El Ayuntamiento de Sevilla, gobernado por un juez llamado Juan Ignacio Zoido, es a su vez juez y parte en la empresa de aparcamientos urbanos Aussa, al poseer el 51% del capital social. Ahora, la Corporación municipal le ha adjudicado a Aussa, que es tanto como adjudicárselo a sí misma (para que luego hablen de la Fundación dedicada por Felipe González a la figura de Felipe González), el concurso de la nueva zona azul por un canon de 1,5 millones de euros, cuando había otra compañía, Dornier, que ofrecía 2,5 millones. Yo no es por señalar, pero caigo en la cuenta de que la juez Alaya investiga “el perjuicio del interés general” en el caso Mercasevilla porque la Gerencia de Urbanismo, que no era accionista ni nada de la empresa ganadora, tuvo la ocurrencia de adjudicarle los suelos de la lonja a Sanma, filial del Grupo Sando, por 106 millones de euros cuando había una oferta de Noga por valor de 158 millones. La diferencia entre la oferta de Sanma y de Noga era de un -49%; la existente entre la de Aussa y Dornier es de un -73,33%. A ver ahora cómo lo explica Zoido.
Archivo de la etiqueta: Felipe González
Cala emula a Aznalcóllar y pide la reapertura de su mina
El hierro se ha revalorizado más que el oro desde 2005
La anunciada reapertura de la mina de Aznalcóllar ha empezado a tener un ‘efecto dominó’ en municipios con yacimientos abandonados pero que son hoy rentables por el alza enorme del precio de los metales. Así, el Ayuntamiento de Cala pide a la Junta el mismo trato que a Aznalcóllar y que autorice la actividad en su mina de hierro, famosa en su día por la visita de Felipe González a los mineros encerrados y cuyo impacto económico positivo beneficiaría tanto a las Sierras de Huelva y Sevilla como al Sur de Extremadura.
El alcalde de Cala, Fidel Casilla, ha confirmado que, tras el precedente de la anunciada reapertura de la mina de Aznalcóllar y la existencia de grupos empresariales interesados, ya ha mantenido los primeros contactos formales con la Junta de Andalucía para solicitar oficialmente que se autorice de nuevo la explotación de la mina de hierro de su pueblo, que fue gradualmente abandonada a partir de 2002 con el traslado y/o prejubilación de los mineros, hasta alcanzar esta condición el último de ellos en 2009. Todos los grupos políticos del Ayuntamiento apoyan esta petición y a tal efecto se ha constituido una Plataforma por la reapertura de la mina.
La evolución del mercado de los metales convierte en rentables yacimientos abandonados como el de Cala, en línea de lo ocurrido con el de Aguas Teñidas, si bien en este caso es una mina de cobre. En el año 2005, la tonelada de hierro se cotizaba a 29,85 dólares; actualmente vale 140,98, casi cinco veces más, tras haberse acercado a los 190 dólares en 2011. Ello se ha debido fundamentalmente a la enorme demanda de China, que todavía crece a un ritmo del 7% anual y que importa el 61% del hierro de todo el mundo, con previsión de llegar al 69% en 2015. Por éso, la revalorización del hierro ha sido de un 430% en los últimos ocho años, superior incluso a la del oro, de un 350%.
El alcalde de Cala ha pedido a la Junta que no desaproveche esta excepcional situación del mercado antes de que pueda variar e impulse la reapertura de la mina, la cual se ha convertido en la única esperanza no sólo para este municipio deprimido del Norte de la provincia de Huelva, sino también para la serranía de Sevilla y el Sur de Extremadura. Cala sufre actualmente una tasa de paro del 30% y más de dos tercios de los parados son jóvenes sin ninguna alternativa viable en una zona dependiente de la agricultura de secano tradicional y en la que el turismo está sin desarrollar. En su última etapa, ya bajo mínimos, la mina de hierro generaba unos 200 empleos, entre directos e indirectos.
