Duplica el de la media nacional, según un estudio de Adeces
La ciudad también supera los 34 días de media en que funciona la iluminación y se apunta al derroche de inaugurarla en noviembre
Lebrija y El Coronil han renunciado al alumbrado navideño para destinar el presupuesto a programas de carácter social
El coste medio del alumbrado navideño este año en las grandes urbes y ciudades medias de España es de 209.247 euros, un 21% inferior al del año 2011, según un estudio realizado por la Asociación Pro Derechos Civiles, Económicos y Sociales (Adeces) entre cuarenta y seis ciudades españolas de todas las comunidades autónomas para comprobar cómo se utiliza el dinero público en nuestro país. El estudio analiza las horas y días de iluminación navideños, el consumo energético, el coste de la energía del alumbrado especial por estas fechas y otros parámetros, y del mismo se colige que Sevilla no sólo no ha reducido su gasto en iluminación navideña, sino que con los 437.373 euros destinados a este capítulo supera en un 109% la media de las 46 ciudades más importantes del país.
La famosa promesa de Juan Ignacio Zoido de “luz y taquígrafos” sobre cualquier aspecto referido al Ayuntamiento tampoco se cumple en las luces navideñas, ya que Adeces ha incluido al Consistorio sevillano en su lista negra de diecinueve que se han negado a facilitar datos reales o estimados sobre el coste de su factura energética para estas fechas especiales con el argumento de que hasta que no se desmonta el alumbrado no se conoce realmente, cuando según la asociación los municipios al menos han tenido que efectuar la correspondiente previsión de gasto. Adeces insiste en que el objetivo de su estudio es establecer comparaciones que permitan a las instituciones y los ciudadanos evaluar en términos relativos su forma de funcionamiento, pero que las instituciones locales a veces piensan que los datos y las informaciones son de su exclusiva propiedad, por las dificultades que ponen para su difusión. Lamentablemente, el Ayuntamiento de Sevilla tampoco aplica en esta cuestión la transparencia prometida en su día por el alcalde.
La media estimada para el año en curso del coste energético de la iluminación navideña es de 5.781 euros para el conjunto de España, un 36% menos que en 2011, cuando ascendió a 8.985 euros. En cuanto a la media estimada de coste per cápita de los 27 ayuntamientos que han facilitado datos es de 3,60 céntimos, un 20% inferior al año pasado. Entre las siete grandes urbes sólo han facilitado información Madrid, cuyo coste per cápita es de 0,24 céntimos; Valencia, 0,88, y Bilbao, 075.
HORAS DE ILUMINACIÓN
La media en que el alumbrado navideño está encendido es de 194,49 horas en este año de 2012, cuando Adeces estima como razonable no pasar de 135 horas, por lo que a su juicio, y máxime en plena crisis económica, sigue siendo un tiempo excesivo y pide a los Ayuntamientos una mayor contención en el gasto.
En Sevilla, el alumbrado navideño permanece encendido diariamente de 18:30 a 23 horas, salvo los días 24 y 31 de diciembre y 5 de enero, en que se prolonga hasta la 1 de la madrugada. Por tanto, serán 177 horas, cifra inferior a la media nacional. En el conjunto de las siete grandes ciudades de España, las horas de iluminación son las siguientes: Madrid, 187 horas; Barcelona, 246; Valencia, 211; Sevilla, 177, Zaragoza, 153; Málaga, 246,5 horas; Bilbao, 169.
DIAS DE ILUMINACIÓN
La media nacional es de 33,65 días (34 en números redondos), un 1,5% menos que el año pasado, pero en 2008, al inicio de la crisis, era de 30 días, luego ha habido un incremento del 12% en contraste con el empeoramiento de la situación económica en el conjunto del país. Adeces estima que el encendido a finales del mes de noviembre, tal como ha hecho este año el Ayuntamiento sevillano (el día 30 del mes pasado), es un exceso de difícil justificación y un claro signo de derroche.
Esta asociación sigue proponiendo que la inauguración del alumbrado navideño se realice tan sólo con una semana de antelación a la Navidad y que se fije su duración en 21 días, un plazo que los ayuntamientos de Cáceres, León, Parla, El Puerto de Santa María y San Sebastián de los Reyes demuestran que es perfectamente viable. Además, insta a los ayuntamientos a no someterse a las presiones de los comerciantes de prolongar el alumbrado para así impulsar las compras navideñas.
