Andalucía recibió con motivo de la Expo-92 el doble de inversión que Sevilla, que era la sede del evento
Durante la crisis, los Presupuestos del Estado han destinado mil millones más a Málaga que a Sevilla
El presidente de la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES), Miguel Rus, ha impulsado un ‘lobby’ o grupo de presión denominado ‘Por una Sevilla con futuro’, a la que hasta ahora se han adherido medio centenar de entidades y que, con el lema Sevilla ya, tiene por objetivo declarado la exigencia a las Administraciones Públicas de que inviertan en las infraestructuras pendientes tanto en la capital como en la provincia, empezando por la ronda SE-40, las tres líneas de Metro, la conexión ferroviaria con el aeropuerto y el AVE a Málaga.

Aunque la plataforma se presenta, o la presentan, como la expresión de los anhelos de la sociedad civil sevillana, no es tal, ya que Rus se cuidó muy mucho de, por ejemplo, invitar al acto de constitución a Ecologistas en Acción, que podría haber puesto el contrapunto a su visión meramente desarrollista; y la Asociación de Jóvenes Agricultores (ASAJA) la declinó tras ver cómo el presidente de la patronal sigue apostando por el dragado del Guadalquivir, ahora rebautizado de forma eufemística como “mejora de la navegabilidad del río y del puerto”, pese a la oposición de agricultores y pescadores, científicos, Consejo de Participación de Doñana y la Unesco.
La segunda gran omisión de Rus ha sido la social, pese a que tiempo ha demostró su sensibilidad en un discurso ante la asamblea de la CES en el que se refirió expresamente a los barrios más pobres de España, que por desgracia están en Sevilla. La plataforma por él impulsada es como una moneda de una sola cara con la inscripción ‘infraestructuras’.
Carece de reverso social, ya que no reivindica ninguna medida para paliar la situación de esa media docena de barrios entre los de menos renta del país, como sería una mayor dotación y más celeridad en la ejecución de los planes de intervención en las zonas desfavorecidas o nuevos Edusi aparte del de la zona Norte.

Rus todavía está a tiempo de evitar que su plataforma se vea única y exclusivamente como el ‘lobby’ del ladrillo, el de los constructores e ingenieros, que por deformación o interés sólo tienen ojos para carreteras, puentes, ferrocarriles y dragados en medio de un panorama de emergencia social (casi 67.000 parados aparte de miles de familias pobres).
EL DESARROLLO
Esa visión reduccionista la trata de justificar el presidente de la CES con el argumento de que las infraestructuras traen el desarrollo, una tesis compartida por el secretario provincial de CCOO, Alfonso Vidán, que traduce desarrollo por empleo. El debate sobre las causas del desarrollo/subdesarrollo viene al menos desde los tiempos de Harry Richardson. ¿Son las infraestructuras las que generan el desarrollo o es el desarrollo el que demanda las infraestructuras?
Algunos datos para reflexionar al respecto. Se ha estimado que entre 1986 y 2012 Andalucía recibió en ayudas de todo tipo -especialmente para infraestructuras- de la Unión Europea unos 72.500 millones de euros, equivalentes a 12 billones de las antiguas pesetas, pese a lo cual seguimos en el furgón de cola continental. La lectura también podría ser la contraria: preguntarnos cómo estaríamos si no hubiéramos recibido tal ingente cantidad de dinero.

Item más, un reciente informe del Instituto de Estudios Económicos revela que Andalucía es la región que más inversiones estatales en infraestructuras del transporte ha recibido en el último decenio, con el 15,3% del total, seguida de Cataluña (14,7%) y de Madrid (13,1%). Por su parte, la Cámara de Comercio de Barcelona, tras analizar la ejecución de las inversiones del Ministerio de Fomento, llega a la conclusión de que Andalucía ha sido la más beneficiada también entre 2010 y 2016, sin que ello haya supuesto el despegue regional.
CASTIGO
Pero una cosa es el conjunto de Andalucía y otra, Sevilla y su provincia. En tal sentido, Rus denuncia que Sevilla ha sido la gran olvidada en la política de inversiones de las Administraciones Públicas en los últimos 25 años, “lo que no sólo ha repercutido, muy negativamente, en nuestro desarrollo -ha afirmado-, sino también en haber podido aprovechar la recuperación económica, que nos hubiera permitido consolidarnos como provincia de referencia a todos los niveles. Sevilla -ha añadido- ha estado castigada en los Presupuestos de manera reiterativa y es el momento de poner fin a este desprecio histórico”.
