Análisis del distrito urbano-portuario de Sevilla

El presidente de la Autoridad Portuaria de Sevilla (APS) que sigue pensando en clave del delegado municipal de Urbanismo que fue (199-2003) y promotor inmobiliario que no ha sido y ahora quiere serlo, Rafael Carmona, presentó el pasado 25 de enero (2023) el Plan Maestro -me resisto a tanto anglicismo y a eso del Master Plan- del proyecto que ahora ha denominado nuevo distrito urbano-portuario en la, conforme a la jerga urbanística, “interfaz puerto-ciudad”.

Antes que nada hay que destacar que el acto fue organizado por Civisur, la plataforma cívica a la que se debe el eje Sevilla-Málaga -confiemos en que no se haya frenado, como dicen que ha hecho el núcleo de la Tierra- y que sigue laborando en silencio y con eficacia para que las dos principales ciudades andaluzas superen estériles rivalidades y unan sus fuerzas para la consecución de objetivos en beneficio mutuo y de toda Andalucía.

Rafael Carmona, durante la presentación del Distrito Urbano-Portuario

El presidente de la APS viene hablando desde hace tiempo de “un nuevo barrio de Sevilla en la interfaz puerto-ciudad” para tratar de justificar la operación de reconversión del histórico muelle de Tablada y de la franja portuaria existente en paralelo al mismo y a la avenida de Las Razas. La primera fase de esta operación consistió en el abandono de la Zona de Servicios Avanzados prevista en el PGOU a modo de parque tecnológico colindante con el campus universitario de Reina Mercedes y su recalificación para la construcción de 700 viviendas, en su mayor parte de renta libre.

La segunda fase es la definida en el Plan Maestro, que afecta al frente fluvial portuario, desde el puente de Las Delicias hasta el del Centenario, a lo largo de algo más de dos kilómetros.

Consiste en líneas generales en que las naves del 29 y las más cercanas al río dejen de ser portuarias y alberguen, todo muy en inglés como lo del Master Plan, Retail (tradúzcase por comercios), Working Places (lugares de trabajo), Co-Working (espacios para el trabajo compartido), Makers (sitio para creadores o hacedores más que fabricantes), Hub (núcleo, para aparcar vehículos), Port Center (centro del puerto) y otros usos.

Como bien saben quienes me hacen el honor de leerme, nunca he estado a favor de este distrito casi exclusivamente urbano, ya que el segundo adjetivo de portuario quedaría reducido a la mínima expresión de una terminal para cruceros turísticos. Ésta ocuparía en el plano de ordenación tan sólo el 5,66% de todo el frente lineal de actuación en paralelo a la dársena.

No hay día en que no se anuncie en Sevilla un nuevo hotel o una nueva promoción de viviendas, éstas últimamente en antiguas fábricas como la de vidrio de la Trinidad o en la algodonera de Alcosa, sin contar macroproyectos como los de Cruzcampo, Palmas Altas Sur (Isla Natura), Pítamo y Cortijo del Cuarto.

Viviendas y más viviendas con las que también se anuncian nuevos barrios y que, sin embargo, no han servido hasta ahora para frenar la sangría demográfica de nuestra ciudad, tal como vimos en el informe ‘Veintidós mil viviendas más, veintitrés mil habitantes menos’: https://www.manueljesusflorencio.com/2023/01/veintidos-mil-viviendas-mas-veintitres-mil-habitantes-menos/

Por tanto, en mi humilde opinión, no necesitamos que el puerto, conforme a la operación diseñada por el amigo Rafael Carmona, se convierta en un distrito urbano, en otro barrio más de Sevilla, sino que siga siendo puerto, más y mejor, y aún más motor económico para la ciudad, más generador de actividad y de riqueza.

No necesitamos un distrito urbano en el puerto porque desde 2006 tenemos calificado en el Plan General suelo para 50.000 viviendas con las que crear nuevos barrios. En contraste, nuestro puerto va languideciendo y moviendo a cada año que pasa menos mercancías, como demuestra la estadística:

¿No sería exigible al amigo Rafael Carmona que en vez de ejercer de delegado de Urbanismo bis o de promotor inmobiliario pensando en operaciones urbanísticas desde Las Delicias al Centenario ejerciera las 24 horas del día de presidente de la Autoridad Portuaria y pensara en cómo incrementar el tráfico de mercancías y el movimiento de buques en beneficio tanto del puerto como de Sevilla?

