Mal de muchos…..Hay suspiros de alivio porque el ministro de Fomento, Pepiño Blanco, no le ha metido en demasía las tijeras de trasquilar kilómetros a Andalucía y ha prometido que las obras de la SE-40 van a seguir, aunque con más retrasos que los aviones por las enfermedades imaginarias de los controladores. El eufemismo se llama ‘reprogramación’. Significa que las obras públicas se van a demorar de uno a cuatro años….más del retardo acumulado. Es el sino de Sevilla. Y, ojo, Blanco ha dicho vagamente –las rebajas las concretará en septiembre- que va a seguir lo que está en ejecución (24 kilómetros), no lo que falta, englobable en la categoría del ‘sine die’ o las calendas griegas. Y también ha dicho que hay viaductos que parecen obras de arte en vez de ingeniería; vamos, que podrían hacerse de catálogo. Mucho me temo que los Atlantes en forma de túnel diseñados por el ingeniero trianero José Luis Manzanares para salvar el Guadalquivir pueden poner sus barbas a remojar. Más que al ralentí, Blanco ha puesto la SE-40 en cuarentena. Acabará siendo la SE-50.
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Más madera
El (sin) alcalde se retrató y decidió con su voto “de calidad” –en Laponia hace frío, y yo, me río- darle otro mangazo de 30,4 millones a los dineros del PGOU para las setas, su particular Estadio Olímpico. Hasta los arqueólogos han perdido la cuenta del dinero enterrado en el Alfredarium de la modernidad. Monteseirín dice que este segundo modificado del primer modificado de la parte modificante no era por necesidades sobrevenidas, sino por mejoras añadidas y el “interés general”. ¿Mejoras añadidas? ¡Pero si el proyecto del alemán no había por dónde cogerlo y llevan años dándole a la mollera para hacer viable lo inviable, según el informe de los técnicos de Urbanismo, ocultado por Monteseirín, Marchena y Celis? ¿Interés general? ¿Quién lo define? Pues Alfredo. El decide que gastar 100 millones de euros para envolver un simple mercado a costa de privatizar durante 40 años la Encarnación en beneficio de Sacyr es de gran interés para Sevilla. El (sin) pasa de los técnicos, del secretario y del Consejo Consultivo. El ya sólo responde ante Dios y la Historia.
Panfleto
Trabajadores de Tussam me entregan un panfleto en Plaza Nueva. Dice: “¿Está tardando su autobús?”. ¡Jopé que si tarda!. Sigo leyendo: “¡Llame al 010 (teléfono gratuito –será lo único- del Ayuntamiento) y reclame hoy mismo! ¡Movilízate en tu barrio contra este atropello! El Ayuntamiento pretende cargarse Tussam recortando servicios por no contratar a los trabajadores necesarios, que se quedan sin trabajo. Ahora en verano ya se nota, pero en septiembre vendrá el verdadero recorte”. Doy fe de que el bus tarda en verano y en las cuatro estaciones de Vivaldi, pues me he pasado hasta una hora en la parada más de una vez. Antes de que los conductores la liaran en la Feria y provocaran la injerencia de Susana Díaz, tenían sobre la mesa de negociación esta propuesta: incremento salarial del 0,2% e incorporación de los 110 eventuales a lo largo del año, con garantía de seis meses de trabajo, a cambio de externalizar las líneas nocturnas. Rechazaron la oferta y ahora están en congelación salarial y con los eventuales en la calle. Pero de eso no decía nada el panfleto.
San Pablo
El (sin) alcalde, que en su día decía que iba a meter en cintura a los que no la doblan y que hizo un estudio sobre el absentismo municipal pero al que, como preconizaba Joaquín Costa para el sepulcro del Cid, acabó echándole siete llaves, está tan poco escandalizado por el dirigente socialista que lleva dos años cobrando del Consistorio sin aparecer por su trabajo, que ni se ha preocupado de cerrarle el grifo del dinero público que él teóricamente administra. El (sin), cuyo único afán es salir en las fotos para aparentar que no es el (sin), dice imaginar que se ha abierto una investigación de oficio. Conociendo el percal, hay que tener más imaginación que Julio Verne para imaginar que ‘a quien corresponda’, que debería ser él como máximo responsable del Ayuntamiento pero que como es el (sin) alcalde no lo hace, habría expedientado al vago de Bellavista para mandarlo a donde ya está: a su casa. Monteseirín dice que llegó al PSOE desde el cristianismo. Pues que aplique la segunda carta de San Pablo a los tesalonicenses: “El que no trabaje, que no coma”.
