La pasarela de Altadis sólo ahorraría 141 metros respecto del puente de San Telmo desde la Puerta de Jerez

Entre los puentes de San Telmo y Los Remedios no hace falta ninguna conexión nueva y habría que estudiar otro emplazamiento para reutilizar el puente de hierro

El desplazamiento de la futurible pasarela de Altadis desde la confluencia entre el Paseo de las Delicias y el palacio de San Telmo hasta la confluencia de aquél con la calle La Rábida modifica sustancialmente la distancia que tendría que recorrer un viandante situado en la Puerta de Jerez y ratifica, a mi juicio, que no es necesaria una nueva conexión en ese tramo entre las dos orillas de la dársena del Guadalquivir. Si se ha planteado ha sido única y exclusivamente por los intereses privados de KKH Property Investors, la nueva dueña de la antigua fábrica de tabacos de Los Remedios, complejo industrial en el que ahora proyecta un hotel de lujo y espacios terciarios de «alto standing».

Para no repetirme, invito a leer previamente el informe titulado ‘La pasarela (de Altadis) que nunca existió‘, en el que expongo que el Ayuntamiento jamás pensó en la construcción de una infraestructura de este tipo entre los puentes de San Telmo y de Los Remedios.

El proyecto de pasarela surge como un (auto) regalo de los nuevos dueños de Altadis, la sociedad KKH Property Investors, a ellos mismos pero presentado como una donación a la ciudad. Su objetivo era y es conseguir canalizar hacia el reconvertido complejo tabaquero el flujo peatonal desde el eje Centro-Puerta de Jerez a través de la avenida de Roma y la fachada Oeste del palacio de San Telmo, obviando el puente del mismo nombre.

Proyecto inicial de la pasarela de Altadis partiendo junto al palacio de San Telmo

Tras tumbar la Comisión de Patrimonio ese proyecto inicial, por su impacto paisajístico en el palacio y su entorno, la Gerencia de Urbanismo ha redactado una nueva modificación del Plan General, alineada con los intereses de KKH y basada en una serie de simulaciones sobre el supuesto bajo impacto del diseño preliminar (véase al respecto ‘La pasarela de Altadis podría impulsar la peatonalización de las calles La Rábida y Palos de la Frontera, en el entorno de San Telmo‘), que ahora se materializaría en la confluencia del Paseo de Las Delicias con la calle la Rábida, es decir 251 metros más lejos que la ubicación inicial.

Esto significará que un turista o viandante que desde la Puerta de Jerez quisiera llegar a Altadis vía Avenida de Roma, Paseo de Las Delicias/confluencia con la calle La Rábida y cruce de la pasarela de 144 metros recorrería unos 726 metros.

Si no existiera la pasarela u optara por cruzar el puente de San Telmo y entrar en Altadis por su fachada a la calle Juan Sebastián Elcano recorrería unos 867 metros.

Proyecto de la nueva pasarela, en la prolongación de la calle La Rábida

Así pues, la distancia que ahorraría la pasarela respecto del puente de San Telmo serían sólo 141 metros y ello, diga lo que diga la Gerencia con sus simulaciones, a costa de romper la profundidad paisajística entre los puentes de San Telmo y de Los Remedios y la visión del Guadalquivir en ese tramo, tal como también opina el arquitecto Antonio Barrionuevo y recojo al final del informe citado en primer lugar.

Mi opinión personal es, pues, que no hace falta colocar entre los dos puentes nada, porque tanto el de San Telmo como el de Los Remedios, con sus espacios separados para tráfico, peatones y ciclistas, satisfacen de forma suficiente las necesidades de conexión entre las dos orillas de la dársena en ese tramo.

Y cuando digo nada, como opinión personal, es nada: ni la pasarela de Altadis ni el puente de hierro, por más que reconozca la lucha de la plataforma Planuente por recuperar este último de su abandono frente al barrio de Heliópolis y de aprovechar la oportunidad de la reconversión de Altadis para resituarlo en esta zona, para la que nunca fue concebido.

Los 5 millones de euros que dicen costaría la pasarela los podría destinar KKH a mejores usos o donarlos directamente a la ciudad para un proyecto patrimonial nuevo o de conservación del existente. ¿Acaso no dice el alcalde que necesita una cantidad similar para poner de dulce la Plaza de España para el centenario de la Gran Exposición Iberoamericana de 1929? Ahí tiene KKH la gran oportunidad de vincular su marca a la efemérides; también podría ser participando en la recuperación del puente de hierro en otra zona del cauce del Guadalquivir.

Inauguración del nuevo puente de las Delicias, sustituto del de hierro (parte superior)

Ahora que ya tanto se habla de conmemorar el centenario de la Exposición del 29, con una propuesta en tal sentido del PP en las Cortes Generales y anteriormente del PSOE en el Ayuntamiento de Sevilla, más hay que lamentarse de que con motivo de la otra Muestra, la de 1992, se destruyeran un par de naves regionalistas del puerto para construir el nuevo puente de las Delicias y que se desmontara el de Alfonso XIII o de hierro para acabar arrumbándolo al final de la dársena, con gravísimo incumplimiento por parte de la Autoridad Portuaria, en cuanto propietaria del mismo, de su deber conservación, incumplimiento por el que no hay noticia de que se la haya expedientado ni sancionado.

