Archivo de la etiqueta: Zoido

Altadis: Esperado a Godot

El Pleno municipal de abril ha aprobado, con los votos en contra de la Oposición, el convenio con Altadis que permitirá la construcción de tres torres de entre 27 y 30 metros de altura en los suelos de la antigua fábrica de tabacos. Su impacto visual ya fue motivo de preocupación de la presidenta de la Junta, Susana Díaz, durante la entrevista que mantuvo en San Telmo con Zoido para que éste le explicara la operación urbanística.

El alcalde declaró a la salida del encuentro que “en principio, los edificios que están por detrás del que se construirá (sic) tienen mayor altura que el que se va a levantar, por lo que el impacto visual no será de importancia”. En esa misma línea se expresó en el Pleno el delegado de Urbanismo, Maximiliano Vílchez, al subrayar que los edificios de la glorieta de las Cigarreras tienen 11 plantas (12 si se cuenta la baja), por lo que a su juicio los 30 metros de la torre de Altadis no tendrán un gran impacto en la zona.

PANTALLA VEGETAL

Si un observador se sitúa en el Paseo de las Delicias frente al edificio principal de Altadis, no percibe ningún impacto visual de los que están detrás del complejo industrial pese a tener éste cuatro plantas y algunos situados en esa zona de la calle Juan Sebastián Elcano ocho y nueve alturas, como dijo Zoido a la salida de San Telmo.

Y ello es así porque las cuatro alturas de Altadis equivalen a la de los inmuebles posteriores con el doble de plantas, como ratifica el informe del Servicio de Planeamiento: “El complejo de la fábrica es un recinto cerrado donde en su interior se disponen una serie de edificaciones, siendo la principal el edificio de tres y cuatro plantas de altura (equivalente en metros a seis o siete plantas) construido en el año 1954…”.

El edificio de 11 plantas (12 con la baja) de la glorieta de las Cigarreras (más los siguientes en dirección Suroeste) al que se refiere Vílchez no está detrás del complejo tabaquero, sino a la izquierda del puente de Los Remedios mirando desde el Paseo de las Delicias y su impacto paisajístico es muy perceptible desde la margen izquierda del Guadalquivir cuando el observador se sitúa en la glorieta de los Marineros Voluntarios y su entorno. Ahora bien, cuando el espectador se coloca enfrente de los actuales talleres de Altadis, esa mole queda muy difuminada por la hilera de enormes eucaliptos, aparentemente incluso de mayor altura que aquélla, que separa la fábrica de la multinacional de los jardines de Manuel Arellano.

La existencia de los grandes eucaliptos, unida al hecho de que a partir de la glorieta de las Cigarreras los inmuebles de la avenida presidente Adolfo Suárez se van separando del río progresivamente en forma de curva y ensanchando el campo visual para dejar sitio al recinto de la Feria, minimizan en gran manera su impacto paisajístico desde el primer tramo del Paseo de las Delicias, amén de que están construidos a entre 50 y 100 metros del cauce del Guadalquivir.

REPARCELACIÓN

Sin embargo, la construcción de las tres torres de 27 a 30 metros en el recinto de Altadis obligará, tal como figura en los planos del proyecto del convenio urbanístico y se encargó de subrayar en su día Juan Espadas, portavoz del PSOE, a ocupar la zona verde colindante con el puente de Los Remedios (Jardines de Manuel Arellano y de Manuel Ferrand), ahora calificada como ST-4 y sobre la que en el futuro se alzará un edificio de 27 metros que se “comerá” el actual espacio ajardinado y, presumiblemente, los enormes eucaliptos que actúan de pantalla vegetal.

Difícilmente se conservarán los grandes árboles que tapan la visión de los edificios traseros si, como se prevé, se construye debajo de las torres un parking subterráneo para dar servicio al complejo terciario, con mayor edificabilidad que el AireSur de Castilleja de la Cuesta.

Zoido ya reconoció tras su encuentro con la presidenta de la Junta que habrá un “replanteo” de los jardines, “los cuales no se pierden, sino que se trasladan al interior”. Efectivamente, tal como muestra el plano, se prevé que tras la reparcelación los actuales jardines, desde los que se puede disfrutar de la visión del río, parte de los jardines de San Telmo, el Paseo de las Delicias, el Parque de María Luisa y pabellones del 29 se trasladen y queden encajonados entre las torres de Altadis y los bloques de la calle Juan Sebastián Elcano, por lo que las plantaciones habrá que empezarlas de cero.

NO HAY VETO

Si tenemos en cuenta que las torres irán mucho más cerca del río, el resultado de la operación será que saltarán a la vista también los actuales edificios de 11-12 plantas de la glorieta de las Cigarreras y se formará así un muro-pantalla de torres de unos 30 metros en la margen derecha del Guadalquivir.

Vílchez ha dicho en o tras el Pleno que en el convenio con Altadis el Ayuntamiento se ha reservado expresamente el derecho de veto sobre el diseño final de los edificios que se ubicarán en la parcela con el fin, precisamente, de evitar que se construyan inmuebles que generen un alto impacto visual. El señor delegado se confunde y nos confunde, porque su aserto no responde a la realidad, tal como se comprueba leyendo el texto del convenio elevado al Pleno. No existe tal derecho de veto. Y aunque existiera, versaría en todo caso sobre el diseño de las torres (una mera cuestión estética), no sobre su altura (27 y 30 metros), ratificada en el convenio y que es lo que provoca el impacto visual.

PÉRDIDA INDUSTRIAL

Si se suma la recalificación de estas 3 ha de suelo en números redondos de Altadis a las de 10 ha del puerto que viene en camino para otro complejo terciario en torno a un Auditorio, Sevilla va a perder 13 ha de suelo industrial para destinarlo a usos hoteleros, comerciales y lúdicos que tanto abundan en la ciudad mientras se deslocaliza la industria (Altadis, Danone, Cargill, Panrico, Flex….) y el paro ha crecido en 15.000 personas en el trienio de Zoido hasta afectar a 92.000 sevillanos.

Por éso, en el Pleno el debate sobre la recalificación de Altadis trascendió al plano del modelo de ciudad que tenemos, queremos o necesitamos y hasta dónde nos llevará el más de lo mismo comercio-hoteles-oficinas y el abandono/deslocalización de la industria. Se constató por las declaraciones de Vílchez que el Ayuntamiento carece de iniciativa para paliar la situación y se muestra como un sujeto pasivo que se limita a dar vía libre a proyectos de terceros sin plantearse qué suponen para la ciudad y al presumible objetivo de lograr una economía diversificada y no dependiente del monocultivo comercial y turístico.

POTESTAD PLANIFICADORA

Así, Vílchez destacó que el gobierno municipal ha logrado que en la antigua fábrica de tabacos no se hagan viviendas, como si la decisión sobre el destino de los suelos y la potestad planificadora no dependieran de él y fuera Altadis la que hubiera hecho esa concesión graciable a la ciudad.

El delegado de Urbanismo también declaró: “No ha venido nadie para un proyecto de servicios terciarios avanzados. ¿Qué quieren que hagamos?”. ¿No ha venido nadie o el Ayuntamiento no ha salido a buscarlo ni tampoco se le ha ocurrido que en esos suelos estratégicamente situados y calificados como de uso industrial singular podrían instalarse servicios avanzados en vez de lo de siempre? ¿Para qué sirve entonces pagar un buen dinero a consultoras como Deloitte con el fin de que, supuestamente, capten proyectos de inversión para Sevilla y vender continua y tópicamente nuestra estratégica posición entre el Norte y el Sur y el Este y el Oeste y nuestra calidad de vida?.

El mínimo debate sobre la recalificación de Altadis y el reconocimiento de que no ha venido nadie con una alternativa a los comercios, veladores y mercados gourmet, no de que nosotros no hemos ido a la caza de proyectos de ese tipo,  es la demostración de que Sevilla, poco activa y demasiado pasiva, siempre está, como en la obra de Beckett,  esperando a Godot.

Altadis: de no llevarse un duro, a dar el pelotazo

Zoido, que dijo que Altadis no se llevaría un duro de Sevilla tras el cierre de la fábrica de tabacos, le otorga 29.000 m2 de uso lucrativo para comercios y hoteles y un parking de 500 plazas
El alcalde también renuncia al proyecto de ‘Fábrica de Arte Elcano’ y sala de conciertos que propugnó para la antigua fábrica durante la campaña electoral

 

El Ayuntamiento ha filtrado por el procedimiento y a los medios habituales el cierre de un acuerdo con la multinacional tabaquera Altadis para repartirse la edificabilidad de la cerrada fábrica de tabacos sita en Los Remedios, un acuerdo que supone la renuncia de Zoido a los proyectos que apoyó en principio o presentó luego él mismo para este complejo industrial en la margen derecha del Guadalquivir.