Si moviéramos en vez de 4 millones 6 ó 7 millones de toneladas de mercancías y los muelles estuvieran hasta arriba de contenedores la operación del distrito urbano-(mini) portuario carecería de sentido, pero como cada vez hay menos operaciones de carga y descarga y atraque de mercantes sin que nadie se dé por aludido ni asuma responsabilidad por  esta caída de tráfico (231.355 toneladas menos desde que Carmona es presidente de la APS, aunque tiene como eximente que a los 13 meses de iniciado su mandato estalló la pandemia), entonces se puede lanzar el mensaje de que “sobra” puerto y se “justifica” la reconversión del muelle de Tablada, de los tinglados, de las naves del 29 y de la franja de Las Razas en un nuevo barrio, otro más que sumar a los 108 existentes según la última división realizada por el Ayuntamiento.

El muelle de Tablada, con el puente del Centenario al fondo

Tenemos, pues, más de un centenar de barrios pero sólo un puerto. No creo que necesitemos menos puerto ni tampoco un barrio más bajo la denominación de distrito urbano-(mini) portuario, sino todo lo contrario: un puerto que vaya cada vez a más en vez de cada vez a menos, porque hay suelo de sobra en el término municipal para erigir otros distritos urbanos o barrios.

Tras estas consideraciones, equivalentes a la de una voz que clama en el desierto, veamos el Plan Maestro del distrito urbano-(mini)portuario presentado por Rafael Carmona e ilustrado con diversas recreaciones gráficas.

Como todos sabemos por la experiencia acumulada, el papel lo aguanta todo y no sería la primera vez que la realidad posterior no tuviera nada o poco que ver con esos dibujos idílicos de proyectos presentados como ecológicos en que los niños juegan rodeados de zonas verdes y las familias se desplazan en bicicleta por escenarios en los que no se ve ni un coche por los alrededores.

Simulación gráfica presentada por la Autoridad Portuaria

Esta ordenación de usos y actividades sobre el papel podría haber sido, de entrada, peor de la que se nos muestra. Temí en su momento, tras un intercambio epistolar con el responsable del estudio Eddea, que se proyectara la ocupación de las naves portuarias con todo tipo de tiendas y con la excusa de que así se paliaría el supuesto déficit comercial del entorno, por lo que un día me dediqué a contar todas las tiendas que había en la cercana avenida de Reina Mercedes y sólo en una acera -la otra está ocupada por el campus universitario- había más que en el centro comercial Lagoh.

Según el plano de ordenación difundido por la APS sólo hay dos zonas para Retail (comercio minorista), aunque no sabemos qué actividades se desarrollarán en el otro extremo, la futura zona de negocios proyectada junto al puente del Centenario, en la teórica prolongación del parque del Guadaíra.

Dada la cercanía del centro comercial Lagoh no tendría mucho sentido la implantación de otra área comercial más, una especie de Lagoh bis aunque más pequeño, pero nunca se sabe, máxime cuando en el plano aparece la denominada Área Mixta, que podría ser un cajón de sastre en que cupiera cualquier uso.

Las naves del puerto que datan de la época de la Exposición de 1929

En segunda línea, correspondientes a las históricas naves del 29, hay cuatro zonas en el plano calificadas como ‘Working Places’, es decir lugares de trabajo. Según las fuentes consultadas, Rafael Carmona dijo en su intervención que posiblemente sean ocupadas por oficinas de la Administración.

Estas palabras nos remiten al proyecto de traslado aquí de la sede de la Gerencia de Urbanismo, actualmente radicada en la isla de la Cartuja, tal como adelantó el propio Carmona en noviembre de 2021. O sea, que el Ayuntamiento recalificador de la franja portuaria de Las Razas para que el puerto dé un pelotazo con la venta del suelo para 700 viviendas se revela como parte interesada de la operación distrito urbano-(mini) portuario, ya que a su vez con el traslado del personal de Urbanismo a las naves del 29 liberaría el suelo ocupado en la Cartuja por las caracolas de la Gerencia y podría a su vez dar su particular pelotazo con la venta del mismo.

