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Bullas de Navidad

“La bulla no siempre es sinónimo de compras e incluso en ocasiones puede ser contraproducente para el negocio”. Estas palabras del presidente de los comerciantes sevillanos, Tomás González, al referirse durante el puente de la Constitución a la masificación del Centro cuando llega el final de año han sido asumidas por su colega y presidente de Alcentro, Enrique Arias, en su pública petición de traslado del ‘mapping’ desde la plaza de San Francisco a la de España.

Lo comerciantes ya no se sienten beneficiados por el gentío que se acumula a espaldas del Ayuntamiento para contemplar gratuitamente -ésa es la clave de todo- las proyecciones tridimensionales sobre la fachada plateresca de las Casas Consistoriales, sino que empiezan a sentirse perjudicados por el exceso de bulla, en línea con las tesis de su presidente.

A su juicio, la masificación acaba teniendo un efecto disuasorio entre los potenciales compradores, que no se sienten cómodos ni para llegar a los establecimientos -por las restricciones al tráfico privado y un transporte público abarrotado-, ni para salir de los mismos cargados con las bolsas de las compras. Además, los comerciantes se quejan de que por la gran afluencia de público y por los tapones humanos que se forman en el entorno del ‘mapping’, queda cortado durante los prolegómenos, las proyecciones y el desalojo de la plaza el acceso a las calles comerciales colindantes.

A ello añaden los problemas de seguridad que se plantean ante una posible incidencia grave por el colapso de calles que deberían ser las vías naturales de evacuación, cuando en la memoria colectiva ha quedado el recuerdo del pánico colectivo registrado durante la Madrugada del año 2000, en que quedó hecho trizas el mito del ‘saber estar’ de los sevillanos en las bullas.

PLAZA DE ESPAÑA

Por estas razones abogan por el traslado del ‘mapping’ a un sitio más abierto, amplio y bien comunicado con el Centro, por la cercanía de paradas de autobús, tranvía y Metro, como es la Plaza de España, pero tampoco sin dejar sin actividades de ocio la plaza de San Francisco ni exclusivamente la Navidad para las proyecciones del espectáculo tridimensional. Quieren que haya ‘mapping’ también en otras épocas del año, como las fiestas primaverales, pero nada dicen de dónde saldría el dinero para sufragar ese segundo ‘mapping’ ni que estén dispuestos a patrocinarlo.

El pronunciamiento de los comerciantes parece haber abierto la veda contra el ‘mapping’, el proyecto-estrella de Zoido para la Navidad. Portavoces de los vecinos del Salvador-Cuesta del Rosario-Alfalfa se han sumado a la petición del traslado del ‘mapping’ fuera del Casco Antiguo, en estos términos: “Si fuera una semana, lo podríamos soportar, pero la Navidad ya dura más de un mes y no podemos. Se ha complicado todo. Hay que estudiar otras opciones para sacar actividades del Centro. Sin ‘mapping’ el público va a seguir viniendo. Nadie ha pensado en la vida diaria de los residentes. Ni siquiera el alcalde, cuando ha hecho balance de la Navidad, ha tenido unas palabras para nosotros por lo que tenemos que soportar”.

El líder de la oposición, Juan Espadas, también ha metido baza en la polémica al hablar de la conveniencia de diversificar la oferta de ocio navideño a otros barrios, como Triana o Los Remedios, y descentralizarla, al considerar que el eje constituido por la plaza de San Francisco, la Encarnación y el bulevar de la Alameda “han tocado techo”.

Al igual que comerciantes y vecinos, Espadas cree que la plaza de San Francisco ya no es el lugar idóneo para el ‘mapping’ porque la aglomeración de espectadores supone la existencia de una serie de riesgos, ante lo cual hay que revisar las medidas de seguridad. El alcaldable socialista va incluso más lejos al pedir que se estudien alternativas al ‘mapping’.

