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Zoido cobrará 20 euros por piscina y 6,40 a locales con animales

 

El gobierno municipal que preside Zoido anuncia por una parte la rebaja de impuestos como el IBI para el ejercicio de 2014 en un 13,4%, tras haberlo subido previamente en un 10%, pero, por otra, se inventa nuevas figuras en forma de tasas y precios públicos con los que incrementar los ingresos de las arcas municipales y compensar por un lado y al menos en parte lo que deja de recaudar por otro, aunque la revelación por Viva Sevilla de su plan de imponer el copago policial le haya obligado a renunciar a esta medida impopular.

No obstante, la lista de nuevas tasas preparadas en las Ordenanzas Fiscales para que entren en vigor en 2014 es más amplia y no se detenía sólo en cobrar por los partes y los atestados policiales. Si el año pasado se trató de cargar la mano en Urbanismo a la hora de generar nuevos ingresos, en éste el periscopio de la Delegación de Hacienda se ha fijado especialmente  en los servicios que prestan el Laboratorio y el Centro Zoosanitario municipales para crear nuevas figuras con que gravar los bolsillos de los ciudadanos que los requieran.

Así, invocando la necesidad de prevenir la legionelosis, que hasta ahora sólo ha provocado casos en torres de refrigeración de grandes establecimientos como un hotel de la Macarena, el Ayuntamiento cobrará 20 euros por el control de las piscinas de las comunidades de vecinos y de otro uso colectivo mediante un libro de registro de operaciones de mantenimiento.

El afán recaudatorio del gobierno local trasciende los seres humanos para fijarse en los animales domésticos. Si hasta ahora existía un Registro de Animales Potencialmente Peligrosos por el que ya se cobraba una tasa a los dueños de tan singulares mascotas inscritos en el mismo, el Ayuntamiento planea cobrar 6,40 euros en virtud de este farragoso concepto: tramitación para la inclusión de consultorios, clínicas y hospitales veterinarios, albergues, residencias, criaderos, centros de adiestramiento, establecimientos de venta, refugios para animales abandonados y perdidos, establecimientos para la práctica de equitación, centros de estética y cualquiera otros que cumplan análogas funciones o en los que de forma permanente se realicen actividades relacionadas con animales de compañía en el Registro Municipal de Centros Veterinarios y Centros para la Venta, Adiestramiento y Cuidado de los Animales de Compañía. Este Registro se aprobó en abril de 2011, pero el Ayuntamiento ha esperado dos años y medio para crear la que parece inevitable tasa.

La fauna da mucho juego a la corporación para 2014, tanto que se ha inventado una decena de nuevas tasas a cuenta de los animales. Hasta ahora cobraba 7,76 euros por la recogida de gatos en colonias, pero ha decidido fraccionar el servicio para crear así nuevas figuras. Hasta tres visitas para desarrollar esta labor supondrá el cobro de 40 euros; 15 euros por un desplazamiento y animal, y 8 euros por cada gato en colonia incontrolada.

Si anteriormente se cobraban 206 euros por recogida de animales mayores, el Ayuntamiento ha caído en la cuenta de que también los hay ‘menores’, y crea para ellos una tasa de 100 euros. La colocación de jaulas /trampa para palomas supondrá una tasa de 70 euros si el plazo de permanencia es de un mes, a la que se añadirán 40 euros por cada fracción de 15 días extra. Además, por la captura de palomos deportivos o aves y entrega al propietario se impondrá una tasa de 15 euros. Cualquier informe veterinario, y no sólo las necropsias, se cobrará a razón de 41,20 euros, y se creará una nueva tasa de 50 euros por la extracción de cerebros para el envío de análisis de rabia.

SÍNDROME DE DIÓGENES

El Ayuntamiento también cobrará por una de las variantes del denominado ‘Síndrome de Diógenes’: 1.500 euros cuando los servicios municipales tengan que ejecutar de forma subsidiaria la orden de saneamiento de una vivienda por problemas de sanidad derivados de incumplimiento de los deberes con animales de compañía, aparición de pulgas, insectos….

Este dinero no se cobrará cuando quede acreditado por los Servicios Sociales del Ayuntamiento que el afectado carece de recursos económicos.