Asfixia
Castilblanco ha suspendido la feria por la asfixia de las arcas municipales, hasta el punto de que en el último Pleno se acordó rebajar en un 30% el sueldo de 2.160 euros netos que cobra el alcalde y la nómina a tres concejales; quitarle la remuneración a otro edil; suprimir dos cargos de confianza del equipo de gobierno, y recortarle los pagos a otros dos. Yo ya he perdido la cuenta de cuánta gente estaba cobrando de las arcas municipales. ¿No iban a estar asfixiadas las pobres, por tantos como metían la mano en ellas? Yo me crié en un pueblo que, como Castilblanco ahora, tenía unos 5.000 habitantes y nunca conocí que el alcalde y los concejales cobraran un duro, ni que hubiera cargos de confianza en nómina. Ser alcalde en un pueblo era, al tiempo que un honor, un servicio altruista a la comunidad, donde todos éramos medio familia o una gran familia. Ahora, gracias a la crisis nos estamos enterando de que cualquier politiquillo de pueblo tiene coche oficial con chófer incluido o se ha liberado –nunca mejor dicho- a costa del dinero de los contribuyentes.
Frenazo y marcha atrás
“Nada volverá a ser como antes”. Estas palabras del ministro de Fomento, José Blanco, el 24 de mayo en el Congreso eran una premonición del drástico recorte de las inversiones en obra pública. Zapatero se comprometió ante la UE a ajustar en 50.000 millones de euros el gasto en 2010-2013, de los que 6.400 corresponderían a Fomento entre este año y el próximo. Blanco ya ordenó que sólo se terminaran las carreteras cuya finalización fuera más barata que las indemnizaciones que habría que pagar por suspenderlas. Esta semana, Fomento ha comunicado a la patronal sus planes: rescisión de los contratos de 70 obras en curso, ninguna carretera nueva en 2011 y retraso de las que están en obras hasta 2016-2017.
Sevilla aparece de nuevo -la inversión pública en nuestra provincia sólo ha superado la media nacional una vez en los 18 años desde la Expo- como la primera en la ‘lista negra’ del Ministerio, por los 500 millones de coste de los túneles de los Atlantes, proyectados por José Luis Manzanares sobre el río para la SE-40. El ingeniero trianero decía: “Un túnel bajo el Guadalquivir, en el lago Tharsis, cuna de Tartesos y sede de leyendas ancestrales , debe rememorar la gesta de los atlantes de los que toma el nombre: una estructura épica para un lugar épico y misterioso”.
CORTAR POR LO SANO
Pero como en Fomento no hay lugar para la épica, los cuatro túneles de 2,5 kilómetros –los más largos bajo un río en España- cuentan con un 99,99% de posibilidades de ser diferidos ‘ad calendas graecas’ o incluso de quedar enterrados en el baúl de los recuerdos y ser sustituidos por un modesto puente, no se sabe cuándo. A Fomento no le duelen prendas a la hora de recortar, y ya eliminó el puente gemelo al del Alamillo diseñado para la Expo por Calatrava y lo sustituyó por otro sencillito de catálogo. La ley asegura a los contratistas –las andaluzas Sando y Azvi entre ellas- el cobro del 6% de la obra no ejecutada, más los gastos por la compra de maquinaria y otros conceptos, pero el Gobierno prefiere pagar esa indemnización (30 millones de euros) antes que 500 millones.