A FAVOR

Hasta cronistas muy afines al alcalde se han alineado con la propuesta de traslado del ‘mapping’ a la plaza de España y sólo el presidente de la Asociación de Hosteleros, Pedro Sánchez Cuerda, se ha pronunciado en contra de quitar “lo que funciona”. Afirma que al menos para su sector se ha notado “muchísimo” la afluencia de público, condición ‘sine qua non’ para la existencia de un negocio.

El alcalde, al que ha debido de sorprender esta rebelión anti ‘mapping’, ha mostrado su disposición al diálogo con todos los sectores afectados, al tiempo que ha subrayado el “acierto” de su estrategia, por el reconocido aumento por parte de comerciantes, hosteleros y hoteleros, del consumo en el Centro durante las fiestas navideñas.

Zoido tiene el suficiente olfato político como para comprender por el malestar vecinal y de los comerciantes que ya no vale esa estrategia de incentivar la masificación y presentarla desde el Ayuntamiento, incluso inflando cifras hasta extremos inverosímiles (las supuestas 300.000 personas, cifra equivalente a casi media Sevilla, para ver el paso del heraldo de la Cabalgata), como un éxito político.

Se ha llegado a un arriesgado punto de saturación a costa de ofrecer un espectáculo que por ende ya no resulta gratis a la ciudad, por cuanto la empresa municipal Emasesa ha tenido que aportar 159.720 euros ante la falta de suficientes patrocinadores externos. Y la saturación puede acabar teniendo un efecto ‘boomerang’, contrario al pretendido, al convertir el Centro en un sitio incómodo y bullanguero, de imposible disfrute con tranquilidad para el paseo y el turismo de compras, el lema con el que la ciudad se presenta este año en Fitur.

EL PRECEDENTE DE ‘CURRO’

Sin embargo, Zoido tiene a su favor la ausencia de un espacio alternativo al ‘mapping’. A falta de un pronunciamiento de los técnicos de Acciona Producciones y Diseño, la empresa responsable de las proyecciones, no parece que la plaza de España sea un sitio tan idóneo como la plaza de San Francisco  para acoger el ‘mapping’, por varias razones a primera vista: no hay una gran pared uniforme sobre la que realizar la proyección, dada la existencia de la arcada inferior abierta, al contrario que los arcos ‘ciegos’ del Ayuntamiento; el espacio separador delante de la arcada, que se une al de la ría, con lo que el público queda muy distanciado, y también la vegetación y algunos árboles, aunque sean de bajo porte.

El único precedente de espectáculo multimedia que recordamos en este escenario fue el de la presentación de la mascota de la Expo-92, Curro, el 20 de abril de 1990, pero muy diferente del ‘mapping’ actual, ya que se compuso de rayos láser, fuentes cibernéticas, luz, música, pasacalles, audiovisuales y fuegos artificiales. Curro fue encarnado por un actor que, disfrazado de ángel, descendió desde una de las torres de la plaza de España, de unos 60 metros de altura, hasta una terraza donde se ubicaban los músicos. Se dijo entonces que acudieron 40.000 personas.

¿Y SAN TELMO?

Un posible espacio alternativo, más céntrico todavía, bien comunicado por el Metro y el tranvía y donde no se causaría molestias al comercio, sería la explanada y fachada del palacio de San Telmo, lo que obligaría a un acuerdo Ayuntamiento-Junta de Andalucía, de momento bastante improbable.

A falta de alternativas y  salvo dictamen en contrario de los expertos, cabría mantener el ‘mapping’ en su emplazamiento actual pero acotando provisionalmente, ordenando por completo y dotando de suficiente vigilancia el espacio de la Plaza de San Francisco,  para evitar los actuales riesgos de la masificación ante una eventual incidencia que pudiera desatar un pánico colectivo.