Sevilla, con 38 días de funcionamiento del alumbrado, supera la media nacional. Los datos de las siete grandes urbes son los siguientes: Madrid, 34 días; Barcelona, 45; Valencia, 34; Sevilla, 38; Zaragoza, 34; Málaga, 38 y Bilbao, 38.
CONSUMO ENERGÉTICO PER CÁPITA
La media del consumo energético per cápita es de 0,20 Kwh, un 11% menos que en 2011. En los últimos años se ha registrado un descenso del 58% en el conjunto del país gracias a un alumbrado más eficiente.
Sevilla está claramente por debajo de la media, con un consumo de 0,06 Kwh. En el conjunto de las siete grandes urbes se registran estas magnitudes: Madrid, 0,05; Barcelona, 0,12; Valencia, 0,02; Sevilla, 0,06; Zaragoza, 0,01; Málaga, 0,13, y Bilbao, 0,06 Kwh.
COSTE DE LA INSTALACIÓN
El coste medio de 209.247 euros ha supuesto un 21% menos que en 2011 (265.560 euros). Según la asociación, la horquilla oscila entre los 1,52 millones de euros de Madrid y los 10.000 euros de León. Mención aparte merecen Bilbao y San Sebastián de los Reyes, cuyo coste es de cero euros. En el primer caso, porque los elementos navideños son propiedad del Ayuntamiento y la instalación se hace con cargo al coste anual de mantenimiento. En San Sebastián de los Reyes, la empresa que se encarga del alumbrado público realiza la instalación del navideño.
En contraste, el presupuesto de este año de Sevilla, 437.373,39 euros supera en un 109% la media nacional y es un 9,5% más caro que el del año pasado, por más que el Ayuntamiento trate de justificarlo con el argumento de que ilumina 17 vías urbanas más. Teóricamente, el ‘mapping’ no está incluido en este coste, ya que según la versión oficial del Consistorio no cuesta nada al contribuyente (hay una contraprestación en especie, en forma de cesión de espacios publicitarios, por valor de unos 87.000 euros) al haber sido patrocinado por Movistar.
Durante la recopilación de información para la elaboración del estudio, Adeces constató iniciativas que considera dignas de ser reseñadas y que corresponden a municipios sevillanos. Así, el Ayuntamiento de Lebrija ha destinado los 42.000 euros que invirtió el año pasado en el alumbrado navideño a cofinanciar programas de emergencia social, ley de Dependencia y ayudas sociales familiares. También ha solicitado a sus vecinos que durante estas fechas compren en el pequeño y mediano comercio lebrijano para dinamizar el tejido económico y social del pueblo.
La crisis también ha propiciado que este año el Ayuntamiento de El Coronil no coloque el alumbrado extraordinario de Navidad y que el dinero dedicado inicialmente a tal fin se redirija a financiar parcialmente un plan de empleo para jóvenes de 18 a 30 años, gracias al cual 40 personas accederán a contratos laborales de 15 días, remunerados con 485 euros.
Volviendo al coste de instalación del alumbrado navideño, la media per cápita es de 76 céntimos en el conjunto de España, un 14% menos que en 2011, cuando fue de 88. Las principales causas de esta reducción radican en el ajuste realizado por los ayuntamientos en el Presupuesto y a la mayor colaboración de la iniciativa privada (comerciantes) a la hora de sufragar los costes. Para Adeces, es hora de que los ayuntamientos se replanteen su grado de participación en el alumbrado de Navidad.
El estudio da, a nuestro juicio, un dato erróneo de coste per cápita para Sevilla de tan sólo 51,42 céntimos de euro, cuando debería ser de 61,91 céntimos si se toman como datos de referencia el coste de la instalación general y el número de habitantes que refleja el padrón de la ciudad a 1 de enero del año en curso (706.365 habitantes). Aun así, ambas cifras son inferiores a la media nacional.
La clasificación de las siete grandes urbes es la siguiente: Madrid, 46,62 céntimos per cápita; Barcelona, 87,05 (estimado, ya que aparece borroso en el original); Valencia, 7,62; Sevilla, 51,41 según Adeces, 61,91 según nuestra propia estimación; Zaragoza, 6,52; Málaga, 87,78 céntimos, y Bilbao, cero céntimos por la circunstancia reseñada anteriormente.