Zoido crea el copago policial

El alcalde anuncia la primera rebaja de impuestos en Sevilla durante la Democracia al reducir en un 13,4% el IBI para el año próximo tras haberlo subido previamente en un 10%, pero esa reducción no alcanza a las tasas y los precios públicos y, además, crea otras nuevas de las que no se ha informado a la opinión pública, como es el caso de un nuevo copago policial.

El Ayuntamiento ha incluido dos nuevos epígrafes en su propuesta para 2014 de la Ordenanza Fiscal reguladora de la Tasa por los Documentos que expida o de que entienda la Administración o las Autoridades Municipales a instancia de parte, sin que exista una Memoria de justificación económica para estas dos nuevas medidas más que la de esgrimir el tiempo y gasto empleados en la confección, gestión y tramitación de los documentos, como si ello no formara parte de la labor policial desde siempre y supusiera un acontecimiento extraordinario e imprevisto que hubiera que afrontar a partir de ahora.

Así, los sevillanos tendrán que pagar 5 euros por la expedición de certificaciones y acreditaciones de las actuaciones que haga la Policía Local para particulares, compañías de seguros, despachos de abogados…. sobre siniestros en bienes materiales (responsabilidad patrimonial) como caídas, lesiones, denuncias, obras, daños, inundaciones….

Seis veces más, en concreto 30 euros, costará a los implicados en un accidente de tráfico la expedición del típico informe/atestado de la Policía Municipal. Esta tasa también habrá que pagarla cuando la Policía intervenga en siniestros en bienes materiales ante casos de posible responsabilidad patrimonial.

Los contribuyentes sevillanos ya pagan con sus impuestos,  a través del Ayuntamiento, cerca de 43 millones de euros en sueldos a la Policía Local para que haga sus labores habituales, amén de 6,5 millones de euros en complementos de productividad (en los que, por ejemplo, podrían englobarse las actividades citadas anteriormente para no aplicar nuevas cargas económicas a los ciudadanos), pero al Gobierno de Juan Ignacio Zoido no le basta con todo ese dinero y ha decidido inventarse estas dos nuevas tasas que, junto con la imposición de multas, contribuirán a deteriorar aún más la imagen de los policías a pie de calle.

Tasa cero

Se les llena la boca con la palabra Sevilla y se consideran a sí mismos la esencia de la ciudad, pero a la hora de contribuir a los gastos exigen un trato de favor y que paguen los demás. El presidente del Consejo General de Cofradías insta al Ayuntamiento a que le apliquen la tasa cero ( o sea, cero impuestos) por la ocupación de la vía pública con el negocio que hacen con sus sillas en Semana Santa. Vamos, que a efectos fiscales, además de los habituales (recuerden que un solo comentario suyo forzó el levantamiento por obras de la Campana este verano, sólo para complacerlo y aunque se fastidiaran los comerciantes), quieren la misma consideración VIP que el Sevilla y el Betis, los cuales ya se autoaplican no la tasa cero, sino la menos cero directamente. Y otros que tal bailan son los de Gaesco. Han acudido a Urbanismo a exigirle una rebaja del 40% en las Ordenanzas. Dicen que conforme a la cuantía en que han bajado los pisos. Cuando ellos los ponían por las nubes, nunca se ofrecieron voluntarios a la Gerencia para pagar en línea con sus enormes plusvalías.

La coartada

El Ayuntamiento sigue empeñado en homenajear a la Expo de Pellón con la coartada del borrador. Ya saben: cada vez que a la Sociedad Estatal le pillaban un documento comprometedor decía que se trataba de un mero borrador. Nunca era el definitivo, salvo que no suscitara polémicas o conviniera a sus intereses. Max Vílchez ha tirado de ese manual de la Burson Marsteller diciendo otro tanto sobre el plan que le ha pillado Antonio Muñoz,  listo para su aprobación, y que entre otros sablazos preveía subir las licencias de obras en casi un 100%: 130 folios firmados uno a uno por el delegado de Urbanismo y su gerente y con informes justificativos de la jefa del servicio de Gestión Financiera y Tesorería y del director de Administración y Economía. ¿Tanto trabajo, tantos implicados, tantos sellos y tantas firmas para sólo un borrador? Cuidado, que los borradores los carga el diablo. Por de pronto, a los de Gaesco, la patronal del ladrillo, ya se les han puesto los pelos de punta. Y menos mal que Zoido llegó a la Alcaldía prometiendo que no iba a subir los impuestos.

