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Zoido, tómales la palabra

Los presidentes de las tres patronales sevillanas del sector turístico (Manuel Otero, hoteleros; Pedro Sánchez-Cuerda, hosteleros, y José Miguel Nicolás,  agentes de viaje) dijeron tras la firma de un convenio por el que el Ayuntamiento les otorga una subvención de 155.000 euros, que “si nos pidieran que pusiéramos de nuestro bolsillo esa cantidad (en referencia al déficit de la Copa Davis), pondríamos hasta un millón para traer no una, sino tres finales al año”.

Esta declaración enlaza con mi anterior artículo sobre ‘Las cuentas de la Davis’, lo cual me da pie a abordar la implicación en los proyectos de la ciudad de los empresarios de este sector, que suele ser el principal beneficiario de las iniciativas municipales, factura unos 3.000 millones de euros anuales y da ocupación a 30.000 personas.

“Si nos pidieran que pusiéramos de nuestro bolsillo….”, dicen. Pues bien, ¿acaso no se lo pidió el Ayuntamiento cuando lanzó un programa de patrocinios para la Davis y tuvieron así una inmejorable ocasión de adherirse a cualquiera de las categorías establecidas?

Una treintena de empresas contribuyeron al evento (se recaudaron 937.838 euros) y sus representantes fueron recibidos oficialmente por Zoido a finales de noviembre como muestra de gratitud. Repárese en la lista para ver cuántas pertenecen a las tres patronales que ahora, a toro pasado, dicen estar dispuestas a poner no un millón, sino tres, para otras tantas Copas Davis.

Estas diecisiete desembolsaron 50.000 euros cada una: Abades (en especie), Acciona, Aquagest, Ayesa, Azvi, Befesa, Cajasol, Cruzcampo, Endesa, FCC-Aqualia, Gea-21, Martín Andaluza de Supermercados, Martín Casillas, Sando, Sacyr, Syrsa y Telefónica. Hubo ocho colaboradoras locales, a razón de 25.000 euros cada una: Gesalus y Hospital Infanta Luisa (en especie), Magtel (en especie), Aldesa, Contract, Elecnor, Licuas, Ullastres y Urbaser. Y cuatro asociadas locales: Garrigues, 15.000 euros; Price Waterhouse, en especie; Tecnocom, 3.000 euros, y Vorsevi, 10.000.

En los veinte años transcurridos desde la Expo, los empresarios sevillanos han tenido dos grandes ocasiones de impulsar proyectos mucho más importantes que la Copa Davis, por su magnitud y la ingente cantidad de dinero que podían mover y/o por su permanencia en el tiempo como generadores de negocio. El primero fue la candidatura para los Juegos Olímpicos de 2004, lanzada tras la Exposición Universal para aprovechar el prestigio mundial conseguido por la ‘marca’ Sevilla y las infraestructuras legadas por la Muestra, y también la estela del éxito de Barcelona-92.

En aquella época me contó un periodista de La Vanguardia especializado en Olimpismo que cuando en el mandato de Narcís Serra como alcalde de la Ciudad Condal (1979-1982) se fraguó la sexta candidatura olímpica de Barcelona, proclamada felizmente como sede por Samaranch el 17 de octubre de 1986, los empresarios barceloneses aportaron para promover internacionalmente el proyecto 1.000 millones de pesetas, que hoy serían el equivalente a 18 millones de euros, porque eran conscientes de las enormes posibilidades que se les abrirían a ellos y a toda la ciudad de materializarse el sueño olímpico.

Enrique Moreno de la Cova, primer ‘comisario’ olímpico sevillano, jamás pudo ni soñar con una aportación de las empresas locales que supusiera siquiera el 20% de aquella cantidad y hubo de basar los apoyos económicos para el frustrado proyecto en filiales de grandes compañías radicadas en Madrid.

La segunda gran oportunidad, y en dos etapas distintas, ha sido la construcción del Parque Temático. Según los datos publicados en 2010 por el Consorcio Turismo de Sevilla, Isla Mágica está entre los doce lugares de interés turístico más visitados de la ciudad y genera unas 500.000 pernoctaciones en los hoteles. Un estudio del propio Parque Temático sobre el perfil de sus visitantes (768.150) ese año revelaba que el 91,3% de los no sevillanos afirmaban haber venido a Sevilla expresamente por Isla Mágica y que el 22,32% pasaban la noche en la ciudad.

Por tanto, según la empresa de ocio, el Parque Temático incrementa en dos días la estancia promedio de los turistas en Sevilla y en su entorno andaluz -pernoctación media de 3,2 días de los visitantes no sevillanos- y genera ingresos indirectos a las empresas de su entorno, fundamentalmente los hoteles, por valor de 51,5 millones de euros al año.

De hecho, Isla Mágica tiene firmados acuerdos con más de 40 hoteles de Sevilla y su provincia, a través de los cuales, con la colaboración de agencias de viaje, se venden paquetes de entradas y alojamientos, sobre todo para los periodos  ‘valle’ de verano y Navidad.

Con todo lo que supone el Parque Temático para el sector turístico local, lo lógico sería que éste formara parte de su accionariado. Nada más lejos de la realidad. No hay ni una sola empresa sevillana que haya puesto un euro en Isla Mágica, que en 2004 se vio obligada a suspender pagos y que sólo se sostiene merced a los 34 millones de euros que como mínimo le ha inyectado Cajasol en los últimos años para evitar su cierre.

Pero si ahora las tres patronales locales del sector turístico proclaman su disposición a poner de sus bolsillos un millón de euros para traer a Sevilla eventos como la Copa Davis, bienvenida sea este cambio de actitud. Más vale tarde que nunca. Zoido debería tomar buena nota de sus palabras y proponerles que, por ejemplo, financien la celebración de la Copa del Rey de fútbol en Sevilla: 50.000 hinchas entre los dos equipos finalistas serían un negocio seguro.

 

 

 

 

 

 

Las cuentas de la Davis

A falta de dos meses y medio para que se cumpla el XX aniversario de la clausura de la Expo-92, el Ayuntamiento, como ha sido incapaz de articular aún el programa conmemorativo al que se comprometió, ha optado por rendirle su particular homenaje a la Muestra Universal con la presentación, casi ocho meses después de celebrada, de las cuentas de la Copa Davis.

El paralelismo con la Expo es evidente. Al igual que Olivencia, el comisario general del 92, Zoido también prometió un ‘balance cero’ (nada de déficit) por la organización del acontecimiento deportivo y, sin embargo, ha acabado costándonos casi un millón de euros (965.844).

Y al igual que Pellón camufló las pérdidas de la Expo metiendo en el balance su particular valoración de los activos que se quedaron en la Cartuja (mírese qué pasó luego con el telecabina, monorraíl, pérgolas…), Gregorio Serrano, delegado de Economía, ha tratado de rebajar las pérdidas en 380.000 euros restándoles el valor de los activos adquiridos por el Ayuntamiento (la cubierta -toquemos madera- y las lonas). Unos activos que, conforme al cuadrante del flujo del dinero de Robert Kiyosaki, son hasta ahora un mero pasivo porque no generan ingresos, no han sido reutilizados en estos 8 meses y causan gastos de almacenamiento y seguridad, no vaya a ser que los roben de nuevo.

Pero, ¿qué digo ‘balance cero’ o equilibrio entre gastos e ingresos al modo de Olivencia con la Expo-92 en su bienintencionado afán de espantar el fantasma de la ruina de la Expo del 29, que Sevilla estuvo pagando hasta muchos años después? La Davis iba a ser una mina de oro para la ciudad, ¿o es que ya nadie recuerda que se habló de que el tenis iba a reportar 30 millones de euros y de que por cada euro invertido íbamos a recoger 30?

Gregorio Serrano ha abundado en la tesis de que se habría conseguido no ya el  ‘balance cero’, sino incluso superávit si la Junta de Andalucía y la Diputación hubieran aportado al menos la mitad (607.650 euros) de la subvención que concedieron en 2004 (1.215.300 euros) cuando quien organizó la final tenística fue el Ayuntamiento gobernado por el socialista Monteseirín.