Fidel Casillas asevera que ha solicitado a la Junta de Andalucía “el mismo trato que a Aznalcóllar, con la diferencia -añade- de que aquí no se ha producido, ni se producirá, una catástrofe ecológica como la de la rotura de la balsa de residuos mineros; que ya hay grupos empresariales interesados en reabrir la mina que han contactado con el Ayuntamiento y que el transporte del mineral hasta el puerto contribuiría a revitalizar la línea férrea Zafra-Huelva, siempre amenazada de cierre por su escasa utilización”.
Las reservas de mineral de hierro existentes actualmente en Cala como seguras y probadas mediante sondeos con recuperación de testigo son de 35 millones de toneladas, con una ley media en torno al 30%. Constituyen sólo una parte del conjunto del yacimiento, por lo que con nuevas investigaciones son susceptibles de incrementarse.
El día en que Felipe González
bajó a la mina
La mina de Cala alcanzó fama nacional hace 31 años, cuando cinco meses antes de su arrolladora victoria electoral que le convertirían en presidente del Gobierno, el entonces líder de la oposición y secretario general del PSOE, Felipe González, acudió a solidarizarse con los 28 mineros que aún permanecían encerrados en el interior de una galería, en demanda de que se asegurara el futuro de la explotación con la instalación complementaria de una planta de prerreducidos en el municipio más una fábrica de pellets (granulado de mineral de hierro) en Fregenal de la Sierra.
En 1983, ya con Felipe González en la Moncloa, fue comprada por el Instituto Nacional de Industria, pero ni con el apoyo oficial alcanzó el umbral suficiente de rentabilidad y con el paso del tiempo y la apertura de otras minas fue languideciendo, debido sobre todo al hundimiento del mercado de los metales, que acabaría provocando también el cierre de otras históricas minas, como la de Riotinto. En su mejor época, la mina de hierro convirtió Cala en el segundo municipio en renta per cápita de Andalucía, sólo superado por la Marbella de la ‘jet’.
Empleo
Zoido, que prometió convertirse en ‘el alcalde del empleo’, reconoce que los alcaldes no tienen competencias para crear puestos de trabajo. No aprendió de la historia de Felipe González, que todavía hace tres años recordaba: “Prometí 800.000 empleos (en la campaña de 1982) y destruimos 800.000 empleos; y me callo para siempre porque los empleos los dan los empleadores, no el Estado”. Pero como el político tropieza más de dos veces con la misma piedra, el alcalde se hizo la foto firmando con la ministra rociera Fátima Báñez la adhesión del Ayuntamiento a la Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven y quedó expuesto a la que se iba a liar tras la ‘boutade’ de la ministra de que “Sevilla es hoy capital europea del empleo juvenil”. Los sindicatos se subían por las paredes. Los cocoteros recuerdan el dato de que en los dos últimos años el paro en el colectivo de jóvenes sevillanos ha crecido entre un 5,19% (de 25 a 29 años) y un 25,55% (de 20 a 24 años). Tiendo a pensar que Báñez debe de sufrir algún tipo de daltonismo: es la única que siempre ve brotes verdes.
Doñana
La Ley de Reclasificación de 1978 creó unas figuras para Doñana en función del grado de protección que se otorgaba por la valía ecológica de los terrenos: el Parque Nacional, para los mejores ecosistemas; el Preparque, áreas ‘blandas’ de transición en las que se permitían los usos agropecuarios tradicionales y extensivos de la comarca, y las Zonas de Protección del precioso arroyo de La Rocina y un kilómetro océano Atlántico adentro. Luego llegó la Junta de Andalucía y en esta España de taifas autonómicas creó su propio chiringuito en la corona de Doñana: el Parque Natural. Después, con la mezcolanza de las competencias compartidas, el Gobierno autonómico difuminó los límites y acuñó la denominación ‘Espacio Doñana’: un totum revolutum. Pero ahora, cuando se trata de justificar el depósito de gas y el gasoducto que le ha endosado al ‘Espacio Doñana’ ese asesor de Gas Natural llamado Felipe González, el consejero Planas dice que no hay que preocuparse porque está más allá o más acá del Parque Nacional, como si la Naturaleza y los animales supieran de fronteras.