Sevilla, la ciudad con más impuestos

Una familia media paga 716 euros en tributos locales frente a los 655 de Barcelona y los 540 de Madrid

Sevilla es además la segunda ciudad más cara para los empresarios por el Impuesto de Actividades Económicas

Una familia media sevillana que tenga dos hijos, un piso de entre 85 y 95 metros cuadrados y un automóvil de gama media paga al Ayuntamiento presidido por  Monteseirïn 716 euros anualmente en tributos locales, la cifra más alta entre las grandes ciudades españolas, según se desprende del Ránking Tributario de los Municipios Españoles 2010, que desde hace trece años elabora el Ayuntamiento de Madrid.

El gobierno ‘de progreso’ PSOE-Iu ha puesto a Sevilla a la cabeza de las grandes ciudades españolas en materia de tributación local, ya que una familia prototipo hispalense paga al Fisco municipal 716,29 euros anuales por conceptos tales como el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), la tasa de basuras, el distintivo por la tasa de estacionamiento, el sello del coche y la tasa por paso de vehículos, los tributos sobre los que se ha hecho una comparación homogénea entre las principales capitales de provincia.

Frente a la cifra del sufrido contribuyente sevillano, una familia similar paga en Barcelona, la segunda ciudad con más tributación,  655,59 euros/año; en Madrid, 540,76 euros; en Valencia, 533,18 euros; en Málaga, 493,10 euros y en Zaragoza, 462,64 euros. Por tanto, a efectos fiscales, vivir en Sevilla es un 8,5% más caro que en Barcelona; un 24,21% más que en Madrid; un 25,57% más que en Valencia; un 31,14% más que en Málaga y un 35,42% más que en Zaragoza.

El Ayuntamiento hispalense pregona sistemáticamente al final de cada ejercicio que atendiendo a los efectos de la crisis ‘congela’ la mayor parte de sus tributos y que se limita a incrementarlos en igual proporción a la subida del coste de la vida, una expresión contradictoria en sí misma, ya que ‘congelación’ significa dejarlos tal como están y no elevarlos ni siquiera conforme al IPC.

Sin embargo, el análisis comparativo realizado un año más por el Ayuntamiento de Madrid en su ya clásico ‘Ránking Tributario de los Municipios Españoles’ llega a la conclusión en lo referido al ejercicio en curso que el propietario de un piso medio en Sevilla (de entre 85 y 95 m2) ha pagado un 5,28% más que en el año precedente, en línea con la subida media de las 52 capitales de provincia (un 5,3%).

La cuota que se paga en Sevilla por un piso que tuviera en el año 1990 un valor catastral de 6.010 euros y al que cada año transcurrido desde entonces se le hayan incrementado las actualizaciones aprobadas por Hacienda ha pasado de 82,08 euros a 86,43 euros, lo que revela un mayor esfuerzo fiscal absoluto por el Impuesto de Bienes Inmuebles. Así, aunque el Consistorio arguya que ha congelado el IBI, al optar por aumentar el valor catastral de los pisos en realidad está aumentando su base imponible y con ello el contribuyente ha de afrontar una mayor factura fiscal.

El Ayuntamiento presidido por Monteseirín no sólo ‘fríe’ a impuestos a las familias sevillanas más que ninguna otra corporación municipal española, sino que también lo hace con las empresas domiciliadas en la capital de Andalucía. La cuota tipo en euros por el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) asciende a 801,23 euros y es la segunda más alta después de la de Barcelona (835,42 euros) y por delante de Madrid (771,81), Murcia (770,06), Valencia (733,24), Zaragoza (521,55) y Málaga (335,57).

LA TABLA DE LOS MUNICIPIOS

En un intento de realizar comparaciones de presión fiscal con otros municipios, el Ayuntamiento de Madrid publicó, en el año 1997, su primer «ranking tributario de los municipios españoles». Desde entonces, el ranking se viene publicando con regularidad año tras año y se ha convertido en un instrumento ya clásico de fiscalidad comparada.

El ranking distingue entre los conceptos de esfuerzo fiscal absoluto y esfuerzo fiscal relativo para cada una de las figuras tributarias locales (Impuesto sobre Bienes Inmuebles, Impuesto de Actividades Económicas, Impuesto sobre Circulación de Vehículos de Tracción Mecánica, Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras e Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana), estableciendo posteriormente un entorno en el que se tienen en cuenta los indicadores de esfuerzo fiscal correspondientes a cada una de las 52 ciudades capitales de provincia y los 15 municipios de más de 50.000 habitantes de la Comunidad Autónoma de Madrid. En el intento de lograr una mayor objetividad de situaciones comparativas, se definen los siguientes conceptos:

-Tipo impositivo máximo y mínimo.