Estos grandes eventos con proyección mundial y ligados a Sevilla hasta hace tan sólo una década contrastan con el nuevo rol al que aspira la ciudad, su vuelta al clásico papel de jugador número 12, puesto de manifiesto el domingo con el karaoke promovido por el Ayuntamiento en la Plaza de San Francisco, con el cantante Hugo Salazar de maestro de ceremonias y definido como ‘El mayor evento navideño jamás cantado’. ¿Objetivo? Reunir a un coro de 15.000 personas que cantaran, siguiendo la letra proyectada a modo de karaoke sobre la fachada de las Casas Consistoriales, el tema ‘Blanca Navidad’, para que así Sevilla pueda figurar en el libro Guinness de los Records junto al de esos pueblos a los que nadie conoce y que por eso mismo inventan marcas estrafalarias como la de degustar la paella más grande del mundo, batir el récord de troncos convertidos en astillas a hachazos o superar el de kilómetros de fichas de dominó que se sostienen en pie sin caerse.
es una excelente herramienta para la creación de actividad económica y empleo. Los beneficios económicos que Metropol Parasol va a traer a la ciudad superarán, en un solo año, la inversión acometida”. Así habló Monteseirín el 27-3-2011 en la inauguración de las ‘Setas’ de la Encarnación. Aludía a un supuesto estudio citado en junio de 2010 por el delegado de Urbanismo, Manuel Rey, según el cual el Metropol tendría un impacto económico, directo e indirecto y en sólo un año, de 369 millones de euros.
valido, Manuel Marchena, de “democratizar las vistas de Sevilla”, de las que hasta entonces, según ellos, sólo podían gozar los ricos desde los miradores de sus casas-palacio. Ahora se ha publicado que la estimación de la compensación podría ascender a 264.000 euros. Se tiene constancia de una factura mensual presentada por Sacyr por valor de 30.189 euros, lo que significaría una compensación anual de 362.269 euros.
Una peculiaridad de los conservatorios es la denominación de asignaturas y/o de los profesores que las imparten no por la actividad musical, sino por el instrumento. Así, en vez de catedrático de interpretación pianística existe el titular de piano, del trombón y hasta de modalidades de guitarra, como la clásica o la flamenca. Es como si el catedrático de Química lo fuera de probeta o pipeta. Ahora, la Universidad ha copiado esa terminología de los conservatorios de música al anunciar la creación de la Cátedra Metropol-Parasol, así denominada porque es una manera de hacerle publicidad a la obra de quien la financia, la constructora Sacyr, en cuyo beneficio ese pseudosocialista aparente defensor de la cosa pública llamado Alfredo Sánchez Monteseirín se la hurtó a los sevillanos y la privatizó por los próximos 40 años. En cinco siglos de historia, ni a la Hispalense ni a ninguna empresa local les dio por financiar la Cátedra Giralda, Real Alcázar o Torre del Oro, y miren por dónde la primera que se constituye está dedicada a las polémicas Setas de la Encarnación.
Cuando gran parte de Italia estaba integrada en el imperio austro-húngaro, la censura austriaca era tan estricta que rechazó una ópera de Verdi, temerosa de que los italianos convirtieran cualquier pieza en otro himno contra los ocupantes extranjeros, como habían hecho con el coro de esclavos, ‘Va pensiero’, de ‘Nabucco’. Furioso, Verdi fue a exigir explicaciones. Los censores se justificaron diciendo que lo que en realidad rechazaban era el libreto, pero no su música, que el compositor podría adaptar sin problemas a otro texto. El genio se indignó más aún al comprobar que los cuadriculados represores no comprendían que música y libreto eran todo uno y que otro texto le inspiraría una música diferente. A Luciano Alonso le ha pasado con La Caixa lo mismo que a Verdi con los austriacos: los banqueros catalanes le han regalado el diseño de Vázquez Consuegra para otro proyecto en las Atarazanas sin reparar en que, como les ha respondido el consejero, si era para el Caixafórum no vale para algo distinto, aunque a La Caixa no le importe irse con su música a otra parte.
Y es que Zoido había percibido a lo largo de las dos semanas y media transcurridas desde que se hizo aquella foto con los directivos de la entidad catalana en el Ayuntamiento, que había acabado navegando en sentido contrario a aquel en que iban la mayoría de los sevillanos en este asunto, a tenor de la reacción generalizada de indignación, expresada en las redes sociales y en y por los medios de comunicación locales, donde no se han ahorrado críticas a la pasividad, cuando no presunta complicidad, del Consistorio para propiciar la ‘solución’ del rascacielos de la Cartuja en detrimento de las Atarazanas.
El alcalde dice ahora que no tiene que arrepentirse de sonreír en una fotografía “con unos señores que dijeron que iban a ratificar convenios con el Ayuntamiento de Sevilla de carácter social, contando con cinco millones para estos fines además de un plan especial de empleo para personas desfavorecidas, algo a lo que añadieron que el Caixafórum en Sevilla no peligraba, aunque alguien de manera interesada hablaba de que podía irse a otra ciudad”.
