Setas versus Expo 92

Monteseirín  pronunció  durante la  ‘inauguración’ de las inacabadas setas un discurso articulado en torno a cuatro mensajes, según estas frases:

1) “Hoy terminamos muchas cosas: los parasoles, las pasarelas, la impresionante cripta arqueológica….. pero, sobre todo, terminamos con el sino de la Encarnación, con 30 años de indolencia y de frustraciones….y una demostración palmaria de incapacidad política”.

Así tachó de incapaces a los alcaldes anteriores, los mismos que no osaron hipotecar la ciudad con un gasto de 140.821.266 euros, y se puso a sí mismo como el mejor alcalde de la Democracia.

2) “Según los análisis de los expertos, los beneficios económicos que Metropol va a traer a la ciudad superarán, en sólo un año, la inversión acometida, en turismo, comercio, hostelería, imagen y proyección exterior”.

Ese aserto, por demostrar, equivale a atribuir a las setas la mitad del movimiento económico que genera  la Semana Santa por todos los conceptos (240 millones de euros).

3) “Sólo decirles (a los críticos) que no tengan miedo a cambiar, porque es cuestión de tiempo que Metropol Parasol sea cantado como uno de los símbolos seculares de la Sevilla eterna, como hoy es la Plaza de España”.

plaza mayorMonteseirín volvió a presentarse no como el alcalde de todos, sino como el permanente instigador de una división entre dos Sevilla, la supuestamente rancia por conservadora y la pretendidamente moderna por progresista, y como paladín de esta última. Pero en su, para él, momento de gloria, le traiciona el inconsciente y en vez de presentar su icono como una ruptura con la tradición, exhibe su deseo de que sea asumido por esa  denostada Sevilla eterna y equiparado a uno de sus símbolos, la Plaza de España (¿?).

4) “Tengo la sensación, que creo compartida, de que esta tarde, en la Encarnación, estamos teniendo el privilegio de asistir a la inauguración de la Sevilla del siglo XXI”.

Monteseirín comete el mayor pecado de soberbia al omitir que Sevilla entra en el siglo XXI con la Expo 92. ¿Acaso no ha sido  ése el motivo esgrimido por él mismo para dar el nombre  de Felipe González  a la biblioteca que en Torneo mira a la Cartuja, sede de la Exposición?

La Muestra dotó a la ciudad de unas infraestructuras y equipamientos (desde la  fibra óptica y el estreno de la telefonía móvil hasta el AVE) sin parangón en aquel entonces, una ventaja que no supo aprovechar.

FRENTE A FRENTE

La comparación entre el Parasol loado por Monteseirín como un canto a sí mismo y algunas magnitudes de la Expo  son esclarecedoras.

obras.jpg000Monteseirín ha tardado en construir –y aún están inconclusas, no se olvide- las setas tanto tiempo (6 años) como se tardó en levantar  los pabellones de los 108 países participantes en la Expo, de las 17 comunidades autónomas, de las 23 organizaciones internacionales y los temáticos, amén de los 471 kilómetros del AVE a Madrid, los 90 kilómetros de la autovía a Huelva, la ampliación del aeropuerto, el levantamiento del tapón de Chapina, los ocho nuevos puentes, las nuevas rondas, todos los hoteles de nueva planta, etcétera..

Si en vez de construir las setas, Monteseirín hubiera tenido que hacer la Expo y todo lo demás, ¿cuánto tiempo habría necesitado?

Con los 140.821.266 euros que oficiosamente  ha costado el proyecto de la Encarnación, la Expo habría tenido  dinero para estas opciones, a elegir:

-Dos puentes como el del Alamillo (la parte de Calatrava costó 60 millones de euros) más el Reina Sofía (costó 18,6 millones).

-Dos puentes como el del Quinto Centenario (57 millones), más el de Chapina o Cristo de la Expiración (11,5 millones) y también casi el de las Delicias (15 millones de euros).

alamillo-Toda la red ferroviaria del 92: la estación de Santa Justa (60 millones), la variante Norte a Huelva, ésa que ha permitido ahora implantar el Cercanías al Aljarafe (18 millones), el tramo Santa Justa-La Salud (24 millone), la estación de ordenación de Majarabique (9,7 millones), la estación de mercancías de La Negrilla (8,3 millones), el centro de tratamiento técnico de Santa Justa (7,9 millones) y actuaciones varias (7,2 millones). Y aún habrían sobrado 3,7 millones.

-La ampliación del aeropuerto (costó 91,8 millones de euros) y casi toda la autovía Sevilla-Huelva (60 millones).

-Todas las rondas de circunvalación: la Este (7,3 millones), la Sureste (25 millones),  la Suroeste (83 millones), la Oeste (20 millones) y hasta la Ronda Urbana Norte (7,8 millones de euros).

PRETEXTOS DISTINTOS

¿Para qué seguir? Esta muestra es suficiente para comprender que cualquiera de estos lotes de obras con que se preparó Sevilla para la Expo y con un coste similar al de las setas  han tenido un efecto dinamizador para su economía, o mejorado la vida de los sevillanos, de forma mucho más importante de lo que ‘a priori’ pueda tener el Metropol.

La Expo, como sostenían Felipe González y Alfonso Guerra, fue un gran pretexto para modernizar Sevilla y Andalucía y para que superaran el retraso secular que sufrían en materia de infraestructuras.

Por el contrario, en la Encarnación el mercado provisional de abastos, condenado a desaparecer a medio plazo conforme al pliego de condiciones impuesto por Sacyr a los comerciantes (sus gastos se han quintuplicado desde su traslado) con la connivencia municipal, ha sido el pretexto para erigir en la peor crisis económica de la historia reciente de Sevilla un costosísimo icono arquitectónico sin más función que la de perpetuar la huella de Monteseirín como‘faraón del siglo XXI’.

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