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El final de la luna de miel

En el momento de redactar estas líneas, a Zoido le ha estallado la primera huelga en su mandato de una empresa municipal, en este caso la de la limpieza (Lipasam), cuya consecuencia más inmediata será la acumulación de 900 toneladas de basura en las calles de la ciudad. Y empleo la expresión clásica en periodismo de “en el momento de redactar estas líneas” porque no sería la primera vez en que tras una negociación de ultimísima hora se cerrara un acuerdo que pusiera fin al conflicto laboral, con su desconvocatoria ‘ipso facto’ tras las habituales concesiones del gobierno local a los sindicalistas.

Las huelgas en los servicios municipales, desde el transporte público de Tussam hasta la recogida de basuras de Lipasam, pasando por los bomberos, son todo un clásico en la ciudad, una poción amarga que han probado casi todos los alcaldes, fuera cual fuera su color político, a lo largo de la Democracia. El primero en sufrir una de Lipasam fue el socialista Manuel Del Valle, en pleno mes de agosto, hasta el punto de que la procesión de la patrona de la ciudad, la Virgen de los Reyes, discurrió con el decorado de fondo de las bolsas de basura apiladas en las aceras de las calles.

Otro conflicto sonado lo sufrió, siete años más tarde, el andalucista Rojas-Marcos. En aquella ocasión, la fecha estratégica elegida por los sindicatos de Lipasam fue la Feria de Abril, con la consiguiente estampa de la basura acumulada por las calles del Real y acabando con la imagen de ‘glamour’ de la fiesta primaveral sevillana. Rojas-Marcos, que no se dejaba amilanar por nadie, afrontó la bronca de los huelguistas frente a la caseta del Ayuntamiento, episodio que, aumentado, volvió a repetirse al año siguiente, esa vez con los bomberos rebelados contra el alcalde.

UNA CONCESIÓN TRAS OTRA

En estos 30 años de ayuntamientos democráticos, los sevillanos han sufrido en numerosas ocasiones los conflictos laborales en el seno de los servicios básicos, planteados por los sindicatos generalmente en las vísperas de fechas señaladas como Semana Santa, Feria, el día de la patrona o Navidad, con el fin de multiplicar el efecto de las huelgas y doblegarle el brazo al alcalde de turno, temeroso del daño que pudiera sufrir la economía local, basada en el turismo, y la imagen de Sevilla.

Fruto del poderío sindical, acrecentado por la toma como rehenes de los ciudadanos al controlar a su antojo servicios urbanos esenciales, y de la debilidad de los sucesivos gobiernos, las empresas municipales han conseguido históricamente unos convenios colectivos con unas tablas salariales y ventajas sociales sin parangón con sus homólogas del sector privado. Todos los alcaldes han hecho el firme propósito de acabar con estas situaciones de privilegio, pero todos, indefectiblemente, han acabado transigiendo con las demandas sindicales.

Zoido observó en su momento, al igual que todos los sevillanos, la elevada conflictividad en las empresas municipales que marcó la última etapa del gobierno de Monteseirín, cuando la Plaza Nueva se convirtió en pasarela de manifestaciones como las del pasado viernes, cuando con motivo del Pleno desfilaron frente al Ayuntamiento todos los colectivos enfrentados al gobierno del PP. Y el nuevo alcalde se propuso como objetivo vital en su mandato el de evitar este tipo de revueltas sindicales desde su germen, antes de que tomaran cuerpo en la calle, para marcar así las diferencias con su predecesor.

LOS EVENTUALES

Pero Zoido empezó igual que acabaron sus antecesores en el cargo: cediendo. Nada más ganar las elecciones, se dirigió a los eventuales de Tussam, que llevaban más de dos meses acampados en la Plaza Nueva en demanda de que la empresa municipal les hiciera un contrato justo cuando por su situación de quiebra la dirección procuraba recortar gastos como fuera e incluso externalizar servicios a terceros, mucho más baratos.

El nuevo alcalde, en vez de rebajar la masa salarial en Tussam, la incrementó  contratando a los eventuales acampados y camufló la operación justificando su aparente necesidad con una mejora del servicio mediante la ampliación del recorrido de once líneas y/o la creación de otras nuevas, política similar a la que acometió en su día Blas Ballesteros, con catastróficos resultados económicos por la falta de suficiente demanda.

Aquel gesto de Zoido, que mereció la alabanza del portavoz de los acampados, fue el inicio de su luna de miel con los sindicatos en las empresas municipales. En este sentido, Zoido proclamó: “Con el anterior equipo de gobierno, desgraciadamente en cada Pleno se levantaba la Junta de Personal o el comité de empresa; era una constante. A partir de ahora, los entes municipales empezarán a funcionar de otra forma, con respeto al cumplimiento de los acuerdos que se cierren con los comités de empresa”.