Además de los túneles, se va a paralizar buena parte de la SE-40, una ronda de circunvalación de 77,6 kilómetros, con un coste inicial de 1.200 millones de euros y dividida en once tramos. Iniciada en 2005, sólo están en ejecución cinco de sus once fases, y al ralentí. A preguntas del diputado Ricardo Tarno (PP), el Gobierno reconoció hace dos meses que sólo se habían certificado obras por 70,5 millones de euros en 2009, cuando se habían presupuestado 170 millones. Por tanto, Fomento ya venía pisando el freno al librar sólo el 41,50% del dinero previsto.
LA LISTA NEGRA
El frenazo a la SE-40 implicará la más que probable paralización del gran puente que conectaría La Algaba con la autovía de acceso Norte a Sevilla. Todos los indicios apuntan a que no se van a licitar los tramos pendientes de esta ronda y a que con suerte se podrían rematar los 23,9 kilómetros entre La Rinconada y Dos Hermanas (el 30,79% del total), que acumulan ya ocho meses de retraso. Antes del tijeretazo se preveía su conclusión para el primer semestre de 2011.
En la lista negra de obras sevillanas frenadas también pueden acabar el túnel del AVE Santa Justa-aeropuerto y la ampliación del tercer carril de la A-49 hasta La Palma. Con suerte se concluirían las obras hasta Sanlúcar la Mayor. Y a Blanco le han venido de perlas las protestas de los alcaldes de Utrera y El Cuervo sobre el futuro trazado de la A-4 y la de colectivos de la Sierra de Huelva sobre la mejora de la conexión Sevilla-Lisboa para aparcar estos proyectos. Lo único que parece salvable en la actual coyuntura es el Cercanías ferroviario del Aljarafe, avalado con su presencia por el propio ministro, que le dio el pistoletazo de salida hace unas semanas. Ya entonces Griñán dijo que las carreteras podían esperar, no así el ferrocarril.
CRISIS SOBRE CRISIS
Estos recortes tendrán un efecto demoledor en la construcción y en la refinanciación de empresas andaluzas como Sando, una de las contratistas de la SE-40. La compañía, con fuerte presencia en Sevilla, refinanció hace un año un préstamo sindicado y otros créditos por 1.500 millones de euros con un ‘pool’ de bancos. Todo el plan se basaba en los ingresos que la empresa esperaba por su cartera de obra contratada, unos contratos que en parte son ahora papel mojado.
En los Presupuestos Generales del Estado, el Gobierno destinaba más de 500 millones de euros para infraestructuras en Sevilla. Esta cifra, aunque insuficiente, fue bien valorada por Comisiones Obreras al contemplarla en un escenario de crisis y con más de 200.000 parados -un 22% de tasa de desempleo-. El sindicato calculó que podría suponer para la provincia el 1,8% del PIB y la creación de 4.000 empleos directos en la construcción y el mantenimiento o inducción de otros 25.000 en sectores auxiliares, por lo que el parón inversor de Fomento en Sevilla tendrá una fuerte repercusión. Las patronales de la construcción calculan que por cada millón de euros dejado de invertir en obra pública se destruyen 18 empleos directos e indirectos, de lo que se colige que sólo la ‘congelación’ de los túneles de la SE-40 dejará de brazos cruzados a 9.000 personas.
Y todo en la semana en que según el último informe socioeconómico, en Sevilla han desaparecido 5.000 empresas víctimas de la peor crisis que se recuerda. Ni siquiera la obra pública aparece ya como una tabla de salvación.
Franco
El alcalde de Coria, José Vicente Franco (PSOE), ha difundido un comunicado para anunciar ‘urbi et orbi’ que “de forma unilateral” prescinde del coche oficial y usará a partir de ahora su vehículo privado, el Metro y el autobús. La noticia no es que Franco se pase al transporte público, demostrando así que podría haberlo hecho desde siempre, sino que tuviera el desparpajo de cargarle a las arcas públicas un coche oficial, con conductor incluido, en un municipio de sólo 28.000 habitantes donde todo el mundo se conoce y que por hallarse a un tiro de piedra de Sevilla está perfectamente comunicado con la capital. Vamos, que no es un pueblo perdido a más de 100 kilómetros por carreteras sinuosas en las Sierras Norte o Sur. ¿Cuántos otros pueblos como Coria o incluso más pequeños no hacen de cireneos motorizados de sus alcaldes con cargo siempre al sufrido contribuyente? Con su ‘autobombo’ de pretendida solidaridad en esta hora de crisis, Franco pretendía dar ejemplo de austeridad, pero lo que en realidad ha revelado es que estaba dando ejemplo de dispendio.
