contribución urbana (nombre popular del IBI) el año próximo.

Espadas sufre las consecuencias de haber cometido un error de estrategia comunicativa en el mismo acto público: anunciar a continuación una medida antitética que afectará tan sólo a una minoría (el 10%, dijo) de los grandes contribuyentes, o sea, los titulares de inmuebles con mayores valores catastrales.

VENTANA DE PROGRESIVIDAD

En concreto, el alcalde habló de  utilizar las ventanas de progresividad que permite la ley. “Sólo en el caso del IBI,  la Ley nos permite -recordó- aprobar un tipo impositivo diferenciado del general para aquellos inmuebles de uso distinto al residencial que representen, para cada uso, el 10 por 100 de los valores catastrales más altos. Pues bien, en relación con estos inmuebles que agrupan los valores más elevados en usos no residenciales no congelaremos las cuotas de 2015, introduciendo un porcentaje de progresividad en el reparto de la carga tributaria y exigiéndole un mayor esfuerzo a los grandes contribuyentes que, además, se ven beneficiados al poder deducir en sus impuestos estatales sobre la renta (IRPF e IS) la cuota que satisfacen al Ayuntamiento por el IBI y, en general, por los impuestos municipales”.

Al anunciar una medida y también su opuesta en vez de centrarse sólo en una idea-fuerza de la misma temática, Espadas creó involuntariamente las condiciones para que algún medio interpretara erróneamente su política fiscal y divulgara que el IBI va a incrementarse para todos los comercios y empresas de la ciudad, aunque se congele para las familias. Y una vez multiplicada la interpretación errónea a través de Internet y las redes sociales se formó una bola de nieve que fue acrecentándose con las reacciones negativas de los sectores supuestamente afectados, aunque no lo sean ni lo vayan a ser: los pequeños y medianos empresarios y los comerciantes.

LA PATRONAL

El siguiente paso en la evolución de los acontecimientos fue la airada reacción de la Confederación Empresarial de Sevilla, que dirige Miguel Rus, y de la patronal del pequeño comercio, Aprocom. Se creó así el escenario para proyectar la imagen de que los empresarios habían roto la supuesta luna de miel que mantenían desde la precampaña electoral con el nuevo alcalde y antes incluso de que se cumplieran los cien días de éste en el sillón de la Plaza Nueva.

Técnicamente, el error no fue del alcalde, sino de quienes lo malinterpretaron y extendieron el falso supuesto, pero a Espadas, ya con una dilatada experiencia política a sus espaldas y que ha sido hasta consejero de la Junta de Andalucía,  cabe imputarle el fallo de comunicar noticias antitéticas, la buena y la digamos mala, con lo cual acabó imperando esta última y desplazando del primer plano de la actualidad a la primera, máxime si se trata de materia tributaria, ya que lo último que alguien desearía sería pagar más impuestos.

Y es que mientras los 700.000 sevillanos “de a pie” están desarticulados y no tiene forma de hacerse oír para, teóricamente, haber expresado su satisfacción por la congelación de la presión fiscal, los empresarios y los comerciantes tienen a su disposición el altavoz de sus poderosas organizaciones patronales para, en plan ‘lobby’, movilizar y presionar en defensa de sus intereses, supuestamente afectados por el alza del IBI. A ello se une el hecho de que han estado acostumbrados a ser priorizados por la acción del gobierno local durante el mandato anterior, desde con la organización del ‘mapping’ navideño para allegarles más público al centro hasta con el incremento del 40% en el número de veladores ocupando la teórica vía pública, cada vez más ocupada en beneficio de intereses particulares.

MARCHA ATRÁS

El siguiente error del alcalde consistió en proyectar la imagen de que reculaba, con lo cual no hizo más que asentar en la opinión pública la idea de que, efectivamente, pensaba incrementar la presión fiscal de forma generalizada al mundo empresarial. Fue cuando el alcalde entró en el proceloso terreno de las matizaciones y precisiones en vez de en el del desmentido tajante: “No se trata de una decisión cerrada, ya que irá a una consulta pública, estará abierta a alegaciones y al final se tendrá que analizar la decisión de los distintos grupos políticos. Tenemos la obligación -declaró- de presentar un proyecto y de cuadrar la cuentas, algo que también valorará el Consejo Económico y Social de Sevilla”.