Tras la decisión de Zoido de contratar a los eventuales de Tussam, el Ayuntamiento tuvo que aprobar para el ejercicio de 2012 una aportación superior en 6,4 millones de euros, para gastos de personal, mientras que las líneas modificadas ganaron al final de 2011 unos 139.000 usuarios, lo que significó que cada nuevo viajero le costó al Consistorio 46 euros. Cuando a final de año volvieron las dificultades para pagar a tiempo las nóminas en Tussam (con una deuda entonces cercana a los 70 millones de euros), el sindicato CCOO denunció la gestión del alcalde, en estos términos: “El Ayuntamiento conocía los problemas de liquidez que se iban a plantear en octubre y, en vez de actuar con previsión, ha aprobado medidas populistas con un elevado coste económico sabiendo que no había dinero para pagar al personal. La ampliación de la red de líneas para contentar a los comerciantes y de la gratuidad a todos los pensionistas, así como la contratación de los compañeros de la bolsa (de trabajo), a pesar de que siempre hemos defendido la creación de empleo, ha sido una irresponsabilidad por parte de Zoido”.

EL PLAN DE AJUSTE

La diferencia entre Tussam y Lipasam es que en aquel entonces aún no regía el Plan de Ajuste suscrito por el gobierno local para pagar los atrasos a los proveedores merced a la financiación avalada por el Estado y que obliga al ayuntamiento a aplicar un recorte salarial del 5% y ampliar la jornada a 37,5 horas semanales; y que como con la crisis del ladrillo se ha frenado el crecimiento urbanístico de la ciudad, difícilmente se puede justificar un incremento del número de calles a barrer para adoptar medidas similares a las de Tussam. Aun así, la plantilla ha aumentado en un 1% por la contratación de eventuales para acometer las limpiezas de choque realizadas por el nuevo gobierno para mejorar el aspecto de la ciudad.

El Consistorio quiere ahorrar entre 3,5 y 4,5 millones de euros con medidas como no contratar más eventuales en épocas festivas, para que esa labor la haga la plantilla a costa de disfrutar de menos días libres, una pretensión que el comité rechaza, hasta el punto de convocar la huelga en defensa de la bolsa de trabajo de los eventuales, compuesta en buena parte, según fuentes de Lipasam, por familiares de los propios trabajadores. Dado el generoso convenio colectivo del que gozan los empleados de Lipasam, los cuales cobran hasta una paga extra de 1.400 euros sólo por no faltar al trabajo, el alcalde les ha pedido “solidaridad” con la ciudad y que hagan un esfuerzo, ya que el Ayuntamiento está “en la ruina”.

RECHAZO SINDICAL

Para los trabajadores de Lipasam, sin embargo, Zoido carece de fuerza moral para lanzarles el discurso de la “ruina” municipal, por razones como éstas:

-El pago de 600.000 euros a final de año a la Policía como paga extra de Navidad camuflada de productividades atrasadas pese al informe en contra de la Intervención Municipal.

-El establecimiento de un plus de 1,5 millones de euros para gratificar a los 233 empleados de la Agencia Tributaria.

-Los 20 millones de euros de excedente de tesorería colocados a plazo fijo en la banca.

-Los 450.000 euros que ha anunciado para organizar una muestra sobre los trajes que aparecen en las pinturas de Zurbarán.

-Sueldos de los gerentes municipales en el entorno de los 100.000 euros, pese a la prohibición de que superaran la retribución de los gobernantes con mayor responsabilidad.

Así pues, Zoido ha podido mantener la paz social en el Ayuntamiento durante menos de dos años, pero al final, por unas razones o por otras y atrapado entre las promesas que hizo cuando estaba en la oposición y la realidad que le impone la crisis económica y las políticas de ajuste, la plantilla -y ya no sólo Lipasam- se le ha rebelado y el último Pleno empezó y acabó de la misma manera en que él denunciaba le ocurría a Monteseirín, con empleados contestatarios desalojados por la Policía y la Plaza Nueva convertida en un carnaval de protestas.

Es el final de la luna de miel sindical de Zoido, que ahora se ve en el mismo dilema de sus antecesores ante la huelga: ceder o no ceder, ésa es la cuestión.

 

El conflicto de Lipasam

Espadas y Torrijos han calificado de “intento de desprestigio” y “brutal campaña de satanización” el hecho de que el Ayuntamiento haya revelado que el sueldo medio en Lipasam -cuyos trabajadores han convocado huelga para el día 28- es de 30.855 euros, una cantidad que según el delegado de Urbanismo, Maximiliano Vílchez, “desearían gran parte de los sevillanos en los tiempos que corren”. Los sindicatos han contratacado diciendo que el sueldo de un peón es de 721 euros frente a los 100.000 del gerente, y que si ésa es la media será por la suma de los sueldazos (sic) de los directivos.