Habría que acometer esa reordenación aunque sólo fuera por razones de seguridad y aunque  implicara reducir el aforo de forma significativa, ya que no se trata de conseguir cuanta más afluencia de público mejor, sino de recuperar el sentido de la medida que caracterizaba a Sevilla y que se está perdiendo a pasos agigantados, desde con los veladores hasta con el ‘mapping’.

Como decía Paracelso, solamente la dosis determina que una cosa sea buena o mala. Entre todos debemos reflexionar hasta qué punto es beneficiosa o perjudicial esta  sobredosis de bulla por Navidad.

El Ayuntamiento gastará más de 40.000 euros en un baile para mayores en la Plaza de España

El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, está enviando a lo largo del verano cartas de felicitación con su firma (alguna está fechada el día 14 de julio) a sevillanos que han cumplido 65 años de edad durante el año en curso.

En la misiva, les invita a una Gran Gala de Música y Baile en la Plaza de España el próximo 25 de septiembre (jueves) con motivo de la clausura del primer programa ‘Mayores de Sevilla, mucho que participar’, con objeto de que el escenario creado por el arquitecto Aníbal González para la Exposición de 1919 “se inunde del entusiasmo y la vitalidad de nuestros vecinos mayores de 65 años, al son de numerosas actuaciones musicales”.

En línea con esta iniciativa, el Area de Participación Ciudadana y Coordinación de Distritos ha sacado a concurso durante el mes de agosto y septiembre tres contratos. El primero, por valor de 20.000 euros (IVA incluido), para la organización del baile, en el que se especifica que durará desde las 8 de la tarde hasta las 11 de la noche dentro de un par de semanas.

La Delegación que dirige Beltrán Pérez requiere un presentador de reconocido prestigio; tres grupos musicales que animen el baile en las distintas modalidades; transporte, montaje y desmontaje de 600 sillas; alquiler de equipo de sonido; ocho monitores de escenario; cuatro de campo cercano y otra larga serie de medios técnicos.

CAPTACIÓN DE PARTICIPANTES

El segundo contrato, con fecha 5 de septiembre, se saca a concurso por un valor de 21.000 euros, con IVA, y requiere de nuevo un presentador de reconocido prestigio, aunque se incrementa hasta seis el número de grupos, bandas o solistas musicales. La variante es que también se exige la captación de personas mayores de Sevilla para su participación en el baile de mayores, “difundiendo esta actividad entre aquellas entidades y colectivos que tengan relación con la población Diana”, más actividades de dinamización, incluyendo un acto de reconocimiento a las mejores parejas de baile.

El tercer contrato se ha sacado a concurso con fecha 8 de septiembre y aunque no se hace referencia al baile en la Plaza de España, su objeto es vinculable al fin que se viene declarando de otorgar un reconocimiento a la Tercera Edad, ya que se requiere el suministro de 10.000 lupas con funda con impresión del lema del programa de mayores denominado ‘Mucho que participar’ y logo del Area de Participación Ciudadana y Coordinación de Distritos, “destinadas -puede leerse- a las diversas actividades socioculturales promovidas por la mencionada Area”.

Las lupas, a un coste de 3.388 euros, deberán ser suministradas para el 22 de septiembre y tendrán una dimensión de 9,5 cms. de anchura x 6,1 cms. de altura. En total, pues, en la organización del baile en la Plaza de España el Ayuntamiento gastará 41.000 euros, a lo que hay que sumar los 3.388 de las lupas, por lo que la clausura de este primer programa de mayores supondrá un coste añadido de 44.388 euros.

Según distintos textos de estos tres concursos, el Area de Participación Ciudadana y Coordinación de Distritos sostiene que la celebración de estas actividades fomenta la participación de los ciudadanos, además de ofrecerles una alternativa de ocio.

También se trata de “celebrar un reconocimiento público a la contribución social y a la experiencia de los mayores que cumplen los 85 años (en realidad quiere decirse los 65) a lo largo de 2014 y que estén empadronados en la ciudad”.

