El Ayuntamiento trata ahora de justificar las moles universitarias en La Palmera y otras zonas al amparo del PGOU de Monteseirín como necesarias para los sevillanos

Sostiene que el objetivo era primar inversiones para servicios públicos y privados, de los que supuestamente había un déficit en la ciudad

Pero no se han construido servicios públicos, sino sólo residencias y clínicas de titularidad privada que harán su gran negocio con precios de mercado

El Consistorio se negó a salvar el colegio Elcano para un centro cívico público y propició así la construcción de otra mole privada que adultera el barrio-jardín

También ha dado su particular pelotazo al adjudicar el derecho de superficie en Ramón Carande para otra residencia privada a cambio de 73 millones de euros en 78 años

Los beneficiarios del artículo-coladero del PGOU de Monteseirín han sido órdenes religiosas, entidades privadas y grandes propietarios, que han ingresado millones al vender sus parcelas a fondos de inversión y empresas

El gobierno de Espadas, con el delegado Muñoz a la cabeza en calidad de responsable de Urbanismo, trata ahora de construir (nunca mejor dicho) un relato justificativo de las licencias de obra que ha dado para la erección de moles en forma de residencias universitarias y clínicas privadas con el argumento de que eran necesarias para los sevillanos al venir a paliar un supuesto déficit preexistente de equipamientos. Una vez paliado el supuesto déficit, se justifica la suspensión cautelar de nuevas licencias y la modificación del PGOU de Monteseirín, que ha permitido este tipo de edificaciones.

Reseñas periodísticas del acuerdo del Consejo de Gobierno de la Gerencia Municipal de Urbanismo y Medio Ambiente de proponer al Pleno municipal la suspensión cautelar durante un año de licencias para la construcción de nuevas residencias universitarias, tal como vimos anteriormente https://www.manueljesusflorencio.com/2021/06/urbanismo-tarda-ocho-dias-en-suspender-licencias-para-nuevas-residencias-universitarias-como-las-de-la-palmera-y-da-pie-a-indemnizar-a-proyectos-en-ciernes/, nos dejan argumentos oficiales como los siguientes:

-Desde el gobierno socialista sostienen que esta medida que preveía el PGOU se adoptó con el objetivo de incentivar el desarrollo de equipamientos públicos y privados en la ciudad, en especial en el suelo urbano consolidado con ciertas determinaciones urbanísticas.

Construcción de una residencia universitaria en el número 17 de la avenida de La Palmera

-Se trataba de primar inversiones para servicios públicos y privados necesarios para los ciudadanos como residencias de mayores, clínicas, centros culturales, un centro de investigación o un colegio privado. Y de hecho esta determinación ha permitido el desarrollo de equipamientos sanitarios privados o residencias de estudiantes, con una inversión superior a los 450 millones de euros desde su entrada en vigor.

-Estas ventajas adicionales, este incentivo previsto en el Plan General para favorecer equipamientos privados frente a usos comerciales y terciarios obedecen a otro momento económico e histórico. Los objetivos de esa excepción se han cumplido y ahora el gobierno promueve esta revisión, dados los efectos para algunos entornos urbanos que deben ser protegidos.

¿DÓNDE ESTÁN LOS EQUIPAMIENTOS PÚBLICOS?

¿Primar inversiones para servicios públicos y privados necesarios para los ciudadanos? El gobierno de Espadas utiliza el adjetivo público indebidamente porque, salvo alguna excepción que yo al menos no conozco, no se han dado licencias para construir residencias de mayores, clínicas (¡pero si hasta el Hospital Militar ha estado quince años abandonado!), residencias universitarias, etcétera, de titularidad pública y con multiplicación por ocho de la edificabilidad, proyectos públicos que hubieran permitido supuestamente abaratar esos servicios para que hubieran sido asequibles a una gran mayoría de sevillanos, de modestos ingresos.

No, aquí, amparándose en el PGOU de Monteseirín, el gobierno de Espadas ha autorizado negocios privados que trata de presentar como equipamientos. Negocios para el mayor beneficio posible de sus promotores, privados obviamente, y de quienes les han vendido esas parcelas que por su tamaño han permitido la construcción de grandes moles.

