Cada día que pasa se conoce un nuevo detalle del proyecto de Ordenanzas Fiscales redactado por la Gerencia de Urbanismo para el próximo ejercicio de 2013. Iba a ser aprobado el pasado viernes, pero el gobierno local lo retiró ‘in extremis’ cuando conoció el rechazo suscitado después de que el PSOE desvelara el ‘tasazo’ que preparaba. El Plan preveía subidas de tasas por numerosos conceptos, y la creación de nuevas figuras impositivas o de cobros por servicios que hasta ahora han sido gratuitos. Así, a título de ejemplo, se pretendía incrementar el coste de las licencias de obras en un 100%, cobrar un mínimo de 120 euros por prorrogarlas, cuando hasta ahora se hacía sin coste alguno, y pasar de la gratuidad de la inspección arqueológica a exigir el abono de entre 1.200 y 3.900 euros.
A estas primeras medidas conocidas se han añadido posteriormente otras de las contenidas en el documento de 160 páginas preparado por los técnicos de Urbanismo. El sector de la hostelería, uno de los más mimados por Zoido, tendría que pagar con estas nonatas Ordenanzas una subida de entre el 5% y el 7% por las licencias de instalación de veladores, de los que ya hay más de 10.000 en las calles de la ciudad. Las tarifas llegaban hasta un alza del 9% cuando se trataba de licencias de carácter semestral.
TAMBIÉN LA SEMANA SANTA
Ni siquiera la Semana Santa escapaba a la voracidad fiscal del Ayuntamiento, que cobra al Consejo General de Cofradías 50.000 euros anuales por la ocupación de la vía pública con sillas y palcos para contemplar las procesiones y al que había previsto exigirle para el nuevo año el pago de un canon de 98.000 euros, casi un 100% más.
Tampoco se iban a librar los propietarios de viviendas y las comunidades de vecinos cuyos bloques tuvieran que pasar la Inspección Técnica de Edificios (ITE). Como se recordará, la Oposición pidió al gobierno local que dejara en suspenso esta obligación debido a que en una ciudad con 90.000 parados hay miles de casos de morosidad en las comunidades, con un incremento del 20% de impagos, según los datos del Colegio de Administradores de Fincas Urbanas.
El Ayuntamiento no sólo no ha accedido a esta petición, sino que había preparado una nueva tarifa añadida a las de las ITE vigentes de 95 euros. Su argumento para tratar de justificarla es que “encauza (sic) a contribuir financieramente el sostenimiento del servicio sin suponer una gran carga económica para los propietarios”. Oculta que esa apàrente pequeña aportación suplementaria para cada propietario, que por otra parte se suma a todas las subidas que viene sufriendo desde el estallido de la crisis (electricidad, gas, butano, gasolina, IVA…), supondría bastante dinero para las arcas municipales.
Esta batería de medidas fiscales abortadas en el último minuto, con creación de nuevas figuras impositivas y subidas de hasta el 100% en algunas de las existentes, se había preparado sin consulta previa a los sectores más directamente afectados, pese a que Zoido había prometido una rebaja impositiva en su programa electoral. Como Rajoy, al final está haciendo todo lo contrario de lo que preconizó.
CONFIANZA PERDIDA
Gaesco, la patronal sevillana de la construcción, se ha sentido traicionada por la corporación local, a la que ha retirado su confianza. Su gerente, Juan Aguilera, ha mostrado públicamente su estupor por la preparación en secreto de un Plan que atacaba directamente a uno de los sectores más castigados por la crisis económica debido al frenazo de la obra pública y de la privada. Si en esta situación se multiplican los costes de las licencias de obras, de la colocación de cubas en la calle, etcétera, etcétera, no se incentiva precisamente, sino todo lo contrario, la realización de trabajos de rehabilitación, único pequeño salvavidas que le queda.
Juan Aguilera, el gerente de Gaesco, se ha lamentado de que pese al espíritu de colaboración de su organización con la Administración y el permanente contacto con la Gerencia de Urbanismo, el Consistorio les hubiera ocultado el expediente.