Un Consejo Económico y Social, le faltó añadir, que está con un presidente en funciones desde que el anterior dimitió a principios del verano al sentirse preterido por la creación de un organismo consultivo paralelo, formado únicamente por los presidentes de las patronales y de las dos centrales sindicales mayoritarias.

Si no se trata de una decisión cerrada, como posteriormente se esforzó en recalcar Espadas, entonces ¿qué sentido tenía anunciarla en un acto público ante decenas de comensales de la clase política y empresarial y los medios de comunicación?

Con ello ha provisto de munición al PP, que inmediatamente le saltó a la yugular acusándole por boca de Zoido de improvisación y de gobernar a golpe de ocurrencias y de que apenas llegar los socialistas al Ayuntamiento ya empiezan las subidas de impuestos, cuando en realidad ha ocurrido justamente al revés: mientras Espadas inicia su mandato anunciando una congelación del IBI para todas las familias y para el 90% de las empresas y los comerciantes, Zoido lo empezó con una subida general del 10% para todo el mundo, fuera por imposición o no del Gobierno de Rajoy, pero subida al fin y al cabo.

QUEJÍO

Por su parte, Aprocom no dejó pasar la ocasión para instalarse en su quejío tradicional y hablar de que la supuesta subida del IBI supondrá un auténtico varapalo para el pequeño y mediano comercio, “que trata de remontar los desastrosos efectos de la crisis económica de los últimos años”, cuando a lo largo de este verano los comerciantes no han tenido empacho en reconocer una subida de sus ventas y la recuperación de la actividad mercantil al socaire de la mejora de la economía y del auge del turismo.

Algunos han llegado a hablar en medio de la polémica de que la subida del IBI va a provocar una “huida” de comercios de la ciudad, un alarmismo que no cuadra con la apertura de nuevos establecimientos en el Centro (desde Tous a la Joyería Durán en Plaza Nueva hasta un nuevo Mercadona en Plaza de Armas) en los últimos meses y la retirada del cartel de ‘se vende’ o ‘se alquila’ en numerosas calles que antes estaban pobladas de locales vacíos.

Y como a río revuelto ganancia de pescadores, el PP aprovechó la oportunidad para hablar del “abandono absoluto” al que el nuevo gobierno municipal ha sometido al comercio y del “paso atrás” después de sus cuatro años de mandato.

Menos mal que Espadas anunció una congelación del IBI a las familias. ¿Qué habría ocurrido si hubiera anunciado una subida del 10%, como hizo Zoido? Y, por cierto, ¿por qué entonces los comerciantes guardaron silencio y no anunciaron el apocalipsis de un éxodo mercantil?

Adiós a San Fernando

A lo largo de mi vida profesional he leído infinidad de cartas enviadas a directores de periódico. Entre tantas y tantas hubo una, publicada hace bastantes años, que me llamó poderosamente la atención y que en líneas generales todavía recuerdo hoy. La escribió un directivo español a un medio de Madrid para comunicar el cumplimiento de una promesa personal: acudir a su vuelta a España a Granada para postrarse ante la tumba de los Reyes Católicos y expresarles su gratitud por haber culminado la Reconquista y liberado definitivamente a nuestro país de la dominación musulmana.

El remitente había trabajado para diversas compañías en países árabes y había tenido por tanto la ocasión de comprobar ‘in situ’ la diferencia sideral de vivir bajo los regímenes teocráticos y totalitarios imperantes en esas naciones -donde se oprimía a la mujer y se imponían penas medievales como lapidaciones, latigazos, amputaciones de miembros, decapitaciones…a capricho ante cualquier heterodoxia- y la de vivir en un país perteneciente a la civilización cristiana y cultura occidental y en un régimen democrático y de libertades.

Y eso que entonces aún faltaban bastantes años para que surgiera el denominado Estado islámico y el mundo viera con horror sus prácticas de cortar la cabeza a periodistas, quemar vivo a un piloto jordano enjaulado, despeñar desde lo alto de los edificios a los homosexuales, exterminar a las minorías cristianas y de cualquier otra religión en las ciudades tomadas a sangre y fuego, secuestrar y violar mujeres como botín de guerra, destruir obras de arte patrimonio de la humanidad para que no exista ninguna memoria histórica antes de su paso por esos lugares….