Cada parte presenta sólo un aspecto de la realidad, ya que como hay cerca de veinte pluses distintos y unas treinta categorías profesionales, el sueldo de un peón puede elevarse hasta los 1.800 euros brutos/mes, antes de los descuentos.

Los sevillanos, que sostienen con sus impuestos la quebrada empresa municipal (sólo cubre con los ingresos que genera el 5,5% de sus gastos), la cual se alimenta de las transferencias del Ayuntamiento, por más que los sindicatos (se auto) engañen diciendo que obtiene 8,2 millones de euros de beneficio (sobre el papel); los sevillanos -decía- tienen perfecto derecho a conocer los sueldos que se pagan en Lipasam, por ser los dueños de la empresa y porque además aquéllos son públicos al figurar en el convenio colectivo, divulgado en el Boletín Oficial de la Provincia de Sevilla del 28 de agosto de 2009 y que cualquiera puede consultar.

PAZ SOCIAL ‘COMPRADA’

La pregunta que cabe hacerse es por qué Espadas y Torrijos consideran normal que en los medios de comunicación se publiquen las retribuciones del presidente del Gobierno, de los ministros, del presidente de la Junta, de los consejeros de la Junta de Andalucía, de los alcaldes, diputados y senadores y, sin embargo, hablen de “desprestigio” y de “brutal campaña de satanización” cuando se hace referencia desde el gobierno local a Lipasam en virtud de un convenio colectivo que lleva más de tres años en el BOP.

La respuesta radica probablemente en que PSOE e IU, como socios de gobierno municipal en los ocho años anteriores al de Zoido, fueron quienes, con tal de ‘comprar’ la paz social en Lipasam y en las restantes empresas municipales, se plegaron a sus habituales chantajes bajo la amenaza permanente de huelga y les concedieron unas retribuciones, unas condiciones de trabajo y unas ventajas sociales a costa de los contribuyentes sevillanos que serían impensables en el sector privado e inimaginables en una compañía abocada a la quiebra si no gozara de la permanente inyección de dinero público, como es el caso de Lipasam.

Como dato indicativo y objetivo, los 30.885 euros de salario medio en Lipasam superan en 8.000 euros el salario medio anual declarado en el Impuesto sobre la Renta (IRPF) ante Hacienda en España en el año 2011.

REFLEJO EN LOS SONDEOS

Además, merced a su generosa política retributiva, Monteseirín convirtió a Sevilla en la segunda ciudad española con más gasto per cápita para mantener la plantilla de empleados municipales. Mientras que la media de gasto nacional era de 430 euros anuales, los sevillanos debían aportar 495 euros para los gastos del personal del Ayuntamiento, frente a, por ejemplo, los 270 euros que aportaban los ciudadanos de Barcelona.

Pero todas las cifras son relativas y han de ponerse en relación con los resultados. Los sevillanos probablemente pagarían gustosos el coste de Lipasam si observaran que la ciudad está como “los chorros del oro”, pero sistemáticamente la suciedad y falta de limpieza aparecen entre los principales problemas de Sevilla, como ha reflejado el último Barómetro de Antares. Y es que la plantilla de la empresa municipal no se ha caracterizado precisamente por una respuesta entusiasta a las concesiones de los sucesivos gobiernos, que han tomado siempre como un gesto de debilidad.

PREMIO EN METÁLICO

El absentismo durante el mandato de Monteseirín llegó a ser del 10% (uno de cada diez empleados se daban de baja), hasta el punto de que en el año 2008 se tuvo que aplicar un Plan de Control y al año siguiente contratar a una empresa externa para que estudiara cómo reducir las ausencias al trabajo.

Y como los métodos de control no daban los resultados apetecidos, hubo que recurrir a crear un incentivo cuya existencia debería ser considerada por Torrijos y Espadas, que no dicen nada al respecto, como un desprestigio y denigrante para la dignidad de todo trabajador que se precie: una paga no por trabajar, si no por no faltar al trabajo, de 1.400 euros y de carácter lineal que supone a la empresa un coste extra de unos 2 millones de euros (artículo 39 del convenio colectivo, página 19 del BOP de Sevilla Nº 149, de 28 de agosto de 2009). No hay ahorros en esa partida, por cuanto el dinero que no se paga a los absentistas se reparte entre quienes cumplen con su obligación.

LOS EVENTUALES

Llama la atención la preocupación del comité por los eventuales en una empresa cuya plantilla (1.571 empleados) se ha ampliado con Zoido y en la que el 87% son fijos (1.377 trabajadores) y el resto, temporales (194). Los sindicatos no aceptan la fórmula de aplicación de las 37,5 horas semanales en el sector público si afecta a las fechas clave de Semana Santa, Feria y Navidad porque -dicen- repercute en los 420 contratos eventuales que suele realizar Lipasam a través de la Bolsa de Empleo.