Converso
A pesar del homenaje que con motivo del XX aniversario le organizó la SER, Felipe González no fue el padre espiritual de la Expo, sino que, como San Pablo camino de Damasco, se cayó del caballo y pasó de principal objetor a su apóstol. Socialistas de aquella época recordaban cómo tardaron ocho meses desde el primer Ayuntamiento de la Democracia, merced al impulso de Rodríguez Almodóvar como primer teniente del alcalde Uruñuela, en vencer la inicial oposición del presidente a seguir la aventura de la Expo, que sobre el papel se había iniciado con la petición formal del Consistorio hispalense el 26 de enero de 1981. Hay que ponerse en su lugar: España venía de una asonada golpista y de unos Pactos de la Moncloa, y González decía que no había dinero para tamaña empresa. Así se mantuvo en sus trece, hasta que, quizás por la influencia de Guerra, que vio la Expo como pretexto para relanzar el país ante el mundo, el 15-6-1983 su Gobierno presentó ante el BIE el proyecto conjunto con EEUU. Luego, quien se cayó del caballo fue Chicago y Sevilla se quedó con la exclusiva.
Reparación
Si, como dijo Zoido en el homenaje que con la excusa de la Expo le tributó la Cadena SER, “parte de la historia de Sevilla del siglo XX la hizo y la escribió con letras de oro Felipe González”, ¿por qué en el anterior mandato municipal el PP, con el propio Zoido a la cabeza, vetó que el Ayuntamiento le otorgara el título de Hijo Predilecto de Sevilla? En aquel entonces, con gran irritación de los peperos, taché tal actitud de torpeza política y de mezquindad. Cuatro años después, con su participación y sus palabras en el homenaje, Zoido ha rectificado y reparado el error, en gesto que le honra. Sin embargo, le han faltado los reflejos que sí tuvo al adelantarse y pedir la Copa Davis de tenis para, en vez de una emisora de radio, haber sido él quien capitaneara una iniciativa similar, y aun la superara anunciando en dicho acto públicamente lo que, demostrando mucha mayor agilidad, le ha tenido que pedir al día siguiente Espadas: el reconocimiento oficial de la ciudad a uno de sus hijos que, con sus luces y sombras, es una figura histórica de la Transición.
Sevilla perdió el AVE
A mediados de los 80, una consultora recibió del Gobierno presidido por Felipe González el encargo de sondear la opinión sobre el proyecto de construir una línea ferroviaria de alta velocidad similar a la del TVG francés y a la del tren-bala japonés. La pregunta del millón, si era más lógico tenderla entre Madrid y Sevilla pensando en la por entonces futurible Expo-92 o entre las dos ciudades más ricas, importantes y pobladas de España, Madrid y Barcelona, para luego conectarla con Europa.
Contra la lógica económica, demográfica (clientela potencial), internacional (acercamiento a Europa) y hasta política (satisfacción del nacionalismo catalán), González decidió que el primer AVE uniera Madrid con Sevilla a través de un nuevo acceso ferroviario a Andalucía, distinto de Despeñaperros (Brazatortas) y con vía de ancho internacional y no ibérico.
Una leyenda apócrifa cuenta que González obró así consciente de que, más tarde o más temprano, la alta velocidad tendría que prolongarse hasta Barcelona, pero que, dado el multimillonario coste de la infraestructura y de los trenes, si entonces daba prioridad al eje Madrid-Cataluña, Sevilla y Andalucía volverían a quedar preteridas durante decenios.
AGRAVIO COMPARATIVO
Como nuestro país carecía de conocimiento suficiente para abordar un proyecto que revolucionaría el ferrocarril (el AVE se convirtió hasta en un atractivo turístico ‘per se’, por el mero placer de viajar a 300 Kms/hora), dos multinacionales, una francesa –Alstom-, y otra alemana –Siemens- fueron las encargadas de materializarlo, no sin maletines de por medio.