SEVILLA FUE ANTES

El firmante de la carta daba las gracias a los Reyes Católicos por culminar la incorporación de España a lo que hoy llamamos Occidente, en 1492. Pues bien, casi dos siglos y medio antes de esa fecha fue otro rey, San Fernando, el que hizo lo propio respecto de la ciudad de Sevilla, al liberarla de la dominación musulmana el 23 de noviembre de 1248.

Uno de los mayores expertos en la época fernandina, Manuel González Jiménez, catedrático de Historia Medieval de la Universidad Hispalense y de reconocido prestigio, dijo una vez que “con Fernando III y su hijo Alfonso X el Sabio empieza la época de la universalidad de Sevilla”.

Por tanto, cada vez que la ciudad conmemora el 30 de mayo la fiesta de su patrón protector y de su rey conquistador está recordando mucho más que un episodio militar y/o religioso (habría que situarse en la mentalidad de la época), ya que San Fernando, además de poner los cimientos de la edad de oro de Sevilla, que sobrevendría trescientos años después, estableció la corte real en el Alcázar, decisión que equivalía a la designación de la urbe como la capital de su reino unificado; impuso el castellano como lengua oficial en lugar del latín, con lo que propició el auge cultural que encarnaría su hijo Alfonso, y se identificó hasta tal punto con la ciudad que dispuso ser inhumado aquí de la forma más humilde, para que fuera Sevilla donde descansaran sus restos para siempre.

LOS FESTIVOS LOCALES

¿Merece o no merece San Fernando que Sevilla le dedique una de las dos fiestas locales (la otra es, por ahora, el Corpus Christi) a las que por ley tiene derecho decretar? O, por el contrario, ¿es más conveniente y/o lógico dejar al rey conquistador y santo patrón sin día festivo y trasladarlo a la Feria de Abril, para equiparar Sevilla a esos municipios, desde pueblos hasta capitales de provincia, en los que es natural disfrutar de un festivo con motivo de su Feria o fiestas patronales?

Sin debate previo, pero tratando de enlazarlo con el ya tradicional sobre el inicio de la Feria de Abril y si se ha de convertir la Preferia en Feria, el nuevo gobierno municipal presidido por Juan Espadas ha decidido elevar a Pleno una propuesta para eliminar en 2016 el carácter festivo del Día de San Fernando y otorgárselo en su lugar al miércoles de Feria.

De materializarse esta propuesta, que previamente ha contado en comisión con el apoyo de PSOE, Ciudadanos e IU y con la abstención del PP y de Participa (esta formación consultará a sus militantes y simpatizantes antes de votar en el Pleno), sería, que se recuerde, la primera vez en que se adoptaría una decisión en tal sentido sin que el día de San Fernando ‘cayera’ en sábado o domingo (días no laborables), circunstancia que, cuando se producía, aprovecharon otros alcaldes, como Monteseirín y Zoido, para decretar un festivo en la Feria sin menoscabar el día del patrón de la ciudad.

CUATRO ARGUMENTOS

El delegado de Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera, ha dado varios argumentos para tratar de justificar esta propuesta, lanzada tan sólo cinco semanas después de la constitución de la nueva corporación y cuando aún faltan nueve meses para la Feria y diez para el Día de San Fernando:

  1. Que la Junta de Andalucía necesita conocer ya los festivos locales para organizar el calendario del próximo curso escolar, el cual se inicia en septiembre.

  2. Que el próximo año, 2016, el Corpus Christi se celebrará el jueves 26 de mayo, y el Día de San Fernando, el 30, será lunes, con lo que habría una sucesión de festivos que propiciarían un ‘puente’ de cinco días que se antoja demasiado largo.

  3. Que poner un festivo en Feria supone el cumplimiento de una promesa electoral de Juan Espadas, el cual es partidario de que las familias disfruten de un día libre en pleno festejo al margen del fin de semana.

  4. Que un sondeo realizado entre los empresarios del sector turístico indica que la celebración de un día festivo durante la Feria supone un mayor impacto económico para la reactivación de la ciudad.