En síntesis, Zoido ha pasado de abogar por la expropiación de la factoría para que ésta no se llevara un duro de Sevilla a otorgarle a la multinacional 29.000 m2 comerciales más un parking rotatorio de 500 plazas para que dé su particular pelotazo urbanístico, obviando así que la empresa le dio hace años el portazo a Sevilla al cerrar la fábrica de tabacos más antigua del mundo tras deslocalizar su producción e incumplir su promesa de que compensaría a Sevilla con la construcción de un centro logístico en la provincia.

EL URBANISMO ESPECULATIVO

Durante los años del ‘boom’ inmobiliario, los sevillanos vieron cómo se cerraban empresas de larga trayectoria en la ciudad (Landis, Coca Cola, Uralita) para trasladar la producción fuera del municipio e incluso de la comunidad autónoma, previa obtención de jugosas plusvalías urbanísticas por la recalificación de sus terrenos, que pasaban de industriales a residenciales, sin que revirtiera beneficio alguno y se perdieran además los empleos y las inversiones acumuladas a lo largo del tiempo.

El paradigma de esta casuística fue la fábrica de Uralita en Bellavista, cuyos suelos, una vez recalificados, fueron vendidos por 12 millones de euros para el pelotazo urbanístico de Los Jardines de Hércules, en que se obtuvieron plusvalías valoradas en bastantes dígitos más.

Por éso, cuando en el año 2007 Altadis acabó cerrando su fábrica de tabacos, la más antigua del mundo -con toda la carga simbólica que ello representaba y el mito de Carmen y las cigarreras- por sus casi 400 años de historia, después de haber deslocalizado la producción e indemnizado o trasladado a los dos centenares de trabajadores en números redondos que le quedaban, los grupos políticos integrantes del Ayuntamiento se conjuraron para evitar que Altadis repitiera la jugada de Uralita y anteriores y no sólo se negaron a aprobar una recalificación urbanística, sino que decidieron mantener en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) la calificación de la factoría como “de uso industrial singular”.

AVISO A NAVEGANTES

Se enviaba así un mensaje muy nítido a la propia Altadis y a cualquier otra empresa que quisiera especular con sus terrenos a costa de sacrificar el tejido productivo de la ciudad y los empleos al mismo vinculados. A Altadis, de la que entonces se rumoreaba podría estar negociando  la venta de su fábrica, situada junto al río y frente al Paseo de las Delicias y el Palacio de San Telmo, a una gran cadena hotelera internacional por unos 50 millones de euros, se la colocaba en la disyuntiva de hacer negocio con otra actividad industrial o asumir los gastos y las pérdidas de mantener un complejo fabril cerrado y deteriorándose con el paso del tiempo.

¿Qué dijo Zoido al respecto? El hoy alcalde y entonces líder de la oposición municipal se mostró radicalmente contrario a la actitud de la multinacional tabaquera, con estas palabras: “Altadis no se lleva un duro de ahí. No se va a llevar absolutamente nada de ahí porque ha condenado a Sevilla. La vamos a expropiar”.

Esta apuesta por la expropiación la mantuvo también dos años después (2009), cuando el PSOE de Monteseirín trató de buscarle una salida a la situación pactando con Altadis una expropiación y una modificación del PGOU para que el suelo de la fábrica pasara a tener un uso educativo. IU, entonces con Rodrigo Torrijos al frente y temiendo que el pacto implicara la cesión de suelos en otra zona de la ciudad, se negó a alterar el PGOU para mantener así el uso industrial y seguir castigando a la multinacional por su portazo a Sevilla.

Zoido ofreció entonces los votos del PP a Monteseirín “por el bien de Sevilla” y por entender que la expropiación abría la puerta a dotar a Los Remedios de un colegio público, una biblioteca, instalaciones deportivas y un centro de mayores, pero su predecesor en el cargo prefirió no arriesgar el pacto de gobierno con IU y mantener el ‘statu quo’. La factoría de Altadis siguió cerrada y sin uso.

CAMPAÑA ELECTORAL

Durante la campaña para las elecciones municipales de 2011, Zoido perfiló aún más su alternativa para el complejo de cinco edificios de Altadis, con el proyecto denominado ‘Fábrica de Arte Elcano’. Según dijo entonces el PP, había interés de firmas emblemáticas en la gestión de nuevas tecnologías aplicadas a la cultura y el ocio para establecerse en Sevilla mediante un modelo menos tradicional que permitiera generar sinergias entre su actividad comercial y lo creativo, al modo de Apple en Nueva York.

Conforme a ese modelo, el PP planteaba reconvertir el edificio central de la factoría de Altadis en un centro de arte multimedia; otro, en una sala de conciertos; los más cercanos a los clubes deportivos y la Plaza de Cuba, en una especie de centro cívico o de día para mayores y pequeños, y la capilla de las Cigarreras se mantendría igual. No se derribaría ningún inmueble , salvo zonas concretas para abrir calles perpendiculares al río, recuperar la ribera y unirla con una pasarela peatonal al muelle de Nueva York, en la otra orilla. La operación se financiaría otorgando al edificio de Altadis más cercano al puente de Los Remedios una edificabilidad comercial de 7.000 m2, más un parking rotatorio bajo rasante en la parcela contigua de mil plazas.

CONTENIDO DEL PACTO

Ahora, en el acuerdo cerrado con la multinacional y según los detalles filtrados por el gobierno local, Zoido le rebaja las plazas de parking a 500 (el coste de construcción es también más barato), pero a cambio de más que cuadruplicarle el negocio lucrativo con 29.000 m2 de edificabilidad para construir hoteles y/o zonas comerciales y autorizar derribos de todos los inmuebles menos la capilla y el edificio central (18.000 m2), que se quedaría el Ayuntamiento para un museo y un centro de mayores.

El acuerdo supone el certificado de defunción de la Fábrica de Arte Elcano, las sinergias creativas y las nuevas tecnologías para repetir el modelo tradicional, ya intentado sin éxito en la Gavidia: más comercios y/o más hoteles y más aparcamientos rotatorios.

Si el PP abogaba por que el Ayuntamiento se quedara con cuatro edificios del complejo, ahora se reserva sólo dos (uno de ellos, la capilla), y Altadis, la gran beneficiaria del acuerdo, obtiene el equivalente a un centro comercial en el suelo que deje libre la demolición de los tres restantes.

El acuerdo obliga a modificar el PGOU para recalificar los suelos, de industriales a comerciales y de equipamiento. Zoido, que durante tres años ha negociado con la multinacional en secreto y llegado a un acuerdo que mostrar antes de las elecciones, presenta el pacto como esencial para el futuro de la ciudad y pide a la oposición y a la Junta, que deberá ratificarlo, que se sumen al mismo pero sin previamente haberles dado participación alguna en las negociaciones ni información al respecto. Política de hechos consumados y urbanismo de mesa camilla para colocar al resto de los grupos y al Gobierno andaluz en la disyuntiva de dar su pleno apoyo o ser señalados como los enemigos y boicoteadores de los grandes proyectos de Sevilla. ¿De Sevilla o de Altadis?

La batalla de las Atarazanas

El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, ha calificado el acuerdo al que ha llegado el consejero de Cultura, Luciano Alonso, con La Caixa y con la Fundación Cajasol sobre las Atarazanas como “una falta de respeto” hacia la ciudad de Sevilla, por haberse cerrado “sin que el Ayuntamiento haya tenido ninguna participación”.  No obstante, ha aplaudido cualquier actuación “que pueda beneficiar los intereses de Sevilla, tanto por la rehabilitación y recuperación de este espacio como por su incorporación como área museística, constituyéndose en motor de atracción turística”.

¿En qué quedamos? Zoido, que parece haber desarrollado una fijación por los antiguos astilleros medievales, no se percata de que incurre en una contradicción cuando, por una parte, critica el abandono al que tiene sometido desde hace años la Junta de Andalucía el monumento al ser de su exclusiva competencia (hasta el punto de enviarle inspectores de la Gerencia de Urbanismo a examinar su estado por no someterse a la ITE desde el año 2009), y, por otra, le reprocha que cierre por fin un acuerdo para su rehabilitación y puesta en valor para la ciudad en el ejercicio de esas mismas competencias exclusivas, en virtud de las cuales al Ayuntamiento no le corresponde papel alguno más allá del que por lealtad o cortesía institucionales quiera otorgarle la Consejería de Cultura.

MISIÓN CUMPLIDA

Curiosamente, el alcalde olvida que el consejero de Cultura no ha hecho más que cumplir con un emplazamiento del propio Zoido, aunque con 16 meses de retraso. Y es que cuando en

noviembre de 2012 el alcalde se hizo aquella polémica foto con los directivos de La Caixa, en que bendecía la decisión de la entidad financiera de abandonar las Atarazanas y trasladar su proyecto de Caixaforum a la torre Pelli, hizo unas declaraciones en las que instó al consejero de Cultura a que buscara una rápida alternativa, como responsable del monumento, para que el edificio no siguiera cerrado y deteriorándose.