¿Acaso no se pudo estudiar en aquel momento la conservación del puente de hierro en su emplazamiento tradicional junto al nuevo de las Delicias, aunque hubiera sido sólo por su valor histórico y con uso exclusivamente peatonal? Así se hizo, por ejemplo, con el puente del Hacho, en la línea férrea, dentro del término municipal de Guadahortuna (provincia de Granada). A su lado se construyó un nuevo puente de hormigón, pero se ha conservado el histórico, que data de 1898 y cuyo proyecto fue supervisado por el mismísimo Gustave Eiffel.

El histórico puente metálico del Hacho, en primer plano, y detrás, el moderno de hormigón

¿Acaso no se pudo haber ejecutado en el puente de hierro un proyecto de mejora y rehabilitación como el que luego hizo, de forma modélica, la Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía con el de Villa del Río, también sobre el Guadalquivir, en la provincia de Córdoba y que implicó su desmontaje y ampliación del tablero manteniendo su fisonomía? Todo antes que lo que se hizo «de cara a la Expo-92» con el sevillano puente de hierro.

La rehabilitación del puente metálico en Villar del Río

Vean este vídeo en Youtube sobre cómo se salvó el puente del Villar del Río. Y es que, como sostiene José Luis Manzanares, la ingeniería lo puede prácticamente todo (menos, de momento, haber salvado el puente de hierro en Sevilla):

Pero la realidad es la que es y el puente de hierro lleva una veintena de años abandonado a su suerte frente al barrio de Heliópolis. Ahora la Autoridad Portuaria, que preside Rafael Carmona, pretende convertirlo en un mero mirador para contemplar los muelles del lado occidental del puerto. Paradójicamente, cuando era concejal del Ayuntamiento Carmona abogó por reutilizar el puente en el meandro de San Jerónimo, como vimos en un informe anterior: ‘El puente de hierro persigue a Rafael Carmona‘.

La Autoridad Portuaria pretende en el fondo ahorrarse el coste de la reubicación del puente en otro sitio del cauce, ya sea para conectar Altadis con el Paseo de Las Delicias, ya sea para conectar las dos orillas del meandro de San Jerónimo.

En este sentido hemos leído con asombro el informe realizado por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), y pagado por la Oficina Técnica encargada del proyecto del Distrito Urbano Portuario que promueve la Autoridad Portuaria. El IAPH bendice la idea de relegar el histórico puente de hierro a mero mirador hacia un teatro a sus pies o hacia el paso de los barcos y las labores en los muelles distantes con el simplista argumento de que «su diseño le otorga un carácter más industrial que urbano» (¡!) .

O sea, que según el IAPH, que en teoría debe defender el valor patrimonial e histórico, durante los 66 años que el puente prestó servicio en su emplazamiento original estuvo realmente fuera de lugar porque debió haberse proyectado en otro sitio «menos urbano». ¿Es ésta una explicación digamos científica?

Curiosamente, el IAPH encuentra precedentes internacionales (Burdeos, Lyon, Sao Paulo) para justificar una operación como la del Distrito Urbano Portuario en Sevilla, pero no sabe hallar ninguno de reutilización de puentes metálicos en toda la literatura histórico-patrimonial y condena así, alineado con quien le paga la redacción del informe, al puente de hierro a mero mirador, función para la que no fue concebido y por lo tanto quedaría desvirtuado y fuera de contexto.

No obstante, no basta con que lo diga el Pleno del Ayuntamiento (opina gratuitamente sobre algo que no es suyo) o que se plantee un referéndum popular (ya puestos, podría plantearse una consulta sobre cualquier cosa, ya que votar también es gratis y no obliga al que vota) para decidir así como así que el puente de hierro hay que reubicarlo al servicio de Altadis.

REQUISITOS

Para reubicar un puente histórico como éste en un nuevo punto urbano de un río en una ciudad con patrimonio histórico, y máxime el existente en Sevilla, se deberían considerar al menos los siguientes requisitos:

Estudio de viabilidad: Realizar un estudio detallado que evalúe la viabilidad técnica, económica, patrimonial y ambiental del proyecto. Se puede recurrir a los servicios de la fundación existente en Estados Unidos dedicada a los puentes históricos, a la que remito: https://historicbridgefoundation.com/

Permisos y regulaciones: Obtener todos los permisos necesarios, empezando por el de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico.

Planificación detallada: Desarrollar un plan de proyecto que incluya el diseño, la logística del traslado y la integración del puente en su nueva ubicación.

Conservación: Asegurarse de que el proceso de desmontaje, transporte y reubicación preserve la integridad estructural y el valor histórico del puente.

Apoyo de la sociedad: Involucrar a la comunidad local y a los grupos más interesados para obtener su apoyo y asegurarse de que el proyecto beneficie al entorno urbano.

Financiación: Identificar fuentes de financiación, que pueden incluir fondos públicos, subvenciones, fondos europeos y/o financiación privada.

Y como cada proyecto es único, la reubicación de un puente histórico puede ser una tarea compleja que requiera la colaboración de expertos en ingeniería, conservación del patrimonio histórico y planificación urbana.

El puente de Triana, un precedente para el de hierro

Lo ideal, en mi opinión, sería la celebración de una reunión técnica de la Autoridad Portuaria, la Gerencia de Urbanismo, la Consejería de Fomento, el Ministerio de Fomento y asociaciones conservacionistas (Planuente, Adepa, Ben Baso….) para entre todos encontrar una solución realista para el puente de hierro y que su recuperación y reutilización sea uno de los objetivos a conseguir para el centenario de la Exposición del 29. Si Sevilla salvó el puente de Triana puede salvar el puente de hierro.

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