 

EL REFERÉNDUM

Sorprende la preocupación del gobierno municipal por que los sevillanos se pudieran tomar demasiados días de supuesto ‘puente’ con motivo del Corpus y San Fernando (el viernes sería laborable, aunque en la mentalidad funcionarial de los ediles del gobierno no le otorgan tal consideración) cuando al mismo tiempo hablan de adelantar el dispositivo municipal a la Preferia, lo que equivale a dar tratamiento festivo a una decena de días (el lunes del pescaíto sería equiparable al viernes entre el Corpus y San Fernando).

En el ambiente quedó flotando este año la idea de que la promesa de Espadas sobre la Feria consistía en someter a referéndum la fecha de inicio del festejo para ‘legalizar’ la Preferia, no que tuviera un festivo en medio que podría acabar ‘de facto’ con la Feria en tal fecha, por el riesgo de que los sevillanos dejen de frecuentar, por cansancio, el real y dejen a los forasteros el tramo final. De atenernos a la versión oficial y no a la realidad, la suma de la Preferia, el festivo del miércoles y el último fin de semana nos llevarían a diez días de fiesta, el doble que los cinco que el Ayuntamiento quiere evitar suprimiendo el festivo de San Fernando, el cual, así, quedaría erradicado, al menos durante este mandato.

El argumento que parece definitivo es el último: el sector turístico quiere el festivo en Feria en vez de en el Día de San Fernando porque así hace más caja y obtiene más beneficio. Es el mismo argumento con que se justificó durante el mandato de Zoido la Feria del calor: se retrasó hasta bien entrado mayo, en función del calendario festivo de Madrid (fiestas del 2 de mayo y de San Isidro) y no de la tradición de Sevilla para que hicieran su particular negocio los hoteleros y hosteleros.

No importa que durante el mandato de Espadas se cumplan los 770 años de la conquista de Sevilla por San Fernando y los 349 de su canonización; ni que la festividad del rey sea 176 años más antigua que la fundación de la Feria y esté declarada por el propio Ayuntamiento como el Día de Sevilla, en que se entregan las medallas de oro de la ciudad…

Prevalece el negocio del sector turístico, lo mismo ahora con Espadas que antes con Zoido, de lo que se colige que el Ayuntamiento se sigue plegando a idénticos intereses en la sombra y que Sevilla, al contrario de su leyenda, no es tan tradicional como pretenden ciertos sectores siempre que la tradición estorbe a un interés crematístico considerado superior. Si hace falta, se inventa otra tradición: la del festivo en Feria.

 

Sin alfombra roja

Al igual que en el fútbol la Supercopa es oficialmente la competición -a doble partido- con que se inicia la nueva temporada pero realmente es el torneo de clausura de la anterior porque en el mismo se enfrentan el campeón de Liga y el campeón de Copa de la última campaña, el primer pleno del Consejo Económico y Social de Sevilla (CESS) del mandato de Juan Espadas como alcalde ha sido realmente el último de la era Zoido, al presentarse el Informe de Coyuntura Socioeconómica de la ciudad de Sevilla correspondiente al año 2014, periodo final del mandato del anterior regidor.

Salvo prácticamente en el capítulo turístico, en el que el CESS, a la luz de las estadísticas de visitas, viajeros y pernoctaciones hoteleras, ha reconocido las buenas cifras registradas por el sector con Zoido de alcalde, el resto del informe es una enmienda casi a la totalidad de su gestión, con la percepción de un año casi perdido para la ciudad. El CESS, que es un órgano consultivo del Ayuntamiento y el transmisor de la opinión de los agentes económicos y sociales al gobierno municipal, refleja en su informe y dictámenes, por más que no tengan carácter vinculante, la misma impresión de anomia municipal y de falta de respuesta a las muchísimas expectativas creadas que semestralmente venían recogiendo los Barómetros socioeconómicos de la Fundación Camára de Comercio.

La sensación de frustración y de oportunidad perdida con la excusa de anteponer el saneamiento de las cuentas municipales explica la pérdida de casi 60.000 votos por el PP en las elecciones municipales del 24 de mayo, la de ocho concejales, la de la mayoría absoluta y, a la postre, la del gobierno municipal.