Luciano Alonso podría contestarle al alcalde que ha cumplido el encargo que aquél le hizo a través de los medios de comunicación y solucionado el problema de la huida de La Caixa a la torre Pelli que provocó el mismo Ayuntamiento con su bloque urbanístico al proyecto arquitectónico redactado por el arquitecto sevillano Guillermo Vázquez Consuegra.

El acuerdo ahora cerrado consiste en la ratificación de la aportación de 10 millones de euros por parte de La Caixa para la restauración del inmueble, como compensación por la retirada del proyecto inicial redactado por Vázquez Consuegra; el libramiento anual de al menos 1,2 millones de euros anuales por parte de la Consejería de Cultura, y la consignación de 200.000 euros anuales por la Fundación Cajasol para la organización de actividades en un espacio que tendrá un contenido americanista, acorde con la historia de Sevilla como puerto y puerta del Nuevo Mundo.

De momento se ha cerrado sólo la financiación, pero el proyecto de restauración y de contenidos del edificio no se ha cerrado aún y no se espera que esté listo hasta finales de primavera o inicios del verano. Será entonces el momento, según el consejero de Cultura, en que la Junta de Andalucía se lo explique a todos los grupos políticos del Ayuntamiento, porque todavía no hay nada que mostrar.

PROPUESTA DE LA OPOSICIÓN

Zoido también ha olvidado que la petición de protagonismo municipal en las Atarazanas que ahora exige, cuando antes subrayaba que toda la responsabilidad sobre el monumento correspondía a la Consejería de Cultura, no radica originariamente en el gobierno local, sino que obedece a una enmienda adicional socialista a una propuesta presentada por el PP en el Pleno a finales de octubre de 2013. En virtud de aquella enmienda y de aquella propuesta, aprobada por unanimidad de todos los grupos políticos, se instaba a un acuerdo tripartito Junta-Ayuntamiento-La Caixa “para la colaboración que se estime conveniente, de acuerdo con las competencias de cada uno para el desarrollo del proyecto”.

Sin embargo, esa colaboración sigue brillando por su ausencia. 

Apenas trascender el acuerdo de financiación cerrado por Cultura, La Caixa y la Fundación Cajasol, el alcalde ha vuelto a las andadas al recordar la misma exigencia urbanística que acabó provocando hace casi dos años la ‘espantá’ de la entidad financiera catalana de los antiguos astilleros medievales: la redacción de un Plan Especial, que puede llevar bastante tiempo y sobre cuya necesidad no existe opinión unánime entre los expertos.

Zoido afirma que “un bien protegido de 800 años y a 200 metros de tres edificios declarados Patrimonio de la Humanidad, como la Catedral, el Archivo de Indias y los Reales Alcázares, qué menos que tenga un Plan Especial”. En esta línea, insta al consejero de Cultura a “sentarnos juntos, hacer el Plan Especial y urbanizar el entorno, quitando por ejemplo el asfalto para completar la actuación en la zona”.

EL ASFALTO NO PRECISA PLAN

¿Hace falta acaso un Plan Especial para quitar el asfalto de las calles que rodean a las Atarazanas? El Ayuntamiento tiene la competencia urbanística para reponer o, en su caso, descubrir los adoquines cuando quiera, pero no lo hace. Mientras Zoido aparenta una exagerada preocupación por el entorno de las Atarazanas en su cercanía a los bienes Patrimonio de la Humanidad, lo cierto es que mantiene el asfalto en la calle Dos de Mayo mientras aprueba un gasto de 1,2 millones de euros en retirarlo de la casi paralela calle Almirante Lobo.

El Consistorio está manteniendo una errática y a veces contradictoria política en relación con las Atarazanas: puso tantas trabas urbanísticas al proyecto de Vázquez Consuegra que acabó provocando la marcha de La Caixa a la torre Pelli; Zoido saludó la decisión de la entidad financiera para, quince días después, apoyar en el Pleno una moción socialista en la que se pedía a aquélla  que reconsiderara su decisión; instó a la Junta, a la que había dejado sin el proyecto firmado previamente con La Caixa, a que buscara una solución alternativa cuanto antes, y cuando Cultura lo logra, la acusa de haber actuado a sus espaldas; y tras haber propiciado la marcha de La Caixa y dejado sin financiación las Atarazanas, le pide en el último Pleno municipal una encomienda de gestión del monumento con el argumento de que buscaría patrocinadores para iniciar su rehabilitación.

PATRIMONIO OLVIDADO

Teniendo como tiene el Ayuntamiento numerosos edificios de gran valor patrimonial en la ciudad y asegurado ya al menos un proyecto para los antiguos astilleros por parte de la Junta, lo lógico sería que el gobierno local centrara sus esfuerzos no en convertir las Atarazanas en un permanente ‘casus belli’ político con el Gobierno autónomo, sino en conseguir esos patrocinios a los que ha apuntado para la rehabilitación de otros monumentos como, sin ir más lejos, la antigua Fábrica de Artillería, de propiedad municipal.

Zoido necesita de un gran proyecto que sea el símbolo de su mandato y acorde con lo que él trata de representar, y en este sentido nada mejor que la restauración de la Fábrica de Artillería, que por su inmensidad permitiría a Sevilla disponer de un gran contenedor para todo tipo de usos culturales y con rentabilidad turística. Salvando las distancias, en la recuperación del monumental edificio del barrio de San Bernardo el alcalde podría tener sus propias Atarazanas, el icono de su Alcaldía.

Zoido promete ahora pagar a los proveedores en 20 ó 25 días

Actualmente cobran del Ayuntamiento con un retraso de 81,50

El objetivo del Plan de Ajuste era reducir la demora al plazo legal de 30

La evolución cada vez es peor ya que en 2013 el retraso creció en 7 días

 

El alcalde de Sevilla cerró el Pleno celebrado en vísperas del Día de Andalucía con una promesa que pasó prácticamente inadvertida: el plazo de pago a los proveedores. Y es que la atención se había centrado en los efectos que para el Ayuntamiento tendrá o dejará de tener la nueva ley de Reforma de la Administración Local en el mantenimiento o supresión de servicios municipales, hasta el punto de que numerosos directores de Área y otros cargos del Consistorio acudieron al Pleno a escuchar las explicaciones del alcalde.

En medio de su intervención sobre la Reforma, Zoido dejó caer la promesa de que el Ayuntamiento va a pagar a sus proveedores como máximo en un plazo de entre 20 y 25 días. En caso de cumplirse, sería de entre 5 y 10 días menor que el ideal establecido para todas las Administraciones Públicas: 30 días.

Sin embargo, la promesa del alcalde está aún lejos de la realidad cotidiana, como demuestra el informe del interventor municipal, José Miguel Braojos, sobre el grado de cumplimiento por parte del Consistorio del Plan de Ajuste referido al último trimestre del año 2013 y fechado tan sólo veintiséis días antes del discurso del alcalde ante el Pleno.

En la página 7 de su informe, el interventor dice textualmente lo siguiente: “Tratándose de datos de distintas entidades, el periodo medio de pago de la deuda comercial no se refleja por el cálculo ponderado de los periodos medios de pagos. Por ello, se ha optado por reflejar el periodo correspondiente a la entidad Ayuntamiento de Sevilla de 81,50 días, que es la que en términos relativos tiene mayor volumen de gestión de recursos, si bien la generalidad de las entidades cumplen con las previsiones legales de pago. Este dato del periodo medio de pago de la deuda comercial ha empeorado en el cuarto trimestre con respecto al tercero, pasando de 74 días a 81,50 días”.

Así pues, tras las palabras del alcalde de rebajar el plazo a entre 20 y 25 días, el Ayuntamiento tendría que agilizar su ritmo de pagos en un 70% para que se materialice la promesa de Zoido a partir de los actuales 81,50 días.

Recuérdese que uno de los objetivos del Plan de Ajuste y de acogerse a los créditos impulsados por el Ministerio de Hacienda era poner a cero el contador de la deuda acumulada con los proveedores, pero tres años después las demoras en los pagos por parte de la Hacienda municipal se aproximan ya a los tres meses.

La agenda del alcalde

Mientras Zoido visita

una pista de petanca

que para colmo no ha

hecho ni el Consistorio

Susana Díaz no deja

de firmar acuerdos

con los grandes

empresarios del Ibex-35


El alcalde debe

reflexionar sobre cuál es

su orden de prioridades

en una ciudad con

90.000 parados, para

administrar su escaso

y se supone que

valioso tiempo

El reciente Estudio General de Opinión Pública de Andalucía (Egopa), realizado por el Centro de Análisis y Documentación Política y Electoral de la Universidad de Granada poco antes de la designación a dedo por Rajoy de Juan Manuel Moreno Bonilla como nuevo presidente del PP (A) en sustitución de Zoido, demuestra lo acertado del relevo del alcalde de Sevilla como líder de la oposición andaluza, al menos en estos momentos.