Ese “castigo” del que habla Rus en el último cuarto de siglo nos lleva al mito de que Sevilla ya tuvo una sobredosis de inversión con motivo de la Expo-92. Se trata de un mito infundado. En primer lugar porque las inversiones sirvieron en todo caso para compensar el déficit histórico acumulado. Y en segundo lugar, porque la gran beneficiaria fue en realidad Andalucía.

Tal como en su día reflejé en el informe ‘Los números que hicieron de Sevilla la mayor Exposición de la historia’, la inversión total en la región con motivo de la Muestra y excluyendo Sevilla y su área metropolitana ascendió a 847.200 millones de pesetas. En Sevilla y su alfoz las Administraciones invirtieron 275.800 millones. A ello hay que añadir los 130.009 millones que empleó la Sociedad Estatal en la isla de la Cartuja.
En cuanto a la inversión de los países (100.000 millones) y de las empresas participantes (50.000 millones), fue ajena a la de las Administraciones españolas y conforme al Reglamento del BIE en principio eran de carácter efímero, ya que estaban obligados a demoler sus pabellones (que luego se los indultaran o que los cedieran por un precio simbólico fue otra historia). Así pues, Andalucía recibió 847.200 millones y Sevilla, 405.809 millones, menos de la mitad (el 47,9% de aquella cifra), pese a lo cual ésta ha colgado con el sambenito de privilegiada frente al resto de provincias andaluzas.
COMPARACIÓN
Rus ha puesto como prueba del “castigo” a Sevilla los datos de inversión en los Presupuestos Generales del Estado desde 2008 (848,15 millones de euros) a 2018 (239,08 millones). He tratado de poner estos datos aislados en el contexto regional comparándolos con las inversiones simultáneas en la provincia de Málaga, donde más se usa el agravio comparativo con Sevilla, a partir de las informaciones de los medios malagueños, declaraciones de sus políticos, informes de su patronal y otros. Aun admitiendo un margen de error, “grosso modo” en los últimos once años Málaga habría recibido mil millones de euros más en números redondos (5.606,3) que Sevilla (4.603,8), aun teniendo Sevilla más población (1.939.887 habitantes frente a 1.641.121) y el doble de territorio que atender (14.036 Km2 frente a 7.308).

La comparación podría ser todavía más desfavorable para Sevilla, ya que en abril del año pasado la vicesecretaria general del PSOE malagueño, Fuensanta Lima, declaró que la inversión del Gobierno socialista de Zapatero en Málaga desde 2005 a 2011 fue de 6.615 millones de euros.
La conclusión es que en un periodo largo de once años, coincidente además con la crisis económica y en el que ha habido recortes generales en la inversión para reducir el déficit público, los aplicados a Sevilla han sido superiores y que el déficit acumulado en la ciudad y su provincia o ha impedido iniciar proyectos necesarios y pendientes desde hace años (las líneas de Metro, la conexión ferroviaria del aeropuerto) o eternizado obras en curso (la SE-40, con menos de la mitad en servicio).
Comparación Sevilla-Málaga en los Presupuestos del Estado
Año Sevilla Málaga Diferencia
2008 848,15 1.130 (+ 281,85 Málaga)
2009 703,13 1.117 (+ 413,87 Málaga)
2010 663,29 1.068,5 (+ 405,21 Málaga)
2011 426,10 750 (+ 323,90 Málaga)
2012 270,00 264 (+ 6,00 Sevilla)
2013 275,41 289,9 (+ 14,49 Málaga)
2014 289,59 188,5 (+ 101,09 Sevilla)
2015 335,50 272,5 (+ 63,00 Sevilla)
2016 332,58 243,4 (+ 89,58 Sevilla)
2017 221,05 135 (+ 86,05 Sevilla)
2018 239,08 147,5 (+ 91,58 Sevilla)
Total 4.603,88 5.606,30 (+1.002,42 Málaga)







El delegado de Medio Ambiente ha adelantado que se piensa en medidas como la inclusión del Jardín Americano en el estudio de seguridad que se está realizando en numerosos parques de la ciudad, más presencia policial los fines de semana en horario nocturno, que es cuando se detectan los actos vandálicos, y en especial cuando se celebran eventos en el Auditorio o el estadio ‘Olímpico’, y la organización de actividades para mantenerlo en actividad constante, no sólo a diario, sino también los fines de semana.
