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Regeneración

De la sociedad civil con encefalograma plano de Sevilla ha nacido un regeneracionista Foro Al-Andalus, que se ha presentado con un simbólico concierto de la refundada Orquesta Bética de Cámara, heredera de Falla. Yo le deseo larga vida a este Foro y que sea fiel al espíritu del 27 con el que se identifica, para lo cual hay dos condiciones ‘sine qua non’. La primera, que no se eche en brazos de los políticos, para que no le pase como al Ateneo mendicante de   Monteseirín y Marchena por un plato de lentejas a cambio de que el valido saliera en la Cabalgata, vileza evitada de forma indirecta por la juez Alaya al imputarlo; la segunda, que no se deje fagocitar por los noveleros, que primero desprecian cualquier innovación y luego, si ven que triunfa, se infiltran cual caballo de Troya y acaban apoderándose de ella o desnaturalizándola. Recuerde Al Andalus, como el alma dormida de Jorge Manrique, que así empezó también la Biacs y mire cómo ha acabado tras cobijar a políticos en su seno. ¿Qué es, pues, regeneración? ¿Y tú me lo preguntas? La ausencia de subvención.

Dimisionario

Una de las leyendas negras de España, tan negra como las que levantan los guiñoles de Canal+ Francia sobre nuestros deportistas, es que aquí no dimite nadie y que ni con agua hirviendo se puede despegar a un carguillo de su sillón. La prueba de que no es más que eso, una leyenda, es Viera. O será que el resucitado y autoenterrado en sólo siete días es la excepción que confirma la regla, porque el ya ‘ex’ del PSOE local tiene un largo historial de espantadas y de tirarse al callejón. Primera dimisión, que recuerde: como delegado del Gobierno para dar el (a)salto al PSOE de Sevilla. Segunda: Viera ‘el breve’ le da con la puerta del Ayuntamiento en las narices a Monteseirín y abandona como concejal sin tiempo ni para calentar la silla. Tercera: se larga de Cartuja 93 para quedarse en el Parlamento andaluz. Cuarta: se va del PSOE de Sevilla cinco minutos antes de que lo eche Susana, sin respeto para esas canas. Ahora sólo le falta dimitir como diputado si la juez Alaya lo empura por los ERE, pero en tal hipótesis sospecho que se acabaría su carrera dimisionaria.

La juez Alaya investiga los ERE de la Cuenca Minera

La juez titular del Juzgado de Instrucción Nº 6 de Sevilla, Mercedes Alaya, que invetiga las variadas ramificaciones del escándalo Mercasevilla (petición de comisiones ilegales a unos empresarios; adjudicación de unos terrenos a una empresa cuando había una oferta de otra superior en 60 millones de euros…), y dentro de las mismas los expedientes de regulación de empleo (ERE) presuntamente fraudulentos, ha dictado un nuevo auto en el que exige al Instituto Nacional de Empleo el código de ocupación y los coeficientes reductores de la edad de jubilación (y en este caso de prejubilación) de los antiguos mineros de Riotinto y de otras explotaciones de la Franja Pirítica de Huelva, en atención a la penosidad y peligrosidad de su trabajo y aplicables a cada uno de los incluidos en una extensa lista de nombres que llena más de 22 folios.

La juez pide las pólizas de seguro que permitieron financiar las prejubilaciones de los mineros de Almagrera, Navan Resources, Herrerías, Nueva Tharsis y Minas de Riotinto. En este último caso, la magistrada exige los datos referidos además a veintiún mineros pensionados por invalidez absoluta. He aquí el auto completo de la juez:

* Auto Juez Alaya

Fuera del armario

La portavoz del Gobierno andaluz, Mar Moreno, dice tras el varapalo del Supremo a la Junta en el caso de los ERE -con origen en Mercasevilla- que la voluntad de Griñán es remitir a la juez Alaya el 100% de las actas del Consejo de Gobierno “sin excluir ni una coma, porque no tiene absolutamente nada que ocultar”. Y si no tiene qué ocultar ni hay materia reservada en unas actas que por naturaleza deben ser públicas en una Democracia que sale reforzada por esta sentencia  y por la batalla de la juez, ¿por qué se ha resistido como gato panza arriba durante meses a entregar los papeles y montó el numerito de los viajes de ida y vuelta en los armarios blindados hasta el Juzgado? De perdidos, al río, se habrá dicho Griñán, que quiere aparecer ahora marchando el primero por la senda de la transparencia. Según Mar Moreno, en el fondo la Junta ha procedido así por una mera cuestión de fuero. ¿Y qué fuero defendía si no era el de parapetarse tras un secreto oficial decretado por ella misma?  Ahora los papeles tendrán que salir del armario. Al final, ni fuero ni huevo.

Subsistencia

El exalcalde socialista de El Pedroso y miembro del clan de la Sierra Norte, Rafael Rosendo, ha negado por escrito ante la juez Mercedes Alaya que sea un intruso en el ERE de la empresa Cydeplas y ha defendido que los 109.750 euros que percibió por una póliza avalada por la Junta de Andalucía fue una “renta de subsistencia” individual, de carácter extraordinario y legal. Según Rosendo, él ha recibido el mismo trato que cualquier otro trabajador en paro con problemas para acceder al mercado laboral por su avanzada edad, ya que cuando abandonó la Alcaldía  tenía 59 años. Si era una renta de subsistencia porque iba con una mano atrás y otra delante, ¿cómo ha podido devolver al cabo de cuatro años el dinero para aminorar una posible condena? Los dos millones de parados que en España no perciben ayuda gubernamental alguna habrán tomado buena nota de la declaración de Rafael Rosendo para, en cuanto frisen los 60 años, exigir el mismo trato igualitario que él: una rentita de 109.750 euros. Eso sí que es un puente hacia la jubilación y no el del  anuncio de Mapfre.

 

 

 

 

 

La tómbola

¿Se puede ser gerente sin tener ni idea de la normativa que debe aplicarse en función del cargo y de la responsabilidad que ello entraña? Sería imposible en una empresa que se precie, porque el interfecto habría acabado de patitas en la calle al evidenciarse su ignorancia, pero en el Ayuntamiento de Monteseirín el desconocimiento de la ley no era un impedimento para ser alto cargo, ya que la ‘condición sine qua non’, como ha demostrado la deposición de su valido, Manuel Marchena, ante la juez Alaya era ser amiguete y paño de lágrimas del (ex) alcalde. Del interrogatorio de la magistrada al otrora gerente de Urbanismo ha trascendido que el cienmileurista (170.000 euros de sueldo) confesó desconocer el Reglamento de Gestión Urbanística y el expediente urbanístico relacionado con las empresas Larena y Sanma (a pesar de que estaban en juego 158 millones de euros), y que dijo tan campante que las firmas en los documentos eran “puramente procedimentales”.De todo lo cual se colige que a Marchena le tocó el cargo de gerente en una tómbola, la tómbola de Monteseirín.

 

 

Socrático

Manuel Marchena, el valido de Monteseirín, sufría tal impaciencia por declarar ante la juez Alaya tras su imputación en el caso Mercasevilla que otrora se presentó en los Juzgados sin cita previa. Tuvieron que echarlo de allí porque, fiel a sus despóticas maneras, ni siquiera había pedido la vez. Ahora, tras ocho meses en el corredor de los imputados, ha comparecido al fin ante su señoría. Cuentan las primeras crónicas que se quedó tan demudado al conocer que lo era por cuadruplicado, que lo único que se le ocurrió fue pedir un vaso de agua. De Emasesa, naturalmente, no de las de marca a  que acostumbraba en los restaurantes para acompañarse las pinceladas al centro. Repuesto del susto, el geógrafo se mostró más bien filósofo, en concreto socrático ateniense, al sostener: “Yo sólo sé que no sé nada”. El valido ha confesado ante la magistrada que él ni daba instrucciones en la Gerencia, ni sabía de expedientes, ni ná de ná. Osea, que lo único que sabía como gerente de Urbanismo era cobrar. Para eso era un lince: 170.000 euros  por no tener ni p..ajolera idea.