El ‘antilógico’ AVE Madrid-Sevilla en vez del ‘natural’ Madrid-Barcelona, englobado dentro del ‘paquete’ de la Expo-92, fue otro de los motivos del agravio comparativo contra Sevilla que ha condicionado en los últimos veinte años las inversiones públicas en nuestra ciudad y provincia, hasta el punto de que sólo en uno de estos ejercicios la media invertida por habitante superó la media nacional. Tres lustros después de clausurada la Muestra, el déficit inversor sufrido por Sevilla ya superaba los 6.000 millones de euros, cifra casi equivalente a toda la invertida en el conjunto de Andalucía (y no sólo en Sevilla) previamente al 92.
El mensaje implícito era que como Sevilla había gozado de unas inversiones sin parangón (el dinero destinado a preparar Barcelona y Cataluña para las Olimpiadas de aquel mismo año jamás fue cuestionado), había que medio cerrarle el grifo público a partir de entonces .
La mayor virulencia contra la Expo y sus supuestos privilegios provino del País Vasco y de Málaga. Cuando Rojas Marcos lanzó la idea de organizar unos Juegos Olímpicos contando con las infraestructuras legadas por el 92, Arzallus, por entonces presidente del PNV, montó en cólera y planteó públicamente que si Sevilla iba a tener “una Expo todos los años”. Curiosamente, es la misma expresión que usa el alcalde malagueño, Francisco de la Torre, cada vez que Zoido habla de una ley de capitalidad para nuestra ciudad. “Eso equivaldría –ha dicho- a regalarle una Expo cada año”.
ESCUELA DE APRENDIZAJE
La línea del AVE Madrid-Sevilla, justificada por la Exposición Universal, se inauguró el 14 de abril de 1992. Durante más de un decenio fue la única existente y, por tanto, el banco de pruebas donde se ensayaron todo tipo de mejoras y donde España aprendió a crear su propia tecnología de la alta velocidad.
Gradualmente se fueron batiendo récords uno tras otro y cuando se superaron los 356 kilómetros/hora y la velocidad comercial se fijó en 300 Kms/hora, el tiempo de viaje entre las dos ciudades se redujo de las casi tres horas iniciales a poco más de dos.
En pura lógica, el monopolio sevillano de la alta velocidad debería haber generado alrededor de Sevilla toda una industria ferroviaria avanzada equivalente a la del A400M en la aeronáutica, pero quizás por no alimentar aún más la leyenda negra antisevillana se dejó escapar una oportunidad histórica , y el ‘Know how’ acumulado en la explotación de la línea y la operación del AVE se fue transfiriendo a todo el país, a medida que al cabo de once años se inició la construcción de nuevos tendidos, hasta el punto de que hoy España es la nación europea con más kilómetros de alta velocidad abiertos (2.600) y en construcción (1.800), y un referente mundial, puesta de ejemplo por Obama.
FUERA DE SEVILLA
Mientras Zoido quiere buscar un futuro industrial en el nonato Plan Estratégico, será Málaga, y no Sevilla, la que, en una de las últimas decisiones del Gobierno Zapatero, albergue en la vega de Antequera el anillo de ensayos de la alta velocidad más grande del mundo, con 55 Kms. de longitud y capacidad para probar prototipos que alcancen los 520 Kms./hora, cuando ninguno de los existentes permite superar los 270. Además, tendrá otros tres anillos para distintos anchos y tipos de trenes, e incluso para Metro y tranvía. El proyecto requerirá más de 400 millones de euros y generará 7.000 empleos.
El pasado día 14 de enero, gracias a la experiencia adquirida desde 1992, un ‘pool’ de empresas españolas se adjudicó el mayor contrato de nuestra historia en el extranjero: la construcción en Arabia del ‘AVE de los peregrinos’ entre Medina y La Meca por 6.737 millones de euros, con una exportación de tecnología nacional por 2.700 millones. El AVE ‘de la Expo’ retorna así el equivalente, e incluso más, de lo que costó.
Paradójicamente, gran parte de esos petrodólares recalarán en el País Vasco (Talgo fabricará sus trenes en Alava) y en Málaga (Renfe Integria haría lo propio en Los Prados), los dos territorios más críticos con la Expo y con Sevilla.