TRABAS BUROCRÁTICAS

Uno de los mantras de Zoido era la reiteración de la expresión “alfombra roja” para referirse a los empresarios. Así, en una de las varias veces en que a lo largo de su mandato anunció junto con el ministro de Hacienda y diputado por Sevilla, Cristóbal Montoro, la inminencia de la Zona Franca, que como el Godot de la obra del dramaturgo Samuel Beckett nunca acababa de llegar, el ya exalcalde declaró: “Sevilla será más atractiva para las inversiones; el tejido industrial será ampliado en nuestra ciudad, así que, desde el máximo respeto a la legalidad, vayamos dejando atrás los complejos y pongamos, de modo simbólico, alfombra roja a todos aquellos que quieran crear empleo”.

Los inversores, emprendedores y empresarios no han encontrado en el Ayuntamiento durante el mandato anterior extendida esa metafórica alfombra roja, a la luz del informe del CESS, que describe un cuadro totalmente opuesto a tales pretensiones: “Muchos proyectos no han podido llevarse a cabo como consecuencia -afirma- de la dificultad del empresariado de enfrentarse a las trabas burocráticas, que eternizan proyectos que no se llevan a término por cuestiones administrativas y que sólo consiguen perjudicar a Sevilla, y que todavía no han puesto en valor los reajustes realizados durante los años de crisis para crear empleo”.

EL TAPÓN DE URBANISMO

Hay casos paradigmáticos de estas trabas administrativas y de la falta de agilidad, especialmente en la Gerencia de Urbanismo, que han dificultado, cuando no han impedido la materialización de proyectos de inversión en Sevilla. Algunos no han trascendido a la opinión pública, como el de una gran cadena valenciana de supermercados, que lleva meses esperando a que se le desbloqueen algunos comercios en barrios de la ciudad. Otros, como el de Decathlon en la isla de la Cartuja, son un ejemplo de las contradicciones en que incurrió el gobierno de Zoido  en materia de urbanismo y economía.

Pese a preconizar durante todo su mandato la redacción de un nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) con la tesis de que el vigente constreñía la iniciativa empresarial, el anterior Consistorio dejó escapar a la multinacional francesa Decathlon junto al estadio ‘Olímpico’ justamente por su inflexibilidad para proceder a una modificación del PGOU.

La Sociedad Estadio Olímpico convocó en 2008 un concurso para la implantación de empresas en una parcela colindante a la instalación deportiva. No hubo ningún interesado, pero después  llegó Decathlon con un proyecto de una tienda complementada por una piscina climatizada, un gimnasio y pistas para el pádel y otros deportes, para lo que necesitaría 15.000 m2 de edificabilidad (la décima parte que Ikea). La inversión estimada era de 18 millones de euros y crearía 160 empleos.

LICENCIA CONDICIONADA

En el verano de 2008, desde Urbanismo se le dijo que podía ser viable siempre que se ajustase a los requisitos del PGOU y a los de la Junta para las grandes superficies comerciales. En marzo de 2009, la Sociedad Estadio Olímpico adjudicó a Decathlon la explotación del terreno (un derecho de superficie por un plazo de 40 años), condicionada a la obtención de licencia de obras y al ‘nihil obstat’ del Gobierno autónomo.

La compañía reservó el suelo en enero de 2010 mediante el pago de una fianza de 200 euros diarios. El convenio la obligaba al abono de 440.000 euros/año a la Sociedad Estadio Olímpico, a cuyo Consejo de Administración pertenece el Ayuntamiento, que por tanto ha estado informado desde el principio del tema. Ese mismo año, la Junta dictaminó que por incluir una gran superficie comercial el proyecto de Decathlon debía adaptarse al PGOU vigente.

Por tanto, al igual que con Ikea, o la empresa se adaptaba al Plan General o éste se modificaba para ajustarse a sus pretensiones mediante un procedimiento cuya tramitación debía incoar Urbanismo.

Hay constancia de al menos dos ‘cumbres’ en la Gerencia, ya con Zoido en la Alcaldía: diciembre de 2011 y febrero de 2012. Mientras nada trascendía a la opinión pública del proyecto de Decathlon, el de Ikea aparecía continuamente en los medios. El gobierno local insistía en la necesidad de no ponerle cortapisas urbanísticas a la multinacional sueca porque a los proyectos empresariales había que extenderles una alfombra roja.