– Tipo impositivo equivalente (únicamente en el caso del IBI, para municipios con revisión reciente de valores catastrales).

-Rango máximo: diferencia entre tipo impositivo máximo y mínimo.

-Rango establecido: diferencia entre tipo impositivo establecido y el tipo mínimo que permite la ley.

-Rango equivalente (únicamente en el caso del IBI, para municipios con revisión reciente de valores catastrales).

– Esfuerzo fiscal relativo: porcentaje que supone el rango establecido o equivalente sobre el rango máximo.

CUADRO COMPARATIVO DE TRIBUTOS LOCALES

Sevilla                 Barcelona      Madrid        Valencia         Málaga       Zaragoza

IBI             415,69                 297,79           294,79         335,90           286,87           170,17

Recargo

IBI                 0,00                  42,06               0,00             0,00             0,00               0,00

Basura         74,64                  90,72               59,00          44,40              0,00             34,72

Tasa de

Parking       72,50                    52,00               24,60            0,00            63,89           130,00

Sello

Coche        130,46               143,88              137,00        125,42          134,60           125,50

Paso de

Vehículos    23,00                   29,14               25,37          27,46              7,94               2,25

TOTAL     716,29                655,59              540,76         533,18         493,30          462,64

Cifras en euros para una familia con dos hijos, piso de 85-95 m2 y coche gama media

CIUDADES CON IMPUESTOS

MÁS CAROS

(Sevilla = Base 100)

1)      Sevilla              =  100,00

2)      Barcelona          =    91,52

3)      Madrid              =    75,49

4)      Valencia            =    74,43

5)      Málaga              =    68,86

6)      Zaragoza           =    64,58

Tomando los 716,29 euros de Sevilla como base 100, las cifras reflejan el porcentaje de menor impuestos que se pagan en otras urbes. Así, Málaga es un 31,14% más barata que Sevilla.

El alcalde, sin margen para más ingresos

Aplica ya prácticamente el tope máximo que le permite la ley en los cinco principales impuestos

En los diez años que lleva de mandato duplicará el coste del recibo del IBI que pagan los sevillanos

Trata de hacer caja con las multas de tráfico, cuya recaudación ha multiplicado por cinco en sólo dos años


Ha anunciado  la supresión de servicios por falta de fondos

Diez años después de la llegada de Monteseirín a la Alcaldía, el Ayuntamiento de Sevilla se halla en una más que delicada situación financiera, con una deuda de 493 millones de euros según el Banco de España, una mengua de 52 millones de euros en las transferencias del Estado por efecto de la crisis económica, el arrastre del déficit de ejercicios anteriores, con Lipasam y Tussam prácticamente en quiebra y sin apenas poder incrementar la capacidad recaudatoria municipal porque roza, cuando no aplica ya, los tipos máximos impositivos que le permite la Ley reguladora de las Haciendas Locales.

La asfixia económica en que se encuentra el Ayuntamiento de Sevilla un decenio después de la llegada de Monteseirín a la Alcaldía es tal que él mismo ha anunciado que peligran algunos servicios municipales, y ello pese a que el Consistorio socialista ha exprimido casi al máximo las posibilidades recaudatorias que le otorga la ley y a que los sevillanos son, comparativamente, los habitantes de las grandes ciudades españolas que más impuestos pagan por ser propietarios de una vivienda.

El sevillano que haya tenido la sabia precaución de archivar los justificantes de pago de sus impuestos podrá comprobar que desde el ejercicio del 2000, el primero en que entraron en vigor unos Presupuestos Municipales con Monteseirín como alcalde, hasta el año 2009 el recibo del IBI se le ha incrementado en un 90% en números redondos.

La base imponible de este impuesto es el valor catastral de los bienes inmuebles. Cuando Hacienda autoriza su revisión, la base imponible sube en un 100% y el incremento se aplica gradualmente durante un decenio, a razón de un 10% anualmente. El 2010 será el último año de aplicación de la subida (el 10% restante) para completar la duplicación del coste del recibo.