Los vendedores han sido familias pudientes de La Palmera y aledaños, órdenes religiosas propietarias de colegios, entidades privadas….que ya eran ricos e influyentes y se han hecho aún más ricos e influyentes dando estos pelotazos urbanísticos en nombre de los supuestos equipamientos supuestamente necesarios para los sevillanos.

Los círculos rojos indican otras tantas residencias universitarias en construcción en La Palmera y aledaños

Si eran tan necesarios, ¿por qué no construyó ninguno ninguna Administración Pública en La Palmera, Elcano, Tabladilla, Nervión….. para que los usaran a módico precio los sevillanos y sí, por el contrario, fondos de inversión y empresas privadas que ahora darán su particular pelotazo conforme a sus estudios económicos, que indican que pueden obtener una rentabilidad garantizada de al menos el 7% anual de por vida o durante decenios?

El Ayuntamiento tuvo, por ejemplo, la oportunidad de hacer un equipamiento público transformando en centro cívico para los barrios del Sur de la ciudad (desde Heliópolis hasta Bellavista) el antiguo colegio Elcano, tal como reiteradamente le imploraron los vecinos y vimos en las intervenciones del Pleno municipal de enero de 2021 https://www.manueljesusflorencio.com/2021/05/el-ayuntamiento-de-sevilla-anuncio-en-el-pleno-de-enero-que-estaba-viendo-como-modular-el-fenomeno-de-las-residencias-universitarias/ , pero no lo hizo, no rescató para el conjunto de los sevillanos como equipamiento colectivo el antiguo colegio y así propició que la orden religiosa propietaria diera un pelotazo al venderlo a inversores privados.

Recreación de la residencia universitaria que se alzará por encima del nivel de las casas de la barriada Elcano

Éstos, aprovechando el artículo-coladero del PGOU de Monteseirín de multiplicar por ocho la edificabilidad, darán a continuación su particular pelotazo levantando una mole que destruirá el aspecto tradicional de este barrio de casas-jardín y que tendrá 243 plazas de alojamiento de estudiantes. Podría haber hasta más universitarios en la residencia que habitantes en el barrio: https://www.manueljesusflorencio.com/2020/12/derribo-del-antiguo-colegio-elcano-para-construir-una-residencia-estudiantil-con-243-camas-y-40-plazas-de-aparcamiento/ .

El Ayuntamiento se ha convertido también en beneficiario de la fiebre por la construcción de residencias universitarias, con la misma coartada de que constituyen un equipamiento para la ciudad. Repito: equipamientos no, negocios privados y con servicios a precios de mercado libre.

Alfredo Sánchez Monteseirín, en cuyo mandato se aprobó el PGOU que ha permitido las moles universitarias

Según la peculiar doctrina del gobierno local socialista cualquier negocio privado es entonces un equipamiento (desde un kiosco hasta un taller de automóviles) y por tanto habría que incentivarlo con una prima de edificabilidad del 800 por 100, ¿no?, como a las moles universitarias y a las clínicas. ¿O es que la ciudad no necesita también equipamientos en forma de panaderías, farmacias, carnicerías, pescaderías, zapaterías y un largo etcétera? ¿Por qué a éstas no se les prima urbanísticamente y a aquéllas sí?

El Ayuntamiento tenía una parcela en la avenida Ramón Carande. Pudo haberse aplicado allí a sí mismo el artículo-coladero del PGOU de Monteseirín (edificabilidad multiplicada por ocho) y construido un equipamiento de titularidad pública (municipal) como una residencia para mayores, colectivo que se ha demostrado tan abandonado y vulnerable durante la pandemia; una biblioteca o un centro cívico para el barrio; o pudo haber construido viviendas sociales, que tanta falta hacen, o haberla convertido en zona verde para disfrute de los vecinos del barrio en particular y de todos los sevillanos en general, pero ¿qué hizo en su lugar?

Aprovecharse también de la fiebre por las residencias universitarias privadas para dar su particular pelotazo: le adjudicó el derecho de superficie de la parcela en febrero de 2019 al grupo Moraval para que construyera «una gran residencia universitaria de primer nivel» con 800 plazas (cuatro veces la mole mayor de la avenida de La Palmera) a cambio de que le pagara un canon de 73 millones de euros a lo largo de 78 años.