El Egopa de febrero equivale al balance de la trayectoria de Zoido al frente del PP andaluz. Cuando el alcalde sevillano tomó el timón del partido hace casi dos años tras la dimisión de Javier Arenas, el PP encadenaba tres victorias consecutivas en Andalucía, la última en las autonómicas de marzo de 2012, en las que obtuvo un 40,66% de los votos, frente al 39,52% del PSOE.

 

AL CABO DE DOS AÑOS

 

Casi dos años después, Zoido deja el PP (A) con un 31,10% de intención de voto (una caída de 9,56 puntos); de nuevo como perdedor frente al PSOE, por cinco puntos de diferencia pese al también retroceso socialista ya con Susana Díaz al mando en su partido y en la Junta (36,70% en intención de voto, un -2,82%); con una mala opinión sobre su gestión por parte de los andaluces (el 69% estima que la labor del PP en la oposición ha sido mala o muy mala) y con un suspenso global en su calificación personal (un 3,6 frente al aprobado raspado de Susana Díaz, con un 5).

Se imponía, pues, el relevo de Zoido, tanto por el PP (A), a fin de encomendarse a otro líder que se centre en la recuperación de la cuota electoral perdida, como por el propio alcalde de Sevilla, que queda liberado por fin de unas tareas orgánicas y de dirección regional para las que no está dotado ni él ha deseado, con lo cual se encuentra ahora con quince meses por delante para dedicar el 100% de su tiempo a gestionar los destinos de Sevilla y que los sevillanos le den, por añadidura, el premio de la reelección.

 

EL SUCESOR VINO EN EL AVE

 

Una vez superado el amargo cáliz de ver cómo, al contrario de lo que él había venido proclamando en todo este tiempo, su sucesor era nombrado en Madrid y venía en el AVE desde Atocha a la estación de Santa Justa tras la decisión de Rajoy de orillar a su candidato y lugarteniente, José Luis Sanz, había un lógico interés en los medios de comunicación por ver cómo organizaría Zoido su agenda y, con ella, qué líneas de actuación proyectaría de cara al futuro.

Pues bien, el primer acto de Zoido como alcalde liberado por el PP (A) para que se dedique única y exclusivamente a Sevilla consistió en inaugurar, según las informaciones de agencia, una nueva zona de petanca en el Parque Amate y la “puesta en valor de las acciones acometidas en este espacio”.

 

RIZANDO EL RIZO

 

Reflejan las crónicas periodísticas que, durante su visita, Zoido detalló que el Ayuntamiento ha aportado tanto los bancos y los adoquines que dividen las pistas de petanca como el albero y la gravilla de esta zona: “Ha aportado todos los materiales necesarios para la construcción de la pista -afirmó el alcalde- y han sido los miembros del club Parque Amate los que se han encargado de hacerla a su gusto”.

Zoido, que explicó que se está tramitando ya un expediente para dotar de iluminación a la zona, consideró que esta pista de petanca demuestra que “en numerosas ocasiones no son necesarios grandes proyectos ni presupuestos elevados para mejorar la calidad de vida de los sevillanos: ha bastado la cesión del material por parte del Ayuntamiento a los vecinos para que éstos puedan disfrutar, gracias a su esfuerzo y trabajo, de la instalación que deseaban para dedicarse al ocio y al deporte”.

El alcalde ha rizado el rizo al inaugurar o visitar una pista de petanca que ni siquiera ha construido el Ayuntamiento, sino los propios vecinos, y en un espacio que tampoco tiene farolas, una tónica ésta de la falta de mobiliario urbano que ya viene siendo habitual en las últimas zonas verdes (parques del Charco de la Pava y del Guadaíra) y/o de esparcimiento ciudadano.

 

ACTOS DE SIETE DIAS

 

Ya aventuramos que la nueva etapa política que se avecinaba se iba a caracterizar por más presencia de Zoido en la calle y en los actos sociales, a la indisimulada búsqueda de la foto, y la agenda oficial del alcalde en la primera semana post Moreno Bonilla como nuevo líder del PP (A) va en esta línea, según reflejan las convocatorias periodísticas de su Gabinete:

-Lunes, 17 de febrero: Zoido visita la nueva pista de petanca del Parque Amate.

-Martes, 18 de febrero: Inauguración de una Jornada sobre la Ordenanza reguladora de obras y actividades; firma en el Ayuntamiento de un convenio de colaboración sobre las enfermedades raras; reunión con la Unión Sevillana del Taxi (el Ayuntamiento subrayó que el acto se convocaba sólo para los medios gráficos), y asistencia a la entrega de un premio periodístico promovido por un editor que trincó más de 8 millones de euros de los ERE, con cargo a la tristemente famosa partida 31L o ‘fondo de reptiles’, tras cartearse con Javier Guerrero, pese a que Zoido y el PP han calificado este caso como el mayor escándalo de corrupción de la historia de Andalucía y exigido insistentemente la devolución de hasta el último céntimo del dinero. A la hora de salir en las fotos, Zoido no hace ascos a ponerse al lado de  los beneficiarios de los ERE que tanto ha denunciado.

-Miércoles, 19 de febrero: Presentación de la nueva maquinaria de Lipasam.

-Jueves, 20 de febrero: Intervención en la entrega de premios de calidad turística; inauguración de unas Jornadas sobre Antonio Machado en la casa-palacio de las Dueñas y asistencia al acto inaugural del 115 aniversario de otro periódico de la ciudad.

-Viernes, 21 de febrero: Presentación de la XXX maratón Ciudad de Sevilla junto a varios atletas.

-Domingo, 23 de febrero: Asistencia en la línea de meta a la llegada de los atletas de la maratón (convocatoria expresamente para reporteros gráficos).

 

SESGO POPULISTA

 

Esta ha sido la agenda oficial de la primera semana de la nueva era de Zoido, impregnada de un significativo sesgo populista, tan de su gusto. Cabe preguntarse en cuántos de estos actos podría haber delegado la asistencia y cuál es el orden de prioridades que se marca el alcalde en una ciudad con 90.000 parados.

Con todos nuestros respetos a los integrantes del club deportivo y al propio Zoido, deberíamos reflexionar sobre si el regidor de la capital de Andalucía debe dedicar su escaso y se supone que valiosísimo tiempo a visitar unas instalaciones autoconstruidas en un parque antes que a diseñar las grandes estrategias de futuro para la ciudad, reunirse con grandes empresarios a fin de captar inversiones para Sevilla, buscar consensos con la oposición para afrontar unidos los retos a que ha de hacer frente la ciudad en un mundo globalizado, etcétera, etcétera.

La nanopolítica, que ya ni siquiera micropolítica, de la populista visita al club de petanca contrasta con el hecho de que en tan sólo unos meses de mandato su hasta ayer rival y presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ya se ha entrevistado y firmado acuerdos beneficiosos en materia de inversiones y becas para Andalucía con Emilio Botín (Banco Santander), César Alierta (Telefónica), Isidro Fainé (Caixabank)…. grandes empresarios del Ibex-35.

 

¿Y EL FUTURO?

 

Otro gran contrasta radica en el hecho de que no es Zoido ni su gobierno municipal, sino una asociación privada (por fin se demuestra que la sociedad civil existe) llamada Iniciativa Abierta la que está organizando durante dos meses un ciclo de conferencias, debates y participación ciudadana con el sugestivo título de ‘¿Quién está pensando en la Sevilla de los próximos 20 años?’. La respuesta en pura lógica es que debería ser el alcalde y su equipo, pero no parece que sea así, ya que hasta la presente ignoramos cuál es el modelo de ciudad de Zoido para Sevilla.

Dijo Bismarck que “el político piensa en la próxima elección; el estadista, en la próxima generación”.

Las miras de Zoido no van más allá del corto plazo y de la caza del voto a voto, antes que ser un estadista que piensa allende el horizonte electoral de los cuatro años. Por éso, en su agenda, siempre dará prioridad a visitar una pista de petanca antes que a soñar caminos como en el poema de Machado.

Paisaje después de la batalla

Una semana después de que el dedo ‘divino’ de Mariano Rajoy designara al malagueño Juan Manuel Moreno Bonilla como nuevo presidente del PP(A) en sustitución de Juan Ignacio Zoido y en detrimento del lugarteniente de éste y alcalde de Tomares, José Luis Sanz, la dupla sevillana que ha gobernado el PP andaluz durante el interregno tras la dimisión de Javier Arenas aún se lame las heridas de un fiasco que, por ende, acaba con su vitola de triunfadores que como un aura les acompañaba desde las pasadas elecciones municipales.

Al igual que en la época de la guerra fría entre EE UU y la URSS surgió en Occidente la figura de los kremlinólogos, especie de adivinos políticos que mediante el análisis de señales casi imperceptibles trataban de discernir qué ocurría y podía ocurrir tras los muros en los que se parapetaba el líder soviético, en los medios periodísticos cabe hablar de los ‘marianólogos’, presuntos expertos en descifrar el sentido de las decisiones adoptadas o pendientes de adoptar por el presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, porque es lugar común que nunca se sabe si el político gallego sube o baja la escalera.