¿Esto es hacer ciudad o hacerse el juego cómplice unos a otros entre Administraciones Públicas?

En el plano de usos y ordenación aparecen dos zonas para ‘Makers’. En mi humilde opinión como cofundador en su día del portal imprimalia, que se convirtió en referencia sobre la impresión 3D en el mundo de habla hispana, éste es el gran acierto del proyecto diseñado por Eddea para la Autoridad Portuaria.

‘Makers’ es la denominación en inglés de los modernos artesanos digitales, los cuales crean o reparan todo tipo de objetos mediante nuevas tecnologías como la impresión tridimensional. Han generado los ‘Fab Lab’ (Laboratorios de Fabricación), tanto en universidades como en otros ámbitos, públicos y privados.

El Fab Lab de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Hispalense, el primero en Andalucía

En Sevilla la cercana Escuela de Arquitectura en el campus de Reina Mercedes cuenta con uno de los 1.168 Fab Labs reconocidos y agrupados en una red internacional. En el debate sobre el futuro de la Gavidia https://www.manueljesusflorencio.com/2018/01/debate-sobre-la-gavidia-o-economia-digital-o-equipamiento-publico/  ya hice alusión al proyecto del Ayuntamiento de Barcelona de implantar un Fab Lab público con tecnología de última generación en cada uno de los diez distritos de la ciudad, proyecto que podría haberse emulado en Sevilla.

Me alegro, pues, de que se haya pensado en la opción ‘Maker’ para al menos una parte de las históricas naves del 29, aunque mejor hubiera sido en todas antes que convertirlas en sustitutas de las caracolas de Urbanismo. El movimiento ‘Maker’ tiene una vertiente que podría explotarse también en este proyecto: las ‘Maker Faire’, ferias para ‘makers’, que congregan, especialmente en Estados Unidos, a miles de personas. Ya están extendidas por todo el mundo y podría sumarse desde aquí Sevilla.

Imagen de la Maker Faire de Nueva York

En prácticamente el centro geográfico de este frente fluvial se ha proyectado un ‘Hub’ de aparcamiento en altura con capacidad para 1.400 plazas. Lo más parecido que he encontrado en Sevilla es el aparcamiento P1 del aeropuerto de San Pablo, sito en las Llegadas, frente al edificio Terminal.

Tiene una altura de 12 metros y plazas de aparcamiento distribuidas en cinco plantas, de la siguiente forma:

Si se le quitara la planta baja (12.376 m2 construidos y sus 327 plazas de estacionamiento) se quedaría con 1.451 plazas, una cifra similar a la prevista para el edificio-aparcamiento del puerto.

Haría falta, pues, en el distrito urbano-(mini) portuario un inmueble sólo para aparcar vehículos de al menos cuatro plantas (baja más tres) y con una edificabilidad de 43.000 m2 en números redondos.

El edificio de aparcamientos en altura del aeropuerto de San Pablo

Los redactores del proyecto han previsto la recuperación del abandonado puente de hierro como una especie de mirador sobre un teatro al aire libre que se ubicaría presumiblemente en derredor de un lago circular conectado con la dársena.

Casi un mes antes de la presentación en el acto organizado por Civisur del Plan Maestro del distrito urbano-(mini) portuario, la APS sacó a concurso, con un presupuesto de 50.000 euros, una asistencia técnica para el análisis estructural del puente, oficialmente denominado de Alfonso XIII, con un plazo de ejecución de medio año.

Según el pliego del concurso, “debido a los trascendentales valores patrimoniales que este puente posee, como símbolo de la renovación industrial de la ciudad, del importante papel que jugó en la Exposición de 1929 y de una de las fases más florecientes de la actividad portuaria de Sevilla, la Autoridad Portuaria de Sevilla ha redactado un Plan de Conservación y Puesta en Valor (PCPV) del Puente de Hierro, con el apoyo del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH)”.

Confiemos en que la recuperación del puente no esté supeditada, aunque bien que lo parece ya que antes no se hizo nada, al proyecto de reconversión de la franja entre el puente de las Delicias y el del Centenario.