Perspectiva

Ahora que Zoido ha puesto de moda la Plaza de España con su petición de que sea Patrimonio de la Humanidad es cuestión de ver cómo en Sevilla se desprecia desde el paisaje (a la torre Pelli me remito) hasta los más pequeños detalles, al contrario que en otras urbes. El espectador que en París se coloque ante la pirámide del Louvre podrá observar perfectamente alineados, sin que rompa la maravillosa visión obstáculo alguno, los arcos del Carrusel, el Triunfo y la Defensa ¡a lo largo de 10 kilómetros!. En la Plaza de España, a Monteseirín (quién si no) se le ocurrió colocarle una estatua a Aníbal de forma tal que destroza la completa panorámica que del monumento se tenía a lo largo del eje que a través del Parque lo conecta con la Avenida de La Palmera. Y ya en ésta, un bloque blanco al fondo rompe el horizonte y la sensación de infinitud, como también rompe la visión que de la Puerta de Jerez se tenía desde el puente de San Telmo la marmórea fuente de los poetas, promovida asimismo por el anterior alcalde. La asignatura pendiente de Sevilla se llama perspectiva.

 

Impacto

La Unesco amenazó con incluir en su lista negra del Patrimonio Mundial el peligro, con riesgo de posterior descatalogación que nos equiparaba el Tercer Mundo, la Catedral, el Alcázar y el Archivo de Indias, debido al impacto visual sobre ellos de la Torre Pelli. Aquella amenaza provocó una guerra de encuadres fotográficos entre partidarios y detractores del rascacielos, para demostrar que se veía o no desde los tres monumentos sevillanos en el ‘top-ten’ mundial. Conjurado el peligro por la promesa de Zoido, tras caerse del caballo camino de la Cartuja, de prohibir cualquier otra Babel, ahora, en otra de sus piruetas, quiere aparentar ser más unesquista que la Unesco y propone que también sean declarados Patrimonio de la Humanidad la Torre del Oro y la Plaza de España. Preguntado en la Cadena SER por el contrasentido de proponer una torre que con sus 36 metros está a la sombra de otra de 178, Zoido dijo tan pancho que la Torre Pelli no tiene impacto visual sobre la Torre del Oro. Lo peor de los políticos es que encima nos toman por tontos al negar la evidencia.

Sin (2)

Crónicas periodísticas han reflejado la visita de Zoido al Parque de María Luisa, previamente sometido a un zafarrancho de limpieza y a un lavado de cara,  en los términos que a continuación se exponen. El alcalde anunció un plan para rehabilitar el Parque de cara al centenario de su cesión por la Infanta a la ciudad, que se conmemorará en 2014, pero sin ofrecer detalles sobre cómo y de dónde saldrán los fondos. El alcalde anunció que el Parque será escenario de actividades culturales, deportivas y escolares, sin precisar ninguna de ellas. El alcalde volvió a anunciar el programa para la vigilancia del recinto y de la Plaza de España, pero sin aportar fechas ni desarrollo pese a que los destrozos vandálicos vuelven a ser  visibles en la obra de Aníbal González.  O sea, lo mismo que ocurre en tantos otros aspectos y ocurrió en el reciente debate sobre el estado de la ciudad: anunció una rebaja generalizada de los impuestos pero sin concretar en qué cuantía. Me da la impresión de que en Sevilla hemos pasado de un sin alcalde (Monteseirín) a un alcalde sin (Zoido).