 

CASTIGO DE RAJOY

 

Un sector de los ‘marianólogos’ estima, tras las señales de humo emitidas desde la sede de los populares en la calle Génova de Madrid, que la designación de Moreno Bonilla ‘en contra de’ Sanz, el protegido de Zoido, no obedece tanto a los cortocircuitos de Arenas a las maniobras de Cospedal como a un castigo de Rajoy a Zoido por el hecho de habérsele negado a seguir siendo el referente andaluz del PP y, por tanto, el rival de Susana Díaz en las próximas elecciones autonómicas.

Si Rajoy confió casi hasta el final en convencer a Zoido para que éste cambiara de opinión y por éso no apuntó con el dedo a Moreno Bonilla hasta en la víspera del día ‘D’ y volando ya camino de Turquía, o si Zoido no supo interpretar el hieratismo del líder máximo y sus dos frenos a la operación de encumbramiento de Sanz como su sucesor, el caso es que el alcalde de Tomares ha acabado siendo la víctima de la batalla política librada en el seno del partido, a cuenta del nombramiento para Andalucía, entre partidarios y rivales del dúo Cospedal/Arenas para que no se impusiera la persona apoyada por el otro clan o facción.

Cuando el aún secretario general de los populares andaluces quiso reaccionar tras la sorpresiva decisión de Rajoy a favor de Moreno Bonilla, ya era demasiado tarde e incluso políticamente suicida, pese a que por el silencio del PP de Sevilla y la tibieza de Zoido al hablar de la posibilidad de que otros candidatos “se ofrecieran voluntarios” se colegía que el alcalde aljarafeño sopesaba los apoyos que podría tener en el partido para lanzar su candidatura, habida cuenta de que había reunido sin problemas los 90 avales exigidos como un mero trámite en lo que en principio parecía su carrera triunfal hacia el liderazgo de la formación en Andalucía.

 

CONFINADO EN TOMARES

 

Pero mientras Sanz sopesaba, se multiplicaba el eco mediático del nombramiento de Moreno Bonilla, éste se expresaba sin la menor duda como el candidato oficial de Rajoy y del partido y en cascada se iban produciendo adhesiones públicas que dejaban aún más en evidencia la soledad de Sanz y el silencio del PP de Sevilla. En horas veinticuatro, como en aquellos dramas de Lope de Vega concebidos desde las musas para el teatro, José Luis Sanz pasaba de ser el número dos y número uno ‘in pectore’ del PP en Andalucía a la condición de ‘outsider’ en su propia formación. Ni los desesperados intentos de Cospedal por convencerlo, para no aparecer aún más desautorizada tras la apuesta política de Rajoy, lograron que sanz diera finalmente un paso al frente. Habría sido suicida enfrentarse a Rajoy y a un partido de tradición y obediencia presidencialistas, por lo que tiró la toalla antes que subir al ring.

Moreno Bonilla, en un gesto magnánimo del vencedor, le ha ofrecido que forme parte de la nueva Ejecutiva como señal de integración o que elija algún puesto a su gusto dentro de los que tiene a su alcance el PP, pero lo más probable es que José Luis Sanz opte por apartarse para no hacer sombra al nuevo líder en Andalucía y se quede como está: confinado en la Alcaldía de Tomares, cargo desde el que debe afrontar el problema de los tres ediles que tiene imputados judicialmente, y en el ‘cementerio de los elefantes’ del Senado. Hay trenes que sólo pasan una vez en la vida y el de Sanz ha pasado por delante sin que haya podido subirse a bordo.

 

ROL EQUIVOCADO

 

Si para algunos  ‘marianólogos’ el nombramiento del malagueño Moreno Bonilla ha significado un castigo de Rajoy a Zoido, con Sanz de víctima colateral, por haberle dicho ‘no’ al reto de enfrentarse a Susana Díaz en las próximas elecciones autonómicas, más castigo habría sido aún para Zoido mantenerse en un rol equivocado, como se ha puesto de manifiesto en los casi dos años en que ha estado nominalmente al frente del PP andaluz y desatendiendo en paralelo el Ayuntamiento de Sevilla, para el que fue elegido en las urnas.

Aunque el alcalde siempre ha sostenido que debe ser diputado en el Parlamento de Andalucía para defender en ese foro los intereses de la ciudad de Sevilla, el jueves pasado, primer día de Pleno en las Cinco Llagas tras el terremoto interno en el PP (A), hizo rabona y se fue de viaje particular. Antepuso la devoción familiar a la obligación política. Al margen de comprobar si en su grupo parlamentario tienen arrestos para imponerle algún tipo de sanción, su voluntaria ausencia sirvió para que los cronistas parlamentarios ratificaran la impresión que tenían desde hacía ya bastante tiempo: el portavoz parlamentario, el motrileño Carlos Rojas, daba mucho mejor la réplica que Zoido, el aún líder oficial, a Susana Díaz en todos los sentidos.

Una de las constataciones más difíciles de asumir por un político y por cualquier persona es la de las limitaciones propias. En este sentido, aunque hay quienes opinan todo lo contrario, Zoido ha sabido comprender, por más que le molestara a Rajoy,  que no estaba capacitado para dar la batalla política regional ni en el Parlamento como líder de la oposición -primero ante Griñán y luego ante Susana Díaz-, ni en el partido para dirigir la estrategia general ni la vida interna de la formación, que claramente ha perdido el impulso y la moral de victoria que acumulaba tras sus tres triunfos consecutivos en las elecciones municipales, generales y autonómicas (sólo el pacto postelectoral PSOE-IU le privó de gobernar en Andalucía) bajo el mando de Javier Arenas.

 

FIN DEL NÚCLEO DURO

 

Su retirada en este sentido es un acierto y puede que lo sea más en función de la ejecutoria de Moreno Bonilla, ya que no es lo mismo el rol de acumular todas las tareas de líder regional que el de permanecer de diputado raso (sería lo más probable) para intervenir sólo en los temas que afecten a Sevilla. Pero como toda moneda tiene su anverso y su reverso, el nombramiento de Moreno Bonilla en lugar de su lugarteniente José Luis Sanz se proyecta ante la opinión pública como su fracaso personal y político, por cuanto ha quedado en evidencia su incapacidad para pilotar su propia sucesión, su pérdida de influencia ante Rajoy y en el partido, el menor peso específico del alcalde de Sevilla en cuanto capital de Andalucía y la pérdida de poder del PP de Sevilla dentro del PP regional, ya que el núcleo duro pasa de la dupla sevillana formada por Zoido y Sanz al PP de Málaga con Moreno Bonilla al frente.

La vocación de un político no puede ser otra que la conquista del Poder a todos los niveles. Cuando Zoido decidió renunciar a dar la batalla por conquistar el Poder de la Junta de Andalucía desde el poder que ostentaba como líder del PP regional, desde ese mismo momento  dejó de ser útil para su propio partido y abrió el proceso que ha desembocado en el orillamiento de todo lo representado por él, con Sanz como máximo exponente. Es, pues, también un tiempo nuevo en el PP con Moreno Bonilla como antes lo fue en el PSOE con Susana Díaz.

 

IMAGEN DE FRACASO

 

Zoido ha quedado liberado de dirigir el PP de Andalucía, pero queda marcado por su incapacidad para articular su propia sucesión y prolongar vicariamente su proyecto, si es lo que lo había, a través de su ahijado político, José Luis Sanz. Pudo ganar externamente en las urnas las elecciones municipales, pero ha perdido internamente las elecciones en su propio partido. Voluntariamente su campo de acción queda constreñido a la ciudad de Sevilla, cuando podría haber tenido hasta una proyección nacional, pero la política, como el fútbol cada domingo, da una nueva oportunidad con cada cita en las urnas, que a la postre es donde se forjan y mantienen los liderazgos.

Ahora se enfrenta al reto de revalidar la Alcaldía con tan sólo 15 meses de plazo hasta las elecciones municipales, en una ciudad con 90.000 parados, sin grandes proyectos que rentabilizar ni tiempo suficiente ya para que se materialice cualquier gran iniciativa que pudiera surgir.

En este escenario, lo más probable es que Zoido se aplique aún más la receta cuya fórmula mejor sabe hacer y que ya le ha dado resultado anteriormente: populismo y marketing político; recuperar la parka y recorrerse los barrios para estrechar las manos de los vecinos e interesarse por sus pequeñas historias y por la resolución de sus problemas cercanos, amén de incrementar su presencia en todo tipo de actos sociales con proyección mediática.

En resumen, más calle y más canapé.

“Lo que diga don M….”