Pero la leyenda negra continúa.
Tsunami
El (sin) alcalde más en funciones que nunca dijo en cierta ocasión que el resultado de estas elecciones municipales sería el mejor balance de sus doce años de gobierno. Pues el pueblo de Sevilla ha hecho en el 22-M balance de la gestión de Monteseirín, el único aún no imputado de su gobierno, y de qué manera: le ha dado a Zoido una mayoría absolutísima de veinte concejales (récord histórico, uno más que los obtenidos por Del Valle en 1983, aprovechando la estela de Felipe González), con lo que aquél casi dobla en ediles a Espadas; 67.000 votos más que al PSOE y la victoria en todos los distritos menos en dos para que, como se susurraba en la antigua Roma a los oídos de cada nuevo césar, sea consciente de que no es inmortal. Estos resultados, por tanto, más que una debacle para los socialistas, son un tsunami. Bueno, pues conociendo al personaje que aún está de interino en la Plaza Nueva, es capaz de atribuir la catástrofe a que lo quitaran a él del medio (demasiado tarde) o de ir al partido a pedir un cargo en agradecimiento (¿?) a los servicios prestados.
Setas versus Expo 92
Monteseirín pronunció durante la ‘inauguración’ de las inacabadas setas un discurso articulado en torno a cuatro mensajes, según estas frases:
1) “Hoy terminamos muchas cosas: los parasoles, las pasarelas, la impresionante cripta arqueológica….. pero, sobre todo, terminamos con el sino de la Encarnación, con 30 años de indolencia y de frustraciones….y una demostración palmaria de incapacidad política”.
Así tachó de incapaces a los alcaldes anteriores, los mismos que no osaron hipotecar la ciudad con un gasto de 140.821.266 euros, y se puso a sí mismo como el mejor alcalde de la Democracia.
2) “Según los análisis de los expertos, los beneficios económicos que Metropol va a traer a la ciudad superarán, en sólo un año, la inversión acometida, en turismo, comercio, hostelería, imagen y proyección exterior”.
Ese aserto, por demostrar, equivale a atribuir a las setas la mitad del movimiento económico que genera la Semana Santa por todos los conceptos (240 millones de euros).
3) “Sólo decirles (a los críticos) que no tengan miedo a cambiar, porque es cuestión de tiempo que Metropol Parasol sea cantado como uno de los símbolos seculares de la Sevilla eterna, como hoy es la Plaza de España”.
Monteseirín volvió a presentarse no como el alcalde de todos, sino como el permanente instigador de una división entre dos Sevilla, la supuestamente rancia por conservadora y la pretendidamente moderna por progresista, y como paladín de esta última. Pero en su, para él, momento de gloria, le traiciona el inconsciente y en vez de presentar su icono como una ruptura con la tradición, exhibe su deseo de que sea asumido por esa denostada Sevilla eterna y equiparado a uno de sus símbolos, la Plaza de España (¿?).
4) “Tengo la sensación, que creo compartida, de que esta tarde, en la Encarnación, estamos teniendo el privilegio de asistir a la inauguración de la Sevilla del siglo XXI”.
Monteseirín comete el mayor pecado de soberbia al omitir que Sevilla entra en el siglo XXI con la Expo 92. ¿Acaso no ha sido ése el motivo esgrimido por él mismo para dar el nombre de Felipe González a la biblioteca que en Torneo mira a la Cartuja, sede de la Exposición?
La Muestra dotó a la ciudad de unas infraestructuras y equipamientos (desde la fibra óptica y el estreno de la telefonía móvil hasta el AVE) sin parangón en aquel entonces, una ventaja que no supo aprovechar.
FRENTE A FRENTE
La comparación entre el Parasol loado por Monteseirín como un canto a sí mismo y algunas magnitudes de la Expo son esclarecedoras.