Morosos y multas

Ahora bien, los tipos impositivos del IBI pueden ser incrementados o reducidos por los Ayuntamientos en los supuestos y dentro de los límites fijados por la ley reguladora de las Haciendas Locales. La norma permite aplicar un tipo impositivo sobre la base imponible que oscila entre el 0,4% y el 1,1%. El Ayuntamiento de Sevilla aplica un 0,847% desde el año 2002. Otros ayuntamientos, como el de Cádiz, han logrado una congelación práctica del IBI a través del tipo impositivo aplicable.

En la delicada situación financiera en que se halla el Consistorio sevillano, a Monteseirín aún le queda un último pero impopular recurso: incrementar el tipo impositivo del IBI hasta ese máximo legal permitido del 1,1%, lo que supondría un nuevo ‘catastrazo’ en el bolsillo de los sevillanos.

Consciente del efecto electoral ‘boomerang’ que podría tener esta hipotética medida de urgencia para el PSOE en las elecciones municipales de 2011, Monteseirín ha dado orden a la Delegación de Hacienda de que haga lo imposible por cobrar los 45 millones de euros que en conjunto adeudan millares de contribuyentes al Ayuntamiento por diversos conceptos desde hace 15 años, pese a que la Oposición estima que muchas de esas deudas han prescrito.

Otra de las medidas para engrosar como sea las arcas municipales es incrementar en lo posible las multas por infracciones de tráfico y, en especial, por aparcar en doble fila. El famoso coche ‘ponemultas’ y el comando especial de la Policía Local denominado ‘Blackberry’, por haber sido equipados con tecnología de última generación para imponer sanciones con la mayor fiabilidad y celeridad, son dos exponentes de la nueva política municipal, que está dando sus frutos. En tan sólo dos años, el Ayuntamiento ha pasado de recaudar 2,5 millones de euros por sanciones a los automovilistas a 11,3  millones de euros: casi cinco veces más.

Topes máximos

Otra de las opciones que tiene el alcalde de hacer más caja es sello del coche. Se trata de un impuesto directo y real que grava la titularidad de los vehículos de tracción mecánica de cualquier clase y categoría, aptos para circular por las vías públicas. La ley de Haciendas Locales fija un cuadro de tarifas en función de la potencia fiscal y clase de vehículo. Los Ayuntamientos pueden incrementar las cuotas fijadas en dicho cuadro aplicando unos coeficientes en función de la población de derecho de su municipio. El coeficiente máximo en el caso de Sevilla es el 2% y el Ayuntamiento ya aplica un 1,82%, por lo que el margen de maniobra que le queda es muy escaso.

El Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana grava el aumento de valor que los terrenos urbanos hayan experimentado a lo largo de un periodo máximo de veinte años, siempre que tal aumento se ponga de manifiesto como consecuencia de su enajenación o de la limitación de su dominio, ambas a título oneroso o lucrativo.

La base imponible es el incremento del valor de los terrenos, que se calcula aplicando sobre el valor catastral del suelo en el momento del devengo un porcentaje a fijar por cada Ayuntamiento que varía en función de la población de derecho del Ayuntamiento y de los periodos de revalorización de los solares, y que se sitúa entre un mínimo del 2 por 100 y un máximo del 3,7 por 100. Sobre esta base se aplica un tipo impositivo fijado por cada Ayuntamiento cuyos límites oscilan también en función de la población de derecho del municipio entre un mínimo del 16 por 100 y un máximo del 30 por 100. Pues bien, el Consistorio sevillano ya aplica el tope máximo.

El  Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras tiene un carácter indirecto y  grava la realización dentro del término municipal de aquellas actividades enunciadas en su denominación que requieran licencia municipal, haya sido expedida o no ésta. La base imponible está formada por el coste de la operación gravada. El tipo impositivo básico es del 2 por 100, incrementable por los Ayuntamientos hasta un máximo del 4 por 100 en función de la población de derecho del municipio. En este caso, la Corporación hispalense también aplica el máximo permitido por la ley.

El Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE), de carácter directo,  se exige por el ejercicio de actividades empresariales, profesionales o artísticas. La cuota tributaria resulta de aplicar las tarifas del Impuesto. Las tarifas mínimas se aprueban por Real Decreto y sobre ellas los Ayuntamientos pueden aplicar un coeficiente en función de la población de derecho del municipio, e independientemente pueden aplicar una escala de índices que pondera la situación del local comercial en función de la categoría de la calle en la que radique. En Sevilla hay recargos por cinco categorías de vías públicas y el Ayuntamiento ha fijado también el máximo legal, por lo que carece de margen de maniobra.