No queda lejos en Sevilla la época en que se popularizó la expresión “lo que diga don Manué” para describir la situación en dos estamentos donde no importaba siquiera guardar las formas democráticas y donde se actuaba conforme a las instrucciones y la voluntad omnímoda del jefe, cuyo ejercicio dictatorial del poder era incluso alabado por sus seguidores con la asunción como propia de la frase citada, al modo en que en los tiempos de Fernando VII los sevillanos de entonces gritaban el “vivan las caenas”.

El “lo que diga don Manué” se aplicaba ciegamente en el plano deportivo al Real Betis Balompié bajo la presidencia de Manuel Ruiz de Lopera; y, en el plano político, al PSOE, con Manuel Chaves como secretario general, presidente de la Junta de Andalucía y hasta presidente nacional del partido.

La validez del principio “lo que diga don Manué” la pudo comprobar en sus propias carnes el líder ‘natural’ del PSOE de Sevilla y portavoz en el Parlamento de Andalucía, José Caballos, cuando osó rebelarse frente a los designios de Chaves y aspirar de nuevo a la reelección al frente de la agrupación socialista más poderosa de España. ‘Don Manué’ señaló como el elegido ante el partido y la Junta de Andalucía a José Antonio Viera para la Secretaría General de Sevilla  y Caballos, pese a su numantina resistencia hasta el final,  fue laminado y acabó en el ostracismo político.

LA ‘M’ DE RAJOY

El alcalde de Sevilla y presidente del PP (A), Juan Ignacio Zoido, ha comprobado la vigencia de la expresión dictatorial en su propio partido, con la única diferencia de que la letra ‘M’ responde a otro nombre que no es Manuel, sino Mariano. Mariano Rajoy, a la razón presidente nacional del partido y del Gobierno.

Rajoy ha dejado más que claro, y ya por dos veces en los últimos meses, que en Andalucía no se hace lo que dice o propone Zoido como presidente regional, sino lo que decide él mismo: “lo que diga don Mariano”. Y es que como alardea Rajoy, a él nadie le marca ni los nombres de los candidatos, ni los tiempos ni las formas.

Por éso Rajoy ha abortado en dos ocasiones la operación diseñada por su secretaria general, María Dolores de Cospedal, y su presidente regional en Andalucía y alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, para la designación del alcalde de Tomares y mano derecha de aquél, José Luis Sanz, para disputarle la Presidencia de la Junta de Andalucía a una emergente Susana Díaz, la nueva estrella rutilante en el PSOE andaluz y nacional.

ZOIDO VERSUS SUSANA

El contraste entre Zoido y Susana no puede ser más evidente a ojos del electorado. Mientras la trianera maniobró con independencia en el seno del PSOE en pro de Carmen Chacón y frente a Rubalcaba en el congreso nacional de su partido sin sufrir menoscabo alguno por alinearse con la facción perdedora y luego, ya como presidenta de la Junta, utilizó como un solo bloque a los parlamentarios socialistas andaluces para obligar a Rubalcaba a cambiar el sentido del voto del PSOE en una moción sobre la cuestión catalana, Zoido ha sido desacreditado por dos veces por su líder nacional en su intento de colocar a Sanz como su sucesor en Andalucía.

Primero lo intentó al inicio del nuevo curso político en otoño, tras filtrar convenientemente la operación como un hecho consumado a los medios periodísticos afines, pero se topó con el veto de Rajoy, dicen que instigado por Javier Arenas, el cual no habría dejado nunca de tutelar al PP (A) en la sombra y hasta en la luz (dimitió como presidente regional pero no como diputado de la Cámara autonómica), y al que Rajoy atribuye buena parte de su acceso a la Moncloa tras las tres victorias consecutivas del PP en Andalucía, aunque éso no le sirvió a Arenas para instalarse en San Telmo: elecciones municipales, generales y autonómicas.

El legado político de Arenas es incuestionable a ojos de Rajoy, ya que el PP tiene 50 diputados en el Parlamento autonómico y gobierna en cinco Diputaciones y en 23 de los 29 municipios más poblados de la comunidad. Con ese balance, no es de extrañar que Arenas le mantenga el pulso al dúo Cospedal/Zoido en lo que entiende ‘su’ feudo político, ya que esos resultados se deben en gran parte a los miles de kilómetros que él se hacía cada año para no dejar sin visitar ninguno de los 787 municipios que componen Andalucía.

NI ANTES NI DESPUÉS

Rajoy mandó parar y dio de plazo un nebuloso “hasta después que pase el turrón” para que se moviera de nuevo ficha en Andalucía. Quedó así demostrado que, contrariamente al mensaje de Zoido, el candidato del PP a la Junta no se elige en Andalucía, sino en Madrid y por el dedo del presidente nacional, amén de la escasa influencia del alcalde sevillano ante el supremo líder: “Lo que diga don M…ariano”.

La historia ha vuelto a repetirse hace unos días, cuando tras la convención nacional del PP en Valladolid Cospedal ‘bajó´a Sevilla para anunciar al alimón con Zoido a los presidentes provinciales del partido en una cena convocada a tal efecto el nombre de José Luis Sanz, alcalde de Tomares, como el elegido. Sin embargo, la cena hubo de ser cancelada sobre la marcha por, otra vez, orden de Rajoy y, según los oficialistas de Zoido, por interferencias de Arenas, que quiere controlar la sucesión tras el distanciamiento habido con el alcalde sevillano, su otrora protegido. Se trata de una historia paralela a lo sucedido en el PSOE entre Griñán y Chaves: los delfines acaban orillando a sus padrinos, como temía Saturno con sus hijos.

SIN CANDIDATO OFICIAL

Por primera vez en la historia del PP (A), se llegará al congreso extraordinario convocado para el 1 y 2 de marzo con el fin de elegir al sucesor de Zoido sin un candidato oficial y único ungido desde arriba. En la tradición de los populares es prácticamente imposible que un ‘outsider’ como en su día fue Zapatero en el PSOE se presente al margen o contra un candidato del aparato (como en el caso de aquél era Bono) y encima gane un congreso, lo que demuestra la distancia que aún separa a los dos grandes partidos españoles.

El miércoles acaba el plazo de presentación de candidaturas y aunque sólo hace falta el respaldo de 90 avalistas, conforme a esa tradición monolítica en el seno del PP lo más probable es que de aquí a entonces se forje una candidatura unitaria, pero ¿en torno a quién?.

De momento, José Luis Sanz, el alcalde aljarafeño y secretario general del PP (A) con Zoido, es la persona que sigue teniendo más posibilidades, entre otras razones porque ni Cospedal ni Zoido han podido hallar una alternativa mejor y porque han llegado demasiado lejos en su apuesta por él como para echarse atrás ahora.

FACTORES EN CONTRA

Sanz es visto por el sector crítico, alineado en torno a Arenas y con más fuerza en Cádiz y Málaga, fundamentalmente como el representante del centralismo sevillano (ese tópico nunca puede faltar) y de una circunscripción, Sevilla, que sigue siendo la única en la historia de España en democracia donde el PP no ha sido capaz de ganar unas elecciones, sea del signo que sea. Además, tiene en su contra que está fuera del Parlamento de Andalucía al no ser diputado autonómico y por tanto no podría contrarrestar a Susana Díaz en la cámara autonómica (a Arenas en su día le ocurrió lo mismo respecto de Chaves y Monteseirín fue elegido candidato a la Alcaldía de Sevilla un año antes y estando fuera del Ayuntamiento). Por otra parte, tiene a tres de sus ediles imputados judicialmente por la denuncia de la oposición municipal en un caso de presuntas facturas falsas.

Si pese a todos esos elementos en contra aspira aún a erigirse en el nuevo líder del PP andaluz tendrá que negociar concesiones a sus detractores en la formación de su equipo y en la asignación de cargos de relevancia (secretario general, portavoz parlamentario), pero ya ha quedado marcado ante la opinión pública como el hombre que fue descartado dos veces por don M…ariano Rajoy.

Y si resultara designado candidato sería porque no quedaría nadie más por descartar.

El negocio del Metro

Al igual que Tussam, el Metro también perdió viajeros en 2013, según el balance divulgado este fin de semana por la Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía. En ambos casos, las dos Administraciones responsables de la tutela del servicio que prestan los autobuses y el suburbano tildan la caía de usuarios de “consolidación” o “mantenimiento”, tanto por la natural propensión de los políticos a camuflar la realidad y no reconocer datos negativos como por la constatación de que podría haber sido mucho peor por causa de la crisis económica y no lo ha sido,  y porque las cifras de Sevilla son las menos malas en comparación con las de los transportes públicos de otras urbes del país.

El Metro sevillano transportó 13,9 millones de viajeros en números redondos en 2013, lo que supone un descenso del 1% en comparación con el año anterior, cuando según la Consejería de Fomento el conjunto de ferrocarriles suburbanos españoles perdió un 5,1% de usuarios en el mismo periodo.