Autóctono

El Consorcio de Turismo invitó a 400 turoperadores holandeses a que vinieran a llevarse, según las crónicas, otra imagen de Sevilla distinta de la habitual, “en la que apenas hay hueco para otros monumentos que no sean la Giralda, el Alcázar o la Catedral”. Así que les asignaron  guías  y les dieron libertad  para que eligieran lo que quisieran conocer de la ‘otra’ Sevilla. ¿Por qué se interesaron? ¿Por la torre Pelli, que según sus fans iba a captar el exclusivo turismo de rascacielos? ¿Por las ‘setas’ de la Encarnación, que según Monteseirín iban a atraer hacia el norte del casco histórico los flujos turísticos de la Catedral y el Alcázar? La mayoría se decantaron por la Sevilla del 29, la del apogeo de la arquitectura regionalista, por ser autóctona y difícil de hallar en otra parte, y se sintieron impactados por la obra de Aníbal González. Por mucho que pese a quien pese, los holandeses están hartos de ver rascacielos como el cartujano y cubiertas tipo Metropol, como la de aquella gasolinera de Hamburgo, pero Plaza de España sólo hay una y está en Sevilla.

El cameo

El entorno del alcalde ha jaleado mucho el amago de cameo de Zoido en la película ‘El dictador’ al irrumpir en el rodaje en la Plaza de España y lograr hacerse una -dicen- muy publicitada foto en Internet con el protagonista, Sacha Cohen, mientras éste se encasquetaba un sombrero con el lema ‘Ven a Sevilla’. Según las crónicas,  mientras el actor se quitó del medio, el alcalde se convirtió en el centro de todos los flashes a falta de algún astro del cine que se dejara ver. No sé si el oficio de alcalde, que habría dicho Cesare Pavese, obliga a estos gestos, si son exigencias del guión de Plaza Nueva o Sevilla bien vale una instantánea, pero nunca habría imaginado a Luis Uruñuela, Manuel del Valle y Soledad Becerril yendo a chupar cámara a un rodaje sino, en todo caso, recibiendo con la solemnidad del cargo y en su despacho de la Alcaldía al director y al actor principal de la película como gesto de cortesía institucional y sin incurrir en un populismo mediático que ha merecido de un lector este mordaz comentario: “Pronto empieza Zoido a hacer de Monteseirín”.

Setas versus Expo 92

Monteseirín  pronunció  durante la  ‘inauguración’ de las inacabadas setas un discurso articulado en torno a cuatro mensajes, según estas frases:

1) “Hoy terminamos muchas cosas: los parasoles, las pasarelas, la impresionante cripta arqueológica….. pero, sobre todo, terminamos con el sino de la Encarnación, con 30 años de indolencia y de frustraciones….y una demostración palmaria de incapacidad política”.

Así tachó de incapaces a los alcaldes anteriores, los mismos que no osaron hipotecar la ciudad con un gasto de 140.821.266 euros, y se puso a sí mismo como el mejor alcalde de la Democracia.

2) “Según los análisis de los expertos, los beneficios económicos que Metropol va a traer a la ciudad superarán, en sólo un año, la inversión acometida, en turismo, comercio, hostelería, imagen y proyección exterior”.

Ese aserto, por demostrar, equivale a atribuir a las setas la mitad del movimiento económico que genera  la Semana Santa por todos los conceptos (240 millones de euros).

3) “Sólo decirles (a los críticos) que no tengan miedo a cambiar, porque es cuestión de tiempo que Metropol Parasol sea cantado como uno de los símbolos seculares de la Sevilla eterna, como hoy es la Plaza de España”.

plaza mayorMonteseirín volvió a presentarse no como el alcalde de todos, sino como el permanente instigador de una división entre dos Sevilla, la supuestamente rancia por conservadora y la pretendidamente moderna por progresista, y como paladín de esta última. Pero en su, para él, momento de gloria, le traiciona el inconsciente y en vez de presentar su icono como una ruptura con la tradición, exhibe su deseo de que sea asumido por esa  denostada Sevilla eterna y equiparado a uno de sus símbolos, la Plaza de España (¿?).

4) “Tengo la sensación, que creo compartida, de que esta tarde, en la Encarnación, estamos teniendo el privilegio de asistir a la inauguración de la Sevilla del siglo XXI”.