Por tanto, el nuevo gobierno local recibió esta zona verde totalmente renovada, y aunque tuvo que realizar una primera operación de desbroce y de poda de grandes árboles, la mayor parte de los daños que ahora sufre se han producido durante el actual mandato, por varios errores clave que Vílchez ha sabido diagnosticar con acierto. Por eso mismo se comprende menos aún la contumacia con que se ha perseverado en ellos hasta que la situación ha pasado a ser de dominio público: dejarlo sin actividad ciudadana y sin vigilancia policial.
Como los sevillanos habían estado pagando recargos, tasas, impuestos (o como se le llame a que el Poder te meta la mano en el bolsillo) hasta casi las vísperas de la Expo 92 pero por la lápida de la Expo del 29, para desterrar los miedos a que se repitiera la historia, apenas ser nombrado comisario de la Muestra Olivencia anunció que su objetivo era el ‘balance cero’. Algo inexistente o heterodoxo según los puristas de la economía (los mismos que ven brotes verdes donde los demás sólo un erial) pero que entendimos hasta los más torpes de Letras. Pues después de Olivencia (los 20.000 millones en números rojos se los imputaron a Pellón), el único que va camino de repetir el dichoso anuncio es Zoido. El alcalde prometió en su programa mil VPO cada año y en vez de las tres mil viviendas (sin doble sentido) que debería llevar ya en su tercer año de mandato ha conseguido que Emvisesa no haya promovido ninguna. Cero absoluto. ¿Zoido ‘for president’ de la Junta de Andalucía? ¡Qué va! Lo que en verdad le iría a Zoido sería que lo nombraran comisario de la próxima Expo.
La Expo-92 motivó que los participantes bucearan en la historia, a la busca de algún vínculo que les permitiera congraciarse con Sevilla. Así fue como trascendió la existencia de más de 600 habitantes de Coria del Río a los que, por apellidarse Japón, se supone descendientes de los expedicionarios que hace 400 años remontaron el Guadalquivir procedentes del país del sol naciente y liderados por el samurái Hasekura Tsunenaga. En el archipiélago nipón quedaron entusiasmados al saber de esta colonia en Occidente, y la ciudad de Sendai, desde la que partió la denominada Embajada Keicho, cursó una invitación formal a Sevilla para el hermanamiento de ambas urbes en la época de Rojas Marcos como alcalde. Pese a que Japón es una potencia mundial y a los beneficios culturales, turísticos y de todo tipo de un hermanamiento que para los japoneses no tenía nada de folklórico, sino un carácter verdaderamente sentimental, Sevilla, con su tradicional desidia, lleva 21 años demorando la respuesta. Así funciona esta ciudad. Ni reloj suizo, como pretende Zoido, ni reloj japonés.
El Ayuntamiento de Vélez-Málaga ha autorizado a la empresa concesionaria de su tranvía a que alquile los tres trenes existentes a una ciudad cercana a Sidney (Australia) por 200.000 euros anuales ante la imposibilidad de mantener una infraestructura cuya construcción costó 40 millones de euros y que genera un insoportable déficit para las arcas municipales superior a los 800.000 euros/año. En contraste, el Ayuntamiento de Sevilla, sin título siquiera para tal prerrogativa, vetó sistemáticamente durante la era Monteseirín los intentos de Agesa de ceder a otras ciudades españolas interesadas el telecabina o el tren monorraíl (Zaragoza, Benalmádena…) de la Expo-92, pese a que habían dejado de utilizarse desde hacía años y años en la isla de la Cartuja por antieconómicos. Mientras que el tranvía de Vélez-Málaga presta servicio aunque sea en las antípodas, el telecabina y el tren monorraíl de la Muestra Universal han devenido en pura chatarra, sin utilidad alguna ni para Sevilla ni para ninguna otra ciudad. Monteseirín, la moderna versión del perro del hortelano.