En el balance de los dos últimos años, el Metro ha perdido en nuestra ciudad y su alfoz un millón de pasajeros por efecto fundamentalmente de la crisis económica, como revela la estadística: mientras la demanda ha crecido  durante los fines de semana y los festivos (entre un 1,26% y un 9,05%), ha bajado significativamente en los días laborables (-4,14%). La existencia de casi 300.000 parados en el conjunto de Sevilla, de los que unos 90.000 corresponden a la capital, también se nota en el transporte colectivo.

LA CIFRA DE REFERENCIA

Hay que destacar que los 14 millones de viajeros constituyen la cifra mínima que para la sociedad gestora del Metro marca la rentabilidad de la compañía. Por debajo de esa cantidad se encienden las alarmas; por encima, se garantiza la viabilidad de la empresa, hasta el punto de que los salarios de los trabajadores van ligados al número de viajeros transportados.

Pese a que en 2013 se ha bajado por primera vez de la cifra de referencia, las cuentas anuales de la sociedad concesionaria, que tiene aún varios meses por delante para depositarlas en el Registro Mercantil, volverán a arrojar beneficios por cuarto año consecutivo (la explotación del Metro se inició en abril de 2009), ya que aunque la construcción de esta primera línea estuvo plagada de incidencias graves (el desplome de la viga sobre la SE-30; el hundimiento en la Puerta de Jerez, con el kiosco de prensa incluido…) y de una enorme desviación presupuestaria (de 461,2 millones de euros se pasó a 658 millones, un 42,67% más) que le han quitado las ganas a la Junta de volver a insistir en la fórmula de la colaboración público-privada para la construcción de las futuras líneas, la explotación de este sistema de transporte ha sido un éxito económico: en el peor de los años se ha cumplido el 99,15% de la estimación inicial de la concesionaria y el ejercicio se ha cerrado también con números negros.

UN BUEN NEGOCIO

Conclusión: el Metro de Sevilla está siendo un buen negocio para las empresas que se adjudicaron en su día la concesión (la UTE Sacyr, Dragados/ACS, CAF, Gea 21 y dos que luego acabaron vendiendo su participación, Rus y Tuzsa). Tan buen negocio está siendo que Globalvía, una compañía participada por Bankia y la constructora FCC (perdió hace 12 años el concurso convocado por la Junta al presentar la oferta más cara, 470 millones, que paradójicamente fue la más realista de todas a la luz de los sobrecostes posteriores), acaban de comprar por 157 millones de euros todas las acciones de la compañía concesionaria salvo la participación que el Gobierno autónomo posee a través de la Agencia de Obra Pública de Andalucía. Esta mantiene un 11,7% del capital social para vigilar desde dentro del Consejo de Administración la gestión de la línea 1, pese a que podría haber ingresado 20,8 millones de euros con su venta en estos momentos de restricciones económicas.

La venta se ha saldado con unas plusvalías del 33% para los accionistas originales (69,5 millones de euros para ACS y 58,3 millones para Sacyr), un dato elocuente de la rentabilidad lograda con la concesión tan sólo cuatro años y nueve meses después de la entrada en servicio del Metro.

DESCALIFICACIÓN

Sorprendentemente, o quizás no, Zoido ha reaccionado a la operación declarando que la Junta de Andalucía ha privatizado el Metro y acusando por tanto a las dos formaciones de izquierda (PSOE e IU) que sustentan al Gobierno andaluz y constituyen su oposición en el Ayuntamiento de traicionar su ideología de apuesta por lo público.

La declaración del alcalde es preocupante por una parte y demuestra falta de reflejos políticos por otra. Es preocupante porque no obedece a la verdad y refleja o la desinformación de Zoido, grave en todo un alcalde de la capital de Andalucía y líder de la oposición regional, o que su obsesión por confrontar a toda costa con la Junta le hace cometer errores de bulto. Ya dio muestra de ello cuando se obcecó en presencia de los empresarios sevillanos en llevarle en público la contraria al presidente de la Cámara de Comercio, Francisco Herrero, al sostener que el puerto depende de la Junta en vez del Gobierno central.

En el caso del Metro, Zoido ha demostrado que ni siquiera se había leído los periódicos para enterarse de los detalles de la operación de venta de las acciones. Justamente ha ocurrido lo contrario de lo declarado por el alcalde: la Junta es la única accionista que no ha vendido su participación y, por lo tanto, se mantiene la presencia institucional en el capital de la sociedad gestora del Metro.

PRIVATIZACIONES

Curiosamente, el reproche infundado de Zoido a la Consejería de Fomento proviene de un alcalde que se ha caracterizado por hacer con profusión lo que ahora critica sin base a la Junta: entregar numerosos centros del Instituto Municipal de Deportes, los mercados del Barranco y de la Puerta de la Carne, la estación de Cádiz….. y hasta la ribera del Guadalquivir por Torneo a empresas privadas.

En un partido de centro-derecha como el PP y al que encarna el alcalde en Sevilla, las privatizaciones responden a su ideario político. Por tanto, en pura lógica, ¿qué tendría que haber dicho Zoido de la operación de compraventa de acciones entre empresas privadas en el seno de la sociedad gestora del Metro?

Desde su perspectiva, todo lo contrario de los términos en que se ha expresado, siempre en función del programa y del ideario del PP en pro de la iniciativa privada. Zoido y su portavoz parlamentarios en temas de infraestructuras, Jaime Raynaud, vienen abogando por la fórmula de la colaboración público-privada (la misma con la que se construyó la línea 1 del Metro) para dar un impulso a los grandes proyectos pendientes en Sevilla (tres líneas del suburbano, rondas para el tráfico, conexión del AVE con el aeropuerto…) y en Andalucía y rescatar al sector de la construcción frente al parón inversor de la Consejería de Fomento por la necesidad de recortar el déficit público. El alcalde, además, dijo en su día que si la Junta no tenía dinero para invertir en nuevas líneas de Metro, él traería compañías que estarían dispuestas a continuarlas.

SIN VISIÓN

Pues bien, pese a que el desembarco de Globalvía y a sus 157 millones de euros de inversión en el Metro para quedarse con la explotación de la línea 1 podría haber sido presentado por Zoido como un aval a sus tesis y a las de su partido sobre la bondad de la fórmula de inversión y la existencia de inversores privados dispuestos a apostar por la ciudad, al tiempo que una demostración de la fortaleza de la marca Sevilla para atraer grandes capitales, Zoido ha sido incapaz de proyectar esa visión ante la opinión pública.

Y es que como el alcalde parece no ver más allá de la Gavidia, los mercadillos y los veladores, siempre en función de los intereses de los comerciantes, ha perdido una gran oportunidad de publicitar que la compra del Metro constituiría un aval del mercado al modelo que él propugna para las infraestructuras en Sevilla y en Andalucía y de que hay inversores privados para acometer nuevas líneas.

A Zoido le va a acabar pasando lo que decían de Arafat: nunca pierde la oportunidad de perder una oportunidad.

Zoido adjudicó el Portal de la Transparencia mediante contratación directa

El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, presentó el pasado 9 de enero el denominado Portal de la Transparencia, al que se accede desde la página web municipal con el objetivo, según su propia declaración, de cumplir con la ley al respecto y de que los ciudadanos puedan realizar una “auditoría permanente” del Ayuntamiento para recuperar la confianza en la Administración. Paradójicamente, el Portal de la Transparencia fue adjudicado de forma directa por el Consistorio sin que hasta el momento hayan primado las “luces y taquígrafos” de que tanto suele hablar Zoido.

Tratándose de un Portal de la Transparencia, lo más lógico habría sido que el Consistorio hubiera publicitado al máximo cualquier convocatoria relacionada con el mismo y que ésta hubiera aparecido en cuantos más Boletines oficiales mejor, pero hay que bucear para poder hallar su génesis y encontrarla sólo en la plataforma de contratación del propio Ayuntamiento, para iniciados, donde el año pasado la Dirección General de Administración Pública e Innovación sacó a licitación un contrato denominado ‘Servicio de Asesoramiento técnico y consultoría para la elaboración de una estrategia municipal de transparencia’, por un importe de 17.900 euros, IVA incluido, a fin de no superar el límite de los 18.000. Como fecha máxima de presentación se dio la del 17 de mayo de 2013, a las 14 horas.

A pesar de que entre esa fecha y la presentación pública del Portal de la Transparencia por el alcalde ha mediado un plazo de ocho meses que cuestionaría la urgencia como argumento para recurrir a este procedimiento de licitación sin publicidad más allá de la plataforma municipal, el gobierno local eligió como forma expeditiva de adjudicación la contratación directa, sin que hasta la fecha se conozca qué empresas aspiraron al proyecto, si se invitó a algunas y a qué número e identidad y, sobre todo, el adjudicatario del contrato de los 17.900 euros. A este ocultismo contribuye el hecho de que el Portal de la Transparencia está inserto en la página web municipal, a modo de extensión de la misma, sin que al pie figure su creador.