Simulación gráfica del puente de hierro asomado a un teatro al aire libre

Sin embargo, no parece que un teatro al aire libre, con el que se corre el mismo riesgo de vandalismo que con el auditorio de El Higuerón Sur, sea el mejor escenario para la nueva función del puente como balcón-mirador. Creo que haría falta aquí un gran hito vinculado al agua que sirviera de elemento simbólico del proyecto y de polo de atracción para vecinos y turistas, un hito como por ejemplo:

El Chorro del Agua, en Ginebra: Del lago de la ciudad suiza emerge una especie  de géiser, una columna formada por 7.000 litros de agua que alcanza los 140 metros de altura gracias a su impulsión por dos bombas. Se ha convertido en el símbolo de la urbe y en su principal atracción turística.

El chorro de agua en el lago de Ginebra

El Espejo del Agua, en Burdeos: Un estanque de 2.000 m2 de superficie cubierto por una lámina de agua de tan sólo dos centímetros que provoca un efecto espejo. Debajo hay un depósito de 800 m3, desde el que se bombea líquido elemento a través de un centenar de canales. Tras un tiempo programado por ordenador, un sistema de electroválvulas permite que el agua retorne al depósito. En la siguiente fase, 900 inyectores colocados en el centro de las losas del estanque general un efecto niebla. Este elemento, aparentemente sencillo, atrae cada día a millares de bordeleses y de turistas y es fuente de disfrute especialmente para los niños, que no dudan en empaparse entre risas.

El Espejo del Agua en la plaza de la Bolsa de Burdeos

La fuente mágica de Montjuic, en Barcelona: Construida con motivo de la Exposición de 1929 en la ciudad condal, está constituida por tres estanques concéntricos, de los que brotan 2.600 litros de agua por segundo mediante un sistema de recirculación. Se pueden generar 7.000 millones de combinaciones de agua y luz para coreografías acuáticas con todo tipo de música. Espectacular.

La fuente mágica barcelonesa

Artilugio de Juanelo Turriano: Ya que se va a recuperar el puente de hierro, ¿por qué no también una réplica del artilugio de Juanelo Turriano, como la que se levantó  junto al Lago de la Expo-92? Podría contarse con la ayuda de la Fundación dedicada a su figura, radicada en Madrid. Turriano construyó en el siglo XVI una máquina hidráulica, especie de noria, que suministraba agua del río Tajo a Toledo salvando un desnivel superior a 100 metros. En la Expo-92 se recreó el artilugio, que además activaba un reloj. Como tantos otros elementos de la Muestra Universal acabó convertido en chatarra y creo que vendido como tal.

Réplica del artilugio de Juanelo Turriano en el Lago de la Expo-92

Rafael Carmona no aclaró en su presentación incógnitas como ¿qué hará la APS con los actuales ocupantes de algunas de las parcelas incluidas en el proyecto del distrito urbano-(mini) portuario? ¿Se enajenará algún suelo? Las adjudicaciones ¿se harán mediante subasta?

El presidente de la Autoridad Portuaria cifró en 400 millones de euros la inversión en este proyecto. Parecen demasiados millones. A título de ejemplo comparativo, para erigir de nueva planta, con su macro aparcamiento subterráneo, el cercano centro comercial Lagoh con sus 100.000 m2 de superficie bruta comercial alquilable, hizo falta una inversión de entre 225 y 250 millones de euros.

Vista exterior del complejo comercial Lagoh

Aparte de las 700 viviendas y del inevitable hotel en la franja de la avenida de Las Razas, en el distrito urbano-(mini) portuario sólo habría que erigir el centro de negocios, el ‘hub’ de aparcamientos, la terminal de cruceros  y la Casa Azul. El resto es adaptación de las naves portuarias a ¿cómo era?, ah, sí, ‘Working Places’.

Para la puesta en marcha del proyecto, la Autoridad Portuaria ha previsto el lanzamiento de la primera fase a partir de 2024 bajo el régimen de concesión administrativa, que implicaría una inversión exclusivamente privada para el desarrollo del ámbito, una vez se haya avanzado la tramitación urbanística.  Y aquí se plantea otra incógnita: concesión administrativa, ¿por cuántos años para que el inversor privado rentabilice su inversión? ¿Cuarenta, como inicialmente para las Setas de la Encarnación, que tantos quebraderos de cabeza están dando a Sacyr?

Ahora mismo no está ni aprobada definitivamente la modificación puntual del PGOU para la avenida de Las Razas y Carmona ya está hablando de obras para el año que viene.

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