Mientras, a Decathlon se le decía todo lo contrario: su proyecto era urbanísticamente irrealizable y no se le daba tampoco la opción de cambiarle el PGOU, como se ha hecho para Ikea y la Gavidia. En junio de 2012 Decathlon tiró la toalla, la Sociedad  Estadio Olímpico tuvo que devolverle los más de 100.000 euros que le había entregado como  reserva y perdió una expectativa de negocio de 18 millones de euros por el canon (sin IPC), y Sevilla a su vez una inversión de cuantía similar y 160 empleos. Sólo después de dejar escapar a Decathlon el Ayuntamiento movió ficha para modificar el PGOU.

UN LARGO CAMINO

Por casos como éste el CESS ha acabado calificando a Sevilla en el informe que presentó la semana pasada como la ciudad de las oportunidades perdidas: “Sevilla sigue sin apreciar sus grandes oportunidades para ser más competitiva en un mundo globalizado; la paralización de las infraestructuras, el raquitismo, cuando no la inexistencia de las inversiones, entre otros, están haciendo que la ciudad deje pasar oportunidades sin aprovecharlas”.

El nuevo delegado de Hábitat Urbano (engloba Urbanismo, Turismo y Cultura), Antonio Muñoz, ha declarado de forma gráfica que conseguir una licencia en Sevilla es como la canción de los Beatles ‘Un largo y tortuoso camino’, por lo que se plantea como reto político algo tan simple y sencillo, pero que aquí parece hercúleo, como es conseguir que en nuestra ciudad sea más fácil hacer negocio,  simplificando para ello los trámites administrativos.

Y es que el exceso de burocracia parece incompatible con la alfombra roja.

Un tiro en el pie

Juan Ignacio Zoido se estrenó el pasado viernes en el primer Pleno municipal de la ‘era Espadas’ como en un viaje a tiempos pretéritos: portavoz del primer partido de la oposición, lo cual no dejó de resultar extraño tras verlo ejercer durante cuatro años como el alcalde con la mayoría más absoluta de la historia (20 concejales).

Zoido, que progresivamente va digiriendo el resultado electoral que le privó de revalidar la Alcaldía pese a haber logrado la (insuficiente) victoria en las urnas el pasado 24 de mayo, se mantuvo en un tono institucional al anunciar que no estrenaría el mandato votando en contra de la primera decisión del nuevo gobierno local, por lo que su grupo se abstendría, pero ello no fue óbice para que hiciera constar en acta el descontento del PP por el hecho de que sólo cinco de sus doce ediles vayan a tener dedicación exclusiva al poder contar con un sueldo del Ayuntamiento y reclamó los medios necesarios para ejercer la oposición en función de su representatividad y con un criterio de proporcionalidad.

La queja de Zoido ha estado motivada por la aprobación de la estructura de la nueva corporación municipal, en la que los veintidós concejales con dedicación exclusiva al Ayuntamiento, y por tanto con un salario público, se han repartido de la siguiente forma: los once ediles del PSOE, en cuanto partido en el gobierno; dos ediles por cada grupo minoritario de la oposición (Ciudadanos, Participa e Izquierda Unida), y los cinco restantes, por el PP, con lo que el grupo mayoritario en el Pleno, el de los populares, se encuentra con que siete de sus ediles han de ‘buscarse la vida’ fuera del Consistorio y no podrán dedicarse al 100% a fiscalizar la labor del gobierno de Espadas.

LEY DEL PP

Aunque a Zoido no le sirve de consuelo, el resto de grupos políticos municipales mostraron su disgusto con la situación creada, que atribuyeron única y exclusivamente a los efectos de la denominada ‘ley Montoro’ (por su promotor, el ministro de Hacienda y diputado por Sevilla, Cristóbal Montoro), técnicamente la ley 27/2013, de 27 de diciembre, de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local.

Aprobada en un momento político en que la gaviota del PP revoloteaba por encima de la mayoría de las instituciones del país y antes de que la progresiva desafección ciudadana le haya hecho perder 2,5 millones de votos en los últimos comicios, esta norma se ha acabado revelando como un tiro en el pie de los propios populares, que jamás pensaron que tendrían que aplicársela a ellos mismos. Si el PP se hubiera mantenido en el gobierno de Sevilla y de otro gran número de municipios, la ley apenas habría tenido efecto sobre sus grupos municipales y sí en los de la oposición, pero allí donde ha perdido el gobierno la norma ha tenido un efecto ‘boomerang’, de cuya magnitud empiezan a percatarse ahora.