Con este panorama, al Consistorio sólo le queda prácticamente incrementar ingresos por la vía de las tasas municipales (hay 29), un método tampoco muy popular, ya que el contribuyente percibe con nitidez el efecto de las subidas en su bolsillo.

LOS ‘AGUJEROS’ CONDICIONAN

EL PRESUPUESTO DE 2010

Los Ayuntamientos presididos por Monteseirín baten records de retraso en la aprobación de los Presupuestos. Los del año 2009 vieron la luz en abril con la excusa del Plan ‘E’, aunque ello no fue óbice para que corporaciones de otras grandes ciudades beneficiarias también del plan de reactivación de Zapatero los tramitaran en tiempo y forma. Igual está ocurriendo este año, ya que se prevé que las cuentas municipales no se aprueben hasta la primavera, máxime cuando la Delegación de Hacienda deberá hacer encaje de bolillos para cuadrar los números.

El problema de fondo radica en que los gastos de la Corporación son más o menos fijos (más bien más que menos) mientras que los ingresos son variables y dependen en buena medida de las transferencias estatales. El punto de partida son 52 millones menos de dinero aportado por el Gobierno de la nación por causa de la crisis y la caída de recaudación en las arcas del Estado.

Siguiente hándicap: el Ayuntamiento arrastra un déficit de 87 millones de euros del ejercicio de 2008 y la Ley le obliga a realizar un plan de saneamiento para reducirlo en el plazo de tres años, ya que en caso contrario quedaría bajo la tutela económica de la Junta de Andalucía. Así pues, en los Presupuestos de 2010 debe ahorrar un tercio de ese déficit: 29 millones de euros.

Se estima que por el hundimiento del sector inmobiliario, la Hacienda municipal podría dejar de ingresar unos 7 millones de euros por los impuestos relacionados con el mundo de la construcción y las plusvalías de los terrenos.

Y, por ende, el Ayuntamiento deberá afrontar los déficits generados por las empresas municipales. Tussam podría acabar el ejercicio 2009 con un ‘agujero’ superior a los 50 millones de euros, y Lipasam tiene pendiente de ejecución un plan de saneamiento por unos 30 millones. En esta senda de pérdidas se hallaría ya Giralda Tv, que precisaría de una financiación añadida de 1,5 millones de euros.

En esta situación de caída general de ingresos y arrastre de déficits, a la Corporación sólo le queda recortar gastos allí donde pueda. La primera víctima del tijeretazo municipal ha sido la Real Orquesta Sinfónica: mientras las demás Administraciones mantendrán sus aportaciones para el año 2010, el Ayuntamiento ha recortado su contribución a una de las señas de identidad culturales de la ciudad.

Los sevillanos, obligados al segundo mayor esfuerzo fiscal

Sevilla es la urbe donde más se tributa por IBI, un 18% por encima de la media de las principales capitales

El Ayuntamiento presenta como ‘congelación’ de impuestos las subidas que aprueba en aplicación del IPC de junio

La Hacienda local no ha reflejado la inflación negativa en las Ordenanzas Fiscales para 2010

El Ayuntamiento aplicará de inmediato las Ordenanzas Fiscales para 2010 sin necesidad de celebrar un Pleno de aprobación definitiva al no haberse registrado previamente ninguna alegación en el periodo legalmente establecido para ello. En su día  el PP presentó 37 enmiendas, de las que el gobierno municipal únicamente aceptó la concerniente al fraccionamiento del IBI a las personas en paro, autónomos, pensionistas o a aquellas empresas con dificultades económicas.

La delegada municipal de Hacienda, Nieves Hernández, ha declarado que la decisión de ‘congelar’ los tributos supone en realidad una bajada, ya que los últimos datos auguran un cierre del año con IPC positivo, pese a lo cual el Ayuntamiento no se ha acogido a esta referencia de inflación. Sin embargo, la Corporación municipal confunde sistemáticamente a los sevillanos con el uso equívoco del término ‘congelación’ y con la referencia temporal al IPC, ya que omite que toma como indicador el índice de precios de junio y no el de diciembre.