Asumir los 5 millones para programas sociales como una compensación a Sevilla por el traslado del Caixafórum a la torre Pelli, como se ha interpretado desde el entorno del alcalde, sería un gran error político por parte de Zoido. Primero, porque este tipo de programas de la Obra Social de La Caixa ya existen desde hace tiempo, de forma independiente y sin necesidad de vincular la asignación del dinero a ningún otro proyecto de la entidad. Es, por ejemplo, el caso de los 102 pisos al final de la calle Torneo que La Caixa ha alquilado con rentas inferiores a las de una vivienda de protección oficial (VPO), con contratos de cinco años prorrogables y posibilidad de compra para sus inquilinos al cabo de cinco lustros, siempre que los adjudicatarios no tengan ingresos superiores a 4,5 veces el IPREM.
Dicen que en cumplimiento de una promesa, más postelectoral que electoral, Zoido va a gastarse 150.000 euros en reubicar en parques del extrarradio las farolas de la Alfalfa, la Pescadería y el Pan y sustituirlas por las tradicionales de estilo fernandino, como las del Salvador. Particularmente, nunca me gustó el mobiliario urbano de Monteseirín en el Centro, por creer que desentonaban claramente con su entorno, aunque respeto a quienes opinen lo contrario, pero aunque pudiera apoyar esta decisión del alcalde me parece perfectamente aplazable a otro momento sin las angustias económicas del presente. En una ciudad en la que se acaba de rebasar la barrera de los 90.000 parados y donde se han recortado o eliminado partidas de carácter social como el bonobús solidario con el argumento de la crisis, destinar 150.000 euros a cambiar de sitio unas farolas que aún funcionan supone, además de un gasto superfluo, incurrir en una absoluta confusión sobre el actual orden de prioridades. La decisión de Zoido en plena crisis es tan antiestética como las propias farolas.
Me he leído las 23 páginas de la nueva Ordenanza de Arbolado, Parques y Jardines Públicos en el municipio de Sevilla que ha redactado el gobierno de Zoido y que no han suscitado excesivo entusiasmo, sino más bien lo contrario, entre las asociaciones protectoras de las zonas verdes. El problema no son las Ordenanzas, donde teóricamente se protege todo lo protegible, se prohíbe todo lo prohibible y se sanciona todo lo sancionable, sino el desprecio al árbol innato en nuestro incivismo y que acabarán por convertirlas, como las anteriores, en papel mojado.
Caso verídico, como habría dicho Paco Gandía, ocurrido durante el ‘puente’ del 12 de octubre: una turista tropieza en una de las innumerables tachuelas clavadas como carrera de obstáculos en el suelo de la Avenida y un ciudadano atento la salva de que caiga de bruces sobre las vías del tranvía. Pues esto no va a ser nada con la que se puede liar a cuenta de la Ordenanza de Veladores, que obligará a los bares a acotar las zonas de terraza y los pasillos peatonales de 1,5 metros (es muy poco, pero menos da una piedra) con más tachuelas todavía, las cuales además deberán llevar en relieve el escudo del NO8DO homologado por el Ayuntamiento. Fedeme, la patronal del Metal, agradecida le va a poner sendos pisos a Vílchez y a Zoido, por el gran negocio que se le viene encima. Contaban Estrabón y Plinio el Viejo en la antigüedad que la masa forestal de Hispania era tal que una ardilla podía recorrer de punta a punta la Península sin bajarse de los árboles. Mutatis mutandi, aquí más pronto que tarde podrán cruzar el Centro de Sevilla saltando de tachuela en tachuela.
Aunque con la crisis el tráfico ha caído en Sevilla alrededor de un 30%, y el calor y las vacaciones dejan semidesiertas muchas calles, no es ésta la percepción de la Policía Local, que argumentando “la saturación de vehículos estacionados irregularmente”, según reveló Chema Rodríguez, está aprovechando el estío para aplicar un nuevo método de control y sanciones: batidas por cada distrito de dos grúas y un patrullero para actuar conjuntamente e ‘ipso facto’ en la imposición de la multa y la retirada del vehículo mal estacionado hasta el depósito municipal.
La consecuencia previsible de esta ofensiva ‘por tierra, mar y aire’ contra los infractores será el incremento de las multas de tráfico en Sevilla capital, que en los últimos años han registrado la siguiente evolución: