La construcción de moles universitarias implica la práctica eliminación de los árboles y jardines preexistentes
Una de las consecuencias de la aplicación en la emblemática avenida de La Palmera del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) aprobado durante el mandato de Monteseirín (2006) y que ha permitido construir moles universitarias -con un plus de edificabilidad del 80%- sobre antiguas casas señoriales con frondosos jardines ha sido, y sigue siendo, la práctica destrucción de la cobertura arbórea preexistente y el empobrecimiento botánico de la gran vía de entrada a Sevilla por el Sur, como veremos en este reportaje gráfico.
El último ejemplo de las consecuencias de la prodigalidad del PGOU de Monteseirín con su plus de edificabilidad del 80% https://www.manueljesusflorencio.com/2021/07/el-pgou-de-monteseirin-permitio-a-espadas-autorizar-un-altadis-universitario-en-la-palmera/ lo tenemos estos días en el número 38 de la avenida de La Palmera, vendido para, con todas las bendiciones de la Delegación de Urbanismo del Gobierno municipal de Espadas, construir una nueva, la tercera ya, mole universitaria en dicha vía, de mayor volumetría aún que las anteriores, conforme al proyecto que vimos en su día, por más que el arquitecto trate de camuflar su enorme impacto: https://www.manueljesusflorencio.com/2021/06/el-opus-dei-consiguio-permiso-para-una-nueva-residencia-universitaria-en-la-palmera-el-mismo-dia-en-que-el-pleno-municipal-acordo-la-suspension-de-licencias/
Esta foto de satélite difundida por Google en julio del año 2017 muestra el estado por entonces de la finca situada en el número 38 de la avenida de La Palmera. De unos 5.262 m2 de superficie, cerca de 1.300 m2 tenían cobertura arbórea:
Pues bien, en los últimos días la mayoría de los 44 árboles existentes han sido talados durante el derribo de la casa señorial para la construcción en su lugar de la nueva residencia universitaria. De momento queda todavía algún gran ejemplar que sobrevive en el lindero Norte:
Al lado prácticamente del número 38 de la avenida de La Palmera se halla la calle Tramontana, que desemboca en la avenida frente a la iglesia del Corpus Christi. Aquí también se ha aplicado el PGOU de Monteseirín para la construcción de otra mole universitaria denominada Camplus. Veamos cómo estaba la calle en el año 2017 por esta foto de satélite y que muestra la magnífica arboleda existente en los jardines de las casas luego demolidas para alzar en su lugar la residencia estudiantil beneficiaria de ese plus de edificabilidad del 80% del PGOU de Monteseirín:
Cómparese ahora la imagen anterior con esta otra tomada durante la construcción de la residencia Camplus, que ha supuesto la eliminación de la casa de Recasens en la esquina de Tramontana y Ramón Resa y de la casa de Vázquez Parladé, ya en Tramontana dirección avenida de La Palmera:
Como veremos en las imágenes siguientes, el proyecto de Camplus es de los más especulativos entre todos los de las moles universitarias autorizadas por la Delegación de Urbanismo -cuyo titular es Antonio Muñoz- del Gobierno de Espadas en los últimos años, ya que aprovecha hasta el último rincón.
Aparecen volúmenes impactantes, accesos rehundidos con escaleras que buscan la verticalidad, patios ingleses profundos, mínima vegetación por falta literal de espacio (y menos aún para que enraícen árboles de gran porte), techos rematados con artilugios desordenados y un largo etcétera:
Marchando de nuevo por la avenida de La Palmera en dirección hacia la Puerta de Jerez, en la confluencia con Páez de Rivera se hallaba la conocida como Casa de la Botella, con el siguiente aspecto en el año 2017 según una imagen de satélite difundida por Google y caracterizada más que por su arboleda, concentrada en los linderos, por su gran pradera de césped:
Veamos cómo ha quedado ahora la parcela tras la construcción de la residencia universitaria denominada One. En su momento se divulgó que con sus «limpios volúmenes» se pretendía no afectar a las fincas colindantes, cuyos propietarios, sin embargo, se quejan amargamente tanto por el impacto de su volumetría como por el ruido de sus aparatos de aire acondicionado:
En las imágenes a continuación vemos cómo también se ha procurado aprovechar al máximo el espacio de la parcela, sin dejar apenas sitio para el crecimiento de árboles o césped:
Y llegamos en nuestro recorrido por las moles universitarias de la avenida de La Palmera al número 17, cuya historia vimos en su día: https://www.manueljesusflorencio.com/2021/05/otra-mole-estudiantil-da-la-puntilla-gracias-al-pgou-de-monteseirin-a-una-avenida-de-la-palmera-cada-vez-mas-adulterada/
Lo curioso, por decirlo de algún modo, es que el Ayuntamiento le impidió al que fue comisario de la Exposición Universal de 1992, Manuel Olivencia, ampliar en una crujía su casa-bufete, sita en la finca vecina, y luego autorizó la construcción de una mole universitaria al lado: https://www.manueljesusflorencio.com/2021/05/el-ayuntamiento-de-sevilla-prohibio-a-olivencia-ampliar-su-casa-bufete-en-la-avenida-de-la-palmera-y-luego-ha-autorizado-una-mole-universitaria-al-lado/
Pero no adelantemos acontecimientos. Recurramos de nuevo a las fotos de satélite de Google para ver cómo era esta zona de la avenida antes de la aplicación del PGOU de Monteseirín con su híper generoso plus de edificabilidad del 80%, que ha permitido todos estos procesos especulativos, y no sólo en esta avenida, sino en otras zonas de la ciudad (sin ir más lejos, se puede ir a comprobarlo al cercano barrio de Elcano, en la Plaza de la Marina Española):
Cómparese la imagen anterior de Palmera 17 con otra similar de satélite captada durante la construcción de la residencia universitaria denominada HUBR Sevilla:
La mole universitaria sigue los mismos patrones que las anteriores: máximo aprovechamiento urbanístico de la parcela, con mínimo espacio para la vegetación; accesos rehundidos en patio inglés forzado y rampas:
Para tratar de paliar el impacto de la mole en las casas vecinas se han plantado luego árboles en el camino de acceso a las viviendas existentes detrás, mientras que los promotores de la residencia no lo han hecho en el interior de su parcela, para así obtener el máximo aprovechamiento urbanístico. Obsérvese el contraste en la siguiente imagen, con árboles por fuera pero no por dentro:
Por cierto, el alcalde a tiempo parcial de Sevilla, Juan Espadas, ha presidido hoy (12 noviembre 2021) en Bruselas una reunión de la Comisión de Energía, Clima y Medio Ambiente del Comité Europeo de las Regiones con el objetivo de abordar la presencia de los gobiernos locales y regionales en la declaración final de la cumbre de Glasgow (COP26) sobre el cambio climático.
Espadas ha pedido que sean los ayuntamientos los que canalicen un porcentaje importante de los recursos económicos del denominado Pacto Verde «porque así -ha afirmado- se garantizará la aceleración de las medidas de lucha contra el cambio climático».
La progresiva colmatación urbanística de la avenida de la Palmera y la destrucción de jardines y arboleda es la demostración de lo contrario de lo que dice el alcalde y presidente de dicha Comisión europea: el Ayuntamiento de Sevilla no garantiza el Pacto Verde, sino el marrón del ladrillo.
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No entiendo esta política municipal. A más edificios universitarios más burros titulados y menos respeto al medio ambiente. Una paradoja??