Mientras la Corporación adjudica de esa forma tan poco transparente el contrato de elaboración del Portal de la Transparencia, el alcalde dio todo un discurso en pro de poner en conocimiento de la ciudadanía cualquier aspecto de la gestión de los asuntos públicos. El alcalde reconoció durante la presentación del portal que que actualmente existe un aumento de la «desafección» del ciudadano hacia la política y los políticos, por lo que consideró «crucial que seamos nosotros, los servidores públicos, los que demos un paso adelante y constituyamos un ejemplo para restaurar el buen nombre de la política». «No concibo otra manera de gobernar que con cercanía y transparencia, con las ventanas abiertas a la luz y a los taquígrafos en nuestro quehacer diario,  porque somos una inmensa mayoría -añadió- los políticos que no tenemos nada que ocultar, los que creemos ciegamente en nuestra labor de servicio público, y por eso somos sin duda los más interesados en recuperar la dignidad de ser político».

  El alcalde afirmó que consideraba la transparencia  como un elemento «fundamental», porque «a mayor nivel de transparencia y normas de buen gobierno, mayor será la fortaleza de las instituciones -aseveró- y mejor será la fiscalización de la actividad pública y la regeneración democrática», generando «más confianza». «El Ayuntamiento ha querido reforzar el compromiso del presente mandato con principios de ética pública, eficiencia, calidad de servicios públicos, rendición de cuentas a la ciudadanía y mejor gestión municipal», concluyó.

Cerámica maldita

Definitivamente, el Ayuntamiento gobernado por Zoido tiene gafe para la cerámica, a la luz de los acontecimientos ocurridos durante su mandato con todo lo relacionado con un azulejo, un mural o un plato, como de nuevo ha vuelto a ponerse de manifiesto en los últimos días al descubrirse la gran cantidad de erratas, faltas de ortografía y nombres geográficos incorrectos en el mural sobre la cuenca del Guadalquivir instalado en el muelle de Nueva York y el anuncio de un nuevo retraso en la inauguración del Centro Cerámico Triana.

El museo sobre la cerámica sevillana, cuyos principales alfares se ubicaron históricamente en el antiguo arrabal, es un proyecto inserto en el Plan Turístico de la ciudad, uno de los pocos ámbitos, por no decir el único, donde el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía han sido capaces de hallar un espacio de cooperación en vez de confrontación, quizás por la participación en el mismo de la Confederación de Empresarios como tercer socio. La Junta financia las actuaciones al 60% y el Consistorio en el 40% restante. El eje articulador del mismo es la revalorización del entorno del río: muelle de Nueva York, centro de recepción de visitantes en los bajos del Paseo Alcalde Marqués del Contadero, pantalanes en la dársena…..

NUEVO RETRASO

El denominado Centro Cerámico Triana se iba a inaugurar, ya por entonces con un retraso acumulado de un año conforme a las previsiones, en el verano de 2012, al completarse el primer ejercicio de Zoido como alcalde. Desde entonces ha pasado año y medio y se han aventurado otras posibles fechas para la apertura, anuncios todos incumplidos; la semana pasada, tras la visita a las instalaciones en la antigua fábrica de Cerámica Santa Ana del consejero de Turismo, Rafael Rodríguez; de la delegada municipal de Cultura, Mar Sánchez Estrella, y del presidente de la Comisión de Turismo de la CES, Pedro Sánchez Cuerda, se ha retrasado un mes más la apertura de unas instalaciones que han costado hasta la fecha 4,2 millones de euros y que la ciudad lleva ya casi dos años sin rentabilizar.

El nuevo pretexto oficial es que los técnicos municipales necesitan más tiempo para restaurar piezas procedentes del museo de Artes y Costumbres Populares y del convento de Santa Clara que el Ayuntamiento quiere exponer al público junto a piezas cedidas por la Junta de Andalucía, el Gobierno y el ceramófilo Vicente Carranza, un gran mecenas que ya donó la colección que se exhibe en los cuartos altos del Alcázar pero que ahora se siente tan dolido por el trato recibido de la actual corporación que anunció la práctica ruptura de relaciones con el Consistorio y su ausencia en la inauguración del museo trianero.

SITUACIONES INSÓLITAS

Las tribulaciones de Vicente Carranza con Sevilla son similares a las que sufre otro mecenas cultural, Mariano Bellver, en su intento de años de donar su colección de pintura, para la que la ciudad de numerosos inmuebles históricos vacíos no halla un sitio adecuado, algo que parece increíble y que parece sólo puede ocurrir en una urbe como la nuestra.

Uno de los más importantes, por no decir el principal, coleccionistas de cerámica de España logró, tras años y años de espera y numerosas promesas incumplidas e intrigas hasta de película (hubo que organizar un viaje relámpago en AVE a Córdoba, como terreno neutral, para sofocar uno de tantos escándalos al respecto en la era Monteseirín) que por fin, y en nombre de su fallecido hijo, el Ayuntamiento anterior aceptara la donación de los fondos sevillanos de su gran colección de cerámica, acumulada a lo largo de su vida (es un hombre casi nonagenario).

BOICOT

Pero hasta el último minuto fue la ciudad cicatera con tan valioso legado, ya que las cuatro salas del Alcázar prometidas para albergarlo y exhibirlo de forma permanente fueron reducidas a tres  por el boicot del entonces alcaide del Alcázar, Rodríguez Galindo, a la palabra dada por Monteseirín. Mientras que la cuarta estancia ha quedado sin un uso mejor y Zoido tampoco ha cumplido su promesa de abrirla cuando llegara a la Alcaldía, se trató de contentar al mecenas con otra promesa: que parte de los fondos que allí supuestamente no cabían se mostrarían en el futuro museo de la cerámica de Triana.

Vicente Carranza, por amor a Sevilla pese a su nascencia manchega y fidelidad a la memoria de su hijo, volvió a confiar en los políticos y en que unas 70 piezas de su colección serían contempladas por los visitantes en el Centro Cerámico Triana.

Sin embargo, en otro cambio de criterio municipal sobre la marcha, de aquellas 70 piezas excepcionales sólo se van a exponer 21. La gota que ha colmado el vaso de la paciencia del mecenas artístico es que el Ayuntamiento ha ignorado tres valiosas piezas de sus fondos, como la decena de paneles cerámicos de un metro cuadrado del siglo XVI, para exhibir en su lugar productos de la fábrica de Pickman, que a su juicio de experto ni son tan valiosas ni guardan vinculación con Triana.

MONTAÑO AL RESCATE

Vicente Carranza, pues, se siente preterido y humillado por la Delegación municipal de Cultura pese a haber legado a la ciudad unos fondos de valor incalculable, una circunstancia que no ha pasado inadvertida para la oposición municipal. Paradójicamente, la antecesora de Mar Sánchez Estrella como delegada de Cultura, Maribel Montaño, ha retomado las relaciones con el gran mecenas, pese a los desencuentros de antaño, y podría ser la persona clave para lograr la presencia de un coleccionista que se disputarían otras ciudades de España en la inauguración del museo trianero y que la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz tenga con él algún gesto de reconocimiento y especial gratitud. Susana no sólo haría honor a sus orígenes y vecindad en Triana, donde se alza el museo, sino también saldría al quite para paliar la falta de tacto del Ayuntamiento.

Al menosprecio de la figura del gran mecenas ceramófilo ha unido el Ayuntamiento, en este caso de forma compartida con la Junta de Andalucía en cuanto signatarios los dos del Plan Turístico, la falta de supervisión del gran mosaico de cerámica (20 x 6,4 metros de azulejos) sobre la cuenca del Guadalquivir montado sobre el suelo del muelle de Nueva York e inaugurado a finales de 2013 tras un gasto de 51.000 euros. Ni los técnicos municipales ni los autonómicos, sino ciudadanos anónimos y la asociación Sevillasemueve, se percataron de la gran cantidad de errores de todo tipo contenidos en un mosaico destinado a resaltar ante nativos y turistas la vinculación de Sevilla con el río que vertebra Andalucía.

UN ERROR TRAS OTRO

Causa rubor ver en el mosaico términos como Dos Hernanas, Pílas, Guadaimar, Bembezar, Coria del Rio (sin acento al igual que Benacazon) y Canal del Valle Inferior del Bajo Guadalquivir (unidos dos en uno), máxime cuando en su día se concibió con una proclamada finalidad ‘didáctica’.

A ese descubrimiento de los defectos del mosaico hay que unir días antes la demolición sin previo aviso y para indignación de los vecinos por parte del Ayuntamiento del mural de cerámica sito a la entrada de la urbanización de Santa Clara y que desde hacía más de 60 años constituía el símbolo con el que se identificaban los residentes.

Y todavía resuenan los ecos de la polémica por el intento, frustrado gracias a la oposición de numerosos colectivos de ciudadanos, del Consistorio de alicatar con azulejos, fabricados para colmo en Valencia, la zapata de Triana con un mural indicativo de la existencia del arrabal, como si precisara de un mosaico de gran tamaño ( 3,5 x 12 metros) que adultera la imagen típica del Altozano para situar esa histórica collación.