 

 

La doctrina

¿Qué es Mercasevilla? Una sociedad anónima mercantil, aunque el Ayuntamiento sea su accionista principal. No es una ONG ni una asociación benéfica, sino una empresa que, como tal y por definición, tiene ánimo de lucro: se crea para ganar dinero, no para regalarlo ni perderlo. Esta empresa recibió dos ofertas por su suelo: una de 158 millones y otra de 106. Lo vendió a la oferta que era un 33% más barata y perdió así 52 millones de euros. ¿No suena raro? Tanto que la juez Alaya le ha pedido explicaciones a Torrijos, su vicepresidente por entonces. Según Torrijos, el suelo se vendió al peor postor para evitar la especulación. Quédense con la copla de la doctrina Torrijos y aplíquenla al resto de las empresas municipales. ¿Qué van a comprar un bonobús de Tussam? Paguen un 33% menos. ¿La factura de Emasesa? Ordenen al banco un descuento del 33%. ¿La letra del piso de Emvisesa? Ídem de ídem. Y si alguien les exige responsabilidades o les acusan de insumisión u objeción fiscal, respondan con la doctrina de Torrijos: estamos contribuyendo a evitar la inflación.

 

Un nudo más

Torrijos 2En el suelto ‘Cuerda de imputados’ hice un recuento de concejales, altos cargos y correligionarios del entorno más próximo al (sin) alcalde que acaban desfilando ante la Justicia por los numerosos escándalos que han enfangado los doce años de mandato de Monteseirín, la peor etapa de la reciente historia de Sevilla. Ahora, la cuerda tiene un  nudo más tras la imputación de Torrijos por la juez Alaya en el caso Mercasevilla, la madre de todos los corderos que han ido saltando después, EREs incluidos. El primer teniente de alcalde alardeaba entre calada y calada a su característica pipa de que en el Merca no se movía un solo papel sin que él lo supiera, pero a raíz de estallar el escándalo ha procurado ponerse de perfil. No ha colado. Fran Fernández y Torrijos han sido los dos últimos de Filipinas del (sin) alcalde en acabar en la lista negra. Monteseirín se mantuvo en el Poder merced a la campaña del ‘urbanismo bajo sospecha’. Ahora, deja el Poder no con el Urbanismo, sino con el Ayuntamiento entero sospechoso de corrupción. Este es su legado y no el de las setas.

Olvido

El interventor del Ayuntamiento, que es miembro de la Comisión Ejecutiva y del Consejo de Administración de Mercasevilla, ha confesado ante la juez Alaya que ni él ni el secretario se leyeron el pliego de condiciones por el que la empresa municipal vendió a Sanma un suelo valorado en 106 millones de euros pese a que su oferta era inferior en 75 millones a la de Noga. Pero, ¿en qué manos estamos? Una cosa es que Celis revelara que él tampoco se leía los papeles aun siendo delegado de Urbanismo y otra muy distinta es que tampoco lo hagan quienes como fedatarios públicos tienen la obligación legal de supervisarlo todo. Seguro que a la hora de pasar por caja a fin de mes y de cobrar las dietas de los consejos de Mercasevilla no sufrieron olvido alguno. Ha dicho el interventor que no revisó el pliego de la venta presuntamente fraudulenta porque se fiaba de Fernando Mellet, al que luego grabaron los empresarios de La Raza mientras, presuntamente, les pedía comisiones ilegales. Con su testimonio, el interventor ha demostrado que quien no es digno de confianza es él.