De atender a la semántica municipal, los sevillanos vivirían en un auténtico paraíso fiscal, ya que sistemáticamente cada año el Ayuntamiento anuncia que ‘congela’ los tributos. Conforme a la octava acepción del término que aparece en el Diccionario de la Academia y al entendimiento del común de los mortales, ‘congelar’ significa en economía “declarar inmodificables sueldos, salarios o precios”. Esa es la idea que el Consistorio trata de inocular en la mente de los sevillanos cuando habla de ‘congelación’, en vez de reconocer que sube los impuestos conforme al IPC.

Si el Ayuntamiento hubiera congelado realmente los tributos, como viene sosteniendo  en los últimos años, la recaudación municipal se habría mantenido prácticamente invariada (cabrían excepciones, como una hipotética subida de ingresos pese a que no se subiera el IBI y  merced al supuesto de  un incremento en la entrega de viviendas, que como es obvio no ha sido el caso).

Sin embargo y conforme a los datos facilitados por la propia Hacienda local sobre la cuantía de la recaudación por los principales impuestos en los dos años de la crisis (2008 y 2009), con la construcción prácticamente paralizada y un desplome del consumo y de la actividad económica, el Consistorio  ha pasado de ingresar 146,3 millones de euros en concepto de IBI en 2008 a 160,9 millones en 2009 (un 10,93% más); por el sello de los automóviles, ha pasado de recaudar 37 a 40 millones de euros (un 8,15% más); por el impuesto sobre construcciones y obras, de 16,8 a 18,9 millones de euros (un 12,03% más).

Sólo han caído los ingresos por incremento del valor de los terrenos, que han pasado de 17,4 a 17,2 millones (un 1,16% menos) y por actividades económicas (el IAE), de 43 a 28,9 millones (un considerable descenso del 32,77 %), pero como consecuencia de la crudeza de la crisis en Sevilla y de la paralización del sector inmobiliario, no porque la Hacienda local decretase esa eufemística ‘congelación’ tributaria.

Malabarismos con el IPC

El segundo eufemismo municipal es que con la supuesta ‘congelación’ tributaria aplica en realidad una bajada de impuestos, ya que el IPC oficial de diciembre puede ser positivo (algunas estimaciones hablan de un + 0,8%). Lo que no dice la delegada municipal de Hacienda es que el Ayuntamiento suele aplicar su política fiscal basándose cada año en el IPC no de diciembre (en tal caso, ¿cuánto tardaría en elaborar los Presupuestos del ejercicio siguiente si ya los presenta fuera de plazo, como ahora, cuando calcula que lo hará en marzo), sino de junio. Así, en 2008 tomó como referencia el IPC del mes semiveraniego, que ascendió al 5,%, justo antes del crash económico, y no el de diciembre, cuando se contrajo hasta el 1,4%.

Este año 2009, el IPC de julio ha sido negativo (-1%), al igual que durante otros siete meses del ejercicio, de ahí el miedo a los efectos de una deflación, peor aún que la inflación. En aplicación de la lógica municipal, el PP pidió al equipo de gobierno PSOE-IU una rebaja en similar proporción en los tributos municipales y de un 5% en la tasa de basuras para el pequeño comercio, además de la eliminación de la tasa de la licencia de apertura de comercios y la de mercados municipales para los placeros. Según los populares, la reducción de estos ingresos se podría compensar con una mengua del 10% en partidas de propaganda, reuniones, estudios técnicos, Plan Estratégico y Fundación DeSevilla.

El gobierno municipal volvió a esgrimir el término ‘congelación’ en vez de aplicar la caída del IPC estival y alegó que una bajada de un punto no se notaría en el recibo final del IBI, por lo que era preferible facilitar el fraccionamiento del pago a 36 meses en vez de a 24. Ese punto que según el Ayuntamiento no se nota, habría dejado en los bolsillos de los sevillanos 1,6 millones de euros, cantidad que la Corporación puede destinar a, por ejemplo, su aparato de propaganda, con Giralda Tv al frente.

Informe Funcas

La tercera tesis del gobierno municipal es que Sevilla se encuentra a niveles similares, en cuanto a tributación fiscal, que el resto de las grandes ciudades, “y así –ha dicho Nieves Hernández- lo corroboran informes del Ministerio de Hacienda y del Ayuntamiento de Madrid”. Aunque el papel y el retorcimiento de la semántica lo soportan aparentemente todo, no es lo mismo la presión fiscal que el esfuerzo fiscal.