Monteseirín ha tardado en construir –y aún están inconclusas, no se olvide- las setas tanto tiempo (6 años) como se tardó en levantar los pabellones de los 108 países participantes en la Expo, de las 17 comunidades autónomas, de las 23 organizaciones internacionales y los temáticos, amén de los 471 kilómetros del AVE a Madrid, los 90 kilómetros de la autovía a Huelva, la ampliación del aeropuerto, el levantamiento del tapón de Chapina, los ocho nuevos puentes, las nuevas rondas, todos los hoteles de nueva planta, etcétera..
Si en vez de construir las setas, Monteseirín hubiera tenido que hacer la Expo y todo lo demás, ¿cuánto tiempo habría necesitado?
Con los 140.821.266 euros que oficiosamente ha costado el proyecto de la Encarnación, la Expo habría tenido dinero para estas opciones, a elegir:
-Dos puentes como el del Alamillo (la parte de Calatrava costó 60 millones de euros) más el Reina Sofía (costó 18,6 millones).
-Dos puentes como el del Quinto Centenario (57 millones), más el de Chapina o Cristo de la Expiración (11,5 millones) y también casi el de las Delicias (15 millones de euros).
-Toda la red ferroviaria del 92: la estación de Santa Justa (60 millones), la variante Norte a Huelva, ésa que ha permitido ahora implantar el Cercanías al Aljarafe (18 millones), el tramo Santa Justa-La Salud (24 millone), la estación de ordenación de Majarabique (9,7 millones), la estación de mercancías de La Negrilla (8,3 millones), el centro de tratamiento técnico de Santa Justa (7,9 millones) y actuaciones varias (7,2 millones). Y aún habrían sobrado 3,7 millones.
-La ampliación del aeropuerto (costó 91,8 millones de euros) y casi toda la autovía Sevilla-Huelva (60 millones).
-Todas las rondas de circunvalación: la Este (7,3 millones), la Sureste (25 millones), la Suroeste (83 millones), la Oeste (20 millones) y hasta la Ronda Urbana Norte (7,8 millones de euros).
PRETEXTOS DISTINTOS
¿Para qué seguir? Esta muestra es suficiente para comprender que cualquiera de estos lotes de obras con que se preparó Sevilla para la Expo y con un coste similar al de las setas han tenido un efecto dinamizador para su economía, o mejorado la vida de los sevillanos, de forma mucho más importante de lo que ‘a priori’ pueda tener el Metropol.
La Expo, como sostenían Felipe González y Alfonso Guerra, fue un gran pretexto para modernizar Sevilla y Andalucía y para que superaran el retraso secular que sufrían en materia de infraestructuras.
Por el contrario, en la Encarnación el mercado provisional de abastos, condenado a desaparecer a medio plazo conforme al pliego de condiciones impuesto por Sacyr a los comerciantes (sus gastos se han quintuplicado desde su traslado) con la connivencia municipal, ha sido el pretexto para erigir en la peor crisis económica de la historia reciente de Sevilla un costosísimo icono arquitectónico sin más función que la de perpetuar la huella de Monteseirín como‘faraón del siglo XXI’.
Veneno
Bebel, uno de los fundadores del SPD alemán, reaccionó en pleno Parlamento a un aplauso de sus oponentes: “Cuídate, viejo Bebel, del elogio de tus adversarios”. Peor aún que ‘los otros’ son ‘los nuestros’, según dijo Churchill a un inexperto diputado: “Los que tiene usted enfrente son los laboristas, que son sus adversarios; los enemigos los tiene aquí detrás, en su propio partido”. Andreotti acuñó su particular escala: “En la vida hay amigos íntimos, amigos, conocidos, adversarios, enemigos mortales, enemigos y…compañeros de partido”. Por eso no hay que tomarse al pie de la letra, sino todo lo contrario, el elogio de Chaves a Monteseirín al equipararlo a Felipe González como “los políticos que más han contribuido a la transformación de Sevilla”. Si Alfredo es tan bueno como Felipe, ¿por qué no repite como candidato? El elogio llevaba veneno: era una carga de profundidad contra el actual presidente de la Junta. Por eso, en la escala de Andreotti evolucionada (como los Fórmula-1) por Griñán ahora hay enemigos, compañeros de partido, Chaves y Monteseirín.