Muñoz, en el centro de la imagen, anunciando otra residencia en Ramón Carande, para beneficio del Ayuntamiento

Antonio Muñoz, que se hizo la foto con los concesionarios y que menos de dos años después dijo en el Pleno al representante vecinal de Elcano que él creía que no había en Sevilla mercado para tantos proyectos de este tipo, declaró en la rueda de prensa en que se anunció la concesión lo siguiente: «Con esta operación hemos conseguido, en primer lugar, activar un solar vacante desde hace más de diez años que se encuentra en una ubicación estratégica. Se constata además que Sevilla se ha convertido en un destino de referencia para inversores nacionales e internacionales».

En vez de un centro cívico en el colegio Elcano y de otro equipamiento público en Ramón Carande, el gobierno local trataba de ir sumando proyectos de este tipo, con el PGOU facilitando la multiplicación de los panes y los peces en forma de ocho veces más edificabilidad de la habitual, para que al olor de esta rica miel el Ayuntamiento pudiera presumir de que Sevilla se había convertido en «destino de referencia para inversores nacionales e internacionales», que han dejado en los bolsillos de unos pocos -la Corporación Municipal entre ellos- una jugosa parte de esos 450 millones de euros invertidos.

Arguye el gobierno local del socialista Juan Espadas para justificar las prebendas del PGOU de Monteseirín en beneficio de los de siempre y de fondos de inversión y empresas privadas, que no de los sevillanos, que dichas prebendas se otorgaron en otro momento económico e histórico y para, se deduce por lógica, paliar la falta de «equipamientos» de este tipo que sufría la ciudad.

Si Sevilla sufría una falta de equipamientos de este tipo, lo lógico habría sido que de inmediato, una vez aprobado en 2006 el PGOU, se hubieran empezado a promover residencias universitarias para paliar dicho déficit. Pero, no. El ‘boom’ de las moles en forma de residencias estudiantiles y clínicas se produce de un tiempo a esta parte. Recuérdese que el 9 de diciembre de 2020 Urbanismo hizo balance y reconoció haber concedido licencias para 12 residencias universitarias en el curso de los dos años anteriores.

Residencia universitaria erigida sobre la antigua Casa de La Botella, en la avenida de La Palmera

El ‘boom’, pues, se produce sobre todo a partir de 2018, cuando grandes fondos de inversión o/y empresas privadas descubren que pueden haber llegado tarde al ‘boom’ turístico que vivía Sevilla y que propició la construcción de numerosos hoteles, por lo que este mercado podía estar ya en trance de saturación; que en Europa se está imponiendo como inversión alternativa y más segura (ocupación potencial durante los nueve meses que dura el curso lectivo y no la meramente turística de sólo uno o varios días en un hotel) la construcción de residencias universitarias, y que el PGOU de Monteseirín tiene artículos-coladero que con el cuento del equipamiento les permiten multiplicar por ocho la edificabilidad de las parcelas, especialmente si son grandes (como las de la avenida de La Palmera) y además están cerca de campus universitarios (Reina Mercedes, Cross-Pirotecnia).

Si no hubiera estallado el escándalo al ver la adulteración de la emblemática avenida de La Palmera con la construcción de las moles en la Casa de La Botella y en la parcela vecina a la casa-bufete de Manuel Olivencia https://www.manueljesusflorencio.com/2021/05/el-ayuntamiento-de-sevilla-prohibio-a-olivencia-ampliar-su-casa-bufete-en-la-avenida-de-la-palmera-y-luego-ha-autorizado-una-mole-universitaria-al-lado/ , el gobierno de Espadas habría seguido dando con fruición licencia tras licencia, con tal de ingresar su parte correspondiente (en otra amable interpretación periodística se subrayaba el dinero que va a dejar de recaudar) y de engordar la estadística de los millones, para proclamar eso de que «Sevilla se ha convertido en un destino de referencia para inversores nacionales e internacionales».

¿A qué precio para el patrimonio histórico, los jardines y la imagen de la ciudad?

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