Esta ley, tal como se reconoce en su préambulo, es consecuencia de otra anterior, la de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, que ‘obliga’ a mejorar el control económico-financiero de la Administración Local y a racionalizar su funcionamiento.

Dicho de otro modo, se trata de trasladar los recortes económicos a los ayuntamientos con la aprobación de numerosas modificaciones a la ley de Bases de Régimen Local, entre las que destacan cuatro:

  1. Sobre el régimen retributivo de los miembros de las corporaciones locales y del personal al servicio de las entidades locales (nuevo artículo 75 bis): Se fijan límites en función de la población. En el caso de Sevilla (más de 500.000 habitantes) es el sueldo de secretario de Estado.

2) Limitación en el número de los cargos públicos de las Entidades Locales con dedicación exclusiva (nuevo artículo 75 ter): En el caso de Sevilla (municipio con población comprendida entre 500.001 y 700.000 habitantes) no podrá exceder de 22, a pesar de que la corporación hispalense tiene 31 capitulares, con lo que de entrada ya se obliga a dejar sin retribución municipal a nueve.

3) Personal eventual de las Entidades Locales (nuevo artículo 104 bis): En el caso de Sevilla, podrá incluir en sus plantillas puestos de trabajo de personal eventual por un número que no podrá exceder al 0,7% del número total de puestos de trabajo de la plantilla.

4) Coste efectivo de los Servicios (se añade un nuevo artículo, el 116 ter): El nombramiento de los coordinadores generales y de los directores generales, atendiendo a criterios de competencia profesional y experiencia, deberá efectuarse entre funcionarios de carrera…. de las Entidades Locales o con habilitación de carácter nacional que pertenezcan a cuerpos o escalas clasificados en el grupo A1.

CRITERIO “DE MÍNIMOS”

Estos son, en esencia, los cuatro artículos que han condicionado la estructura del nuevo gobierno de Espadas y de la nueva corporación en cuanto a concejales liberados, en cumplimiento de una ley aprobada en las Cortes por la mayoría absoluta del PP, como el resto de grupos se encargó de recordarle a Zoido.

Hasta el portavoz de IU, Daniel González Rojas, se pronunció a favor de que todos los concejales, sean de la formación que sean, tengan dedicación exclusiva al Ayuntamiento y no ocurra como en los tiempos de Franco, “donde sólo los señoritos -dijo- podían dedicarse a la política”.

El criterio de Espadas ha sido el de que, al margen del partido en el gobierno (PSOE), donde todos los ediles tienen dedicación exclusiva justamente por sus responsabilidades en la gestión de la ciudad, cada grupo político tenga una estructura mínima e igual por ejercer su labor fiscalizadora, número cifrado en dos personas (portavoz más un edil de apoyo), con lo cual el tercer edil de Ciudadanos y de Participa Sevilla ha tenido que buscarse acomodo en la Diputación. Este reparto “de mínimos” deja inevitablemente también a siete de los doce concejales del PP ‘fuera’ del Ayuntamiento.

PROPORCIONALIDAD

Para el PP, el criterio que se debería haber seguido era el de la “proporcionalidad”, ya que su grupo tiene seis veces más ediles que IU y cuatro veces más que Participa y Ciudadanos. Estableciendo una proporción entre el número de votos, de concejales y de ediles con dedicación exclusiva, si a los 77.971 votos cosechados en conjunto por Ciudadanos, Participa e IU le han correspondido seis capitulares liberados en el Ayuntamiento, al PP deberían haberle correspondido ocho en vez de cinco, pero para no superar los límites legales ello habría obligado a dejar un solo concejal con dedicación exclusiva en los otros tres grupos: el portavoz.

La propuesta de Participa Sevilla de que todos los ediles cobren sólo tres veces el salario mínimo interprofesional con el fin de obtener un ahorro con el cual retribuir a los 31 concejales tampoco se atiene a la ley, que especifica claramente que el número de ediles a sueldo exclusivo del Ayuntamiento en el caso de Sevilla “no podrá exceder de veintidós”, por lo que daría igual lo que cobraran. El objetivo del legislador está claro: forzar un ahorro del gasto público  al obligar a un tercio en números redondos de la corporación a no cobrar de las arcas municipales.