Justamente ahí es donde radica el ahorro que pretende el Ayuntamiento, pero la eliminación de la Bolsa de Empleo afectaría a muchos familiares de trabajadores. Con su oposición a su desaparición, el comité está barriendo para casa.

Recortes

Zoido cogió carrerilla en el desayuno del ‘Fórum Europa. Tribuna Andalucía’ y como llegó sin haber probado bocado aún se comió de una tacada 200 millones de deuda municipal. El alcalde dijo que cuando aterrizó  se encontró con más de 700 millones de euros en números rojos pero  que ya ha logrado reducirlos a unos 500. Menos lobos, Juan Ignacio. Si las cuentas que le hice en su día al manirroto de Monteseirín, justo antes de tu desembarco en la Plaza Nueva, son correctas, la lápida municipal (Ayuntamiento más consorcio de empresas) ascendía a unos 633 millones de euros. Como al 31 de diciembre de 2012 la deuda (sólo la del Consistorio, sin empresas ni organismos autónomos) era de 519 millones en números redondos, resulta que en el mejor de los casos se habría reducido en 114 millones, no en 200. Si fuera verdad éso de que estás recortando déficit público a un promedio de 10,5 millones de euros mensuales (y los mercados, sin saberlo), habría que convenir en que Sevilla habría ganado contigo un alcalde, pero España se estaría perdiendo un ministro de Hacienda.

Sin dinero para los polígonos

El pasado verano, el delegado de Empleo, Gregorio Serrano, y el de Urbanismo, Maximiliano Vílchez, se reunieron en el polígono industrial El Pino con el presidente de los empresarios allí radicados, Fernando Bellido, y el de la Asociación de Parques Empresariales de Sevilla (APES), Antonio López Balbuena, respectivamente. Ambas partes acordaron comenzar a implantar las Entidades Urbanísticas de Conservación en cada uno de los polígonos industriales de la ciudad con la idea, según Serrano, de tener un solo interlocutor con los representantes de los espacios productivos.

Las Entidades Urbanísticas de Conservación son, por decirlo de una manera simplista, el equivalente a las comunidades de vecinos de los bloques de viviendas pero en el ámbito de los espacios empresariales, y entre sus objetivos principales suele figurar, como su nombre indica, la conservación de las obras de urbanización y el mantenimiento de las dotaciones e instalaciones de los servicios públicos.

El hecho de que a estas alturas del siglo XXI aún se esté planteado la creación de las Entidades en los polígonos sevillanos ya denota el atraso en que se encuentran, pese a ser elementos claves en la economía de la ciudad. Como dato comparativo, baste señalar que los estatutos de la Entidad de Conservación del Parque  Científico y Tecnológico de la isla de la Cartuja, sucesor de la Expo-92, fueron aprobados el 20 de diciembre de 1993, hace casi veinte años, cuando la inmensa mayoría de los polígonos industriales de Sevilla, por no decir todos, son anteriores al parque cartujano. Sólo en este aspecto ya llevan una veintena de años de retraso.

En aquella reunión de hace siete meses en el polígono El Pino, el delegado de Economía destacó la importancia que los polígonos industriales tienen para Zoido, con estas palabras: “El alcalde tiene un especial interés en los polígonos industriales porque no son sólo realidades urbanísticas, sino también económicas y de convivencia, y son una parte fundamental del desarrollo económico de la ciudad”.

SIN TRADUCCIÓN PRESUPUESTARIA

Este discurso oficial contrasta con la denuncia del Grupo Socialista tras el análisis de las partidas del Presupuesto de Sevilla para el año en curso. Según el PSOE, en las Cuentas para este ejercicio  sólo se incluyen 2,6 millones de euros para los polígonos, y condicionados además a operaciones con el patrimonio de suelo que, por ende, carecen de documentación justificativa. Por tanto, existe un elevado riesgo de que puedan quedarse sin ejecutar estas inversiones, como ya habría ocurrido el año pasado con otra partida de similar cuantía y que venía rebotada de años anteriores.

Esta es una inveterada costumbre en el Ayuntamiento, gobierne quien gobierne. De la necesidad y urgencia de invertir en los polígonos, algunas de cuyas calles han llegado a presentar un aspecto tercermundista por la cantidad de baches en el asfalto, se viene hablando desde siempre, y en esa línea se consignan partidas presupuestarias…..que se vuelven a repetir de unos Presupuestos a otros porque con demasiada frecuencia o no se ejecutan o no se gastan al 100%.