Igualmente, los hoteleros dicen sentirse “enormemente sorprendidos al conocer por los medios de comunicación que se estuviera valorando una posibilidad tan descabellada como ésta sin consultarnos primero: iría contra toda lógica que el Ayuntamiento optara por asfixiarnos así”.
EL PRETEXTO DEL BORRADOR
Ante el rechazo generalizado al proyecto de nueva Ordenanza Fiscal, el Ayuntamiento ha reaccionado en dos tiempos, tras apresurarse a retirarlas de la circulación. En la primera fase argumentó que se trataba de un mero borrador que no debía confundirse con el documento definitivo. En la segunda, el delegado
de Urbanismo, Maximiliano Vílchez, ha señalado públicamente al gerente de Urbanismo y exresponsable de Empresas Participadas de Cajasol, Alberto de Leopoldo, y a los técnicos de la Gerencia como responsables de esta iniciativa presuntamente unilateral: “Lo elaboraron los técnicos -ha declarado-. Ni el responsable político de Urbanismo, que soy yo, ni el alcalde, lo conocían”.
¿Alguien puede creerse que un documento de 160 folios con todo tipo de datos, que incluye informes de jefes de Servicio y que está referido a la materia más sensible por excelencia de una Administración, cuales son los impuestos, puede ser elaborado por el departamento más poderoso del Ayuntamiento, la Gerencia de Urbanismo, por su cuenta y riesgo y al margen de cualquier directriz política del gobierno municipal? ¿Se han puesto acaso de acuerdo los casi 500 funcionarios de la Gerencia en perder su valioso tiempo concibiendo cómo subirle las tasas a los sevillanos en hasta un 100% e inventándose nuevas figuras impositivas mientras desatendían sus obligaciones habituales?
Naturalmente, la explicación de Maximiliano Vílchez carece de credibilidad, pero en su afán de exculparse frente a los sectores económicos más directamente afectados y ante todos los sevillanos no ha hecho sino empeorar aún más las cosas. Porque, como se dice popularmente, si admitimos pulpo como animal de compañía; si se admite como válida y verídica la explicación del delegado de Urbanismo, ello significa ni más ni menos que Zoido no gobierna en el Ayuntamiento, como prueba el hecho de que se adoptan iniciativas de este calado a sus espaldas y que lo dejan a los pies de los caballos ante la opinión pública sin que él se haya enterado previamente de nada.
AUTORIDAD CUESTIONADA
Y la Oposición y los ciudadanos pueden plantearse cómo un alcalde que ignora hasta la cuantía de los impuestos que pretende cobrarle su Ayuntamiento a los ciudadanos podría aspirar a gobernar con solvencia toda Andalucía en caso de que, también como presidente del PP (A), su partido lo presentara como candidato a la Presidencia de la Junta. Si no controla ni su propio Ayuntamiento de Sevilla ni la Gerencia de Urbanismo ¿cómo va a controlar Andalucía entera? A esta deducción lleva la explicación dada por Vílchez sobre lo acaecido en la Corporación Local hispalense.
Una situación tan grave como ésta pone a Zoido en la tesitura de cortar cabezas de forma fulminante en la Gerencia de Urbanismo, por haberse diseñado en su seno y a sus espaldas una batería de medidas fiscales que ha soliviantado a los sevillanos y a los poderes fácticos de la ciudad. Si no hace nada y deja el ‘statu quo’ sería interpretado como la demostración de una falta de autoridad moral, derivada de haber utilizado a los técnicos como mera coartada (lo mismo que hacía Monteseirín) para no señalarse a sí mismo y a su gobierno como los artífices de unas medidas fiscales desproporcionadas (no estamos hablando de subidas acordes al IPC) y contrarias a su propio programa electoral.
De prometer rebajar los impuestos a planear subirlos incluso en un 100%.