Por más vueltas que se le ha dado a la cuestión y pese al reconocimiento de Espadas del perjuicio sufrido por el grupo mayoritario del Ayuntamiento, la ley Montoro ha acabado volviéndose contra Zoido: con cinco ediles a tiempo completo deberá esforzarse en controlar un gobierno de once, a razón de dos delegaciones por edil. Nunca le fue al PP más duro remar en los bancos de la oposición.

La Iglesia incumple el convenio de Santa Catalina

Hoy, 22 de junio de 2015, se cumple un mes desde que en vísperas de las elecciones municipales del pasado 24 de mayo el consejero delegado de Emasesa, Jesús Maza, y el arzobispo, monseñor Asenjo, firmaron junto con el entonces alcalde en funciones, Juan Ignacio Zoido, un controvertido contrato de patrocinio por el que la empresa metropolitana de aguas se comprometió a patrocinar la restauración integral de la iglesia de Santa Catalina con 423.500 euros (IVA incluido).

Como contrapartida, la Archidiócesis de Sevilla se obligaba a realizar en favor de Emasesa una campaña publicitaria equivalente en términos económicos al importe del patrocinio recibido.

Según el convenio, Emasesa adquirió el compromiso de entregar la mitad del dinero (211.750 euros, IVA incluido) a los 15 días de la firma del mismo, plazo que se cumplió el pasado 6 de junio, una semana antes de la toma de posesión de Espadas como nuevo alcalde. Los 211.750 euros restantes los debe abonar la empresa metropolitana cuando la Archidiócesis haya acreditado la ejecución de la campaña publicitaria por valor equivalente en favor de Emasesa.

Entre las acciones publicitarias se incluyeron, según las fuentes consultadas, acciones como una cartelería especial en la iglesia de Santa Catalina donde quedaría expresamente de manifiesto ante los sevillanos que la restauración está patrocinada por Emasesa; la inserción en la publicación semanal de la Archidiócesis de la actividad desarrollada por la empresa y de los servicios que presta en la ciudad y en su área metropolitana, y el nombre y el logotipo de la misma en cualquier actividad que realice la Archidiócesis.

Sin embargo, la Archidiócesis todavía no ha cumplido al 100% los términos del acuerdo, como, por ejemplo, demuestra el hecho de que la publicación Iglesia en Sevilla correspondiente a la semana del 21 al 27 de junio no incluye ni anuncio ni logotipo ni referencia alguna a las actividades de Emasesa.

Ello no ha sido óbice para que el pasado jueves, con motivo de la presentación de la encíclica en defensa de la Naturaleza del Papa Francisco, el arzobispo declarara lo siguiente: “Espero que se cumplan los compromisos adquiridos cuando con el anterior alcalde firmamos, con cierta solemnidad, un protocolo en el que nos obligábamos a terminar las obras compartiendo el presupuesto. Espero que el Ayuntamiento se comprometa en la conservación de este edificio”.

Monseñor Asenjo hizo un llamamiento a las instituciones para que ayuden a mantener el patrimonio, ya que de no ser de esa manera “nos vamos a tener que acostumbrar -dijo- a ver iglesias en ruinas”.

El convenio con Emasesa ha sido muy polémico, por entenderse que escapa al objeto social de la empresa el patrocinio de restauraciones arquitectónicas y por su elevada cuantía en tiempos de crisis y de vigilancia de quienes no pueden pagar el recibo del agua. El comité de empresa lo ha criticado duramente y ha acusado a la dirección de usar ese dinero tras haber recortado el sueldo a los trabajadores con el argumento del ahorro de costes, mientras que la asociación vecinal del casco antiguo La Revuelta lo puso directamente en conocimiento de la Fiscalía.

Espadas, por su parte, ha declarado que analizará el convenio, al que ha calificado de “extraño”, para ver si está ajustado a Derecho y si es necesario acometer alguna modificación “para hacer bien las cosas”. El nuevo alcalde quiere reunirse esta misma semana con monseñor Asenjo para abordar el polémico asunto.