Y ahora, cuando por la crisis la ciudad necesita más que nunca que los polígonos emerjan como focos de dinamización para tratar al menos de contener un paro que afecta a casi 90.000 sevillanos, la situación apenas ha mejorado. Durante su mandato, Monteseirín, a la vista de la marcha de empresas emblemáticas y de la recalificación de sus suelos para su conversión en las mucho más lucrativas viviendas de la época de los ‘pelotazos’ inmobiliarios, prometió una apuesta por la economía productiva en vez de por la especulativa o suntuaria.

A la hora de la verdad, sin embargo, destinó a las ‘Setas’ de la Encarnación hasta el dinero destinado por los promotores inmobiliarios, a cuenta del PGOU, para la ejecución de las infraestructuras urbanísticas de los futuros barrios de la ciudad. Si los 102 millones de euros gastados en el Metropol-Parasol se hubieran invertido en revitalizar los espacios productivos de la ciudad, hoy serían al menos un excelente escaparate para la captación de inversiones foráneas en Sevilla con las que crear empleo.

PROPUESTA ALTERNATIVA

Con la llegada de las ‘vacas flacas’, los escasos 2,5 millones de euros, condicionados además a la obtención de ingresos por operaciones con el patrimonio municipal de suelo, que ha consignado Zoido en los Presupuestos denotan que los polígonos industriales no son precisamente la prioridad de este Ayuntamiento a la hora de afrontar la crisis. Si lo fueran, aun escaseando el dinero, por lo menos esa partida sería neta y finalista, sin depender de ninguna otra actuación municipal.

Como alternativa de mínimos, el Grupo Socialista, liderado por Juan Espadas, ha propuesto al gobierno local que rescate hasta un total de 1,3 millones de euros sin uso definido en el área de Hacienda y los agregue a los remanentes de tesorería que por valor de 2,5 millones no fueron utilizados en 2012. Se dispondría así, de entrada, de 3,8 millones de euros no dependientes de operación alguna para revitalizar los polígonos. Como dato comparativo, el Ayuntamiento ha destinado 9 millones de euros a arreglar las calles de la ciudad.

En su crítica a las Cuentas Públicas para este 2013, el Grupo Socialista ha subrayado además que no existe ni un solo programa concreto para los polígonos industriales con cargo a fondos europeos, un tema de mucho mayor calado de lo que parece porque fue, justamente, una de las propuestas-estrella de Zoido cuando aún se hallaba en la oposición.

VALENCIA COMO MODELO

El hoy alcalde hizo entonces un diagnóstico bastante aproximado de la situación en que se encontraría la ciudad en caso de alcanzar el bastón de mando: dado el elevado endeudamiento del Consistorio (entre los 550 y los 600 millones de euros en números redondos), las únicas posibilidades de inyectar dinero en la economía sevillana no provendrían de la Administración local, sino de la inversión privada y de la captación de fondos de la Unión Europea.
Salvo el mercado gourmet del Barranco, adjudicado a una empresa respaldada por el torero Francisco Rivera Ordóñez y el periodista Carlos Herrera a cambio de un canon anual de 230.000 euros durante 25 años y que se trataba de un proyecto heredado de Monteseirín, el actual Ayuntamiento aún no ha sido capaz de captar ningún gran proyecto para la ciudad y hasta ha dejado escapar dos significativos: el Decathlon en la isla de la Cartuja y el Caixafórum en las Atarazanas. Mientras sigue culpando a la Junta de Andalucía del bloqueo de proyectos como la venta de la Gavidia para uso comercial, inviable conforme al actual PGOU, al gobierno de Zoido le queda la segunda opción, la de captar fondos europeos, para la que se inspiró en el Ayuntamiento de Valencia, de su mismo signo político.

Durante un acto celebrado en los Jardines de la Buhaira en marzo de 2011 y en el que estuvo acompañado de la alcaldesa valenciana, Rita Barberá, Zoido defendió la necesidad de aprender de experiencias como las protagonizadas por la capital del Turia en la obtención de fondos comunitarios, sobre todo porque en su opinión el gobierno de coalición PSOE-IU había omitido  esta fuente de financiación. El Gobierno municipal que encabezaba Alfredo Sánchez Monteseirín (PSOE) había sido «muy poco activo» -dijo- a la hora de buscar y cosechar ayudas derivadas de los fondos comunitarios, y «se ha limitado a recibir los fondos que le han llegado de alguna u otra manera».

UN GRUPO DE EXPERTOS

El hoy alcalde y sucesor de Monteseirín aplaudió la «ejemplar» política del Ayuntamiento de Valencia en la captación y gestión de fondos comunitarios, dado que las convocatorias de cohesión de la Unión Europea son «un importante mecanismo de financiación de proyectos de alto impacto» para las ciudades.