El Ayuntamiento sigue empeñado en homenajear a la Expo de Pellón con la coartada del borrador. Ya saben: cada vez que a la Sociedad Estatal le pillaban un documento comprometedor decía que se trataba de un mero borrador. Nunca era el definitivo, salvo que no suscitara polémicas o conviniera a sus intereses. Max Vílchez ha tirado de ese manual de la Burson Marsteller diciendo otro tanto sobre el plan que le ha pillado Antonio Muñoz, listo para su aprobación, y que entre otros sablazos preveía subir las licencias de obras en casi un 100%: 130 folios firmados uno a uno por el delegado de Urbanismo y su gerente y con informes justificativos de la jefa del servicio de Gestión Financiera y Tesorería y del director de Administración y Economía. ¿Tanto trabajo, tantos implicados, tantos sellos y tantas firmas para sólo un borrador? Cuidado, que los borradores los carga el diablo. Por de pronto, a los de Gaesco, la patronal del ladrillo, ya se les han puesto los pelos de punta. Y menos mal que Zoido llegó a la Alcaldía prometiendo que no iba a subir los impuestos.
Segundo vistazo al sondeo de la Cámara de Comercio y EUSA. El 20% de los jóvenes creen que cuando acaben la carrera su salario superará los 2.000 euros. El 25% piensa que oscilará entre 1.500 y 2.000 euros/mes. El 35% espera cobrar entre 1.000 y 1.500 euros. El 17,5% afirma que su retribución será de entre 700 y 1.000. Y el 2,5%, que será de menos de 700 euros. La Cámara y EUNSA concluyen que el 80% de los encuestados desconoce el mercado laboral. Y yo me pregunto: ¿qué 20% acierta para la Cámara, el que cree que lo suyo sería percibir una soldada superior a los 2.000 euros o la suma de ese otro 20% que se imagina que va a cobrar a final de mes entre 700 y 1.000? Teniendo en cuenta que los reponedores y cajeras de una conocida marca de supermercados cobran más de 1.000 euros/mes por 8 horas de trabajo -y con numerosas ventajas sociales- sin tener en su mayoría estudios universitarios, ¿no daría que pensar que estuvieran en lo cierto quienes tras cinco años de sacrificio para lograr un título superior creen que con suerte alcanzarán la condición de mileuristas?
Philip K. Dick, uno de los autores clásicos de la ciencia-ficción, se planteó una pregunta que dio título a una de sus obras, ya famosa en el género, y que inspiró la película de culto ‘Blade Runner’, protagonizada entre otros por quien luego encarnaría al arqueólogo aventurero Indiana Jones, el actor Harrison Ford: “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?”. La Cámara de Comercio de Sevilla y el campus universitario EUSA han preguntado en una encuesta en plan albertiano qué sueñan los jóvenes sevillanos de ahora y, según coligen por sus respuestas, sus ilusiones son de ciencia-ficción como la novela de Dick porque están totalmente desconectados de la realidad. El onírico deseo de buena parte (un 40%) de la juventud que, por teórica rebeldía generacional, debe estar destinada a cambiar el imperfecto mundo que le vamos a legar es convertirse en funcionarios. Vaya por Dios lo que va de los abuelos revolucionarios a sus nietos, como en la canción del trovador chileno Víctor Jara. Ignoran los muy ingenuos (eso pasa por no leer los periódicos, que alguna ventaja deberían tener, aparte de para papel de envolver) que según los planes de ajuste enviados por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a la Unión Europea aquí no va a haber oferta pública de empleo en unos cuantos años. Y ahora, ¿qué hacemos?
El Ayuntamiento anuncia con trompeterío triunfalista la reactivación de su nuevo invento, el ‘Cecop de cruceros’, con motivo de la próxima arribada al puerto de un barco con turistas. Habrá un despliegue de la Policía Municipal en los extremos del muelle de las Delicias, en la apertura del puente levadizo y alrededor del buque, cuyos pasajeros gozarán de un servicio de vigilancia especial durante sus movimientos por la ciudad, así como de un trato VIP en el Prado de San Sebastián para sus conexiones con el aeropuerto y de una parada reservada de taxis en el Paseo de las Delicias. Asimismo, habrá un zafarrancho de limpieza para dejar Sevilla en estado de revista a su paso. Ante tanta alfombra roja pensé que desembarcarán miles y miles de turistas, pero resulta que son tan sólo 400. Vamos, que cabrían en únicamente siete autocares y serán muchísimos menos visitantes que los que celebran en un fin de semana el Día de cualquier pueblo en Isla Mágica, pero al Ayuntamiento ni se le ocurre barrer la puerta del Parque Temático. Como no se les llama cruceristas…..
la misma idea: “Se está comprobando la situación para documentar las irregularidades y realizar una nueva normativa que evite el fraude”. Según Zoido, es lamentable que se hayan cometido estas “irregularidades” cuando se ha de “atender a personas en estas situaciones”.