Paradojas en la Casa Grande
Los 5.459 funcionarios municipales o miembros del personal laboral del Ayuntamiento observarán a partir de este mes la paradoja de que mientras sus emolumentos brutos serán reducidos en 6.500 euros/año en el caso de los sueldos más altos y en 81 euros en los más bajos, pero todos entre un 0,06% y un 10,55%, los 4.000 empleados de las empresas municipales -y entre ellas las sostenidas artificialmente con sus propios impuestos y los del resto de sevillanos, como Tussam y Lipasam- escapan al tijeretazo general.
Mucho antes de que lo dijeran el secretario y el interventor municipales en un dictamen jurídico, los comités de empresa de las ruinosas Lipasam y Tussam ya advirtieron de que sus convenios colectivos les blindaban ante cualquier intento de recorte, de ahí que ni siquiera respaldaran la convocatoria de huelga de los funcionarios en protesta por el Real Decreto sobre rebajas salariales para reducir el déficit de las Administraciones.
INSOLIDARIOS
El secretario y el interventor no han podido dictaminar otra cosa porque el artículo 37 de la Constitución es la garantía legal del derecho a la negociación colectiva y de la fuerza vinculante de los convenios, pero, tal como ha dicho Duran i Lleida, existen mecanismos para aplicar una flexibilidad sin caer en la inconstitucionalidad. La Junta también se ha encontrado con este problema e intentó consensuar con los sindicatos una modificación de los convenios para que todos compartan solidariamente los sacrificios de la crisis.
Ante el rechazo sindical a apretarse el cinturón en las empresas públicas, Griñán ha anunciado una reducción en las transferencias, para que aquéllas se vean obligadas a recortar las nóminas y, además, la desaparición de la mitad de las sociedades de la Junta.
La insensibilidad sindical en las empresas del Ayuntamiento no puede justificarse con el argumento de la defensa del poder adquisitivo -esgrimido por el comité de empresa de Tussam- para seguir parapetándose en el blindaje de los convenios y no compartir los recortes aplicados a funcionarios y personal laboral.
NUEVE AÑOS DE VACAS GORDAS
Un estudio comparativo de la evolución del coste medio por empleado de Tussam y del IPC desde el año 2000 (primero en que se aplica la política de Monteseirín, que accedió a la Alcaldía en el verano de 1999) al 2009 revela que sistemáticamente los sueldos en Tussam suben más que la inflación, luego no ha habido pérdida de poder adquisitivo, sino todo lo contrario.
Si se toma el año 2000 como base 100, en 2003 el IPC era 110 y los sueldos de Tussam, 120. Tres años más tarde, en 2006, el IPC acumulaba una subida del 20% (base 120), y los salarios cerca del 40%. Y el año pasado, el IPC rozaba el 128 y los emolumentos en la empresa de autobuses el 157. La conclusión es obvia: en Tussam los sueldos han subido un 29% más que la inflación en nueve años.
Este factor ha sido la causa/consecuencia de la ruina de la empresa, que acumula 136 millones de déficit y ha cerrado 2009 con una pérdidas de 52,2 millones de euros, tras gastar más de 65 en personal. Si en el año 2000 el Ayuntamiento inyectaba 25 millones para salarios, ahora aporta 61 millones. Tres cuartas partes de los costes de Tussam son salariales y la empresa está en la quiebra, pero ni aun así, ‘motu proprio’, los sindicatos aceptan ningún tipo de sacrificio y siguen exigiendo que los contribuyentes sevillanos afectados por el ‘tijeretazo’ general y con sus sueldos menguados a fin de mes les mantengan su estatus. Es la paradoja de Tussam.