En ese sentido, puso como antiejemplo el caso de la Asociación para la Promoción Exterior de Sevilla (APES), pues «su página web no funciona y nadie contesta al teléfono» disponible en Internet por lo que a este organismo municipal se refiere. Por eso, Zoido se mostró dispuesto a  aprender de la experiencia de Valencia y «poner en marcha medidas para mejorar la captación y gestión de estos fondos». «El alcalde, en 12 años, no ha tenido una sola reunión con las direcciones responsables de estos fondos ni ha viajado a Bruselas (Bélgica) para este motivo», se quejaba en alusión a Monteseirín.

Entre sus propuestas para contrarrestar la situación, figuraba la de incrementar la participación de Sevilla en las redes europeas de ciudades, emprender una «estrategia clara» en el Ayuntamiento que implique «a todos los departamentos municipales» a la hora de priorizar los proyectos y acudir a las convocatorias comunitarias y, sobre todo, crear «un equipo reducido pero muy especializado» encargado de captar estos fondos comunitarios con la redacción y presentación de los proyectos. En esta línea, Zoido propuso también fomentar la colaboración público privada y establecer «correctos» controles y evaluaciones del uso de estos fondos, pues hasta el momento el Ayuntamiento ha sido «muy poco riguroso» en este aspecto e incluso muchas aportaciones comunitarias habrían sido devueltas.

SIN RESULTADOS

Rita Barberá detalló junto a Zoido que en los últimos años el Ayuntamiento de Valencia ha captado casi 200 millones de euros procedentes de Europa, lo que se ha traducido en 78 proyectos con efectos en unos 40 barrios valencianos y, principalmente, en la renovación de la red de saneamiento y distribución de agua de la ciudad. «Es un compromiso con Europa para mejorar la calidad de vida de los vecinos», ha dicho la alcaldesa de Valencia, quien lamentaba la «inacción» del gobierno municipal hispalense en esta materia, pues el socialista Alfredo Sánchez Monteseirín «está perdiendo oportunidades de inversión y despreciando recursos de financiación».

 

 

En noviembre de 2011, a los cinco meses de la toma de posesión del nuevo alcalde, la empresa Sevilla Global organizó unas Jornadas sobre Programas Europeos, en cuyo marco el Ayuntamiento anunció la constitución del prometido grupo de expertos que ejercería “funciones de coordinación, dinamización e impulso de la participación de Sevilla en la UE”. En el tiempo transcurrido desde entonces, Sevilla Global ha sido eliminada, Zoido camina hacia el ecuador de su mandato y nuestra ciudad aún no ha sido capaz de emular a la Valencia de Rita Barberá y sus 200 millones de euros captados en Bruselas.

Tragedias

La caída del paro en 3.400 personas en Sevilla es un mínimo consuelo ante la tragedia que aún sufren 254.855 sevillanos, víctimas de la crisis e inscritos en las oficinas del Inem. Lo peor que puede ocurrirnos es acostumbrarnos a la frialdad de las cifras sin darles cuerpo para que se materialicen ante nuestros ojos, ya que no podemos ponerles cara a todos y cada uno de ellos. Esos conciudadanos desempleados, puestos en fila india llegarían desde Sevilla hasta Córdoba y aun seis kilómetros más lejos. Para contenerlos a todos harían falta cuatro estadios y medio como el denominado ‘Olímpico’ de la isla de la Cartuja, y equivalen a dos veces los habitantes de Dos Hermanas, la población más importante de la provincia excluida la capital. Item más, entre las cincuenta capitales de provincia españolas, sólo trece tienen una población mayor que la del número de parados sevillanos, que constituirían la decimocuarta capital del país. Y aun así, ninguna de estas imágenes puede reflejar la magnitud de estos 254.855 dramas personales, ante los que nadie puede sentirse ajeno.

 

Out

Detea le ha enviado un preaviso de demanda al Ayuntamiento por 17,1 millones de euros debido al ruinoso estado en que, con cuatro años de retraso (tres de ellos imputables a Monteseirín), le ha devuelto los edificios que cedió a la Policía Local en la isla de la Cartuja mientras le construía su nueva sede en la Ranilla. Como además plantea que el Consistorio se quede con las ruinas de Palmira en que le ha convertido los locales cartujanos y le devuelva los 23,7 millones que le pagó en su día, el pleito se sustancia por 40,8 millones de euros, más dinero que el que exige Sacyr por devolver las ‘Setas’ de la Encarnación, otra ruina, aunque sólo económica. Detea dice que se ha visto obligada a dar este paso tras tratar en numerosas ocasiones de contactar tanto con el alcalde como con el delegado de Urbanismo, siempre de forma infructuosa. Recordarán que Zoido dijo aquello de ponerle una alfombra roja a todo empresario que llamara al Ayuntamiento. Lo que omitió decir es que si le llamaban para plantearle un problemón como éste su teléfono estaría fuera de cobertura.