Los peores temores de los sindicatos se han cumplido y a Zoido se le ha acabado el dinero para el bonobús solidario este verano, justo en paralelo a dos polémicas que implicaban una generosa asignación de recursos para otras iniciativas mucho menos perentorias: 180.000 euros para alicatar con azulejos la zapata de Triana y 230.000 euros para teledirigir propaganda a los distritos a través de Internet. Dicho de otro modo: el 73% de la suma de estas dos iniciativas equivale a los 300.000 euros detraídos al bonobús solidario.
Item más, en muchos casos, de los que puedo dar fe, no había tal disyuntiva, sino una copulativa: jóvenes que trabajaban y estudiaban. Estudiantes que por la mañana se afanaban en las labores de una fábrica y que durante la otra mitad del día, por las noches, los fines de semana o incluso mediante cursos por correspondencia o a distancia, completaban a trancas y barrancas una carrera para mejorar sus expectativas. Estaban alentados por unos padres que veían en la educación, a la que ellos no pudieron acceder por falta de medios o por las consecuencias de la guerrra civil, el único ‘ascensor’ posible en la escala social.
El híper concejal Goro Serrano, chico para todo de Zoido, dice sobre la suspensión del bonobús solidario, oficialmente por falta de dinero, que la partida presupuestaria que se le ha destinado en 2012 era “prácticamente coincidente” con la de 2011. El salto (ya que hablamos de viajes, como en los tramos del Metro) de 2,8 a 2,5 millones de euros supone una diferencia del -10,72%. Por bastante menos que eso con la gasolina este verano, ha convocado el ministro Soria a los mandamases de las petroleras a su despacho y les ha leído la cartilla. En cifras absolutas, el recorte al bonobús solidario ha sido de 300.000 euros. Teniendo en cuenta que al Consistorio se le ha acabado el dinero justo después de adjudicar por 230.000 euros una web con la inocente intención de trasladar digitalmente (nunca mejor dicho) la información municipal a los distritos (Marchena era más burro y lo hacía buzoneando los barrios con revistas plagadas de fotos de Monteseirín), la conclusión es obvia: le ha quitado dinero al bonobús solidario para destinarlo a propaganda. Robin Hood al revés.
‘Weekday’, la filial alemana de la multinacional ‘H&M’, considerada como la Zara sueca, se ha visto obligada a retirar del mercado la camiseta que había lanzado en homenaje a Juan Manuel Sánchez Gordillo, dadas las virulentas reacciones, a favor y en contra, que había suscitado su iniciativa en las redes sociales, donde lo mismo se instaba a boicotear a la compañía que a agilizar los pedidos por Internet antes de que el género se le agotara.
Samaranch); mantuvo vivo el ‘Anillo Olímpico’ de Montjuich, donde este año ha organizado el Mundial de Atletismo Junior y en 2013 albergará el Mundial de Natación, y, previamente, el Campeonato de Europa (2010) y el Campeonato del Mundo Indoor (1995), y donde las instalaciones, como el Palau Sant Jordi, albergan hasta congresos médicos, en contraste con nuestro Palacio de San Pablo; cada año la ciudad organiza además cerca de 350 eventos deportivos (¡casi uno diario!), con unos 250.000 participantes de media.
Desde que en 2002 se celebró el Año Internacional de Gaudí y se abrió al público la fabulosa Casa Batlló en el Paseo de Gracia, la fiebre por conocer la obra del genial arquitecto de Reus aumenta cada año. Las colas para entrar en la Sagrada Familia son tan multitudinarias (dos horas de espera) como las de Versalles y la Capilla Sixtina: 3,2 millones de visitas/año. No en vano la Cámara de Comercio de Monza le atribuye en un estudio un valor de marca de 90.366 millones de euros, más aún que al museo del Prado (59.262 millones).