Vílchez ha anunciado un ‘lifting’ del PGOU en forma de ‘actualizaciones’ pero que pueden derivar en una completa cirugía estética y, entre sus argumentos, ha afirmado que durante la elaboración del Plan vigente “en ningún caso la oposición -entonces el PP- tuvo acceso a poder participar; nunca se le dio oportunidad para participar”.
áreas de interés en que se dividió la Biblia urbanística de la ciudad. Luego se formaron 14 mesas más en los barrios, se distribuyeron CD entre los sevillanos y se creó una página web específica, por lo que al final los ciudadanos presentaron 7.000 alegaciones. ¡Si hasta el PP votó a favor del Metaplán, aunque al final del proceso lo hiciera en contra!
¿Y quién ha sido el primero en dejar de construir viviendas, en su caso de protección oficial, y ha ralentizado al máximo, incluso con despidos de personal, la actividad de Emvisesa? El propio Ayuntamiento, que alega que no hay demanda o que la escasa existente ya no es para compra, sino para alquiler, debido a que la banca no concede créditos. Vílchez no pretenderá que los promotores privados hagan lo que él tampoco hace como delegado de Urbanismo.
Si mi memoria no me falla, los PGOUs anteriores datan de 1946, 1964, 1987 y 2006. El periodo de vigencia de cada uno ha oscilado entre 18 y 23 años, y si no hubiera mediado la Expo-92 alguno incluso habría durado más tiempo. Habida cuenta de estos precedentes y de que por la crisis nos hallamos en recesión, iniciar un cambio del PGOU por la tesis de su desfase en sólo un septenio es poco convincente.
Vílchez debe cambiar de argumentario. Que diga claramente que en realidad pretende cambiar el modelo de ciudad de PSOE e IU, volver a construir aparcamientos rotatorios en el casco antiguo -como el de la Alameda- y recalificar para uso comercial la Gavidia, pero ni un comercio ni varios parkings más en el Centro van por sí solos a reactivar la economía ni acabar con los 90.000 parados sevillanos como trata de sugerirnos el delegado cuando dice que el PGOU “impide el desarrollo de la ciudad”.
A Manuel Pizarro, al que por decir la verdad sobre la crisis que teníamos en lo alto casi toda la prensa dio por perdedor en aquel debate con el vendedor de humo Solbes, lo ha nombrado Esperanza Aguirre ‘fiscal anticorrupción’ interno o especie de sheriff del PP de Madrid, para frenar la corrupción a raíz del caso Bárcenas. Es una novedad vieja, con veinte años de antigüedad. Manuel Olivencia, el gran mercantilista y profesor de Felipe González, fue de las primeras cosas que hizo apenas endosarle aquél el marrón de organizar la Exposición Universal de Sevilla a ocho años vista. No sólo sometería a su Oficina a una auditoría externa, sino que también creó como doble mecanismo de vigilancia un Departamento de Auditoría Interna. Y así ocurrió que Alberto Cabello, el adjunto al director del mismo, llegó a denunciar a Pellón por una presunta ocultación de informes económicos al Tribunal de Cuentas, algo inimaginable hoy. Vamos, como si Pizarro denunciase a la Espe. Así pues, el que inventó la figura del sheriff fue, paradójicamente, un comisario: el de la Expo-92.
En el Telediario de la Primera Cadena de TVE conectan con Sevilla, donde junto a Zoido está el alcalde de Bilbao, al que han premiado como mejor edil del mundo. Y va Iñaki Azkurra y dice: “Yo pensaba que en Bilbao hacía frío, pero anda que en Sevilla…..”. Son ya muchos a los que, como a él, se les ha derrumbado el mito de que en nuestra ciudad sólo hace calor. El comisario de Noruega en la Expo, un diplomático que se había recorrido medio planeta, me confesaba en su piso con tabiques de Pladur de Ciudad Expo que no había pasado más frío en su vida que entre nosotros, no sólo por las bajas temperaturas invernales, sino también porque las casas no estaban preparadas para tal inclemencia meteorológica. La Organizadora de la Muestra Universal registró tres grados bajo cero en la isla de la Cartuja….¡en el mes de mayo!. Así que también aquí hace un frío que se las pela, como descubrió el alcalde de Bilbao justo el día en que a Asunción Fley le había estallado la polémica por la prohibición de los calefactores en los colegios. Otra que aún vive en el mito del calor.