 

Gol

A pesar de que, según José Antonio Bosch, el Real Betis Balompié ha obtenido en su último ejercicio económico unos beneficios ordinarios, “sin maquillaje”,  de 2,4 millones de euros más 30,8 millones de extraordinarios,  la entidad verdiblanca y el Sevilla F. C. son dos de los grandes morosos de la ciudad: entre ambos adeudan al Ayuntamiento, por diversos conceptos tributarios, unos 4 millones de euros. Y, sin embargo, Espadas ha descubierto en los Presupuestos municipales para 2013 que el Ayuntamiento ha reservado 340.000 euros para un convenio con estas dos sociedades anónimas deportivas, que no clubes a la antigua usanza. El portavoz socialista va a presentar una enmienda a las Cuentas para que el Consistorio suprima esta partida y la dedique a programas de apoyo al deporte base y a compensar el efecto que está teniendo sobre las entidades deportivas la subida de tarifas decretada por el gobierno local. Creo que Espadas, con esta iniciativa, le ha metido al populista Zoido, el mismo de las visitas a los barrios y la micropolítica, un gol por toda la escuadra.

 

Viento del Este

La encuesta del IESA ha tenido como efecto colateral la reactivación del sector malagueño del PP, donde no ha dejado de alimentarse la rivalidad con Sevilla y lo sevillano, que ahora encarna Zoido como alcalde de la capital de Andalucía y líder regional admitido a regañadientes en la Costa del Sol.

Tras las tímidas voces que le pidieron que aclare ya si va a ser o no el candidato a la Junta en 2016, el secretario general y alcalde de Tomares, José Luis Sanz, trató de zanjar la cuestión diciendo que ese debate “no toca” y “no está abierto”, pero que él se inclinaba por 2015 o incluso 2016, “porque hasta esa fecha no hay elecciones”. “No entiendo -añadió- por qué hay que elegirlo antes”. Contra su criterio se ha pronunciado el presidente del PP malagueño, Elías Bendodo: “Cuanto antes la sociedad pueda visualizar una cara como candidato -ha dicho-, será mejor para todos”.

 

CAMBIO EN TRES MESES

 

Y aunque Bendodo pudiera tener razón, hace tan sólo tres meses coincidía plenamente con Sanz, ya que cuando en una entrevista en este mismo medio le preguntaban si creía que había ya candidato para las autonómicas, afirmaba: “Es pronto para hablar de eso. El mismo Zoido lo ha dicho. Toca reforzar el partido y marcar las estrategias de ganar para gobernar. Además, la prioridad es 2015, donde queremos seguir siendo la principal fuerza política con ese carácter municipalista”.

Desde Málaga, además, se ha abierto la veda contra Zoido al cuestionar que un alcalde de Sevilla pueda ser también candidato a la Junta, una doble condición a la que no se pusieron pegas cuando quien la reunía era la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez. Dicho de otro modo: si Zoido fuera alcalde de Jaén, por ejemplo, en Málaga no objetarían que aspirara a San Telmo. No es, pues, la oposición a la persona lo inquietante, sino a lo que representa: Sevilla.

 

A VUELTAS CON LA CAPITALIDAD

 

Y es que en la urbe de la Costa del Sol sigue existiendo fijación con Sevilla. En la entrevista citada, a Bendodo le sacaron a colación la petición de una ley de Capitalidad para Sevilla y si la veía bien. Respuesta: “Yo no sé si la ley de Capitalidad es para ahorrar o para gastar, y no están los tiempos para gastar. Cualquier ley debe servir para racionalizar los servicios públicos. Yo lo que querría es que no hubiera discriminación entre provincias y que a cada una se le reconociera su papel. No tengo ningún inconveniente en que Sevilla tenga su reconocimiento como capital cultural, pero Málaga tiene que tener también su reconocimiento como capital turística y económica y de las nuevas tecnologías, igual que Granada puede ser del conocimiento. Esto lo tiene que hacer la Junta y no tengo inconveniente en que haya un Estatuto de Capitalidad, pero que haya otro para Málaga”.

No reconoce la capitalidad política de Sevilla, sino que la limita a lo meramente cultural. Y pese a que al principio dice que no procede ley en tal sentido por inferirse que supondría un mayor gasto público, soslaya esta consecuencia si se le reconoce a Málaga no una capitalidad, sino tres: la turística, la económica y la de las nuevas tecnologías.

 

EL ESTUDIO DE LA CÁMARA

 

Para contrarrestar la capitalidad política de Sevilla y requerir, por la vía del supuesto agravio comparativo y del centralismo sevillano, un trato paritario, en Málaga se han autoconcedido el título de capital económica de Andalucía. Pero, ¿hasta qué punto es cierto ese liderazgo económico?