Monteseirín comete el mayor pecado de soberbia al omitir que Sevilla entra en el siglo XXI con la Expo 92. ¿Acaso no ha sido  ése el motivo esgrimido por él mismo para dar el nombre  de Felipe González  a la biblioteca que en Torneo mira a la Cartuja, sede de la Exposición?

La Muestra dotó a la ciudad de unas infraestructuras y equipamientos (desde la  fibra óptica y el estreno de la telefonía móvil hasta el AVE) sin parangón en aquel entonces, una ventaja que no supo aprovechar.

FRENTE A FRENTE

La comparación entre el Parasol loado por Monteseirín como un canto a sí mismo y algunas magnitudes de la Expo  son esclarecedoras.

obras.jpg000Monteseirín ha tardado en construir –y aún están inconclusas, no se olvide- las setas tanto tiempo (6 años) como se tardó en levantar  los pabellones de los 108 países participantes en la Expo, de las 17 comunidades autónomas, de las 23 organizaciones internacionales y los temáticos, amén de los 471 kilómetros del AVE a Madrid, los 90 kilómetros de la autovía a Huelva, la ampliación del aeropuerto, el levantamiento del tapón de Chapina, los ocho nuevos puentes, las nuevas rondas, todos los hoteles de nueva planta, etcétera..

Si en vez de construir las setas, Monteseirín hubiera tenido que hacer la Expo y todo lo demás, ¿cuánto tiempo habría necesitado?

Con los 140.821.266 euros que oficiosamente  ha costado el proyecto de la Encarnación, la Expo habría tenido  dinero para estas opciones, a elegir:

-Dos puentes como el del Alamillo (la parte de Calatrava costó 60 millones de euros) más el Reina Sofía (costó 18,6 millones).

-Dos puentes como el del Quinto Centenario (57 millones), más el de Chapina o Cristo de la Expiración (11,5 millones) y también casi el de las Delicias (15 millones de euros).

alamillo-Toda la red ferroviaria del 92: la estación de Santa Justa (60 millones), la variante Norte a Huelva, ésa que ha permitido ahora implantar el Cercanías al Aljarafe (18 millones), el tramo Santa Justa-La Salud (24 millone), la estación de ordenación de Majarabique (9,7 millones), la estación de mercancías de La Negrilla (8,3 millones), el centro de tratamiento técnico de Santa Justa (7,9 millones) y actuaciones varias (7,2 millones). Y aún habrían sobrado 3,7 millones.

-La ampliación del aeropuerto (costó 91,8 millones de euros) y casi toda la autovía Sevilla-Huelva (60 millones).

-Todas las rondas de circunvalación: la Este (7,3 millones), la Sureste (25 millones),  la Suroeste (83 millones), la Oeste (20 millones) y hasta la Ronda Urbana Norte (7,8 millones de euros).

PRETEXTOS DISTINTOS

¿Para qué seguir? Esta muestra es suficiente para comprender que cualquiera de estos lotes de obras con que se preparó Sevilla para la Expo y con un coste similar al de las setas  han tenido un efecto dinamizador para su economía, o mejorado la vida de los sevillanos, de forma mucho más importante de lo que ‘a priori’ pueda tener el Metropol.

La Expo, como sostenían Felipe González y Alfonso Guerra, fue un gran pretexto para modernizar Sevilla y Andalucía y para que superaran el retraso secular que sufrían en materia de infraestructuras.

Por el contrario, en la Encarnación el mercado provisional de abastos, condenado a desaparecer a medio plazo conforme al pliego de condiciones impuesto por Sacyr a los comerciantes (sus gastos se han quintuplicado desde su traslado) con la connivencia municipal, ha sido el pretexto para erigir en la peor crisis económica de la historia reciente de Sevilla un costosísimo icono arquitectónico sin más función que la de perpetuar la huella de Monteseirín como‘faraón del siglo XXI’.