Serrano ha reprochado a los mandamases de las dos Administraciones en poder del PSOE que hayan aportado ‘cero euros’, para darle así “un tortazo a Zoido en la cara de todos los sevillanos”, pese a que, según denuncia, estuvieron luego sentados viendo los partidos y se colige que gratis total por invitación (¿o es que acaso se colaron?) del propio Ayuntamiento.

SOLO ANTE EL PELIGRO

 

Hasta Zoido se lamenta de que la Junta y la Diputación lo hayan dejado “solo ante el peligro” de organizar la Davis. Maticemos este nuevo intento de confrontación política  a costa del deporte entre el Ayuntamiento y la Junta, acaecido el mismo día en que el alcalde se entrevistaba con el presidente Griñán en San Telmo y ambos se hacían mutuas promesas de enterrar el hacha de guerra.

Zoido, recién llegado por entonces a la Alcaldía, quiso dar un golpe de efecto solicitando la final de la Davis, aun a costa de aceptar imprudentemente el pago de un millón de euros a la Federación Española de Tenis pese al escenario de crisis existente y cuando por el horizonte asomaba el Plan de Ajuste, para ponerse él solo la medalla y obtener réditos políticos si el evento salía bien, como salió deportivamente (España ganó a Argentina) y organizativamente.

El alcalde no se encomendó previamente a la Junta y a la Diputación, sino que las abocó ante un hecho consumado, pese a que existía el precedente de que el Gobierno andaluz se había negado a subvencionarle al Ayuntamiento de Córdoba la semifinal alegando que las circunstancias económicas eran muy diferentes a las de los dorados años del ‘boom’ inmobiliario y el supuesto ‘milagro económico’ español, que permitieron librarle a Monteseirín  1,2 millones en 2004 para la otra final de la Davis en Sevilla.

Por tanto, Zoido nunca debió embarcarse en organizar el evento deportivo por su cuenta y riesgo y confiando en una subvención ‘a posteriori’ de la Junta y la Diputación, subvención que tampoco habría ocultado el balance final de pérdidas de un millón de euros para el contribuyente, porque Gregorio Serrano parece olvidar que tan público es el dinero del Ayuntamiento como el de las otras dos Administraciones.

Al margen de que Zoido aceptara un contrato demasiado leonino con la Federación para los tiempos de crisis que corren y de que por tanto la Davis podría haber resultado más barata, la cuestión de fondo es si es rentable para la ciudad organizar eventos de este tipo aunque nos cuesten un millón de euros, pensando en que a corto, medio o largo plazo generan esos retornos económicos que nadie ha medido objetivamente,  y también en que fortalecen la ‘marca’ Sevilla, máxime cuando la final del tenis tiene una audiencia televisiva planetaria.

Obviamente, el gran beneficiario es el sector turístico. El presidente de los hosteleros, Sánchez-Cuerda, dice que la Davis incrementó en un 30% la facturación de bares y restaurantes y que su organización saluda la celebración de grandes eventos deportivos y culturales como herramienta de estímulo económico.

No basta con saludar. Cuando se repasa la lista de patrocinadores de la Davis, sólo hay una empresa del sector turístico, el restaurante Abades, y con una aportación en especie y no en dinero líquido. Así pues, si el sector turístico quiere eventos, que los patrocine, porque la política actual equivale a privatizar los beneficios (para ellos) y socializar las pérdidas (costeadas por todos los sevillanos).

 

 

Acuatlón

Emulando a Fray Luis de León podríamos escribir hoy que, tal como decíamos ayer, Curro Pérez, el portavoz del gobierno de Zoido y alcalde trianero, se lo está poniendo a huevo últimamente a la oposición. El sábado lo volvió a demostrar con la organización en tal fecha del Acuatlón que derivó en los incidentes entre acuatletas (o como se diga) y placeros del mercado de Triana, por el bloqueo que la prueba deportiva sometió a los accesos a la plaza de abastos en el día de mayores ventas de la semana y con la que está cayendo por la crisis. Viendo que el género se les quedaba colgado en los puestos, los comerciantes acabaron perdiendo los nervios y entre unos y otros se montó una trifulca que se saldó con varios heridos. Este Ayuntamiento del PP que corta la circulación y el paso a los comercios un sábado por la mañana en Triana está compuesto por los mismos políticos que, cuando se hallaban en la oposición, bramaban contra Torrijos cuando éste cortaba la Ronda Histórica los domingos para organizar sus ‘Ciclovidas’ con pasacalles,  ciclistas y patinadores.

A lo Panenka

La diferencia entre la tasa de fracasos empresariales entre España y EE UU es de cinco a uno, o sea que, por regla general, el emprendedor español abandona tras su primera iniciativa frustrada y el norteamericano se cae cuatro veces pero se vuelve a levantar hasta que a la quinta triunfa. Si el fútbol es una metáfora de la vida y si Sergio Ramos se hubiera plegado a los complejos españoles, tendría que haberse sentido un fracasado de por vida tras fallar estrepitosamente con el Real Madrid el penalty contra el Bayern en la Champions, que fue objeto de rechifla internacional en las redes sociales. No sólo no se vino abajo, sino que tras seguir entrenándose en solitario volvió a dar un paso al frente en la Eurocopa contra Portugal e hizo el más difícil todavía en el momento de máxima tensión: marcar un penalty a lo Panenka, sin sentirse condicionado por su fallo anterior ni por las críticas pavorosas que podía sufrir si erraba de nuevo. Sergio Ramos, el futbolista de Sevilla, ha demostrado que el fracaso es convertible en un estímulo en el camino hacia el éxito.

* Vídeo del penalty:

http://www.youtube.com/watch?v=-UPZIXhGRFk

 

Trato de favor

Zoido ha calculado a ojo de buen cubero que el Sevilla F. C. y el Real Betis le deben al Ayuntamiento unos cuatro millones de euros en tributos desde la era Monteseirín. Esta es otra de las herencias recibidas por el alcalde que pone una multa cada cuatro minutos a los conductores sevillanos pero que cuando se trata de aplicarle la ley a los dos clubes de fútbol se achanta. A Zoido se le ha escapado que negocia con los peloteros no sé qué de un beneficio mutuo en forma de imagen. Tate: esto quiere decir que no van a pasar por caja como todos nosotros, sino que van a hacer como que pagan en especie publicitando alguna ocurrencia municipal. Por ejemplo, eso de la ‘Operación Talento’ en las camisetas de Beñat y de Navas, y deuda saldada. Que yo sepa, a la hora de pagar el sello del coche o cualquier otro tributo a la Hacienda Local, a los sevillanos no les preguntan ni en la ventanilla de la Encarnación ni en la del banco lo mismo que tan cortésmente el alcalde a José María Del Nido y a Miguel Guillén: “¿cómo lo va a hacer, en efectivo o en derechos de imagen?”.

Davis2

Casi una semana después de que saltara la noticia, La Voz a Ti Debida de Zoido, Curro Pérez, ha dicho que el Ayuntamiento no había pedido oficialmente la semifinal de la Copa Davis. Sin embargo, Sevilla figuraba entre las ciudades candidatas que manejaba la Federación. El Consistorio se escuda en que todo ha obedecido a charlas informales entre Zoido y Escañuela. Pensábamos que las charletas informales se referían al tiempo atmosférico. Ahora, gracias a Zoido y Escañuela, cuando no sepamos qué decir en el ascensor siempre nos quedará hablar de tenis, como a Bogart siempre le queda París en ‘Casablanca’. Si el gobierno local ha tardado tanto en rectificarse a sí mismo y/o a la Federación/Prensa (sí, la que siempre lo malinterpreta todo) ha sido al palpar la tibia cuando no negativa reacción a la idea:  aún no ha presentado las cuentas de la Final y no hay ánimo ciudadano para más fiestas tras los fiascos de la Semana Santa y la Feria y el recorte o la nueva tasa de cada día. En este peloteo Ayuntamiento-RFET, uno o los dos han tomado en vano el nombre de Sevilla.

El penalty

Después de los fallos de Messi, Cristiano Ronaldo, Kaká y Sergio Ramos desde el punto fatídico, Peter Handke debería cambiarle el título a su famoso libro ‘El miedo del portero al penalty’, porque ahora son los jugadores de campo quienes sufren el pánico de pasar de héroes a villanos en tan sólo once metros. El camero Sergio Ramos ha sido objeto de todo tipo de burlas en las redes sociales, e incluso en la prensa deportiva, por haber lanzado a las nubes la pelota en la tanda de penalties contra el Bayern de Múnich en la semifinal de la Champions League. Sin embargo, cuando Mourinho pidió voluntarios para la hora suprema, muchos de los multimillonarios jugadores del Real Madrid escurrieron el bulto y sólo Ramos y otros cuatro dieron un paso al frente. Su caso es una metáfora de esta sociedad española en crisis económica y de valores: se condena al que falla porque asume riesgos, tiene capacidad de iniciativa y considera el fracaso sólo como un peldaño en el aprendizaje hacia el éxito en vez de al cobarde que no hace nada y ve los toros siempre desde la barrera.

‘Ad hominem’

En el baloncesto  hay normas ‘ad hominem’, contra grandes jugadores para frenar su dominio en facetas del juego. Casualmente, o no, tres pívots de los Lakers fueron víctimas de cambios de reglas: George Mikan (llamado Mr. Basketball porque el baloncesto era él); Wilt Chamberlain (el súper hombre de los records, 100 puntos –cuando no había canastas de tres- y 55 rebotes en un partido) y Lew Alcindor, alias Kareem Abdul-Jabbar, por cuya causa la Liga Universitaria prohibió dar mates porque le tenía comida la moral a sus rivales de tanto machacar la canasta. En Economía, Magdalena Alvarez incluyó en la Ley de Cajas andaluza una enmienda ‘ad hominem’ para cargarse al presidente de Cajasur, Miguel Castillejo. A Monteseirín también le han hecho un convenio ‘ad hominem’ (sólo para él) que le permite un dorado exilio en Madrid. La diferencia entre los pívots de la NBA y Castillejo con Monteseirín es que aquéllos fueron todos víctimas del cambio de la norma y éste, exclusivo beneficiario. Por eso Alfredo entrará en el ‘Hall of Fame’ sí, pero en el de los enchufados.

Escándalo

Yo creía que era una inocentada, porque el acuerdo lo llevaron a una Comisión Ejecutiva el 28 de diciembre, pero al final va a ser cierto que la quebrada Tussam, con 70 millones de euros de deuda, 40 de déficit y más agujeros que un queso gruyère firmó un patrocinio de la Davis, asunto de Estado para el alcalde, por  63.500 euros, más dinero que nadie. El objeto de tal dispendio pese a sus arcas vacías fue el transporte de los tenistas, los directivos o quien indicasen. Y, cuchillo de palo, ¡subcontrató los conductores y los vehículos a un tercero! ¿Dónde, pues, el retorno publicitario para (in)justificar la operación? Se trataba, claro, de no cantar la gallina mientras preparaba el plan de saneamiento y el recorte en un 5% de los sueldos del personal. Estas trampas en el solitario y camuflajes a través de la AIE se ve que no eran exclusivas de Marchena y Monteseirín y que, enchufados aparte, éstos ya están tan viciados como sus predecesores en sólo 8 meses. Zoido prometió un cambio y luces y taquígrafos, pero ahora sí pienso que se trataba de una inocentada.

El mártir

Del Nido ha alardeado siempre de que es el Sevilla F. C. y no el Real Betis el equipo representativo de la ciudad, por llevar el nombre de la misma. Según su teoría, decir Sevilla F.C. equivalía a decir Sevilla, con lo que equiparaba la parte con el todo. A partir de ahora la marca Sevilla, indistintamente deportiva o institucional según la tesis de Del Nido, arrastrará la mácula de la condena a siete años y medio de cárcel, 15 años de inhabilitación y 2,7 millones de euros de multa que pesa sobre quien dice representarla por los estadios de España y puede que incluso de Europa. Las hinchadas de los equipos rivales podrán corearle al Sevilla F. C. la sentencia de la Audiencia Provincial de Málaga para comerle la moral a sus jugadores, al igual que le cantan el nombre de Messi a Cristiano Ronaldo para sacarlo de sus casillas. José María Del Nido, ‘martir’ al unamuniano modo, dice estar dispuesto a soportar el sufrimiento por el bien de la entidad de Nervión. Si antes confundía el club con la ciudad, ahora confunde su persona y su sevillismo con el Sevilla.