La presión fiscal mide los ingresos de las Administraciones en relación con el Producto Interior Bruto. El defecto principal de este indicador es que no tiene en cuenta la existencia de diferentes niveles de desarrollo entre ciudades, en diferentes momentos, en la estructura económica, en población, productividad, tasas de actividad, etc…, de ahí que se hayan propuesto como alternativa diversos indicadores de esfuerzo fiscal, el cual consiste en dividir la presión fiscal por la renta per cápita.

En este sentido, con datos de la Agencia Tributaria y de otros departamentos del Ministerio de Hacienda, la revista Papeles de Economía Española, que edita la Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas), publicó en su número 116 (año 2008) los índices de esfuerzo fiscal de los municipios españoles con relación a población, renta e IRPF. Este informe revelaba que  el esfuerzo fiscal de los sevillanos según sus ingresos por base imponible de IRPF arroja un dígito de 87, el segundo más alto entre las grandes capitales de España, superando a Málaga (83), Murcia (75), Barcelona (64), Madrid (47) y Valencia (42), y sólo inferior a Zaragoza (97).

El ranking tributario

Y ya que Nieves Hernández ha citado el Ranking Fiscal que por municipios elabora el Ayuntamiento de Madrid, en la clasificación por diferentes tributos el panorama es el siguiente:

IBI (esfuerzo fiscal absoluto): Sevilla es la capital donde más se tributa por este concepto, con una cuota de 97,07 euros, un 18,26% más que la media del conjunto formado por Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga, Murcia y Zaragoza.

Impuesto sobre el Valor de los Terrenos (esfuerzo fiscal absoluto): Sevilla, con una cuota de 61,81 euros (la media está en 61,77), es la cuarta más cara tras Barcelona, Madrid y Málaga, y por delante de Zaragoza, Murcia y Valencia.

Impuesto de Actividades Económicas (esfuerzo fiscal relativo): Con una cuota de 56,86 euros (la media es de 51,7), Sevilla es la segunda con mayor coeficiente entre las grandes capitales, sólo superada por Barcelona (58,53 euros) y por delante del resto. Contrasta la gran diferencia con Málaga, cuya cuota del IAE es de las más baratas (34,07 euros).

Impuesto sobre construcciones y obras (esfuerzo fiscal relativo): Sevilla está al mismo nivel, el más caro, que el resto, pues solamente Barcelona tiene una política fiscal más barata en este capítulo (cuota de 81,25 euros frente a 100 de las demás).

Sello del coche (esfuerzo fiscal relativo): Sevilla, con una tarifa de 61,81 euros, figura en el cuarto puesto entre las grandes capitales.  Es más barata que Barcelona (68,15), Bilbao (65,08), Madrid (64) y Málaga (63,75), pero más cara que Zaragoza (58,70), Murcia (58,35) y Valencia (57,66).

Estos datos comparativos demuestran que Sevilla no se encuentra a un nivel similar al del resto de las grandes capitales, sino a un nivel muy superior en algunos casos y, como promedio, en el grupo de cabeza de las ciudades que más exprimen los bolsillos de los contribuyentes. Por tanto, los sevillanos no viven en esa Arcadia tributaria que dibuja el Ayuntamiento con su anual mensaje de que los impuestos no suben porque siempre quedan ‘congelados’.

MAS FACILIDADES

PARA PAGAR A PLAZOS

El Ayuntamiento ha anunciado que para facilitar a los sevillanos el cumplimiento de las obligaciones fiscales derivadas de las Ordenanzas que entran en vigor con el nuevo año 2010 elevará de 6.000 a 18.000 euros el límite de la cantidad adeudada sin necesidad de aportar aval bancario y ampliará de 24 a 36 meses el plazo máximo de pago. Asimismo, el límite de la renta se elevará hasta 3,75 veces en el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (Iprem).

En esta línea y en la de las bonificaciones, se mantendrá la exención del impuesto sobre vehículos para los ciclomotores y las motocicletas cuya cilindrada no supere los 125 centímetros cúbicos. Se mantendrá también la bonificación en el Impuesto sobre Bienes e Inmuebles (IBI) para familias numerosas y en el caso del impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO), se bonificará al 90 por ciento en el caso de obras que favorezcan a las personas con discapacidad. Los organismos públicos de investigación y de enseñanzas universitarias, en el caso del IBI, gozarán de una bonificación del 95 por ciento.