LAS TRES ‘MARÍAS’
“Desgraciadamente tenemos que afrontar los recortes, los mismos que están afectando a todos los teatros, pero las rebajas sólo afectarán al número de espectáculos, nunca a su calidad”. Con estas palabras, la directora gerente del teatro de la Maestranza, Remedios Navarro, presentó hace unos días la próxima temporada lírico-musical en Sevilla, donde se ha pasado de programar 129 representaciones en el escenario del Paseo de Colón a tan sólo 88, y donde el teatro y la Real Orquesta Sinfónica verán reducidos sus presupuestos en un 18% y en un 20%, respectivamente.
La estimación es que la Sinfónica pasa de disponer de un millón de euros anuales a 800.000 –el Ayuntamiento aporta el 50%- , y que el Maestranza tenía un presupuesto de unos 4.900.000 euros y se queda con 4 millones –aquí la aportación municipal es del 25%-. El tijeretazo municipal a la cultura de la ciudad ha seguido por el Lope de Vega, al que pasa de aportar 500.000 euros anuales a 400.000 (un -20%). Sus programadores confían ahora en la respuesta del público para equilibrar gastos.
CON PÓLVORA CIUDADANA
Así pues, estos tres grandes símbolos de la cultura en Sevilla exigen en conjunto una aportación de dineros públicos de 1,2 millones de euros. A los pocos días de darse a conocer esta merma en el apoyo municipal a estas instituciones, la Junta General de DeSevilla Uno Televisión, la sociedad del Ayuntamiento que gestiona Giralda televisión, acordó solicitar al Consistorio una aportación de otros dos millones de euros de dinero público para compensar las pérdidas de explotación de los primeros meses del canal propagandístico de Monteseirín, que arrancó con 5,5 millones de euros.
Osea, que de momento el coste del canal municipal para el año en curso asciende ya a 7,5 millones de euros, 6,25 veces más de lo que suponen al erario público la ROSS, el Maestranza y el Lope de Vega juntos.
No hay tijeras para la ‘caja tonta’ del alcalde.
Descontrol
La Cámara de Comercio y hasta los trabajadores de la empresa piden al Gobierno que “evite el ridículo” de que Airbus suspenda los ensayos del avión militar de transporte europeo A400M y se lo lleve a Toulouse por falta de controladores aéreos en Sevilla. Es mucho peor que ridículo; es una incompetencia del principio de Peter que afecta a la imagen y al bolsillo de España y de Sevilla ante nuestros socios y ante el mundo y pone en peligro la continuidad del programa aeronáutico justo en la mayor crisis económica contemporánea. Esta carencia de controladores, por improvisación u otras razones, es la prueba del nueve de lo lejos que estamos de ser el tercer polo aeronáutico del continente junto a Hamburgo y Toulouse, como viene sosteniendo triunfalmente la Asociación Oficial de Propagandistas de la Modernidad, con el (sin) alcalde al frente. No hay controladores, no, pero si nos vamos al catálogo de ocupaciones laborales de difícil cobertura del Ministerio de Trabajo (2º trimestre), dice que en Sevilla lo que de verdad hacen falta son….. patrones de yate.
Facturas ‘sombra’
La Consejería de Salud empezará a emitir en otoño facturas informativas, también denominadas ‘facturas sombra’, para –reza la nota oficial- facilitar a los ciudadanos los detalles sobre el coste aproximado de la atención sanitaria que hayan recibido aunque no tengan que abonarla. Con esta iniciativa se pretende concienciar de la inversión que el Gobierno andaluz realiza en el sistema sanitario público regional. ‘Nihil obstat’, pero ¿y si también la Consejería de Presidencia o de Gobernación emitiera ‘facturas sombra’ con los gastos en que incurren nuestros políticos?. Por ejemplo, el coste aproximado del uso de las tarjetas Visa en restaurantes de cinco tenedores –ellos no tiritan- como hacía Mellet con la de Mercasevilla, los viajes del (sin) alcalde de Sevilla en plan capitán Tán a lo ancho y largo de este mundo, las pinceladas de mariscos al centro de Manuel Marchena, el envío del coche de lujo del (sin) a Barcelona para la final de la Copa del Rey y toda la parafernalia que rodea a estos sufridos servidores del pueblo pero siempre a costa del pueblo.