En el año 2009, último del que conozco datos aplicables a esta manida y superficial cuestión, la Cámara de Comercio hispalense realizó un informe sobre la posición relativa de Sevilla respecto al resto de provincias andaluzas, en el que de la comparación general entre las ocho puede deducirse otra bilateral entre Sevilla y Málaga. Este estudio se basó en datos del Instituto Nacional de Estadística para cerca de una veintena de indicadores, que vamos a enumerar con, a continuación,  la posición de Sevilla en comparación con el resto de provincias, Málaga incluida:

-Población: la 1ª.

-Producto Interior Burto (PIB): la 1ª.

-PIB per cápita: 4ª, superada por Almería, Huelva y Málaga.

-Población activa: 1ª.

-Ocupados: 1ª.

-Parados: 1ª, seguida de Málaga, pero al ser un elemento negativo el indicador en realidad favorece a esta última.

-Número de empresas: 1ª.

-Densidad empresarial: 4ª.

-Exportaciones: 2ª, pero por delante de Málaga.

-Importaciones: 3ª, pero por delante de Málaga.

-Nº de sociedades mercantiles creadas: 2ª, superada por Málaga.

-Capital suscrito por las sociedades mercantiles creadas: 1ª.

-Por número de sociedades que amplían capital: 1ª.

-Por capital ampliado: 1ª.

-Por sociedades disueltas: 5ª, por detrás de Huelva, Málaga, Almería y Granada, pero al ser un elemento negativo en realidad el indicador favorece a Sevilla.

-Por licitación oficial: 1ª.

-Por renta bruta per cápita: 4ª.

 

EJEMPLO UNIVERSITARIO

 

El estudio no deja de reconocer el comportamiento “muy dinámico”, similar o incluso superior al de Sevilla en algunas variables de la economía malagueña, pero en el conjunto general el peso económico de Sevilla sigue siendo superior al de Málaga y Sevilla aúna, por tanto, la doble condición de capital política y capital económica de Andalucía.

Pero más allá de rivalidades y localismos estériles, la estrategia que se impone en el siglo XXI es la que las escuelas de negocio denominan ‘win-win’, o sea, la de la cooperación, para que las dos ciudades ganen aliándose entre ellas en vez de arriesgarse a perder compitiendo la una contra la otra, una alianza tal como la que han forjado sus dos universidades en el proyecto conjunto ‘Andalucía Tech’: todo un ejemplo para la clase política.

 

La misión

El delegado multiusos y chico para todo de Zoido, Gregorio Serrano, ha emulado al (sin) alcalde anterior haciendo lo que el PP decía cuando estaba en la oposición que jamás de los jamases  haría: un viaje turístico-comercial a Nueva York. Y es que la política, como la muerte, los iguala a todos, ideología al margen: quítate tú que me pongo yo. Y no sólo ha imitado al (sin) cruzando el Charco, sino que, para colmo, en las notas de prensa oficiales el Ayuntamiento ha destacado que iba a la Gran Manzana a dar a conocer las nuevas posibilidades de la ampliación del Palacio de Congresos y Exposiciones  y a presentar las ‘Setas’ de la Encarnación, “una obra que ha atraído la atención internacional por ser la mayor estructura de madera del mundo y cuya maqueta se encuentra expuesta desde hace tres años entre la colección del Museo de Arte Moderno (MOMA) de Nueva York”. Total, que yo no sé si Gregorio ha viajado a la ciudad de los rascacielos en calidad de delegado de Empleo, Economía, Turismo y etcétera del Ayuntamiento de Sevilla o como embajador de la marca Monteseirín.

 

Subterfugio

El Gobierno amenaza con actuar contra los subterfugios que usan las Administraciones para que más de 80.000 funcionarios cobren paga extra por Navidad burlando el decreto de Rajoy con adelantos y pagos de complementos de productividad, que equiparan a sus beneficiarios a esos futbolistas a los que, al margen de su ficha y/o nómina, se les abona una prima por ganar o empatar los partidos, como si luchar por la victoria no fuera su obligación contractual. Zoido se ha comportado como esos manirrotos presidentes del fútbol que regalan primas a sus jugadores al repartir por Navidad un aguinaldo de 600.000 euros, camuflado como productividad, entre los policías por el mero cumplimiento de su deber. Será que recaudar 25,5 millones en multas para el alcalde debe ser un tarea agotadora. La Intervención ha señalado que esta productividad ‘a posteriori’, pagada linealmente y hasta a los liberados sindicales, es un fraude de ley, palabras mayores en el Ayuntamiento del alcalde-juez. Si en casa del herrero cuchillo de palo, en casa del magistrado Zoido, leyes papel mojado.